Como fue recibido por
Marshall Vian Summers
en septiembre 5, 2007

Escuchar el audio original de la revelación, en inglés:

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En cada momento puedes vivir la vida al máximo, pero también estás aquí para prepararte para el futuro. Prepararse para el futuro, por tanto, es una parte integral de la vida. Todos los días lo haces de muchas maneras sin siquiera pensarlo. Y, sin embargo, prepararse conscientemente para el futuro es muy importante y representa un aspecto de la inteligencia.

Vivir sólo el momento no es inteligente, pues eso no es lo que la vida te pide. Porque debes estar preparado para ciertas eventualidades y para ciertos acontecimientos mundanos que incluso puedes anticipar en este momento.

Sin embargo, el futuro puede ser abrumador. Las personas a menudo tratan de evadirse creyendo que Dios cuidará de ellas o que la vida cuidará de ellas en el futuro, de modo que no necesitan planificar ni prepararse ellas mismas. Piensan que no necesitan hacer preparativos ni adquirir provisiones para el futuro, porque Dios o la vida se ocuparán de ellas. Esas personas tratan de escapar al presente para evitar la carga de su ansiedad por el futuro. Pero el futuro no tiene por qué generar una ansiedad indebida. Preocupación, sí, pero no excesiva ansiedad.

Para ser responsable ante ti mismo y ante los demás, debes aceptar que tienes el deber fundamental de prepararte adecuadamente para el futuro. Esto tiene mayor importancia ahora, porque te estás preparando para un futuro que será distinto al pasado. Te estás preparando para un mundo en el que los recursos disminuyen, un mundo cuyo medio ambiente ha sido perturbado de manera significativa, un mundo en el que habrá cambios climáticos y violencia meteorológica. Un mundo en el que el riesgo de competencia, conflicto y guerra por los recursos restantes será extremo y muy peligroso.

Si hasta ahora tu vida no ha sido excesivamente difícil, tal vez asumas que será igual en el futuro. Pero esa suposición sería muy poco sabia.

Tu tarea ahora es aplicar la sabiduría a lo que debes hacer hoy, mañana y los días venideros. No se trata de decidir entre el amor y el miedo, sino entre la responsabilidad y la irresponsabilidad. Se trata de decidir entre la sabiduría y la ansiedad.

Porque si no te preparas para el futuro, tendrás ansiedad. Sentirás que se te escapa algo. Te sentirás incómodo contigo mismo y con tus circunstancias porque aún no estás respondiendo a lo que el Conocimiento —la Inteligencia más profunda que Dios te ha dado— te está indicando que debes hacer y a lo que debes prestar atención.

Así que no hay escapatoria real de esta responsabilidad. Si tratas de evadirte, sentirás ansiedad, y no puedes escapar de esta ansiedad, porque te está diciendo que estás siendo irresponsable, que no estás cumpliendo con los requerimientos de la vida en este tiempo, que es vivir el momento y prepararte para el futuro de manera apropiada y acorde. Si piensas que el futuro va a ser como el pasado, bueno, cualquier plan y provisión que hagas será muy inadecuado.

Hoy en día, muchas personas se basan en la suposición de que el futuro será como el pasado. Basándose en eso toman sus decisiones financieras. En base a eso determinan lo que ellas harán, cómo utilizarán sus recursos y a qué se comprometerán.

Pero debes saber que el entorno está cambiando. Las circunstancias están cambiando, incluso para las naciones ricas. Ahora debes estar atento y ser lo más objetivo que tú puedas.

Cuando comiences a enfrentar esta realidad, habrá momentos de ansiedad y aprensión. Quizás te sientas incompetente y abrumado. Esto es comprensible. Sin embargo, debes superar estos sentimientos iniciales, ya que son simplemente reacciones. Te revelan lo poco preparado que estás, incluso en este momento, para las eventualidades de la vida.

Debes adoptar una actitud sobria. Arremángate y di: «Bueno, ¿qué debemos hacer aquí?». Y traza un plan con muchos pasos y comienza a hacer las cosas fáciles primero. Ocúpate de ellas y luego emprende proyectos más desafiantes.

