
Marshall Vian Summers
el enero 1, 1989
¿Cuál es tu Familia Espiritual? Tu familia espiritual incluye tanto las relaciones que hayas recuperado plenamente hasta ahora, en tu evolución general en la vida física, como aquellas relaciones que tienes el propósito de recuperar ahora y en el futuro. Tu familia espiritual es tu grupo de aprendizaje. Esto significa que no eres solo un individuo, sino también parte de un grupo. Debido a que aún no has recuperado plenamente las relaciones en la vida, no puedes recuperar plenamente tu relación con Dios. Primero debes recuperar tu relación con los demás para avanzar hacia la plena experiencia de tu relación con Dios.
A medida que tu deseo de relación y tu capacidad para ella crezcan, también lo harán tu comprensión y tu reconocimiento de Dios. Es por eso que hay muchas experiencias diferentes de Dios, y algunas de ellas pueden parecer bastante contradictorias entre sí. Se debe a las diferencias en la comprensión y la capacidad de experimentar a Dios de las personas. Así, hay un pequeño Dios, un Dios de tamaño mediano, un gran Dios, un Dios magnífico y, finalmente, un Dios sin límites. Es por eso que es inútil discutir sobre Dios. Debes comprender que las personas tienen diferentes capacidades para la experiencia y, por tanto, extraerán diferentes conclusiones. Por cierto, tu comprensión de Dios nunca debería ser una conclusión. Esto te permitirá crecer y expandirte.
Has venido al mundo para servir a tu Familia Espiritual. Algunos miembros de ella están en este mundo en este momento, otros se encuentran en otros mundos, y otros no están en absoluto en la realidad física. Has venido al mundo para tu propio progreso y el progreso de tu grupo. A medida que tu grupo progrese y se expanda, será capaz de unirse con otros grupos, y luego, como ríos uniéndose unos con otros en cuerpos cada vez mayores de agua en movimiento, encontrará su camino de regreso a Dios, que es la fuente y el destino de todas las relaciones.
La realidad de tu Familia Espiritual es muy importante, aunque no será fácil de entender. Aquí el énfasis debe estar, más que en las ideas, en la experiencia. En efecto, puede pasar mucho tiempo antes de que puedas comprenderla plenamente. El valor de esta idea de la Familia Espiritual es demostrarte que tienes una contribución que hacer a otros que es de vital importancia, y que tu deseo de avanzar espiritualmente no es egoísta, sino que nace de la contribución y la dedicación verdaderas. En este sentido, verás que habrá ciertas personas en este mundo, tal vez solo unas pocas, con las que podrás unirte plenamente. Con ellas tu unión será tan intrínseca, tan completa y tan armoniosa que estará en total contraste con tus intentos de relacionarte con otras personas. Aquí estarás encontrando a los miembros de tu Familia Espiritual, y necesitarás aprender cómo involucrarte correctamente, dependiendo de la actividad que compartáis juntos. Podrías encontrar a un miembro de tu Familia Espiritual y no ser capaces de participar juntos, si ninguno de vosotros está listo.
Estas relaciones te enseñarán sobre Dios, porque son intrínsecas. Os habéis conocido ya antes. Pero vuestra experiencia del otro no nace de experiencias de vidas pasadas, sino de la Creación que se encuentra enteramente más allá de la realidad física. Has tenido experiencias de vidas pasadas con muchas personas que no forman parte de tu Familia Espiritual. Tu Familia Espiritual es un grupo pequeño, y sin embargo has tenido experiencias de vidas pasadas con miles y miles de personas.
La experiencia de la Familia Espiritual es algo muy raro y especial. Puede generar un enorme poder espiritual si puedes discernirla correctamente y puedes establecer correctamente tu participación con la otra persona. Aquí es posible cometer graves errores con otro miembro de tu Familia Espiritual. Aun así, la posibilidad para la contribución, el descubrimiento y el progreso en esta relación es tan grande que representa una experiencia milagrosa.
