
Marshall Vian Summers
el enero 27, 2013
Escuchar el audio original de la revelación, en inglés:
Descargar (Clic derecho para descargar)
La Humanidad tiene las semillas de la grandeza, a pesar de sus errores, su ignorancia y su corrupción. La espiritualidad todavía está viva en este mundo, mientras que ha muerto y se ha olvidado en muchos otros. Aquí todavía arde el fuego del amor en las mentes y los corazones de muchas, muchas personas —un fuego que se ha enfriado en muchos otros mundos del universo a vuestro alrededor.
La humanidad desconoce su mayor promesa y su mayor potencial, porque lucha con las mismas fuerzas que han destruido el poder del amor y del Conocimiento en otros mundos —las mismas fuerzas de la avaricia, de la conveniencia, de la corrupción, del conflicto, de la guerra y de la privación.
No pienses que eso es exclusivo de este mundo y de la familia humana, porque estas cosas han sido parte de la evolución de cada gran nación en el universo a vuestro alrededor. Pero muchas de esas naciones más allá de vuestro mundo nunca han conocido la libertad, nunca han conocido la compasión. Reprimidas desde el principio, estas naciones han evolucionado tecnológicamente, pero no lo han hecho de ninguna otra manera que sea significativa.
La humanidad no conoce su mayor promesa ni su potencial para el futuro. Pero el futuro que aportará a la humanidad estabilidad, seguridad y protección frente al colapso dentro del mundo y frente a la Intervención desde el exterior, será muy diferente al mundo que ves hoy, y muy diferente de lo que la mayoría de las personas esperan y planifican en este momento. Porque si los deseos y ambiciones de la humanidad se realizaran en el futuro, la humanidad colapsaría y sería tomada por otras naciones del universo, que ya están observando el mundo con gran determinación.
El mundo futuro de la humanidad, si esta realiza con éxito esta gran transición, es un mundo que pocas personas pueden ver hoy. Pero ese mundo representa crecimiento y madurez en el universo, particularmente entre los mundos avanzados que han sido capaces de mantener la libertad individual y beneficiarse de sus regalos, minimizando los efectos de sus expresiones caóticas.
Es la evolución. Pero la evolución sigue las decisiones de las razas inteligentes de las que es parte. Si la humanidad continúa en su desesperado curso agotará los recursos del mundo y desestabilizará tanto el clima del planeta que solo podrá habitarlo un porcentaje muy pequeño de la población humana, y aquellos que sobrevivan lo harán bajo mayor presión. No pienses que esto no ha ocurrido en el universo a vuestro alrededor, porque el colapso medioambiental ha ocurrido incontables veces, dando lugar muy a menudo a graves y trágicas consecuencias.
El futuro será construido desde las cenizas del viejo mundo y desde el deseo, la compasión y la sabiduría de quienes puedan ver y puedan reconocer que la humanidad está dando un gran giro, atravesando un gran umbral en este tiempo.
Porque el futuro del mundo, que será más grande que vuestro pasado, tendrá que ser abordado a través de un difícil y peligroso periodo de transición —un tiempo donde caerán muchas cosas; un tiempo en el que existirá una gran y creciente inestabilidad medioambiental, social y económica; un tiempo en el que existirá un gran riesgo de guerra y competición por quién ganará acceso a los recursos restantes.
Las naciones se volverán inestables. Habrá violentas revoluciones, incluso en países estables. Habrá un creciente rencor entre las naciones, compitiendo y disputando por las pocas zonas vírgenes que quedan en el mundo. Bajo estas circunstancias, la posibilidad de que la humanidad colapse es muy alta y no debería nunca subestimarse. Que no te engañe el optimismo ciego, porque debéis afrontar las realidades de vivir en un mundo de recursos menguantes e inestabilidad medioambiental.
Aquí la humanidad tiene una gran elección que no deben tomar sólo los líderes de las naciones, sino los ciudadanos de todo el mundo. ¿Seguirán el camino del enfrentamiento, la competición y la guerra, o buscarán las maneras de restaurar el mundo, de manejar prudentemente sus recursos y de compartirlos equitativamente para que la humanidad pueda tener un futuro, un futuro mayor que su pasado? Aquí la unidad y la cooperación humanas no surgen de un gran ideal o de una filosofía religiosa, sino por pura necesidad, porque las alternativas son demasiado graves y trágicas para siquiera considerarlas.