Al principio, puedes estar tan confundido que no sepas qué hacer, pero eso cambiará cuando empieces a tomar medidas para corregir, cambiar o prepararte para situaciones inmediatas que puedas reconocer que están dentro de tu comprensión actual. Eso te llevará al siguiente paso.

No se trata de un proceso en el que salgas un fin de semana y compres un montón de cosas. No se trata de que hagas solo algunas grandes suposiciones y dejes todo de lado para poder volver a tus preocupaciones anteriores.

Es un proceso que consta de muchos pasos. Porque debes prepararte ahora para un futuro que será distinto al pasado —un futuro mucho más impredecible, mucho más cambiante y mucho más peligroso—, pero que te ofrecerá oportunidades extraordinarias y te ayudará en gran medida a desarrollar tus fortalezas, tu competencia, tus habilidades, tu conciencia y tu discernimiento.

Si la vida es demasiado fácil, estas cosas nunca se cultivan y todo el enfoque en el camino de la iluminación se vuelve sesgado e incorrecto. Las personas buscan tener mayor paz y ecuanimidad. Quieren sentirse cada vez mejor, y la razón por la que no se sienten mejor es en parte porque no se están preparando para el futuro y están experimentando ansiedad e incomodidad.

Porque si no sigues lo que te indica el Conocimiento —la Inteligencia más profunda que hay en ti—, te sentirás incómodo, te sentirás aprensivo, estarás nervioso porque no estás siguiendo lo que la Inteligencia más profunda que hay en ti te muestra. No estás prestando atención. Estás prestando atención a las cosas equivocadas, estás persiguiendo cosas por las razones equivocadas, o estás descuidando, en cualquier caso, tus responsabilidades primarias.

La gente piensa que algo anda mal con ellas cuando se sienten incómodas, y tratan de sentirse confortables, por eso intentan huir de lo que está tratando de comunicarse con ellas. Ellas quieren huir ahora del mismo consejo, el mismo mensaje, la misma comprensión que está tratando de alcanzarlas. Quieren estar cómodas. ¡Qué tontería! Y entonces, agravan su problema. Ahora se sienten aún más incómodas.

No puedes escapar de tus responsabilidades. Dios te ha dado esa Inteligencia mayor, la Inteligencia del Conocimiento, para guiarte y protegerte. Tienes la responsabilidad fundamental de construir una conexión con este Conocimiento, de conectar tu mente pensante —tu mente personal, tu mente mundana— con la Mente Divina del Conocimiento en lo profundo de ti, que está tratando de guiarte y prepararte, de llevarte a los lugares correctos, a las personas correctas, a las circunstancias correctas y de liberarte de la carga de todas las cosas que has añadido a tu vida que no son esenciales o que son dañinas para ti.

Así que no intentes sentirte cómodo. Intenta ser responsable. Si realmente te sientes incómodo, debe haber una razón para ello. Pregúntate: «¿Por qué me siento tan incómodo? ¿Hay algo que necesito ver, saber o hacer?». Sigue haciéndote estas preguntas hasta que establezcas una conexión con tu propia experiencia.

Cuanto más tiempo permanezcas en la negación, cuanto más tiempo permanezcas obsesionado con cosas no esenciales, cuanto más tiempo te involucres en relaciones con personas, lugares y objetos que no son apropiados para ti o que te debilitan y desvían tu atención, más desincronizado te sentirás contigo mismo. Te sentirás desconectado de tu propia experiencia más profunda.

De hecho, esa es la situación de la mayoría de las personas en el mundo actual: se sienten incómodas. Si no se encuentran ya en circunstancias terribles, se sienten incómodas.

Incluso las personas más ricas se sienten muy incómodas. Ahora quieren comprar más cosas, tener experiencias más estimulantes, ir a ver más películas y tener aventuras más emocionantes o más romances. Simplemente están demorando el reconocimiento de que hay cosas que necesitan ver, saber y hacer y que están descuidando. Si esto persiste, se vuelve muy crónico y muy incapacitante.