No pienses que has conocido a un miembro de tu Familia Espiritual, porque esto solo puede saberse, y su valor solo será determinado por lo que podáis hacer juntos. Si eres una pieza de un puzle, entonces tu Familia Espiritual es un gran conjunto de piezas que ya se han unido. El encuentro con un miembro de tu Familia Espiritual confirma tu diseño, tu forma y lo bien que puedes encajar con otro una vez que estés correctamente involucrado. Esta relación confirma tu propósito superior y la realidad de tu relación con Dios. Te recuerda tu Antiguo Hogar. Te recuerda el acuerdo y el compromiso que hiciste antes de venir para servir al mundo y a tu Familia Espiritual. La participación en esta relación activa tu naturaleza espiritual y requiere el desarrollo concreto de tus habilidades. Esto enciende el poder espiritual y también la responsabilidad dentro de ti, pues ambos deben ir siempre juntos.
No tienes que preguntarte, «¿Es esta persona que me gusta parte de mi familia espiritual?». Eso no es importante. Lo importante aquí es que, en el curso de tu vida, varios individuos llegarán a ti y activarán una memoria ancestral de tu Antiguo Hogar, haciendo surgir de ti un poder que apenas has discernido dentro de ti mismo. Estas relaciones son intensamente poderosas y debes interpretarlas de manera adecuada, ya que cometer errores en ellas puede ser muy costoso.
El valor de introducir la realidad de tu Familia Espiritual también ofrece un segundo beneficio importante. Te aporta una perspectiva más amplia sobre la naturaleza de tu verdadera evolución en la vida. Al reconocer que ya te has unido con cierto número de individuos y ver que toda evolución puede medirse en términos del alcance y la capacidad de experimentar relaciones, podrás comenzar a ver el proceso evolutivo. Verás cómo tus interacciones con otros son esenciales para tu bienestar y básicas para tu éxito y tu empoderamiento en la vida.
Encontrar a un miembro de tu Familia Espiritual te dará la mayor experiencia posible de relación verdadera con otro que puedas tener en el mundo. Ese es el valor de este encuentro. Pero con este reconocimiento viene la responsabilidad. Aquí la exigencia de que percibas esta relación y participes en ella correctamente tiene suma importancia. Por tanto, cuanto mayor sea el logro, mayor será la exigencia.
Eres parte de un creciente grupo de personas. A medida que tu grupo crezca, podrá unirse a otros grupos. De esta manera, el universo volverá a la totalidad y a la unidad. Entonces, el puzle de muchas piezas en tu mundo y el puzle de muchas más piezas en el universo en general se unirán para formar una gran imagen.
Es posible que puedas experimentar la realidad de Dios al unirte completamente con otra persona. Esto no tiene comparación con ninguna otra cosa que puedas experimentar en el mundo. Nada en el mundo puede, de ninguna forma, competir con ella en valor, en magnitud y en beneficio duradero. Sin embargo, la experiencia no persistirá porque tu participación debe crecer. El propósito de reunir a dos miembros de una Familia Espiritual es activar el Conocimiento y generar verdadera contribución. Si esta contribución no se hace o su desarrollo no se fomenta, entonces tu reconocimiento del otro será preliminar y no persistirá. Para que esta relación se active verdaderamente, ambos deben entregarse completamente a su propósito juntos. Solo entonces la experiencia volverá y crecerá.
Hay un tercer aspecto sobre entender el valor de tu Familia Espiritual, y es que refuerza la idea de que no puedes unirte con las personas al azar. Tu pieza del puzle no encajaría con las de ellas. Aunque podáis amaros mucho mutuamente y tengáis un gran sentido de afinidad y resonancia espiritual, la relación no tendrá esa dimensión superior. Esto te dará los criterios necesarios para discernir a las personas con las que necesitarás involucrarte. Esto evitará que participes en una relación divisiva o inadecuada, lo cual representa una de las grandes causas de la miseria humana en el mundo.
Existe un Plan, y debido a que el Plan sirve a la recuperación del Conocimiento y de las relaciones verdaderas, exige compromisos específicos con personas específicas. No pretendas entonces que eres Dios, tratando de reorganizar el mundo de acuerdo a tu idea de perfección, plenitud o unidad. Si lo intentas, solo te engañaras una vez más y te obligarás a usar las relaciones para satisfacer tu idealismo, lo cual, con el tiempo, requerirá que seas un opresor y una víctima del error. No es esto lo que está previsto para ti. No es lo que Dios desea, y ni tampoco lo que tu Conocimiento te pide que hagas.