No te quejes de ello ni pienses que es una gran desgracia para ti, pues has sido enviado al mundo en este momento para formar parte de esta gran transición. Si puedes descubrir el Conocimiento mayor que Dios ha puesto dentro de ti —para guiarte, protegerte y llevarte a una vida más grande, de realización y contribución— entonces, podrás usar estas circunstancias beneficiosamente y ser parte de una gran fuerza a favor del bien en el mundo; una fuerza que será muy necesaria y que deberá expresarse mediante las intenciones y la sabiduría de las personas en muchos, muchos lugares.
Estáis en una gran encrucijada. Elegid un camino y eso determinará vuestro destino. Elegid el otro camino y eso determinará vuestro destino. Aquí debéis tener visión. No podéis actuar simplemente desde la prisa y la conveniencia. No podéis actuar simplemente desde el deseo de riqueza y poder del momento, o de lo contrario sacrificaréis el futuro y crearéis un resultado más terrible de lo que puedas imaginar.
Aquí Dios no está castigando a la humanidad. No se trata de la ira de Dios, porque Dios no tiene ira. Esa es una invención humana: un Dios enojado para gente enojada. Pero Dios está permitiendo que la humanidad determine su suerte en este mundo, que elija su curso de acción y determine individual y colectivamente qué camino tomará en esta gran bifurcación del camino.
Si la humanidad escoge el camino del enfrentamiento, la competición y la guerra, entonces puedes seguir este camino en tu imaginación y ver lo espantosas y terribles que serían las circunstancias. De hecho, serían incluso más terribles de lo que puedas imaginar.
Escoger la otra alternativa significa elegir vivir de un modo diferente, usando mucho menos los recursos del mundo y pensando en ti mismo no solo como parte de un grupo, de una tribu o de una nación en concreto, sino como un ciudadano del mundo que ahora trabaja para preservar la estabilidad del mundo y la continuidad de la civilización humana, la cual ha sido construida en el transcurso de un largo periodo de tiempo y ha avanzado y progresado gracias al noble trabajo de incontables personas que han dedicado su vida a construir ciertos aspectos de esta civilización. Aunque esta civilización es muy imperfecta y rebosa de errores y corrupción, aun así, tiene un magnífico potencial.
Si pudieras aventurarte por el universo, por vuestra región local del espacio, verías lo grande que es este potencial en contraste con el de la mayoría de otras naciones. La falta de libertad en estos dominios os impactaría y os consternaría. Contemplarías la vida en estos mundos y te darías cuenta de lo completamente opresiva que sería para vosotros. Muchas naciones han quedado muy mermadas por las guerras y los conflictos, tanto internos como con otras naciones del universo. Aquí las lecciones son profundas, graves y es muy necesario reconocerlas.
Tomad el camino fácil, el camino de vivir el momento, de tener todo lo que deseéis, y seréis el motor de la guerra en esta vida. Seguiréis el camino que muchos otros mundos han seguido, hacia un final inevitable de privación y caos.
Pero Dios ha enviado un Nuevo Mensaje al mundo para advertir de ese posible resultado y dar a la humanidad una mayor promesa, porque la humanidad tiene esta mayor promesa. A pesar de su trágica historia y sus interminables conflictos, aún tiene esta mayor promesa. Tú como individuo tienes esta mayor promesa, porque Dios ha puesto el Conocimiento en ti para guiarte, un Conocimiento que aún no has descubierto, pero que necesitas desesperadamente en todos tus esfuerzos.
La visión es la de un mundo sostenible. Eso significa que la Tierra os proveerá todo lo que necesitéis, porque no podéis salir al universo a buscar los recursos que hayáis destruido aquí en la Tierra sin caer bajo la persuasión de poderes externos. Estos poderes incluso os animarán a seguir ese camino, porque es así como quienes os observan desde lejos pueden conseguir el dominio de este mundo.
No, la humanidad tendrá que ser autosuficiente. Tendrá que estar suficientemente unida. Y tendrá que ser muy discreta.
Porque los mundos libres no coexisten fácilmente con los mundos que no son libres. Aquí debéis tener mucho cuidado. Esto alterará las ideas que tenéis sobre el viaje espacial y la visita a otros mundos, pensando en ello como una especie de búsqueda espiritual o alguna clase de turismo fascinante. Abandona estas nociones, porque son absurdas e innaturales en el universo.
La humanidad tendrá que ser muy responsable y cuidadosa en lo que proyecta al espacio, en cómo gobierna el mundo, en cómo comparte sus recursos, etc.
En el momento actual, podrías decir: «¡Bueno, ni siquiera puedo imaginar un mundo así! No creo que sea posible». Pero, no solo es posible, es necesario. Porque la alternativa es demasiado terrible para considerarla.