Tu primera responsabilidad en la vida es construir una conexión con el Conocimiento, dar los Pasos al Conocimiento, porque así es como Dios te va a ayudar. Tú puedes orar a Dios por muchas cosas. Puedes orar por el éxito. Puedes orar por salud. Puedes orar para evitar un desastre. Puedes orar por tus amigos, tu familia y tus seres queridos. Pero si quieres permitir que Dios te guíe, debes construir un puente desde tu mente mundana donde vives, hasta la Mente del Conocimiento en lo profundo de ti. Porque es el Conocimiento y solo el Conocimiento quien puede guiarte y protegerte en los tiempos difíciles e inciertos que se avecinan.

Creer fervientemente en Dios, creer fervientemente en las enseñanzas del salvador, del profeta o del iluminado no te preparará para el futuro y no te proporcionará la sabiduría de lo que debes ver, saber y hacer ahora, para vivir tu vida con responsabilidad.

Estas creencias fervientes no te acercarán a Dios a menos que puedas construir un puente hacia el Conocimiento, porque es a través del Conocimiento que la Voluntad de Dios puede hablarte en tus circunstancias. No será Dios quien te hable como una persona te habla a ti. Serán los pensamientos, las imágenes, los impulsos, la restricción, el estímulo, provenientes de una Inteligencia más profunda y misteriosa en algún lugar dentro de ti, en algún lugar más allá del alcance y del control de tu intelecto, de tus ideas y de tus creencias.

Si quieres estar cerca de Dios, debes construir una conexión con la sabiduría que Dios ha puesto en ti. Si quieres permitir que Dios te ayude, debes construir una conexión con el Conocimiento, dar los Pasos al Conocimiento y construir esta base en el Conocimiento.

Porque sólo el Conocimiento sabe lo que viene. Sólo el Conocimiento puede decirte qué hacer en los momentos de decisiones difíciles. Sólo el Conocimiento te llevará a las personas adecuadas, a los lugares adecuados y a las situaciones y circunstancias adecuadas. Sólo el Conocimiento te sacará del desastre y evitará que te lleves al desastre.

Dios no necesita que creas en él. Dios no necesita que lo adores. Dios no necesita que lo celebres. Dios necesita que lo sigas.

Para seguir a Dios de forma más profunda y pura, no es necesario creer en los edictos de la religión, sino establecer una conexión con el Conocimiento. Si la religión funciona correctamente, te ayudará a construir un puente hacia el Conocimiento, hacia tu propia conciencia, y te ayudará a vivir de forma responsable, ética y beneficiosa, tanto para ti como para los demás.

Cuando la religión no hace esto, no está cumpliendo su propósito primordial, el propósito que fue establecido por Dios. Pues en muchos casos, los líderes e instituciones religiosas han perdido esta comprensión fundamental, y ahora utilizan la religión para otros fines: fines políticos, fines económicos, para acorralar a la gente y dirigir sus pensamientos y conductas en beneficio de los intereses del Estado o de una iglesia, de una mezquita o de un templo. Ésa no es la verdadera función y tarea de la religión. Es una aberración, un mal uso y, en muchos casos, una abominación.

En este momento no sabes qué hacer para prepararte completamente para el futuro porque no sabes para qué tipo de futuro te estás preparando. Y aunque pudieras averiguarlo y tener una mayor claridad aquí para saber lo que viene en el horizonte de tu vida, no sabes todos los pasos que tendrás que dar para prepararte para ello.

Por lo tanto, tendrás que aprender a estar atento, paciente y receptivo. Hay cosas que debes hacer hoy, mañana y en los días venideros. Ahora mismo no puedes verlas todas, pero estas cosas se te revelarán si puedes proceder en consecuencia, construyendo tu conexión con el Conocimiento y preparando tu vida para las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo.

La humanidad tiene dos grandes desafíos: tiene que hacer frente a los resultados de siglos de deterioro y destrucción del medio ambiente, a los resultados de su propio mal uso del mundo y a los resultados de su falta de sabiduría en el pasado. Los resultados de muchas de estas cosas se harán sentir y constituirán una gran amenaza para el bienestar de las personas en todas partes, incluso en las naciones ricas.

