
Marshall Vian Summers
el abril 15, 1992
Se necesita mucho coraje para cambiar, incluso en circunstancias normales. Uno debe reconocer y aceptar la verdad, confiar en sus inclinaciones más profundas, y en muchos casos renunciar a una ventaja, a una relación o a una situación preferida. Uno debe enfrentar lo desconocido y considerar nuevas posibilidades. Todo esto requiere coraje. Pero cuando se requiere un cambio a mayor escala —de hecho, cuando la humanidad misma está cambiando y tú estás en medio de ello— se requiere un coraje aún mayor. Construido sobre la confianza, el reconocimiento, la preparación y la compasión. No puedes reunir este coraje dentro de ti si no tienes estos pilares sobre los que apoyarte.
Tal vez no te consideres a ti mismo una persona valiente, pensando que el coraje es algo de lo que algunos están dotados y otros no. Pero en verdad, el coraje es algo que todos deben forjar y desarrollar en su propia experiencia. Esto sucede al tomar decisiones difíciles. Esto también sucede cometiendo errores importantes, aprendiendo de estos errores y tomando las medidas necesarias para arreglar las cosas.
Esto es lo que genera coraje. El coraje aquí es el resultado, aunque puede ser la causa y la motivación para la acción posterior. En otras palabras, debes generar el coraje. No es algo que se otorga a algunos y a otros no, cuando las personas entran en la vida. Es algo que debe forjarse. La dificultad, la adversidad, las circunstancias cambiantes, las relaciones cambiantes y las prioridades cambiantes crean la gran oportunidad para que el verdadero coraje sea cultivado y aplicado.
Por eso, no pienses en el coraje como un otorgamiento divino. Si sientes que te falta coraje o quizás careces del coraje suficiente, entonces recuerda que es algo que debes generar dentro de ti. Tienes el poder de hacerlo porque el Conocimiento está contigo. Tienes la oportunidad de hacerlo debido al tiempo en el que vives. Tienes el requerimiento de hacerlo porque has venido aquí para servir a un propósito superior, que estás anhelando descubrir y realizar. Todos los ingredientes están dentro de ti, todos los ingredientes están en el mundo. Las condiciones son las correctas. El Conocimiento y el coraje van juntos, porque sin coraje no emprenderás la recuperación del Conocimiento, y sin el Conocimiento no confiarás en el coraje que has desarrollado hasta ahora.
Si tu bienestar, tu realización y tu resolución interna son importantes para ti, entonces el coraje es algo que debes aceptar como requisito necesario. No es algo que Yo pueda darte. No es algo que puedas comprar. No es algo que puedas aprender solo de un libro. Es algo que debes usar y aplicar. De lo contrario, es como un músculo en tu cuerpo que nunca utilizas y que por lo tanto nunca es fuerte ni confiable.
Todo lo que disfrutas en la vida —los beneficios, las creaciones, los objetos, las oportunidades de educación y autoexpresión, la diversión y las cosas recreativas que disfrutas—todos son productos de la contribución de otras personas. En todos los casos, se requiere el coraje y la creencia en uno mismo y en las propias inclinaciones más profundas para traer estas cosas. Estás literalmente viviendo en una base construida por la contribución de otras personas.
Por eso es importante entender que tu contribución servirá a las personas que todavía están por venir. No sabes quién inventó todos los objetos que usas todos los días. No sabes los nombres de los que aseguraron tu libertad política. No sabes los nombres de los que crearon tu sistema educativo y lo hicieron posible para que tú pudieras aprovecharlo. No se espera que los conozcas, porque son demasiado numerosos, y sus nombres se remontan en el tiempo. Sin embargo, es importante que entiendas que tu contribución en la vida es algo que tendrá una relación con el futuro de la humanidad, porque el bienestar futuro de la humanidad dependerá de lo que tú y tu generación contribuyan hoy. Esta es la esencia de la naturaleza, que el futuro sea asegurado por la contribución en el tiempo presente. Esto sucede en el mundo vegetal, en el mundo animal y también en la existencia humana. Es una ley de la naturaleza.
