Como fue recibido por
Marshall Vian Summers
en enero 13, 2009

Escuchar el audio original de la revelación, en inglés:

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La humanidad está entrando en tiempos inciertos. Grandes Olas de cambio se avecinan al mundo, generando una creciente inestabilidad económica y política, alterando e incluso destruyendo la producción de alimentos, empujando a la humanidad más allá de los límites de lo que el mundo puede proporcionar.

Este es un tiempo de gran incertidumbre, un tiempo de agitación, un tiempo en el que la humanidad debe afrontar la realidad de que ha gastado en exceso su herencia natural, y ahora debe adaptarse a un conjunto cambiante de circunstancias en el mundo. Es un tiempo en el que el riesgo de competencia, conflicto y guerra por los recursos restantes será cada vez mayor; es un tiempo de gran riesgo; un tiempo en el que la humanidad debe elegir si luchará y competirá entre sus naciones y tribus o si se unirá para la preservación del mundo. Esta es una decisión que no solo deben tomar los líderes de las naciones; es una decisión que deben tomar los ciudadanos de todo el mundo.

Es un tiempo de gran peligro para la humanidad, pero también un tiempo de gran promesa. Enfrentar las Grandes Olas de cambio y enfrentar el encuentro de la humanidad con la vida inteligente en el universo, es vuestra mayor oportunidad para establecer una nueva base y una nueva dirección para que la familia humana pueda ser una realidad plena.

Toda persona tendrá que hacer frente a una incertidumbre cada vez mayor, incluso en las naciones ricas del mundo, incluso las personas más privilegiadas. Ellas tienen mucho más que perder ante las Grandes Olas de cambio y no están adaptadas a vivir en circunstancias más apremiantes.

Sin embargo, los más pobres son los que corren el mayor riesgo, porque no tienen a qué recurrir. Será necesario hacer grandes provisiones para los pueblos pobres del mundo.

Ésta tendrá que ser una responsabilidad que asuman las naciones y que asuma el mundo entero, porque no se puede permitir que las naciones, los gobiernos y las economías se derrumben ante las Grandes Olas de cambio.

Es como si hubiera vencido la factura por décadas y siglos de uso excesivo y mal uso del mundo. Ahora es necesario tener más cuidado y una cooperación mucho mayor. Esto cambiará las prioridades y los valores de las personas por necesidad. Esto forjará una mayor unión o provocará una mayor destrucción.

No puedes huir ni esconderte de las Grandes Olas de cambio, ni de la presencia de fuerzas extranjeras que intervienen en el mundo y tratan de influir y aprovecharse de una humanidad débil y dividida. Es un momento de grandes reconocimientos, un momento de grandes decisiones, un momento en el que cada ciudadano tendrá que decidir qué es lo que va a enfatizar.

A medida que la incertidumbre crece a vuestro alrededor, a medida que vuestra fe en los líderes y las instituciones se vea sacudida y desafiada, a medida que las ilusiones, los planes personales y las expectativas esperanzadoras comiencen a evaporarse ante las crecientes dificultades, las personas tendrán una gran oportunidad de reconocer los poderes más profundos que el Creador de toda vida ha colocado dentro de cada persona para guiarla, protegerla y conducirla a una mayor contribución en el mundo.

De hecho, es en medio de una incertidumbre cada vez mayor cuando la gente encuentra en sí misma un mayor poder y una mayor certeza. Una vez que se pierde la fe en las cosas que tienen poca sustancia o poca seguridad, hay una mayor posibilidad de que uno recurra a lo que es verdaderamente cierto; lo que el mundo no quebranta, lo que no teme al mundo,  lo que puede navegar los tiempos difíciles e inciertos que se avecinan.

Aquí debes aprender que no puedes tener la certeza de cómo resultarán las cosas. No puedes estar seguro de que los esfuerzos de la humanidad en su propio beneficio serán fructíferos y productivos en la forma esperada. No puedes tener la certeza de que vuestros gobiernos y líderes puedan sortear la creciente agitación política y económica que producirán las Grandes Olas de cambio.

Pero debes tener una creciente certeza en que puedes navegar en estos tiempos difíciles; que tienes un piloto dentro de ti que puede guiarte; que puedes enfrentar todo lo que la vida te presente sin desmoronarte, ni ceder, ni tomar acciones desesperadas, ni hacer suposiciones tontas.

