
Marshall Vian Summers
el agosto 26, 2008
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La mayor providencia de Dios para la humanidad es el poder y la presencia del Conocimiento que ha sido dado a cada individuo. Porque el Dios de todo el universo no puede preocuparse por los asuntos humanos ni por los asuntos de ningún individuo en particular. Aun así, Dios habla a cada persona y ha creado una conciencia más profunda dentro de cada persona. Y la Voluntad de Dios puede fluir a través del Conocimiento dentro de cada persona. Es un milagro más allá de la comprensión humana. Está más allá del alcance del intelecto.
Sin embargo, hay otras fuerzas en la vida que apoyan el Propósito de Dios. Hay Poderes Espirituales en el universo que apoyan la Voluntad y el Propósito de Dios. Porque no sólo tienes el Conocimiento dentro de ti para guiarte, protegerte y prepararte para vivir una vida mayor en el mundo, sino que también tienes Maestros, que son parte de la Hueste Angélica que supervisa tu progreso y que, en ciertos momentos, te darán percepciones y enviarán ideas a tu mente para ayudarte y animarte a seguir tu conciencia, la conciencia más profunda que Dios ha puesto dentro de ti.
Tus Maestros no se revelarán a ti. Esto sólo ocurre en circunstancias muy raras. Porque no puedes comenzar a preocuparte con tus Maestros. No puedes obsesionarte con ellos, porque si lo haces perderás de vista lo que debes lograr aquí en el mundo y tus propias responsabilidades. Eso es más importante para mantener tus ojos enfocados hacia afuera, pero con el poder y la presencia del Conocimiento moviéndote.
El hecho de que tengas Maestros, supervisándote a ti y a otras personas, es muy significativo. Sin embargo, no pienses que tú tienes tu propio grupo de Maestros, como si tuvieras tus ángeles guías personales, porque ese no es en absoluto el caso. Lo que es cierto aquí es que aquellos que son tus Maestros —los cuales son miembros de tu Familia Espiritual que han sido asignados para velar por ti— también velan por muchos otros.
Es como si fueran jardineros y tú fueras una de las plantas que ellos cultivan y observan. No están contigo en todo momento. No permanecen a tu lado. No están disponibles cada vez que tú llames. Son como los médicos itinerantes en el campo, los cuales deben recorrer largas distancias para atender a sus pacientes. Pero si los invocas, o si pides guía, o preguntas para que la verdad te sea revelada, y lo pides con gran sinceridad, entonces ellos responderán.
La forma en que responderán estará determinada por tu naturaleza y tu nivel de desarrollo. Quizás se te ocurra una idea. Quizás tengas un sentimiento o veas una imagen. Quizás tengas una fuerte sensación de que se debe hacer algo o de que se debe evitar algo. En muchos casos, es tu Maestro hablándote. Pero, por supuesto, al nivel de tu propia conciencia, esto podría ser muy difícil de discernir porque tienes muchas motivaciones en tu mente.
No pienses que cualquier sentimiento profundo proviene del Conocimiento. No pienses que cualquier pensamiento creativo proviene de tus Maestros. Hasta que puedas alcanzar una posición más alta en la montaña de la vida y ver el panorama con más claridad, será difícil, e incluso imposible, notar realmente la diferencia. Pero existe una diferencia.
Lo que el Conocimiento te indica tiene una consistencia. No depende de tus estados de ánimo, sentimientos o emociones, ni de las circunstancias de tu vida en particular. Si has sabido que necesitabas hacer algo y no lo has hecho, el sentimiento continuará cada vez que lo vuelvas a experimentar.
Eso no vacila. No cambia, mientras que tus deseos siempre están cambiando. Están pasando de una cosa a otra. Aunque estes obsesionado con una persona o una situación, sigue siendo algo muy temporal. Es la calma y la consistencia del Conocimiento lo que le da una de sus características distintivas, lo que lo distingue de todas las demás fuerzas, ambiciones y persuasiones en tu mente.
Las personas suelen asociar la conciencia con la culpa. Ellas han experimentado tener una conciencia culpable. Debido a esta asociación, las personas pueden querer evitar por completo toda el área de la conciencia, porque no quieren sentirse culpables. No quieren sufrir.