Por eso, si eres propenso a perder la fe en ti mismo, considera el coraje requerido para que otras personas crearan todas esas cosas y cómo todo el mundo se beneficia, ya sea directa o indirectamente. Ellas también tuvieron que forjar el coraje. Ellas también tuvieron que asumir riesgos. Ellas también tuvieron que confiar en sus inclinaciones más profundas. Ellas también tuvieron que enfrentar sus propios errores y estuvieron dispuestas a arriesgarse para hacer algo más de ellas. Ellas también tuvieron que aprender de sus errores y hacer las correcciones adecuadas. En la medida en que cualquiera de ellas lo hizo, pudieron aportar algo de valor duradero —tanto cosas de naturaleza tangible como cosas de naturaleza intangible—. Ellas trabajaron para crear el ambiente físico y mental en el que vives.
Ten valor, entonces. No eres el único que estás llamado a hacer esto, pero tampoco estás excluido de la necesidad de hacerlo. Se te da la misma oportunidad de realizar lo que en tu interior sabes que es correcto. Comienza con lo que sabes hoy para saber algo mañana. Ya sabes cosas que debes hacer que no estás haciendo. Ya comprendes que debes hacer cambios en tu comportamiento y quizás también en tu pensamiento, y no lo estás haciendo o todavía no los has realizado completamente. No esperes a tener una mayor certeza. No esperes por nuevas ideas. Realiza ahora lo que sabes. Eso requiere coraje; ten fe en ti mismo, ten fe en el Conocimiento, aunque no sepas lo que es el Conocimiento. Esto requiere la convicción de que lo que se te pide desde tu interior más profundo, traerá algo bueno para ti y bueno para los demás, si ello puede discernirse y aplicarse sabiamente. ¿Cómo se puede discernir y aplicar sabiamente? Arriesgándote y aprendiendo los caminos de la Sabiduría, pues la Sabiduría, como el coraje, no se te puede otorgar simplemente. No la puedes obtener de un libro, aunque un libro puede estimular la Sabiduría en ti o puede mostrarte cómo la Sabiduría se puede aplicar. No la puedes obtener de mí, aunque puedes considerar todo lo que digo, lo cual sería sabio por tu parte.
La Sabiduría, como el coraje, debe cultivarse con el compromiso directo con la vida, tomando decisiones importantes y manteniéndolas, enfrentando el error, enfrentando el dolor, aceptando la ayuda, y reorganizando tu vida cuando esto sea necesario. En todos los casos, esta requiere dar mayor prioridad a la verdad, sobre tus deseos o preferencias personales. Y requiere que cambies tus metas y objetivos en la vida, si estos resultan ser poco saludables para ti.
Todas las grandes cualidades y virtudes del hombre y la mujer del Conocimiento no son cosas que simplemente se otorgan. Aunque, las semillas para expresarlas están dentro de cada persona. Quienes cultivan las semillas, las hacen brotar y permanecen con ellas, serán los que recibirán las grandes recompensas. Ellos serán los que construirán un futuro mejor para la humanidad, y harán posible que las personas en el futuro emprendan la recuperación del Conocimiento y descubran un propósito superior en la vida. Igual que aquellos en el pasado, que desconoces, te han dado esta oportunidad y esta ventaja, tú la asegurarás así para las personas en el futuro, las personas aún no nacidas.
El mundo está exigiendo todo el cambio del que he hablado hasta ahora. No pienses que esto no te involucra directamente. No pienses que puedes dar un paso a un lado y decir, «Bueno, creo que sólo veré cómo resulta». Esta es tu oportunidad para dar. Dándote encontrarás tu coraje. Dentro de ti es posible y el éxito está asegurado si lo ejerces lo suficiente.