Por tanto, debes escuchar y abrirte a una nueva realidad y a tu participación en la construcción de esa realidad, porque esta no llegará por sí sola. Si no hay individuos con determinación que se orienten hacia ello, entonces la humanidad tomará su otro curso de acción y se hundirá en el caos.
Por tanto, debes tener un gran corazón, una gran fuerza, un gran propósito y una gran visión, que te dará el Conocimiento dentro de ti, una vez que estés listo para recibir. Tú precisas eso porque necesitas emerger de tu patética vida, de tus penosos esfuerzos, de tus trágicas ideas e implicaciones. Considerando quién eres y lo que has venido a hacer realmente aquí —la razón por la que se te ha enviado aquí— tu vida actual es penosa, desafortunada y errada.
Acéptalo, porque ello habla de tu grandeza. Pero para adoptar tu grandeza debes afrontar tus debilidades tan objetivamente como puedas. Y debes sostener una visión para la humanidad que parece impracticable, ilusoria y quizá hasta imposible, pero aun así necesaria, porque esta es una Visión del Cielo. Esta es la Voluntad del Cielo. Pero la Voluntad del Cielo debe expresarse a través de las mentes, los corazones y las acciones de la gente en todas partes.
Vuestro futuro será muy diferente. Habrá una población mucho menor. Vastas áreas del mundo deberán dejarse en su estado natural para comenzar a reconstruir el clima del mundo. El comercio será mucho más local que en la actualidad, porque no habrá suficientes recursos para traer cosas de cualquier parte del mundo, salvo en situaciones excepcionales. Los ríos deberán limpiarse. Los lagos deberán limpiarse. Los cielos deberán limpiarse.
Tendréis que proteger muy cuidadosamente vuestras fronteras con el espacio, y necesitaréis ser muy cautos sobre la visita a este mundo de cualquier otra raza. Vuestros escasos aliados en esta región del espacio no buscarán establecer relaciones con vosotros hasta que hayáis alcanzado un estado estable y afianzado en este nuevo mundo, porque ellos comprenden que su presencia aquí crearía duda y confusión. Pues aún no tenéis la habilidad de distinguir el amigo del enemigo.
La humanidad tendrá que ganarse su libertad. Tendrá que ganarse su aislamiento en el universo. Tendrá que superar su adolescencia y sus fantasías infantiles sobre su propia importancia en el universo, sobre lo que es realmente el universo y sobre lo que está ocurriendo ahí fuera.
Para hacer esto posible, el Creador de toda vida ha enviado, como parte de un Nuevo Mensaje para la humanidad, una enseñanza sobre la realidad y la espiritualidad de la vida en el universo, para dar una verdadera explicación de lo que está ocurriendo más allá de vuestras fronteras y un entendimiento sobrio de lo que debéis hacer aquí en la Tierra para ser una raza libre y autodeterminada en esta Comunidad Mayor.
Vuestro mundo futuro será un mundo de climatología cambiante y de limitada producción de alimentos. Los desiertos crecerán. Los océanos se elevarán. Por tanto, las tierras capaces de producir alimento deberán ser cultivadas y protegidas muy cuidadosamente. La guerra y el enfrentamiento entre naciones tendrán que limitarse por necesidad. Tendrá que establecerse tanta autosuficiencia como se pueda, allí donde la humanidad pueda mantener su posición y su infraestructura.
Tendrá que haber gran conformidad y la libertad individual se limitará en cierto grado, porque en este mundo no podrás hacer cualquier cosa, tener cualquier cosa o ser cualquier cosa que quisieras. Pero eso está bien, porque no viniste al mundo para complacerte de esa forma. Se te envió al mundo para servirle y para contribuir al fomento, la construcción y el refinamiento de la civilización humana.
Ese es tu verdadero propósito, y si pudieras encontrar tu naturaleza más profunda y comenzar a responder a ella, verías cuan cierto es para ti, con independencia de tu personalidad, tus hábitos, tus creencias, tu religión o tu nacionalidad.
Si suficientes personas pueden descubrir el poder del Conocimiento en su interior —la mente más profunda que Dios ha puesto en ellas— entonces, un mundo así puede crearse y conseguirse con un mínimo de estrés y destrucción.
De hecho, vuestro gran adversario en el futuro será la naturaleza misma. Tendréis que encontrar maneras de protegeros de la creciente inestabilidad del mundo natural, inestabilidad que es fruto del abuso, la contaminación y la corrupción humana. Será más una lucha con la naturaleza que una lucha entre vosotros.