Puedes pensar que tus ideas representan la verdad sobre el amor, la armonía y la paz. A pesar de que tener grandes ideas puede ser necesario al principio para darte un énfasis positivo, de ninguna manera pueden competir con la experiencia genuina, y debes considerarlas solo como un primer paso que debe ser superado con el tiempo. Por tanto, tendrás que trascender tus ideas sobre tus relaciones para poder experimentarlas realmente; tendrás que trascender tus ideas sobre el otro para poder experimentar al otro; y tendrás que trascender tus ideas sobre el mundo para poder experimentar el mundo. En última instancia, tendrás que superar tus ideas sobre la Familia Espiritual para experimentar a tu propia Familia Espiritual.
Hay un cuarto beneficio en la introducción de este nuevo entendimiento, y es que tu Familia Espiritual está contigo ahora. Aquellos que no están en la realidad física están contigo ahora y puedes experimentar su presencia. Esta será tu experiencia de la presencia espiritual. Tus Maestros Internos te ayudarán a cultivar y nutrir estas asociaciones crecientes, para que tanto tu experiencia de la presencia espiritual como tu capacidad de experimentar afinidad con otras personas puedan ambas crecer.
Tu Familia Espiritual está contigo ahora. Por tanto, es imposible estar solo. Aunque tu cuerpo pueda no estar rodeado de otros cuerpos que reconozcas, y aunque pueda parecer que estás separado de tus seres queridos mientras te encuentras en el mundo, tu Familia Espiritual, que son aquellos que amas por encima de todos los demás, están contigo ahora. Compartirás pensamientos con ellos, porque vuestras mentes están unidas. Las ideas vendrán a tu mente desde sus mentes y también llegarán a sus mentes desde la tuya, porque estáis unidos. Lo que les hace ser parte de tu Familia Espiritual es que te has unido a ellos lo suficiente para participar en una asociación superior. Esta asociación trasciende tu vida actual; así de grande es. Se trata de una creación permanente.
Nada en el mundo puede separarte de tu Familia Espiritual. Incluso si mientras estás en el mundo haces mal uso de una relación con un miembro de tu Familia Espiritual, aun así, no podéis ser separados. Esta es la simiente de la verdadera devoción. Esto permite que tu relación alcance su máxima expresión, que es expresar tu relación con Dios. Lo haces no conceptual o teóricamente, sino en términos de dedicación, devoción, compatibilidad y contribución.
La realidad de tu Familia Espiritual se está introduciendo por una quinta razón, que es proporcionar el medio mayor y más inmediato para experimentar a Dios. La alegría más intensa, la fuerza más grande, el mayor empoderamiento y la máxima contribución provienen de esto. Por tanto, no creas que tu Familia Espiritual es solo alguna idea confusa. Es la fuente misma de tu bienestar y el mayor fundamento en tus relaciones. Representa la afinidad más genuina que ahora puedes experimentar. Representa la mayor oportunidad de relación mientras estás en el mundo.
Todo el mundo forma parte de una Familia Espiritual, aunque no todos están preparados para experimentarla. A quién estás destinado a conocer es algo que fue predeterminado antes de que vinieras al mundo, porque existe un Plan. El Plan organiza a todos los seres separados en un flujo evolutivo donde las personas se unen a niveles más y más altos, cada vez más inclusivos, hasta alcanzar a Dios, que es la experiencia de unión completa. Cuanto mayor sea tu capacidad y tu nivel de relación con otro, mayor será tu capacidad y tu nivel de experiencia de Dios.
Existe Separación en el mundo, pero solo para que la Separación pueda trascenderse. Porque Dios no niega lo que existe en el mundo, sino que lo emplea a tu favor. Tú empleas la Separación para estar aparte, pero Dios la usa para unir. Tú empleas la Separación para satisfacer objetivos egoístas, pero Dios la usa para que las personas se realicen. Dios no niega lo que tú has creado, solo le da un propósito superior. Dios le da a tu cuerpo y a tu mente un propósito superior. Dios le da a tus emociones un propósito superior. Dios le da a tu imaginación un propósito superior. Dios le da a todas tus facultades mentales y físicas un propósito superior. Dios no dice que tu Separación no existe. Dios dice: «Usaré tu Separación para ayudarte».