Es muy importante distinguir el coraje de muchas de las conductas temerarias y compulsivas que demuestran las personas en un sinfín de maneras. A veces las personas se precipitan hacia las cosas sin ninguna previsión. A veces las personas huyen de las cosas sin ninguna previsión. Hay muchos factores convincentes que llevan a las personas a hacer cosas peligrosas e injustificadas. A veces ellas piensan que son valientes. Las personas incluso se exponen a algunas situaciones muy peligrosas para probar su propio sentido del coraje, corriendo grandes riesgos personales por alguna emoción o alguna experiencia momentánea de superioridad o autocontrol. Eso no es coraje. Arriesgar la vida para probarse algo a uno mismo no es coraje. Puedes llamarlo imprudencia, locura, ambición, compulsión, o muchas otras cosas. Pero no es coraje. No es el coraje del que hablo.
El coraje del que hablo es la disposición y la capacidad desarrollada de reconocer algo que debe hacerse y desempeñar tu parte haciéndolo, si ello te llama específicamente a ti. Es el coraje de abrirte al sufrimiento del mundo. Es el coraje de ponerte a su disposición para que el mundo pueda sacar de ti lo que tienes que dar. Así que, no es sólo sentarse a meditar, o intentar descubrirlo o extraerlo de ti por medio de algún tipo de proceso psicológico. Las necesidades del mundo te invitarán a dar tus dones. No necesitas mentirte sobre la condición del mundo. No necesitas pintarte un bonito cuadro del mundo. No necesitas negar o descartar lo que realmente existe. No necesitas falsificar tu comprensión de ti mismo o de otros para que este regalo sea estimulado y brindado al mundo.
Ábrete al sufrimiento del mundo. No necesitas buscarlo ni sumergirte en él. Simplemente ábrete al sufrimiento cuando lo percibas. Si quieres vivir una vida beatífica y que todo sea dulce y encantador a tu alrededor, encontrarás en ello un escape temporal de las dificultades de la vida en el mundo y de muchas de sus tragedias, pero no encontrarás escape de tus conflictos internos. Y el Conocimiento que tienes —sin haber resuelto tu necesidad interior de sentido, propósito y dirección— quedará sin respuesta. Tu huida del mundo sólo será temporal, porque tú eres parte del sufrimiento del mundo, y tu sufrimiento se añade y lo aumenta. No puedes escapar de eso. Aunque otras personas intentan encontrar escape de su propia disensión y conflicto interior, a través de un sinfín de actividades e implicaciones demasiado numerosas, incluso, de detallar aquí, ellas no toman la decisión de hacer esto. Acepta la vida, y la vida te aceptará a ti. Entrégate a la vida, y la vida se entregará a ti, porque tú estás en relación con la vida.
Acepta la vida. Acéptate a ti mismo. Esto requiere coraje. Este es el verdadero coraje. Buscar emociones y arriesgar tu salud o tu bienestar por experiencias salvajes y exóticas, para demostrar a otros lo fuerte que eres, no califica como verdadero coraje. Esas cosas no requieren tanto de ti como saber la verdad sobre tu vida, vivir la verdad, seguir la verdad y expresar la verdad, aprendiendo a hacer todas estas cosas por ensayo y error, y ganando Sabiduría y asistencia de otras personas. ¿Cuánto coraje se necesita para decir no a recompensas financieras que son inapropiadas o que requieren algo que no es correcto para ti? ¿Cuánto coraje se necesita para alejarse del amor o de una persona cariñosa cuando esa implicación no es correcta para ti? Quienes buscan la ventaja y se aprovechan de otras personas y de sus afectos, y sólo buscan llenar sus propias arcas de riqueza y autoestima personal, sólo encontrarán la miseria como recompensa, porque lo que intentan asegurar puede perderse fácilmente. No han encontrado su necesidad interior, no han respondido a sus mayores preguntas. Por eso, su sentido de estrés y de falta de bienestar, persistirá y crecerá más profundo y oscuro, con el tiempo.