El segundo gran desafío es el contacto de la humanidad con la vida inteligente del universo, de la Comunidad Mayor de vida en la que vivís. Una peligrosa Intervención ya está ocurriendo en el mundo y lleva ya varias décadas en marcha.

En conjunto, estas circunstancias representan el mayor desafío que jamás se haya presentado al bienestar, la libertad y la soberanía de la humanidad en este mundo. Un conjunto de circunstancias sin precedentes, cuando se consideran en conjunto puede parecer verdaderamente abrumador y desalentador, abrumador y desalentador para la mente y el intelecto, pero no para el Conocimiento.

Porque has venido al mundo para afrontar esos desafíos. Has venido al mundo para servir al mundo y ayudar a la humanidad y a toda la vida que hay aquí, en función del rol específico que estás destinado a desempeñar y de las personas específicas que debes encontrar, con las que debes construir una verdadera conexión.

Hace falta un Plan Mayor, no un plan que hagas, no un plan que inventas, no un plan que leas en el periódico o en la revista.

En algún momento, al seguir al Conocimiento, ciertas preguntas recibirán respuesta y otras no. Si vas a emprender este viaje para obtener esa sabiduría, para aprender acerca de un Plan Mayor del que eres parte, debes tener una mente abierta. Debes evitar sacar conclusiones prematuras y evitar vivir con suposiciones. Debes tener el coraje de enfrentar las incertidumbres de la vida y las grandes incertidumbres que el futuro creará para ti y para todos.

Aquí debes aceptar que las cosas que crees que te proveerán y cuidarán de ti en el futuro pueden no estar disponibles ni para ti, ni para tus hijos ni para tus seres queridos.

Es posible que los supermercados no estén llenos de alimentos. Es posible que el gobierno no pueda ayudarte. Es posible que no haya atención médica disponible para ti en todo momento ni en todas las circunstancias. Es posible que no tengas trabajo. Es posible que no haya trabajo. El entorno cambiará.

Todavía está por verse cómo reaccionará la gente ante esta situación, pero sin duda habrá desorden social, gran inestabilidad política y económica y mucha gente no reaccionará de forma sensata ni adecuada a estas circunstancias.

Las circunstancias de muchas personas, sus circunstancias personales, cambiarán drásticamente, incluso muy repentinamente. Será un gran sufrimiento para ellas, porque no estarán preparadas. No vieron lo que se avecinaba y no se prepararon.

Verás todo esto a tu alrededor y será muy desalentador y, en muchos casos, muy trágico. Por eso es muy importante que te prepares para el futuro, porque debes estar en condiciones no solo de atravesar los tiempos difíciles que se avecinan, sino también de apoyar y ayudar a otras personas que se enfrentarán a grandes dificultades.

Por lo tanto, no te desanimes porque tal vez seas el único que conoces que este haciendo estos preparativos, que este mirando hacia el futuro, que este viendo lo que el Nuevo Mensaje de Dios está revelando sobre lo que está viniendo para la humanidad. Tal vez seas el único que está mirando, leyendo y estudiando las señales del mundo, las señales de la naturaleza, las señales y los mensajes que estás recibiendo, que debes recibir, reconocer y enfrentar.

Muchas personas no mirarán. No se prepararán. Vivirán según sus propias suposiciones. Ellas no quieren tener problemas. No quieren hacer un esfuerzo adicional. No quieren lidiar con la ansiedad y la incertidumbre. No quieren tener que tomar decisiones difíciles ni renunciar a cosas que ellas creen que quieren o que necesitan para sí mismas.

Ahora mismo no puedes ayudarlas. Debes construir tu propia base, una base en el Conocimiento y una base en los Cuatro Pilares de tu vida: el Pilar de las Relaciones, el Pilar de la Salud, el Pilar del Trabajo y el Pilar del Desarrollo Espiritual.

Debes construir tu propio bote salvavidas si quieres estar en condiciones de ayudar a los demás. No quieres ser una víctima del futuro. Quieres ser un beneficiario del futuro y un colaborador en el futuro. Eso significa que tienes que prepararte ahora, porque ya es tarde y las Grandes Olas del cambio están llegando.