Es muy importante que veas aquí la diferencia. Entonces no confundirás la realidad última con la realidad temporal, porque ambas no pueden compararse. Son totalmente diferentes. No confundas la realidad física con la realidad espiritual, porque son diferentes y debes funcionar de manera algo diferente en cada ámbito. Por ejemplo, debes aprender a ser cauteloso mientras estás en la realidad física, ya que es fácil lastimarte y destruir tu cuerpo, incluso por accidente. Pero no necesitas tener el mismo cuidado en el reino espiritual. En este debes aprender discernimiento, pero de una forma diferente a como disciernes los acontecimientos físicos. Por tanto, aunque existen similitudes en todos los reinos, sus funciones específicas son distintas. Esto se hará evidente a medida que aprendas estas cosas, y no te será necesario especular mucho.
Si piensas en tu Familia Espiritual de acuerdo con el entendimiento que aquí se está presentando, comenzarás a comprender que es muy, muy importante. Estás en el mundo en busca de tu Familia Espiritual. Eso forma parte de tu propósito aquí. Sin no tuvieras ninguna Familia Espiritual, tus motivaciones para estar en una relación serían bastante aleatorias. No tendrías ninguna capacidad real de discernir con quién estar y con quién no. No habría un plan para la unión; no habría un plan de recuperación. No habría dirección real para el desarrollo espiritual. No tendrías Maestros Internos, porque estos representan la fuerza que sirve a tu Familia Espiritual. Entonces solo podrías unirte a otros basándote en el miedo, la preferencia o la conveniencia, que apenas proporcionan una base para una vida con sentido. Esto difícilmente permitiría que una relación sobreviviera los retos y dificultades de estar en el mundo. Observa las relaciones divisivas a tu alrededor y reconoce su enorme costo. Alégrate de que esté disponible una alternativa. Y alégrate de formar parte de una Familia Espiritual, porque esto te proporciona el discernimiento necesario para buscar a esas personas con las que debes aprender y con quienes estás destinado a comprometerte.
Las Familias Espirituales existen porque Dios tiene un Plan. Las Familias Espirituales parecen estar separadas, pero solo para que la Separación pueda terminarse. Por tanto, alégrate de poder buscar a esas personas con quienes debes involucrarte, y también por no necesitar tratar de unirte con aquellos con quienes no encajas. Alégrate de que se te dé perfección en tu involucración con otros, porque, incluso en el mundo, puedes experimentar la perfección de esta manera.
Tu Familia Espiritual está contigo. No estás solo. Ellos están aquí para servirte, nutrirte, empoderarte y aportarte las verdaderas habilidades de discernimiento e involucración adecuada en tus relaciones. Y están aquí para proporcionarte el valor y las habilidades necesarias para ser un colaborador en el mundo. Te han enviado al mundo para dar y para recuperar ciertas relaciones con un propósito superior. No te enviaron al mundo simplemente para aprender a escapar de la vida, porque no habrá escape de la vida hasta que tus verdaderas relaciones hayan sido recuperadas. Las relaciones son todo lo que podrás llevar contigo más allá del mundo. Todas tus posesiones mundanas, tu cuerpo físico, la importancia de tu nombre y la gloria de cualquier fama que establezcas a tu favor, será todo abandonado cuando te marches de aquí.
Lo que permanece es la recuperación de las relaciones. Es por eso que tienes una Familia Espiritual, porque estas son las relaciones que has recuperado. Dios quiere que recuperes solo ciertas relaciones mientras estás aquí. Una vez que las hayas recuperado tu trabajo estará completo, y llevarás a esos individuos contigo a tu Antiguo Hogar, y tu Familia Espiritual crecerá. Si todos hicieran esto, todos estarían incluidos y serían capaces de unirse.
Tú que difícilmente puedes unirte a alguien, no puedes esperar unirte a la humanidad entera, y ciertamente no con Dios. Sin embargo, esa no es la exigencia del mundo, ni es su entorno de aprendizaje. El entorno de aprendizaje del mundo existe para que puedas aprender a unirte con otro en verdadero propósito, guiado por el Conocimiento y en honor a tu Familia Espiritual. Es así como el Conocimiento se mantiene vivo en el mundo. Es así como el propósito que tienes aquí se cumplirá. Es así como lo que es real y genuino seguirá estando activo en el mundo y seguirá guiándolo en su evolución.