La naturaleza aquí es un poderoso adversario y se le debe entender y respectar por encima de todas las cosas. Pero en el presente, la humanidad ha perdido su contacto con la naturaleza. Piensa que puede transformar el mundo en cualquier cosa que desee. Piensa que puede transformar los desiertos en tierras de cultivo. Piensa que puede transformar sus ciudades en parques. Piensa que puede emplear todos los poderes de la Tierra para satisfacer sus propios deseos, intenciones e indulgencias. Pero eso es vivir de ilusiones y todos los que, en la Comunidad Mayor, han pasado por estas fases del desarrollo comprenden el significado de esto.
La libertad humana y la libertad en el universo no son un derecho. Son un privilegio. Son una recompensa, fruto del esfuerzo incansable de generaciones de individuos haciendo posible que la libertad exista y se mantenga, cosechando los beneficios de su gran productividad y creatividad mientras se minimizan las dificultades y el caos que a veces puede generar entre la gente si no es guiada por el Conocimiento.
Vuestro mundo futuro tendrá una población mucho menor, pero esto debe organizarse y no ser fruto de la destrucción de la familia humana. Pero la transición entre el mundo que tenéis hoy —que está derrumbándose— y el mundo futuro que representa vuestra mayor promesa, supone cruzar un gran abismo.
Es como estar al borde de un gran abismo y mirar al otro lado del abismo preguntándote cómo vas a llegar hasta allí. No hay un elevador mágico que te vaya a transportar sobre ese abismo. No hay puente que vaya a aparecer mágicamente para que puedas pasar. Tendrás que descender a ese abismo, pasar por él y encontrar el camino para subir al otro lado.
Existe un camino, y Dios lo está mostrando en la Nueva Revelación, porque las viejas Revelaciones de Dios no pueden asistir en estos asuntos, pues ese no es su propósito. No se diseñaron para eso. Pero ahora la humanidad ha alcanzado un gran umbral, quizá el mayor que haya encontrado nunca: la desestabilización del mundo y su encuentro con un universo de vida inteligente, un universo no humano donde la libertad es rara.
Debes entender estas cosas para poder descubrir tu propósito superior para estar en el mundo. Debes entender estas cosas si quieres entender tu naturaleza más profunda y la causa de tu conflicto interior sobre lo que quieres y lo que necesitas. Debes entender estas cosas para descubrir que existe una voz de sabiduría dentro de ti y que hay muchas voces de debilidad dentro de ti. Debes ser capaz de sostener lo que es verdadero, incluso si parece improbable o hasta imposible desde la perspectiva del mundo actual. Debes tener la Visión del Cielo. Esta debe estar en tu corazón, no solo en tu mente.
Piensa en este mundo futuro. No será un mundo fácil. No será un paraíso. No será un mundo donde tendrás todo lo que quieras, sin límite. Será un mundo de mayor responsabilidad y cooperación. Será un mundo donde tendrás que cuidar de otras personas y ser un verdadero participante en tu nación y en tu cultura. Es un mundo donde la corrupción humana será limitada, aunque no pueda erradicarse. Será limitada por necesidad, pues la humanidad no puede permitirse la guerra o la revolución en un mundo como este.
Vuestra posición en el mundo será más frágil de lo que ha sido en el pasado, y os amenazarán fuerzas del universo que buscan establecer aquí su dominio no mediante la fuerza, sino mediante los poderes de la persuasión, el incentivo y el desaliento. Batallaréis contra un clima inestable y la reducción de los recursos. Todo tendrá que utilizarse bien y cuidadosamente.
Pero si ese mundo puede lograrse será un mundo de gran poder espiritual y gran seguridad, mayores que en ningún otro momento de la historia. Será un mundo donde se valorará mucho el ingenio humano, y el poder del Conocimiento estará disponible para muchas más personas que en la actualidad.
Debes escuchar lo que estoy diciendo. No se trata del mundo que deseas. Se trata del mundo que será y que debe crearse. Y lo querrás, y lo desearás cada vez más según el mundo a tu alrededor se vuelva cada vez más inestable, más desafiante y más peligroso.
Aquí debes dejar de quejarte del mundo, y usar en cambio esa energía que malgastas sin sentido —quejándote y criticando a otros— para comenzar a construir los Cuatro Pilares de tu vida, la fundación para resistir un tiempo de gran cambio y agitación. Debes tomar los Pasos al Conocimiento y encontrar el Poder Mayor que Dios te ha dado, el cual existe más allá del ámbito y del alcance del intelecto. Y debes contemplar el mundo siguiendo el consejo y la guía de la Nueva Revelación de Dios, la cual por sí sola tiene el poder y la claridad para generar un gran futuro para la humanidad.