En este caso, los ricos tienen menos capacidad de adaptación que los pobres. Los ricos, que han estado aislados por su riqueza y sus privilegios, se encontrarán muy perdidos sin saber qué hacer. Esto les causará un gran estrés, porque no están bien preparados para tratar con circunstancias cambiantes de esta naturaleza.

Por lo tanto, tu certeza no debe estar en el resultado, sino en tu capacidad para atravesar el proceso de cambio. Y esta certeza no puede ser solo una esperanza o un deseo. No puede ser solo la fe en uno mismo. Tu certeza tiene que estar basada en una verdadera habilidad, claridad y objetividad.

Verás a tu alrededor que las personas pasarán de vivir en la esperanza al desaliento, sin encontrar el verdadero punto medio. Caerán de su mundo ideal y de sus grandes suposiciones sobre la seguridad y el éxito, al desánimo, la desesperanza, la desesperación. Pasarán de un extremo a otro, de un tipo de necedad a otro, de un tipo de actitud peligrosa a otro.

Las personas necesitan estar en el punto medio: siendo claras, objetivas, sobrias, decididas y compasivas con las demás. Porque hará falta mucha paciencia y tolerancia para no caer en la tentación de condenar o de herir a otras personas ante tales perturbaciones.

Tienes que estar sereno, tienes que ser observador y necesitas prepararte. La falta de preparación es un punto crítico porque las personas serán sorprendidas. No verán las olas de cambio que se avecinan y se encontrarán de repente en una situación realmente muy difícil, sin recursos disponibles para ayudarlas.

En el futuro, vuestros gobiernos no serán capaces proteger a todos, no podrán apoyar a todos, no serán capaces alimentar y albergar a todos. En el mundo, habrá grandes trastornos ambientales a medida que las regiones áridas se vuelvan inhabitables para un gran número de personas, y habrá grandes migraciones, una gran necesidad humana. En las naciones ricas, habrá una pérdida de riqueza. Las economías se contraerán, la gente tendrá que colaborar para proveer para sí misma y para ayudar a sus comunidades.

Si ves que esto se aproxima, y ​​eso está llegando, entonces puedes empezar a reevaluar tu vida: cómo vives, dónde vives, cómo viajas, cuántos recursos necesitarás para mantenerte a ti mismo y a tu familia. Tendrás que ver si tu empleo es sostenible en ese futuro. Tendrás que analizar tus habilidades, tus fortalezas, tus debilidades. Tendrás que hacer una evaluación muy objetiva de todo lo que tienes, todo lo que haces, todo lo que posees y, quizás lo más importante de todo, la calidad de tus relaciones.

Si te relacionas con personas débiles y propensas a la estupidez o a las suposiciones absurdas, no te serán de ninguna ayuda. De hecho, te supondrán un gran problema.

Dios sabe que ibas a entrar en este mundo en este momento, y por eso Dios te ha dado el poder del Conocimiento; una Inteligencia más profunda, una Inteligencia que funciona más allá del ámbito y del alcance del intelecto, una Inteligencia que no teme al mundo, que no está gobernada por creencias políticas ni religiosas, ni por los conflictos y las perspectivas de la gente.

Es como un piloto que te lleva por un canal peligroso, pero debes estar realmente preparado para esa travesía. No puedes quedarte sentado de brazos cruzados y pensar que Dios se encargará de todo por ti. Porque Dios te ha enviado al mundo para que te encargues de todo; a  ti y a todos los demás.

Pero Dios sabe que no puedes hacerlo solo, y Dios sabe que el mundo es un entorno muy corruptor y debilitante. Y por eso se te ha concedido la mayor dotación posible. Pero increíblemente muy pocas personas son conscientes de esto, del poder y la presencia del Conocimiento dentro de ellas mismas. Esa es la fuente de tu certeza, de tu confianza en ti mismo y de tus verdaderas habilidades.

Algunas personas cuando se enteran de las Grandes Olas de cambio y son capaces de experimentar estas cosas por sí mismas, piensan que deben almacenar alimentos, que deben construir una fortaleza, que deben crear una posición defendible, contra todos y contra todo.

Pero eso no está guiado por el Conocimiento. Es una respuesta tonta porque no se puede almacenar comida para toda la vida. Y si almacenan demasiado, la gente vendrá y se la quitarán. No se puede vivir con miedo y temor si se quiere ser útil al mundo, que es en realidad el propósito por el que habéis venido aquí.