No permitas que este sea tu destino, aunque muchos lo elijan y expresen sus glorias y sus beneficios. No permitas que esta sea tu decisión. Se necesita poco valor para seguir los caminos del mundo. Se necesita mucho coraje para seguir los caminos del Conocimiento. Se necesita poco valor para aceptar los placeres y para negar los dolores de la vida a tu alrededor. Requiere poco coraje intentar vivir una vida beatífica, mientras el resto del mundo continúa sin ti. Se necesita mucho coraje para enfrentar el mundo, para enfrentarte a ti mismo y para afrontar la posibilidad de vivir aquí una vida más grande —una vida de servicio, una vida de significado, y una vida de compromiso significativo con otros—. Se requiere coraje para enfrentar lo que esto puede significar, sin saber cómo saldrá o cómo se verá cuando encuentre su verdadera expresión.
Se necesita mucho coraje para emprender El Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor, porque aquí te estás preparando para algo que apenas puedes entender. Aquí tus ambiciones personales te fallarán, o parecerá que no pueden satisfacerse, al emprender la preparación de la Comunidad Mayor. Pero continuarás porque el Conocimiento te lo pide. Esto requiere coraje. Eso es elegir la verdad sobre el placer.
Cuán seguro y cuán poderoso es el hombre o la mujer del Conocimiento que no renunciaría a su misión por amor o dinero. ¿Son fanáticos? Quizás. Pero están comprometidos porque se han dado cuenta de que la verdad es una fuente de significado para ellos. Su capacidad para unirse en una relación supera con creces a las de otras personas. Lo que experimentarán y lo que darán superará en mucho las metas y ambiciones de otros a su alrededor. Ellos harán posible la vida para la humanidad en el futuro. Ellos fortalecerán a la humanidad.
Esto es necesario ahora que el mundo se está preparando para emerger en la Comunidad Mayor. La humanidad debe hacerse más fuerte, más unificada, más capaz de cooperar, con mayor cuidado de sí misma, mayor apoyo y asistencia y mayor integración cultural. Todas estas cosas, muchas de las cuales aprecias como grandes virtudes, deben basarse en una humanidad más fuerte —física, mental, emocional y espiritualmente más fuerte—.
¿Quién realizará estos grandes avances? Esa es tu decisión. No mires por encima de tu hombro. Eres tú. Aunque tu parte pueda ser pequeña y no requiere de mucho reconocimiento, lo que puedes dar —jugando una pequeña parte— es muy grande. Sólo muy pocos ganarán notoriedad y reconocimiento, y esto es tanto una maldición como una ventaja. Para muchos será su destrucción, así que no busques eso para ti mismo. La verdad es una recompensa mayor y un vehículo mayor para el servicio y el logro, que el éxito y la realización. Cuando los ojos del mundo están sobre ti, hay mucho que debes ocultar. La verdad vivirá como un prisionero dentro de ti, incluso si estás comprometido con su expresión. Es mejor ser invisible y hacer tus regalos sin el reconocimiento del mundo. Esto, también, requiere un coraje mayor, porque aquí debes abandonar la autogratificación por algo que reconoce la verdad más profunda dentro de ti, algo que es mucho más satisfactorio e importante.
De hecho, se podría decir que la recuperación del Conocimiento intenta reconciliar lo que es realmente importante y lo que realmente no es importante, comprometiéndote a la resolución de grandes problemas y dedicando sólo una pequeña cantidad de tu tiempo a los pequeños. Eso es enfrentar al mundo en lugar de buscar el escape. Esto es lo que genera coraje. Que no te desanime el que pocos elijan este camino. Aunque el coraje es posible para cada persona, se necesitan circunstancias extraordinarias para invocarlo. Se requieren grandes desafíos y grandes cambios para proporcionarle una oportunidad al coraje, para que el Conocimiento y el amor verdadero surjan de manera genuina. Ves, entonces, lo absurdo que es resistir, evitar, o condenar las necesidades o la condición del mundo, cuando en realidad estas son las mismas cosas que pueden redimirte, mostrarte tu fuerza y darte la base de certeza que tan desesperadamente buscas en otras cosas que no tienen promesa.