Aquí todas las enseñanzas religiosas del mundo encontrarán su resonancia, si pueden ser comprendidas correctamente. Porque estas enseñanzas se dieron para construir la civilización humana, la civilización mundial, y fueron parcialmente exitosas en ello.
Ahora la civilización humana debe ser protegida y debe resistir las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo, y además debe ser protegida de la intervención, la persuasión y la manipulación de fuerzas externas que están aquí para aprovecharse de la debilidad, la división y las expectativas de la humanidad.
No te achiques ante esto, porque esta es tu vida. Ese es vuestro futuro. Este es el mundo que vais a entregar a vuestros hijos. Este es el mundo que tendrás que afrontar cuando finalmente crezcas y dejes de complacerte en tus fantasías desperdiciando tu tiempo y tu vida en compromisos sin sentido con otras personas.
Es un mundo que requerirá madurez, sabiduría y cooperación humana a una escala nunca vista antes. En esto la humanidad puede encontrar su redención, su poder y cumplir su destino, llegando a ser una raza libre y autodeterminada en el universo.
Esa es la visión. Debes sostener esta visión para ser capaces de construir este futuro, y no permitas que las tragedias y consecuencias del pasado y la ignorancia y estupidez de la humanidad te desalienten o te quiten esta visión, o perderás tu destino aquí.
Aquí debes perdonar tu pasado. Debes perdonar a los demás, y ver que todo eso representa la necesidad del Conocimiento dentro de ti. Tus fallos, sus fallos, los fracasos del pasado, los probables fracasos del futuro, todos deben verse con claridad y objetividad, reconociéndolos como una demostración, una vasta y apremiante demostración de la necesidad de Conocimiento.
Por eso Dios os ha dado los Pasos al Conocimiento. Por primera vez en la historia de este mundo, Dios ha dado los Pasos al Conocimiento a las personas de todas partes, no solo a los santos, a los sabios, o a los grandes artistas o humanistas. Ahora la prescripción para el éxito y la advertencia contra el fracaso se proporcionan como nunca se ha hecho.
No te engañes pensando que esta es una valoración negativa de vuestro futuro. Simplemente es honesta, y si puedes ser honesto contigo mismo y ser objetivo cuando miras al mundo, verás estas cosas. Para los que pueden ver, estas cosas son claras como la luz del día.
Las personas insisten en el mundo que desean porque ellas temen al mundo, y están tan entregadas a sus deseos, sus creencias y sus preferencias que no pueden ver con claridad lo que está ocurriendo a su alrededor y ni siquiera dentro de sí mismas. Por tanto, manejan mal su salud. Manejan mal sus relaciones. Manejan mal el uso del mundo. Ellas caen en el enfrentamiento consigo mismas, con los demás y con la propia vida.
Mira con ojos despejados y veras estas cosas demostradas a tu alrededor. Pero debes mirar sin condena para tener la fuerza, la energía y la concentración para sostener la gran visión que deben sostener un número creciente de personas.
Si la Nueva Revelación de Dios puede ponerse a su disposición, ellas podrán ver. Y serán capaces de reconocer que el Conocimiento es la fuerza más poderosa en el universo, y que vive dentro de ellas, esperando a ser descubierto.
Recuerda, la humanidad afronta una decisión fundamental sobre qué camino tomará. Y continuará por el mismo camino que recorre ahora a menos que suficientes personas decidan otra cosa. Aunque estas personas no pueden crear el nuevo mundo de inmediato, deben construir la base para que este pueda existir, lo cual requerirá los esfuerzos y la acción dedicada de generaciones de personas.
Podrías preguntarte: ¿hará realmente la gente esta clase de cosas a pesar de su interés personal? Nosotros decimos: si ellas son guiadas por el Conocimiento lo harán, porque la grandeza que vive en su interior.
Aquí debes tener fe no solo en el resultado, sino en el poder y la presencia del Conocimiento dentro de ti. Si este es una realidad distante y desconocida, entonces debes tomar los Pasos al Conocimiento para encontrar la fuente de tu fuerza, tu integridad y tu mayor misión para la cual estas en el mundo, en este tiempo y en estas circunstancias.
Las bendiciones del Cielo te acompañan en esto. Sea cual sea la religión de la que seas parte, sea cual sea la nación donde vivas, sea cual sea tu posición social, sea cual sea tu realidad económica —la Llamada existe, el poder del Conocimiento existe. Ello debe surgir ahora en muchos y no solo en unos pocos. Esta es la Voluntad del Cielo. Que esta también se convierta en la intención de la humanidad.