El Conocimiento te protegerá, pero no te aprisionará. Te llevará a una posición en la que podrás contribuir realmente al mundo y a otras personas, y ser un beneficiario del cambio en lugar de ser su víctima.

El Conocimiento no está aquí para hacerte rico, ni para que te atrincheres contra el mundo, ni para que huyas al desierto e intentes sobrevivir. Eso es lo que piensa la mente, tu mente social personal. Tu mente piensa en tales cosas, pero eso es una tontería.

No puedes huir ni esconderte de las Grandes Olas de cambio. Y si intentas atrincherarte, te acabarás aislando y poniendo en peligro. No puedes tomar las armas contra los vecinos porque eso reduce la capacidad de todos de sobrevivir y adaptarse.

Ahora necesitas el poder del Conocimiento para guiarte porque tu intelecto no puede hacerlo. Las personas afirman tener soluciones para las Grandes Olas de cambio, pero piensan que es sólo un asunto de voluntad política y de políticas, o piensan que sólo es cuestión de apoyar nuevas tecnologías. Pero las personas que piensan estas cosas no entienden lo que realmente está por venir. No comprenden que se necesitarán mil soluciones para mitigar el impacto de las Grandes Olas de cambio, y que llevará años lograrlo. No se dan cuenta de que tendrán que adaptarse significativamente a las circunstancias cambiantes del mundo.

Ellas piensan que pueden crear una defensa a nivel político y tecnológico. Ellas subestiman en gran medida lo que realmente enfrentan y no ven que la humanidad no se preparará adecuadamente para enfrentar los grandes desafíos que se avecinan.

Pero esto no es motivo para la desesperanza, porque la gente todavía tiene que tomar conciencia y prepararse, y el grado en que lo hagan determinará la calidad del resultado que obtendrán y su capacidad para atravesar un proceso de gran convulsión y cambio.

La humanidad no está condenada, pero se enfrentará a enormes desafíos. Lo que realmente importa es afrontar este desafío, comprenderlo y encontrar los recursos en uno mismo para emprender el proceso de preparación y cambio. Y el valor no es solo la supervivencia, el valor es que elevará a las personas a un conjunto mayor de capacidades y a un mayor servicio a las demás.

El tipo de mundo que tendréis en el futuro y el tipo de mundo que heredarán vuestros hijos dependerá del grado en que pueda producirse este reconocimiento de la preparación y la contribución.

Así que, no tengas la certeza del resultado, porque eso es engañarte a ti mismo. No estés seguro de que los gobiernos o la tecnología serán capaces de afrontar todos los desafíos, porque eso te cegará ante tu propia necesidad de prepararte y te cegará ante el poder y el impacto de las Grandes Olas de cambio.

Debes tener la certeza de tu capacidad para afrontar, comprender y soportar este proceso de cambio y de convulsión. Y esto no puede ser un deseo ni una esperanza. Debe basarse en una base real en tu interior. Preparar tus circunstancias será de gran ayuda, pero aquí la mayor parte de la preparación es interna.

Las personas se han vuelto tan dependientes de que otras personas las guíen, las conduzcan, y de los aparentes poderes de la tecnología, que han perdido su autosuficiencia. Ellas han perdido su intuición. Han perdido su capacidad de responder a eventos inesperados y sin precedentes. Han perdido lo que la naturaleza les ha proporcionado para asegurar y respaldar su capacidad de supervivencia y su adaptabilidad.

El sesenta por ciento de la preparación será interna; [el cuarenta] por ciento, externa. Cuanto más te prepares, más competente te sentirás. Si no haces nada, no tendrás confianza. Si esperas que otras personas solucionen el problema por ti, teniendo la certeza de que ellas pueden hacerlo y de que todo saldrá bien, no tendrás el coraje, no tendrás la fuerza, no tendrás la competencia para enfrentar las Grandes Olas del cambio.

El proceso comienza con la toma de conciencia. Puede que al principio te asuste, pero querrás ir más allá de tus emociones hacia una mayor objetividad. Cuando te das cuenta de que no puedes correr ni esconderte, y de que nadie te va a salvar, puedes entrar en un estado mental mucho más claro y reactivo.

Aquí dejas de lado la obsesión por ti mismo, los pasatiempos innecesarios, tus planes y tus metas. Empiezas a ver dónde estás perdiendo energía en personas y compromisos que no tienen importancia real ante un cambio tan grande.