Es cierto que si haces algo que viola tu naturaleza o que va en contra del Conocimiento te sentirás culpable, sí, pero realmente esto es una señal de que estás avanzando en la dirección equivocada. Es una bandera que aparece para indicarte que estás a punto de cometer un grave error. Es una protección para ti.
Y, por supuesto, cuando estás haciendo algo que realmente es correcto para ti y que resuena con el Conocimiento en lo más profundo de ti, entonces te sentirás bien, te sentirás alegre, te sentirás fuerte y experimentarás tu propia integridad. Todo esto alude a una conciencia más profunda dentro de ti, la conciencia del Conocimiento.
Esta es muy diferente del tipo de conciencia que ha creado tu propio condicionamiento social. Si no sigues los modos de tu cultura, te sientes culpable. Bueno, esa es una conciencia creada por tu cultura y no tiene nada que ver con el Conocimiento dentro de ti, o la conciencia más profunda del Conocimiento que Dios ha puesto dentro de ti para ser tu guía y faro. Si no sigues las costumbres sociales de tu tribu o nación y te sientes raro, incómodo y culpable, pero no se trata del Conocimiento.
Pero si haces algo perjudicial para ti mismo o para otros, o si haces algo que transgrede tu naturaleza más profunda y te sientes incómodo y culpable, eso tiene que ver con el Conocimiento. Es el Conocimiento diciéndote: «No hagas eso. Eso no es correcto para ti ni para los demás». Esto va mucho más allá de lo que tu condicionamiento social te haya dictado a lo largo del tiempo. Es una experiencia completamente diferente.
Los Maestros que te son asignados son parte de la Hueste Angélica, pero ellos tienen grandes responsabilidades. Están supervisando a cientos de individuos. No son tus asistentes personales. No puedes quedarte con ellos cuando quieras. No se sientan en tu hombro todo el día y susurran a tu oído.
Hay muchas nociones fantasiosas sobre los ángeles; se piensa que los ángeles son pequeñas mujercitas encantadoras que revolotean disparando flechas de amor a los corazones de las personas; que los ángeles son etéreos, gentiles, femeninos y dulces.
Esto es una fantasía, completamente. Tus ángeles son tanto masculinos como femeninos, son poderosos, fuertes y contundentes. Pueden ser muy desafiantes contigo. No siempre son gentiles; no siempre parecen ser amables y tranquilizadores. Si quieres una niñera, bueno, entonces tendrás que usar tu imaginación, porque la realidad de tus Maestros es algo completamente distinto.
No los experimentarás directamente, excepto en circunstancias muy raras y enfrentando situaciones muy raras. Es posible que nunca tengas alguna experiencia directa de quiénes son, porque ellos no pueden convertirse en el centro de tu atención. Si te enamoras de tus Maestros, no podrás funcionar en el mundo, no atenderás adecuadamente tus deberes ni tus responsabilidades aquí. Y tu imaginación comenzará a evocar conversaciones con tus Maestros, imágenes y mensajes de tus Maestros, y antes de que te des cuenta, estarás creando toda una realidad para ti que nada tiene que ver con la realidad de la vida.
Sin embargo, en este momento, es importante saber que tienes un apoyo poderoso, pero este apoyo no te animará a hacer cosas que vayan en contra del Conocimiento dentro de ti. Tus Maestros no están aquí para darte lo que deseas, ni para cumplir tus deseos y ambiciones, ni para protegerte de todas las dificultades de la vida, ni para librarte de las consecuencias de tus errores.
Quizás quieras riqueza y belleza, consuelo y reafirmación, pero tus Maestros no están aquí para darte esas cosas. Ellos proporcionan lo que es esencial para tu misión y tu viaje en la vida.
Su reafirmación tiene ese propósito. Su consejo tiene ese propósito. Ellos están aquí para apoyarte a reconocer, experimentar y expresar tu propósito mayor al venir al mundo. Ese es su único enfoque.
Si quieres que te den otras cosas, serás decepcionado. Y si piensas que te están dando otras cosas, entonces podrás estar seguro de que estás siguiendo tu imaginación y no la realidad de tus Maestros.