Ya se pueden sentir los impactos. Si miras el mundo con objetividad, sin insistir en tus creencias o ideologías; si miras con objetividad, podrás empezar a ver la evidencia de que el gran cambio apenas está comenzando.

Esto quizás desconcierte tu mente, pero para tu corazón será una confirmación de que para eso has venido. No has venido a este mundo para abandonar tu Antiguo Hogar y tu Familia Espiritual y entrar aquí solo para adquirir placeres para ti mismo, solo para disfrutar de las dulzuras de la vida y de los muchos pequeños placeres de la vida. Has venido con un propósito mayor. Y en tu corazón sabes que esto es verdad.

No debes permitir que estos placeres, incluso los que parecen muy simples e inofensivos, te dejen caer en la decadencia y te corrompan. Están bien en su lugar, pero no pueden ser el centro de tu vida. Si lo son, significa que no conoces tu vida. No estás conectado con el Conocimiento. No conoces tu propio corazón. No estás involucrado adecuadamente en el mundo en este momento.

Por eso, debes encontrar dentro de ti el coraje para enfrentar las Grandes Olas del cambio y seguir buscando la manera de permitir que tu comprensión crezca y se vuelva más completa. Debes comenzar a dar los pasos que tendrás que dar para fortalecer tu vida, para alterarla, para reforzarla, para reorientarla y para prepararte para lo que verás venir en el horizonte.

Aquí no puedes empacar simplemente un montón de comida y esconderte en algún lugar. Eso no funcionará. No puedes mudarte simplemente al campo y pensar que estarás seguro, porque allí no estarás seguro. Las Grandes Olas son demasiado grandes.

No hay lugar donde esconderse. Todas las garantías que te des a ti mismo serán insuficientes para afrontar las circunstancias que se te avecinan. Tendrás que volverte más sobrio y más serio en este asunto, más cuidadoso y más paciente.

Como hemos dicho, no sabes todas las cosas que tendrás que hacer, pero debes empezar el proceso: empezar a dar los Pasos al Conocimiento. Empieza a evaluar cada actividad que tienes en tu vida y pregúntate: «¿Es esta actividad apropiada para mí y podré mantenerla en el futuro próximo?»

Recorre tu casa y pregúntate acerca de cada posesión que tengas: «¿Esta posesión realmente me sirve? ¿Me servirá en el futuro?» Comienza a ordenar, porque no puedes recibir una nueva comprensión si tu vida está llena de relaciones con personas, lugares y cosas que no son adecuadas para ti o que no te ayudarán.

Cada relación que tengas debe darte la fuerza para hacerlo. Cada posesión que tengas debe serte útil o serte inspiradora. Cada compromiso y obligación debe ayudarte a prepararte y a obtener una base en el Conocimiento.

Porque en la vida no existen relaciones neutrales. Todas tus relaciones con personas, con el lugar donde vives, con tus posesiones, con tus actividades, te fortalecen o te debilitan para tomar los Pasos al Conocimiento y para construir de una base real para tu vida.

Aquí debes aprender a orientarte hacia tu interior en lugar de hacia el exterior. Aquí descubrirás, a medida que avances, que incluso los expertos en realidad no saben lo que están haciendo; esas personas que parecen tan seguras de sí mismas, que tienen opiniones tan firmes u opiniones tan preconcebidas, sólo viven de suposiciones. Esas suposiciones son muy dudosas.

Aquí verás que no puedes simplemente seguir a cualquiera, creyendo que se conocen el camino. Sólo puedes seguir a alguien que es fuerte en Conocimiento, pero si tú mismo no eres fuerte en el Conocimiento, ¿cómo sabrás quiénes son esas persona? ¿Cómo sabrás cómo estar con esas personas? Ellas no te conducirán por todos lados como si fueras un pequeño cachorro, una pequeña mascota.

Tú mismo debes volverte fuerte, más fuerte de lo que eres hoy; no temeroso ni lleno de inquietud, sino claro, objetivo, abierto y observador. Toda la energía que gastas hoy condenando a las personas y a los gobiernos, toda esa energía ahora tiene que ser ahorrada para prepararte para el futuro. Todo el tiempo que pierdes en tus pasatiempos y en tus conversaciones sin sentido con la gente, toda esa energía la vas a necesitar ahora. No puedes estar desperdiciándola en todas las direcciones.