La grandeza de la vida nunca debería abrumarte, a menos que te aproximes a esta con ambición personal o con grandes expectativas para ti. En vez de ello, que la grandeza de la vida te dé la oportunidad de encontrar tu grandeza y tu expresión de grandeza, teniendo en cuenta que en la gran mayoría de los casos la verdadera grandeza no es reconocida por el mundo. Sin embargo, tú encontrarás apoyo y relaciones de apoyo a medida que encuentres tu propósito. De hecho, tu propósito te unirá y te vinculará con aquellos que están destinados a ayudarte y con aquellos a quienes estás destinado a ayudar. Aquí debes abandonar todas las imágenes de la grandeza espiritual —sacerdotisas, sacerdotes, reyes, reinas, ángeles, dioses, maestros y maestría—. Deja todo eso atrás. Sólo te confundirán y harán tu camino mucho más difícil.
El acto más simple puede expresar la Sabiduría del universo. Cuando el Conocimiento este trabajando a través de ti, estarás tan maravillado como cualquiera, y tal vez más, porque está sucediendo a través de tu mente y de tu cuerpo. Para que esto ocurra, las ambiciones deben dejarse a un lado. Los objetivos y los deseos de una vida feliz, libre y sin complicaciones tendrán que ser abandonados completamente o seriamente alterados. Eso no quiere decir que elijas la dificultad y la coacción. Simplemente estás diciendo: «Debo hacer esto y aceptaré lo que venga». Dilo. Conócelo. Piénsalo. Y tendrás la oportunidad de saber lo que es el coraje y lo que el coraje puede hacer. Entonces encontrarás que tienes una ventaja en la vida que pocas personas han reclamado. Aunque las recompensas de tu contribución y el reconocimiento de tu contribución pueden estar lejos en el futuro, has asegurado en gran parte su expresión dando este gran paso dentro de ti. Esta declaración será cuestionada y será testada, no porque la vida te pruebe como cuando vas a la escuela y haces una examen. Dios no prueba a nadie. La prueba es satisfacer los requerimientos de tu vida. ¿Qué mayor prueba podría haber?
¿Quieres descubrir lo que sabes? ¿Quieres saber qué es el Conocimiento? ¿Quieres experimentar el coraje? ¿Quieres saber qué significa realmente la confianza en ti mismo? No le pidas a Dios una prueba. No pienses que Dios te está probando. No pienses que Dios te está haciendo algo porque no cree en ti. Satisface los requerimientos de tu vida, los requerimientos mundanos y los requerimientos más grandes. Abre tu mente para considerar adónde va realmente el mundo y lo que realmente está sucediendo. Sé paciente y abierto. Si tu mente está corriendo a cien millas por hora —intentando encontrar las respuestas, intentando resolver cuestiones, o intentando asegurarte un lugar en el futuro mientras reconsideras tu vida— no seguirás adelante. El enfoque es la quietud, la apertura y el discernimiento, todas las cualidades que deben cultivarse y desarrollarse a través de la práctica y la aplicación.
¿Todo esto te suena demasiado grande para ti? Si es así, te has subestimado. No subestimes lo que el Conocimiento puede hacer por ti, sólo permite que el Conocimiento lo haga. Respeta al Conocimiento. Si el Conocimiento esta callado, puedes estar callado. Si el Conocimiento no se mueve, entonces no necesitas moverte. Mantén las exigencias externas de tu vida, pero mantente firme en tu lealtad a la verdad dentro de ti, que es representada por el Conocimiento. Esto requiere el coraje de actuar cuando la acción es necesaria y el coraje de no actuar cuando la acción no es necesaria. Ambas cosas requieren gran valor.