Es importante ver a las Huestes Angélicas, a quienes encontrarás y experimentarás, como Maestros y no simplemente como los que consuelan o los que crearán milagros para ti. Cuando la gente confía en los milagros, se pierde algo. Su situación se ha vuelto desesperada o realmente no están asumiendo la responsabilidad de las acciones que deben tomar. Y por eso se han rendido y ahora deben confiar en los milagros. Las personas muy pobres confían en los milagros porque no tienen poder social, porque no pueden efectuar ningún cambio significativo en su entorno.
El verdadero milagro es el poder y la presencia del Conocimiento dentro de ti. Tus Maestros están aquí para alentarte y promover el desarrollo de una conexión y de una relación con el Conocimiento como la base de tu vida, como la fuente de tu certeza y dirección.
Tus Maestros no están aquí para reemplazar eso, y por esto no puedes volverte tan dependiente de ellos, pensando para ti mismo: «Oh, mis Maestros me dijeron esto», y «Mis Maestros me dijeron aquello», o «Mis Maestros están guiándome aquí» y «Mis maestros están guiándome allí». Si empiezas a pensar así, entonces realmente estás perdiendo el punto.
Es el Conocimiento dentro de ti el que debe volverse fuerte. Y tú debes volverte fuerte y competente, sabio y perspicaz, para recibir el poder y la presencia del Conocimiento, y llevarlo con éxito en el mundo, en un mundo donde el Conocimiento es desconocido y no es respetado.
Por eso tus Maestros no pueden ser el énfasis. No puedes saltarte tu responsabilidad fundamental y depender de una fuerza espiritual para que te guíe, te aconseje y te proteja.
No pienses que tienes un ángel guardián que siempre está contigo, supervisándote, como si tu fueras un niño pequeño y este fuera como tu madre o tu padre. Porque tus verdaderos Maestros tienen muchas responsabilidades y muchos individuos a quienes supervisar.
Es como si fuerais bebés en una gran guardería, y ellos estuvieran supervisando a todos para ver cómo os desenvolvéis y cómo avanzáis, y os animan a cada uno cuando sea necesario. Pero nunca pienses que tus Maestros reemplazarán al Conocimiento como fuente de poder y de guía en tu vida, porque eso sólo te confundirá y te desorientará.
Existen muchas fuerzas más allá de tu rango visible. Hay presencias que no puedes tocar, pero puedes sentir. Puedes sentir la presencia de tus Maestros, y esa es una de las indicaciones de que están cerca de ti. Pero no se acercarán demasiado a ti, porque si lo hacen su presencia te abrumaría y eso podría asustarte e incluso aterrorizarte. Ellos permanecerán a cierta distancia porque son poderosos, mucho más poderosos que tú en este momento.
No puedes tener una historia de amor con ellos. No puedes proyectar en ellos todo lo que realmente necesitas de otras personas, o no reconocerías tus verdaderas responsabilidades aquí.
Tus Maestros están asesorándote, pero a cierta distancia, con cuidado de no acercarse demasiado ni ejercer una influencia demasiado grande sobre ti. Es cierto que pueden hablar directamente a tu mente en momentos de gran crisis o decisión, pero esto ocurre raramente. Tú tienes una conexión intrínseca con tus Maestros. Aunque ellos estén lejos y no en tu proximidad, es como si siempre tuvieras una línea de comunicación con ellos.
No obstante, como ocurre con tantas otras cosas, la gente tiene mucha confusión y malentendidos respecto a la Presencia Angélica. Las personas afirman que sus Maestros o sus ángeles les han dicho esto o los han guiado a hacer aquello, pero realmente tendrías que utilizar un discernimiento profundo para distinguir la verdad de la falsedad en estas afirmaciones.
Por eso es mejor no hablar con otras personas sobre tus experiencias de tus Maestros. Es extremadamente personal y está destinado a ti, quizá únicamente a tu cónyuge o pareja, o a alguien que haya sido un estudiante del Conocimiento durante mucho tiempo con quien estés estrechamente alineado; sólo entonces sería apropiado hablar sobre tus experiencias. Esto nunca debe ser parte de una conversación casual y nunca debes revelar estas experiencias a un extraño.