Si observas a tu comunidad, verás que los ancianos son vulnerables, que los niños son vulnerables. Y verás la magnitud de la necesidad de que las comunidades se preparen, de que la gente tome conciencia, de que la gente se someta a una evaluación profunda de sus vidas que ahora tú estás empezando a realizar. Si la gente no está preparada, se verá superada y entonces no tendrán mucho que hacer.

En la vida, vives el momento y te preparas para el futuro. No vives solo el momento. Tal vez, si eres una hormiga, vivas el momento. Pero incluso la hormiga está construyendo una colonia, apoyando una infraestructura que puede soportar cambios inmensos.

Aquí es donde te despiertas de tu sueño de realización personal, de tus sueños de romance o de tus sueños de compromisos y obsesiones personales, para despertar al mundo. El mundo está llamando a tu puerta, diciendo: «Despierta, es hora de despertar ahora. Es hora de comenzar a observar tu entorno, de observar tu vida, de observar lo que estás haciendo. Las Grandes Olas están llegando en el horizonte».

Esto no es una cuestión de creencia. Es una cuestión de reconocimiento. No es un asunto de perspectiva, porque, sin importar como las mires, las Grandes Olas están llegando y algunas ya están aquí. No es cuestión de ser amoroso o temeroso, es cuestión de poder ver o no, de poder responder o no, de poder prepararte o no.

Esta es una gran llamada de atención para la familia humana, una llamada de atención que os dice que vivís en un entorno que ha sido cambiado, alterado, despojado en muchos casos, y ahora debéis afrontar las consecuencias de esto. Esto cambiará completamente vuestras prioridades, vuestros objetivos, vuestro énfasis.

En lugar de ser una langosta que se arrastra por el mundo y devora todo lo que se le presente, te preocuparás de verdad por el bienestar de tu ciudad o de tu comunidad, o de si tu ciudad podrá soportar este tipo de tensión y desafío. Te preocuparás por el bienestar de las personas vulnerables, de las personas mayores, o muy jóvenes, o discapacitadas. Mirarás a tu familia, a tu red de amigos y asociados. Mirarás a la capacidad de supervivencia de tu negocio. Comenzarás a evaluar lo que es fuerte, lo que es débil, lo que puede durar y lo que no durará. Cuanto más hagas esto, mayor será tu confianza en ti mismo y más sólida será tu experiencia del Conocimiento.

No puedes congelarte ni quedarte paralizado, no puedes huir ni esconderte, ni andar por ahí culpando a otras personas, ni ponerte histérico, ni desmoronarte en la autocompasión. Debes recuperar el control de ti mismo, encontrar tu centro, tu fuerza, superar tus reacciones iniciales. Estás en un barco que se hunde lentamente. ¿Qué vas a hacer al respecto? ¿Correr por ahí gritando y vociferando, o enfurecerte con otras personas?

Porque todos habéis creado esta situación, ¿sabes? En realidad, no hay nadie a quien culpar. Solo hay personas con las que interactuar. Querrás ser parte de la solución y no del problema.

La humanidad tendrá que emplear todos sus talentos creativos en la ciencia, en el progreso social, en el desarrollo político, en la ayuda humanitaria, en las relaciones internacionales; en todo, como si todo su mundo estuviera en juego.

Ahora enfrentáis la competencia de grupos exploradores del universo que intentarán sacar ventaja de esta situación. No son potencias militares, pero poseen una gran fortaleza y ​​persuasión. Intentarán dividir y conquistar a la humanidad mediante el poder de esta persuasión y mediante promesas de tecnologías, afirmando que ellos viven en paz y que pueden rescatar a la humanidad de su aprieto.

Pero todo eso es un engaño, porque ellos no pueden salvar a la humanidad. Sólo pueden aprovecharse de ella. Y este es el entorno perfecto para que lo hagan. A medida que la gente pierda la confianza en los gobiernos y las instituciones, recurrirá a otros poderes para que las rescaten.

Esos poderes ya están en el mundo y afirman estar aquí para salvar a la humanidad de sí misma. Es una forma más inteligente de conquistar. Es un plan muy brillante. No usarán la fuerza porque la fuerza destruye el valor del mundo y necesitan que la familia humana trabaje para ellos. Así que la destrucción no es su objetivo. No pueden vivir en vuestro mundo, así que os necesitan a vosotros y a la infraestructura que habéis construido.