Un gran coraje se forja y se desarrolla con este tipo de aplicación. El ejercicio de la paciencia y el ejercicio de la voluntad de actuar cuando sea necesario, requieren coraje y requieren desarrollar el coraje. Hasta que hagas esto de una manera significativa, el coraje es solamente un potencial dentro de ti, aún no lo tienes. El Conocimiento es sólo un potencial, aún no lo tienes. El amor es sólo un potencial, aún no lo tienes. Puedes reclamarlos para ti. Puedes declarar su presencia en tu vida. Incluso puedes afirmar que has logrado grandes cosas con ellos, pero el verdadero coraje, el verdadero Conocimiento y el verdadero amor emanan de ti cuando son expresados en cada momento. Ellos son una demostración de tu vida. No necesitas hacer cosas magníficas. Sólo satisface los requerimientos de tu vida. Cumple con los requerimientos del cambio. Deja que el mundo te enseñe lo que debes dar.
Se necesita coraje para escuchar estas palabras sin juzgarlas, alterarlas o negarlas. Se necesita coraje para recibirlas sin tratar de cambiarlas de alguna manera, para hacerlas más apetecibles, más aceptables, más fáciles o más agradables. Coraje. No puedo decirte algo que ya no sepas. Tu reacción, entonces, está determinada por tu asociación, comprensión y experiencia de lo que sabes. Comienza desde donde estás. Tal vez hoy sabes que debes hacer algo muy pequeño, o que debiste hacerlo ayer, y aun no lo has hecho. Hazlo. Cuando aprendes a tocar un instrumento musical, comienzas con ejercicios muy, muy simples. No comienzas ejecutando una pieza difícil o un gran desafío que requiere mucha habilidad. Empiezas con ejercicios simples, y los haces una y otra vez. Tal es la verdad de cultivar el coraje, el Conocimiento y el amor. Los ejercicios satisfacen los requerimientos de tu vida, aprendiendo a estar quieto, aprendiendo a ser capaz de responder al Conocimiento dentro de ti mismo, y aceptando que no entiendes el Conocimiento, aunque sabes que está ahí. Comienza hoy con lo que sabes.
En cierto momento, comprenderás que tienes que prepararte según una cierta preparación que no inventaste por ti mismo. Eso jugará una parte importante en tu desarrollo total y también te ahorrará una gran cantidad de tiempo. No pienses que necesitas orquestar tu propia educación. Cumplir con los requerimientos de tu vida, aprender de la realidad del Conocimiento, y aprender a seguir la preparación requerida, te dará toda la educación que necesitas. Tu parte será grande, pero tú no controlas todo. Aprender cuál es tu parte y cuál es la parte del Conocimiento, es una porción de la educación general de la cual estoy hablando.
A veces el camino parecerá fácil y agradable, otras veces parecerá difícil e inexplicable. Estas son simplemente reacciones diferentes a un proceso continuo de desarrollo y contribución. El coraje te ha traído hasta aquí. Eso ciertamente puede satisfacer las demandas del mundo. Aunque tienes límites como persona —y ciertamente los tienes— no sabes cuáles son esos límites reales. Ten coraje, entonces. Cuando tengas dudas, permanece quieto y escucha, a menos que se requiera una acción. Practica la indulgencia, porque encontrarás que el Conocimiento es silencioso el noventa por ciento del tiempo, lo que significa que no parece estar haciendo nada. Por eso, debes callarte el noventa por ciento del tiempo, incluso mientras llevas a cabo tus actividades mundanas. Esto requiere coraje, tanto coraje como el que se necesita para hacer algo muy difícil, para seguir una decisión muy importante que has tomado, y para enfrentar los resultados de esta decisión con confianza y determinación.
¿Quieres saber lo que significa que el mundo está emergiendo en la Comunidad Mayor? Entonces se muy paciente y no llegues a conclusiones prematuras. Sé un estudiante del Conocimiento, porque ciertamente no eres su maestro. Entonces el coraje crecerá en ti como la semilla crece en el suelo y como la vida crece en el mundo; lentamente, profundamente y con una base firme. Entonces tu experiencia de coraje crecerá y cambiará, y tus definiciones también cambiarán. Pero a medida que encuentres cada nuevo requerimiento en tu vida, y puedas discernir y seguir cada nueva certeza, no sólo serás capaz de recibir coraje, sino que podrás otorgarlo al mundo.