Cuando haces eso, pierdes parte del poder y la potencia de tu experiencia inicial. No utilices esto como una forma de conectar con otras personas, ni de impresionar a otras personas, ni siquiera para tratar de ayudar a otras personas. Porque en verdad, cualesquiera que sean las experiencias que hayas tenido con la presencia de los Maestros, siguen siendo misteriosas y están más allá de toda definición. Si las tratas de manera informal pierden misterio y poder para ti, y tú pierdes reverencia por ellas.
Por tanto, sé discreto. No compartas de manera informal tus experiencias más profundas con nadie. Guárdalas para las personas con las que tienes un vínculo profundo y duradero, personas que realmente puedan apreciar la naturaleza de esta experiencia y de este contacto más profundos.
Para complicar aún más la situación está la presencia extraterrestre en el mundo actual, que está intentando hablar en las mentes de las personas, tratando de disfrazarse de agentes espirituales, de seres iluminados, de redentores de la humanidad.
Si tienen acceso a tu mente, proyectarán pensamientos e imágenes en tu mente porque eso representa poder en el entorno mental. Ése es su poder, el poder de la persuasión. No tienen poder militar; no pueden usar la fuerza en el mundo y, por eso, dependen de la influencia. Y sobre los individuos que han capturado, a quienes han convertido para su propósito, tendrán una influencia inmensa.
Por eso el Nuevo Mensaje de Dios enfatiza el poder y la presencia del Conocimiento, porque el Conocimiento es la única parte de ti que no puede ser engañada, que no puede ser manipulada y que no puede ser controlada por ninguna fuerza, ya sea mundana o de más allá del mundo.
Aún no comprendes la importancia del Conocimiento. No es simplemente una fuente de sabios consejos para ti. No es solo la parte de ti que es confiable y que puede ver con claridad. Este representa tu seguridad y tu protección frente a fuerzas oponentes que tienen un inmenso poder de influencia sobre las mentes de tantas personas en el mundo actual.
Vivir en la realidad física es vivir en un entorno de fuerzas oponentes. Por tanto, es necesario ganar madurez para poder discernir estas fuerzas y distinguirlas eficazmente. Si sigues todo lo que te viene a la mente, serás esclavo de otras fuerzas y tu vida será una calamidad tras otra.
Se trata de discernir en qué pensarás, de elegir cuidadosamente lo que harás y con quién estarás, y en qué formas de acción y en qué actividades te involucrarás. Aquí debes aportar gran claridad y objetividad a tu propia experiencia, lo cual es algo que muy pocas personas han hecho. Tus Maestros te apoyarán en esto, porque esto es fundamental.
Entonces no reclames milagros ni te digas a ti mismo que estás siendo guiado en todas las cosas, porque esa es una suposición tonta. De hecho, operar en la vida en estos tiempos es hacerlo en un ambiente con muchos peligros y muchas elecciones difíciles. Existen muchas influencias, tanto humanas como de otro tipo, que fácilmente podrían desviarte, fomentando actividades y asociaciones que serían muy dañinas para ti y que te distanciarían de tu propio poder y de tu propio discernimiento del Conocimiento dentro de ti.
No es que debas ser temeroso al entrar en el mundo, sino cauteloso y discerniente, vigilante y tan objetivo como puedas ser. Esto es lo que hacen los animales porque se dan cuenta que su entorno tiene peligros, tanto peligros como oportunidades. Lo mismo se aplica a los individuos, a la gente en todas partes. Ricos o pobres, existen peligros. Los pobres enfrentan muchos peligros que están mucho más a mano, que son parte de su experiencia diaria. Pero los ricos tienen otros tipos de peligros, que son más difíciles de discernir y de naturaleza más sutil.
Los gobiernos intentan influir en ti, las religiones intentan influir en ti, los intereses comerciales intentan influir en ti, tu familia intenta influenciarte, incluso la Intervención de razas de más allá del mundo bien puede centrarse en ti e intentar influenciarte.
¿Cómo podrías pensar con claridad en semejante entorno de influencia? ¿Cómo podrías tomar una decisión acertada cuando hay tantas fuerzas que te empujan a tomar otras decisiones?
Éstas son preguntas importantes y retornan al problema fundamental. El problema fundamental es que aún no estás conectado con el Conocimiento y, por lo tanto, estás sujeto a toda la gama de influencias de tu entorno, y al poder y la persuasión del condicionamiento social que se ha inculcado en tu mente desde el día en que naciste.