Debes ver que todo esto no es invencible. Así es realmente la naturaleza. Son fuerzas naturales. La competencia es parte de la naturaleza. Ahora tenéis la competencia del universo que os rodea, de la Comunidad Mayor de vida en la que siempre habéis vivido y con la que ahora debéis lidiar.

Es la naturaleza abrumadora del gran cambio lo que os hará salir de vuestras fijaciones, de vuestras creencias, de vuestra perspectiva. Solo algo tan fuerte y exigente puede producir un cambio real en la manera de pensar de las personas y en su capacidad de ver y reconocer su situación.

La humanidad podría perderlo todo, todo lo que ha creado para su propio beneficio, ante las Grandes Olas de cambio y ante la Intervención del universo. Pero para verlo hay que tener los ojos bien abiertos. No puedes estar negándolo ni evitándolo. No debes ser tan razonable que no puedas ver algo que no tiene precedentes. Tienes que mirar más allá del horizonte y ver lo que viene. No se trata lo que tú quieres. No se trata de lo que parece razonable, porque el futuro no será como el pasado.

La humanidad tiene una promesa mayor. Tendréis que construir un nuevo futuro porque no podéis continuar con lo que estáis haciendo ahora. Pero ¿qué creará el incentivo para hacerlo, el compromiso para hacerlo, el coraje y el sacrificio para hacerlo? Sólo las Grandes Olas de cambio y hacer frente a la competencia desde el universo, tendrán realmente el poder de unir a la familia humana de una manera muy funcional.

Porque ahora todo el mundo está en el mismo barco. No importa si eres rico o pobre, si vives en este país o en aquel. Todos os enfrentáis al mismo resultado.

Si la civilización humana colapsa ante las Grandes Olas de cambio, otras potencias vendrán aquí para tomar el poder. Algunas de esas potencias ya están en el mundo, plantando las semillas de la disensión, aprovechándose de la debilidad y la superstición humanas, alentando a la gente a creer en la Intervención y a perder toda esperanza y confianza en el liderazgo humano, tejiendo una red de conspiraciones que harán que la gente tema y dude tanto de las demás que nunca podrán confiar lo suficiente entre sí como para colaborar.

El Creador de toda vida ha enviado un Nuevo Mensaje al mundo para revelar el poder y la realidad de las Grandes Olas de cambio y para revelar a la humanidad la presencia oculta que está en el mundo actual y que busca socavar la autoridad y la soberanía humanas en este mundo.

Este Nuevo Mensaje está aquí para hablar del poder y la presencia del Conocimiento dentro de cada persona y de la mayor responsabilidad de cada persona de estar al servicio de un mundo necesitado en este gran punto de inflexión en la evolución de la humanidad.

El Nuevo Mensaje presenta lo que la humanidad no puede ver ni quiere ver. Da una imagen clara. No es el producto de ninguna religión o institución mundial existente. Es un regalo de amor, preocupación y confianza del Creador de toda vida. Enseña que todas las religiones fueron inspiradas por Dios. Enseña el poder y la presencia del Conocimiento, la esencia de la espiritualidad humana, y que cada persona fue enviada aquí para dar un regalo mayor al mundo, y que la libertad humana y la cooperación humana son lo que permitirá que estos grandes regalos emanen dentro del individuo y encuentren su expresión más plena en las circunstancias de la vida.

El Nuevo Mensaje te enseñará dónde puedes encontrar la certeza y dónde no puedes encontrarla. Te enseñará la diferencia entre la fe verdadera y la fe que se usa y aplica incorrectamente. Te enseñará a valorar tu vida y la vida de los demás, te enseñará a aprender a escuchar la gran necesidad de Conocimiento que hay en el mundo y a escuchar la evidencia del Conocimiento en otras personas.

La humanidad tendrá que volverse fuerte y unida. Tendrá que reprimir sus tendencias violentas. Tendrá que superar sus conflictos y animosidades históricas. Las naciones tendrán que cooperar si quieren sobrevivir a las Grandes Olas de cambio.

Pero ¿qué puede dar a la humanidad el poder de superar todas estas tendencias extremadamente poderosas, las tendencias al conflicto y a la conquista, al odio y a la destrucción, a la codicia y a la corrupción? No puede ser simplemente un conjunto de ideales o una proposición ética. Tiene que ser algo tan dramático y tan potente y tan real, que estaréis enfrentándolo con una elección fundamental: unirse y sobrevivir, permanecer divididos y fracasar.

