¿Cómo trabaja Dios en el mundo? ¿Qué significa esto? ¿Qué ejemplos hay de esto? Dios busca retornarte a ti mismo y revivir tu verdadera relación con la vida tal y como existe aquí y ahora, con el fin de permitirte encontrar tu lugar en el mundo y que cumplas tu función específica en él. Dios amplifica el Conocimiento dentro de ti y te llama a regresar al Conocimiento; te llama a desarrollar una relación con el Conocimiento y una reverencia hacia el Conocimiento. Esto restaura tu autoestima. También valida tu autoridad, la cual debes ejercer para acercarte a una autoridad mayor. No puedes simplemente renunciar a tu autoridad y tratar de rendirte ante un Poder Mayor. Esto nunca puede ser eficaz.
Para representar a lo Divino, debes convertirte en un representante. No puedes ir como un mendigo. No puedes ser pasivo. No puedes simplemente entregarte. Las personas tratan de hacer eso, porque son demasiado perezosas o están demasiado descentradas para prepararse realmente para el papel que deben cumplir. Ellas simplemente quieren que Dios lo haga todo por ellas. Esto, por supuesto, es imposible, porque ellas deben hacer la mayor parte del trabajo. Son sus esfuerzos, sus capacidades y sus logros lo que ellas deben experimentar, no los de Dios.
Renunciar a toda tu autoridad —pensando que no puedes tomar una decisión sobre nada ni sobre nadie, negando tu propia percepción y tu experiencia y dejándolo todo en manos de Dios— parece ser una maravillosa libertad y un maravilloso escape, pero no es el modo de restaurar tu verdadera capacidad y valor. Dios no necesita glorificación. Eres tú quien necesitas validación en el mundo. A Dios no le mueven los deseos egoicos que llevan a las personas a establecer su propia importancia. No pienses que Dios piensa como tú, o Dios te parecerá terrible y contradictorio, cruel o impotente.
La decepción y confusión que sienten las personas sobre lo Divino, están basados en la proyección de que lo Divino está pensando sobre la vida y sobre las personas de la misma forma que ellas están pensando sobre la vida y sobre sí mismas. Dios opera al nivel del Conocimiento, que es un tipo de mente e inteligencia distinto a tu mente personal. El Conocimiento no es maquinador. No es traicionero. No es indulgente consigo mismo. No es egoísta. No usa a los demás para el beneficio personal. No es competitivo. No debate. No se hace preguntas. No está confundido. No necesita tomar decisiones. Él actúa porque sabe. Y entre los momentos de acción, permanece silencioso y presente. Tiene absoluta certeza, y es infinitamente paciente.