Serás esclavo de estas fuerzas, y ya lo eres, hasta que puedas obtener acceso al Conocimiento y asegurar tu liberación, porque el Conocimiento no está limitado por ninguna de estas cosas. Y el Conocimiento es inmune incluso a las persuasiones más poderosas del universo.
Esa es la parte de Dios dentro de ti. Pero no piensa como tu mente piensa. No compara ni contrasta. No juzga ni evalúa. No critica ni condena. El Conocimiento dentro de ti avanza hacia ciertas cosas y se aleja de otras, sin condenar.
Tus Maestros están aquí para ayudarte a construir un puente desde tu mente mundana hasta la Mente más profunda que Dios ha colocado dentro de ti. Ese es el propósito de tus Maestros. Cualquiera que sea el consejo que te puedan dar a lo largo del tiempo, sin importar con qué frecuencia experimentes su presencia en tu vida, es con este propósito: para contrarrestar las fuerzas e influencias negativas del mundo que te rodea y ayudarte a construir una conexión más profunda. O, dicho en otras palabras, ayudarte a subir la montaña de la vida para que puedas ver la verdad, más allá de las copas de los árboles. Más allá de la obstrucción del paisaje, podrás elevarte lo suficientemente alto como para ver con claridad.
Esa es la Providencia; tener el Conocimiento dentro de ti y tener la presencia de los Maestros es providencial. Pero, como todas las cosas en este mundo, esto debe ser aclarado. Porque todo lo sagrado y profundo se adultera en el mundo. Se asocia a otras cosas. Se corrompe por las ambiciones, los deseos, los miedos y los agravios de la gente. Por eso debe haber una clarificación constante.
Es como limpiar tu ropa. Tienes que seguir haciéndolo, o se ensuciarán y no te servirán para vestirlas. Por eso tu comprensión espiritual tiene que pasar por una limpieza constante, o acumulará la suciedad del mundo, la corrupción de las percepciones de las personas, la corrupción de tu propia incomprensión.
Tienes que seguir limpiando el espejo o no serás capaz de verte. Tienes que seguir limpiando tus ventanas o no serás capaz de ver a través de ellas con ningún grado de precisión. Tienes que seguir clarificando y purificando tu conciencia y comprensión espiritual debido a los poderes corruptores del mundo, y además ahora debido a las influencias corruptoras de aquellas razas del universo que están aquí para aprovecharse de una humanidad débil y dividida.
Estás viviendo en un mundo de fuerzas enfrentadas. Eso es lo que distingue la vida física de tu Antiguo Hogar, del que has venido y al que regresarás. Esa es una realidad donde no hay fuerzas oponentes. Pero aquí en el mundo hay fuerzas oponentes y debes discernirlas correctamente. Aquí es importante no estudiar el mal, porque el mal es seductor y le encanta que lo estudien.
El Conocimiento dentro de ti te indicará lo que es valioso y lo que no, lo que es seguro y lo que no, con quién ir y con quién no, a que entregarte y a que no.
Sin el Conocimiento, podrías ser captado por ciertas cosas. Podrían intrigarte ciertas cosas. Podrías ser atraído por otras cosas. Te apegarías a personas, lugares y posesiones que no representan tu verdadero destino y propósito en el mundo. Y podrías dedicar toda una vida a intentar realizarte a través de esas personas, de esos lugares o de esas cosas, sin ninguna posibilidad de éxito. Tal es la tragedia de la experiencia humana.
El camino es difícil porque hay muchas otras atracciones y hay muchas otras fuerzas convincentes que apelan a tus deseos y miedos; atrayéndote con encanto, belleza y riqueza, o aterrorizándote con violencia y malas intenciones.
Sólo el Conocimiento puede mantenerte enfocado en el camino que debes seguir, y tus Maestros están aquí para ayudar a guiarte en ello, proveerte seguridad adicional y brindarte la realidad de que no estás solo en tu mayor misión en la vida.
Incluso si no hay nadie más contigo en esto, incluso si aún no has encontrado a tus verdaderos aliados en la vida —esos que compartirán un mayor propósito y misión contigo—, tú tienes a tus Maestros porque no estás solo. Dios no te enviaría a un ambiente tan difícil sin una gran ayuda. Tú tienes esa gran ayuda.