Ahora os enfrentáis a un gran desafío. No tienes la certeza del resultado. No tienes la certeza de que las cosas salgan bien. Nunca habéis pasado por esto antes. El pasado no puede decirte ahora cómo será el futuro.

En el pasado, tribus y naciones han colapsado, pero nunca la familia humana entera se ha enfrentado a un mundo en declive, a un mundo de recursos que se agotan, a un mundo de degradación y cambio ambiental. Nunca habéis tenido que enfrentar a la competencia del universo. Si no puedes considerar estas cosas, entonces no verás la necesidad de prepararte y no te prepararás. Te aferrarás a tus viejos valores, viejas nociones e ideas, y estarás ciego a las señales del mundo y sordo a la voz del Conocimiento dentro de ti.

La humanidad es totalmente capaz de fracasar y ha mostrado todas las tendencias correctas para fracasar. Por eso, se trata de un asunto interno, un asunto de conciencia, un asunto relativo a la conciencia más profunda en vuestro interior, que es el Conocimiento, que es la conciencia que Dios ha puesto ahí, no una conciencia que vuestra sociedad ha tratado de cultivar.

Un conjunto de circunstancias sin precedentes exige una respuesta sin precedentes. ¿Tiene la humanidad esta responsabilidad, esta capacidad de respuesta? Tú no puedes responder a esta pregunta por los demás, pero sí puedes responderla por ti mismo. Y por eso, en primer lugar y sobre todo, este es un desafío para ti.

No puedes quedarte de brazos cruzados ante las Grandes Olas de cambio. No puedes delegar en otras personas. Debes mirar a tu vida, a tus circunstancias, a tu familia y a tus relaciones. Así es como empiezas.

No descuides estas cosas tratando de cambiar el mundo. Debes empezar aquí. Debes tener una posición más segura, para no acabar siendo una víctima cuando las Grandes Olas empiecen a golpear. Debes ser capaz de ser lo suficientemente fuerte para soportar los impactos y utilizar las directrices que el Nuevo Mensaje te ha proporcionado y que te permitirán empezar tu preparación.

Este es un mensaje de amor y compasión. Es Dios advirtiéndote, bendiciéndote y dándote una preparación. Te alerta sobre la realidad futura, sobre el futuro que se apoderará del presente a medida que se acerque. Te da tiempo para ver, saber y prepararte, y para que realices una reevaluación profunda de tu vida.

Te muestra dónde reside tu verdadera certeza y te enseña la diferencia entre el Poder de Dios y todos los falsos dioses que has creado, creyendo que te guiarán y protegerán.

Te anima a apoyar la unidad y la cooperación humanas, sin importar las adversidades, sin importar la corrupción, sin importar el engaño que haya ocurrido antes. ¿Qué otra opción tenéis? Necesitáis que todos trabajen ahora, y el Conocimiento os dará la fuerza para hacerlo porque no le preocupan las adversidades.

Está aquí para dar, para contribuir, para fortalecer a la gente, para unir a la gente, para animarla. Es el antídoto contra el miedo. Es el antídoto contra el mal. Es el antídoto contra el autoengaño y es el antídoto contra la autoderrota.

Escucha con el corazón y lo sabrás. Escucha con la mente y te sentirás confundido y cuestionado.

No es necesario que todos respondan, pero sí que lo hagan suficientes personas, o la marea se volverá en contra de la familia humana, y el peligro y las exigencias parecerán abrumadoras. No llovía cuando se construyó el arca. No esperes a que llueva, o no se podrá construir el arca.

Necesitarás mucho coraje, verdadera determinación, perseverancia. Tus ideas y creencias no pueden darte ese coraje, esa perseverancia ni esa fuerza. Eso debe surgir de lo más profundo de ti, y por eso el Conocimiento es la clave para que la gente vea, sepa y actúe de acuerdo con las exigencias del mundo.

Empiezas aquí y avanzas paso a paso. No sabes el resultado. No puedes asegurar el resultado. No existen garantías. Solo puedes contribuir. Solo puedes moverte en la dirección correcta. Solo puedes elegir la fuerza en vez de la debilidad, la certeza en vez de la ilusión, la compasión en vez del odio.