Cada día es importante. Cada mes es importante. Cada año es muy importante. Tienes tus momentos maravillosos y tus momentos agradables, y a medida que avanzas, tienes cada vez menos ansiedad porque tu vida se está volviendo [más] acorde con el Conocimiento dentro de ti. En realidad te sientes más libre y más seguro, mientras que antes tu vida estaba gobernada por el miedo y la evasión.

Cuando te mueves con la vida, adquieres mayor confianza en la vida y en ti mismo, sabiendo que sabrás qué ver y qué hacer. Pero debes moverte con la vida. Debes construir y aprender a utilizar tu tiempo y tu energía vital de manera significativa y apropiada.

No puedes quedarte sentado a un lado del camino y dejar que alguien más construya por ti una base para el futuro. Muchas personas intentarán hacerlo, por supuesto, pero eso no conducirá al éxito y, para muchas personas, será desastroso.

Debes aprender a ser abierto. No puedes controlar este proceso, pero debes controlar tus pensamientos, tu mente y tus acciones. Ahí es donde tu autocontrol realmente marcará la diferencia. Debes aprender a ser capaz de contenerte y evitar entregar tu vida en relaciones prematuras o en la indignación contra el mundo o en seguir a personas que realmente no saben a dónde van ni qué están haciendo.

No asumas que otros lo saben. Debes saberlo tú. No todos los hechos, ni todo lo que te pueda pasar en el futuro, pero debes percibir lo que está por venir y debes darte cuenta de lo que tienes que hacer para responder a ello, de lo que puedes hacer cada día. Entonces, y sólo entonces, comenzarás a sentir que el Conocimiento es una presencia y un poder en tu vida, y no simplemente una posibilidad remota.

Aquí es necesario movilizar a las personas. Si la gente está dormida a un lado de la carretera o parada sin saber qué hacer, tienes que movilizarlas. Tienes que involucrarlas.

Estamos hablando de ti. Tu vida tiene que volverse uniforme y fuerte. Tienes que ver dónde estás perdiendo energía en personas, situaciones, obligaciones, actividades, trabajos que realmente no son adecuados para ti. Se necesitará mucha fuerza y ​​mucho esfuerzo para hacer los ajustes necesarios en tu vida.

Debes tener esta fuerza y ​​esta energía. Al obtenerlas, verás cómo estás desperdiciando tu fuerza y ​​tu energía, cómo estás entregando tu vida a los demás, cómo sigues innecesariamente y sin prestar atención a lo que otras personas quieren que tú hagas o a lo que te dicen que debes hacer. Eso no te ayudará ahora. De hecho, nunca te ayudó en absoluto.

Necesitarás aprender a vivir con mucha menos energía. Tendrás que vivir cerca de tu trabajo. Tendrás que poder desplazarte sin coche en mucha mayor medida que ahora.

Debes estar empleado en un trabajo que tenga futuro en un mundo en decadencia, que proporcione servicios fundamentales a las personas —bienes y servicios que las personas siempre necesiten, no algo que solo pueden permitirse con su tiempo libre o su dinero extra.

Debes desarrollar algunas habilidades reales. Probablemente tendrás que aprender a cultivar al menos una parte de tus propios alimentos y aprender algunas habilidades básicas que se han perdido en las culturas modernas.

Tu vida tendrá que volverse mucho más sencilla y eficiente que hoy. Tendrás que aprender a utilizar tu tiempo y tus recursos financieros con mucho más cuidado y a encontrar placer y alegría en cosas más sencillas.

Necesitarás poseer mucho menos, porque en el futuro no tendrás espacio para las cosas. Necesitarás tener algunos ahorros. Necesitarás tener recursos financieros a tu disposición. Y necesitarás tener la fuerza suficiente para poder ayudar a otros que tengan necesidades genuinas, en particular a los muy jóvenes y a los muy mayores.