Para experimentar la presencia de tus Maestros, debes aprender a volverte quieto y observador. Debes calmar tu mente y aprender a enfocarla. Volverte sensible a tu entorno y a las presencias que llenan ese entorno, ya sea que estas presencias tengan forma física o no. Debes desarrollar una mayor sensibilidad y un mayor discernimiento.
El Nuevo Mensaje de Dios ha proporcionado el entrenamiento en Pasos al Conocimiento para permitirte desarrollar esta sensibilidad y conciencia. Eso es muy importante. Sin eso, serás impulsado por tus miedos y deseos, y serás arrastrado por las intenciones de otras personas, arrastrado por la marea de la obsesión y la compulsión humana.
No estás solo en tu mayor viaje. Tienes poderosas Fuerzas Espirituales para asistirte, pero sólo pueden ayudarte si tú estás moviéndote en la dirección correcta. Sólo pueden darte lo que fueron enviadas a darte, no te darán que quieres o lo que puedas desear de ellas.
Estas representan un conjunto mayor de relaciones, tanto dentro como más allá de este mundo, que representan a tu Familia Espiritual, tu grupo de trabajo. Tus Maestros son miembros de alto rango de tu Familia Espiritual. Ya han completado su trabajo en la realidad manifiesta. Ahora deben dedicarse a ayudar a quienes quedan atrás. Han subido la montaña que tú debes escalar. Ahora ellos deben bajar y ayudar a los demás a subir.
Una vez que hayas alcanzado la grandeza, debes contribuir tu grandeza a otros. Una vez que hayas cumplido tu misión en la realidad física, debes ayudar a otros que están tratando de encontrar la suya. Esto es parte del Plan de Dios. Es un Plan que afecta la vida en todo el universo, en todas las dimensiones, en todas las realidades.
Así que, no es como si te iluminaras, y vas a Dios y vives en Dios eternamente en un estado de éxtasis. No. Una vez que hayas desarrollado las habilidades y la conciencia adecuadas y te hayas graduado de una vida de conflicto y fuerzas opuestas, entonces deberás servir a otros que permanecen atrás.
Hacerlo no será algo adverso a tu naturaleza. Será completamente natural. De hecho, el Conocimiento dentro de ti te lo indicará porque eso es parte de tu responsabilidad hacia la Creación misma.
Tus Maestros saben lo que es estar en la vida manifiesta. Conocen las dificultades y los retos. Reconocen las fuerzas oponentes. Entienden tus propias tendencias que podrían llevarte a aceptar esas fuerzas adversas. Ellos entienden tu naturaleza y tu temperamento, tus fortalezas y tus debilidades.
Ellos amplifican para ti el poder y la presencia del Conocimiento porque fundamentalmente el Conocimiento es lo que te une en relaciones. Y aunque todavía no seas consciente de ello, ya estas unido a tus Maestros. No es necesario que establezcas una relación con ellos. Sólo tienes que crear una conciencia de la relación que ya existe.
Esta relación no se será sobre pasatiempos, intereses y distinción de personalidades. No tratará de todas las cosas triviales sobre las cuales las personas construyen su sentido de sí mismas y sus asociaciones con otras personas.
Este vínculo es profundo e intrínseco. Tiene propósito, significado y dirección y, por lo tanto, sirve como modelo para establecer relaciones más profundas con otros en el mundo; con otras personas y con el mundo mismo. En esto, tus Maestros sirven como demostración de lo que realmente es una verdadera relación; una relación que se construye sobre el propósito, el poder y el logro en la vida.
Aquí la afinidad es profunda, el reconocimiento es total. Es profundo y completo para tus Maestros, pero aún no lo es para ti. Porque aún no has ganado la habilidad y el deseo de la verdad, el discernimiento y la conciencia para comprender que no estás solo en el mundo y que has venido aquí con un propósito superior.
Tus Maestros seguirán siendo misteriosos. No pienses que puedes describirlos. No les des nombres ni describas su personalidad ni sus rasgos, porque esto será tu imaginación. Incluso si ellos te dieran sus nombres, seguirían siendo misteriosos porque siendo misteriosos pueden tener mayor influencia y brindarte mayor asistencia.