Esto es lo que te redimirá para una vida verdadera, para una vida auténtica, no una vida de obsesiones y adicciones, una vida de evasión personal e irresponsabilidad, sino una vida real con relaciones reales, trabajo significativo y placeres profundos y simples.

La humanidad ha agotado gran parte de su herencia en el mundo. Ahora debe afrontar las consecuencias. También se enfrenta a la competencia de la Comunidad Mayor en forma de Intervención de grupos que están aquí para sus propios fines, para aprovecharse de una humanidad débil y dividida. Debes aprender sobre estas cosas, con tanta valentía y objetividad como puedas.

En cuanto a la Comunidad Mayor, sólo la Nueva Revelación de Dios puede mostrártelo, porque la humanidad es ignorante y vulnerable en la Comunidad Mayor. Necesitaras una Nueva Revelación para entender lo que estáis afrontando y lo que está ocurriendo aquí y ahora. No puedes encontrar una comprensión así en vuestros libros de texto, en vuestros colegios, en vuestras universidades ni en vuestras revistas populares. Ni siquiera en los escritos esotéricos se revela claramente esta verdad.

Esto puede parecer abrumador al principio, pero es lo que te salvará de una vida insípida y mundana. Es lo que te liberará de la esclavitud y la obligación hacia otras personas que solo pueden debilitarte y desperdiciar tu tiempo y tu energía.

Deja que los desafíos de la vida aclaren tu vida, la unifiquen y la fortalezcan. No te preocupes por lo que tendrás que abandonar. Las cosas se van desmoronando a lo largo del camino.

Ya hay cosas que estás haciendo y que te generan sentimientos encontrados porque no tienen un verdadero significado. Solo te involucras para satisfacer alguna expectativa que tienes de ti o que otra persona tiene de ti. Prepararte para el futuro te liberará de los estragos del pasado y de la disolución de tu vida.

¿Quieres que Dios te salve? ¿Quieres que Dios te redima? ¿Quieres que Dios te dé fuerza, propósito, significado e integridad? Entonces aquí lo tienes.

El Conocimiento te llevará adelante, y todo lo que no sea del Conocimiento desaparecerá o perderá importancia a medida que avances. Así es como tu vida regresa a su fuente. Así es como tus actividades adquieren claridad, uniformidad y dirección.

Debes enfrentarte al futuro o te abrumará y destruirá tu vida. No pienses que porque vives en un determinado país, crees en un determinado sistema político o te adhieres a una determinada religión estarás exento de esto. No habrá excepciones.

Antes de venir a este mundo, sabías que estabas entrando en una época de grandes cambios y dificultades. Llegaste con esa comprensión. Esa comprensión todavía está dentro de ti, guardada para ti por el Conocimiento, la gran dote que Dios te ha dado, esa Mente más profunda. Ella tiene la memoria de tu Antiguo Hogar y el recuerdo de quienes te enviaron al mundo.

Pero tu intelecto no puede encontrar ese recuerdo. Tu mente mundana no puede captarlo ni reclamarlo. Se revelará a medida que avances, a medida que des los Pasos al Conocimiento en tu interior y a medida que comiences a centrar tu vida en el exterior.

El Nuevo Mensaje de Dios ha sido dado para alertarte, prepararte y bendecirte. Está aquí para alertarte sobre las realidades de la vida, tanto ahora como en el futuro, realidades que la mayoría de las personas no pueden ver o no quieren ver. Está aquí para prepararte enseñándote lo que significa la espiritualidad en el nivel del Conocimiento, una Enseñanza que nunca se ha dado antes a toda la humanidad. Y está aquí para bendecirte, para darte la fuerza, la protección y la guía que sólo el Conocimiento puede proporcionar.

Pues el Conocimiento es de Dios. No es una invención humana. No es algo que haya sido inventado por ninguna institución ni un grupo de personas. Es el fundamento de tu vida. Es la luz que te guía.

El Conocimiento te dará el coraje y el compromiso de seguir lo que sabes más profundamente y de hacer lo que ves que debes hacer. Esta es la bendición de Dios para ti. Siempre ha estado contigo. Y ahora lo necesitas más que nunca.