Ellos no son parte de tu círculo de amigos. No tienes una relación informal con ellos. No tienes una relación superficial con ellos. Son muy serios en sus intenciones. Se toman muy en serio su relación contigo. Están comprometidos con ello. Tienen claro su propósito, su función y su valor. Su intención es que, con el tiempo, tú consideres esta relación de la misma manera, que construyas relaciones con otras personas que tienen estas cualidades fundamentales, y que tu vida no sea una búsqueda trivial, sino un compromiso profundo y significativo.
En realidad, no hay un pueblo elegido. Dios no favorece a un grupo sobre otro. Dios no bendice a uno y priva al otro. Mucha gente ora por cosas que privarían a otras personas. Oran por estas cosas sin darse cuenta. «Dios, dame estas cosas que quiero. Dame riqueza y consuelo». Pero ellas no son conscientes de que su oración podría en realidad privar a otras personas o crear, sin que saberlo, grandes dificultades en otros lugares; ellas quieren de la vida cosas que podrían alterar el equilibrio de la vida y causar gran angustia a otras personas en otros lugares.
Sin duda, si tu vida está en peligro, clama por ayuda. Por supuesto, si te enfrentas a una privación real, pide asistencia y apoyo. Ciertamente, si un ser querido está en peligro, pide protección y revitalización para esa persona. Si tu nación enfrenta una amenaza de agresión, ora por la paz y la moderación. Todas estas son peticiones genuinas y son atendidas por la Presencia Angélica.
El servicio a la humanidad y a todas las demás razas del universo lo realiza la Presencia Angélica que está asignada a sus respectivos mundos. Por eso tu noción de los ángeles, e incluso del Cielo, está tan ridículamente limitada a una realidad humana que realmente no puedes concebirla con precisión.
El Cielo está lleno de foráneos. ¿Seguiría siendo el Cielo para ti si estuviera lleno de otros seres que ni siquiera se parecen a ti? ¿O eso te haría sentir incómodo y despertaría sospechas, juicios y prejuicios en tu interior? No es que cada raza tenga su propio Cielo único, donde hay un Cielo para los seres humanos y, además, hay un Cielo para todas estas otras razas; millones y millones de Cielos.
Por eso el viaje que tienes por delante es grande y largo. Incluso, continúa más allá de esta vida. Se trata de desarrollar la capacidad para dimensiones de relación cada vez mayores, porque ¿qué es el Cielo sino la dimensión última de la relación? Si apenas puedes tener una relación contigo mismo, si te esfuerzas por tener una relación con alguien más, bueno, claramente aún no tienes la capacidad de estar plenamente en tu Antiguo Hogar.
Dios no agitará una varita sobre ti y disolverá tus limitaciones porque Dios no creó tus limitaciones. Eres tú quien debe superarlas con el tiempo, a través de muchas circunstancias, mediante un gran servicio y mediante la acumulación de verdadera sabiduría.
El viaje es grande. Mucha gente piensa que si eres un buen chico o una buena chica irás al Cielo. Si eres malo, vas al Infierno y eso es todo. Pero eso es una total ignorancia. No tienes idea de lo que realmente significa regresar a tu Antiguo Hogar y lo que eso requeriría de ti.
Si todavía deseas vivir en Separación, si todavía quieres ser un individuo distinto y separado, Dios no vendrá y destruirá eso. Aunque, en última instancia, ese sea el camino del sufrimiento y la disociación, Dios no va a destruirlo. Así que, cuando puedas recuperar la relación contigo mismo y emprender el largo y multifacético viaje que esto requerirá, superarás esa necesidad de estar separado y apartado. Y eso te preparará para tu Antiguo Hogar. Es un gran viaje de retorno. Ciertamente, no termina con esta vida. Esta vida es sólo un capítulo de una historia mucho mayor.
La comprensión que la humanidad tiene de la religión y de Dios es necesariamente muy limitada. La humanidad no sabe nada de la Comunidad Mayor de vida en la que siempre ha vivido. Piensa en Dios en términos de valores humanos, imágenes humanas, comportamiento humano y cualidades humanas. Ciertamente, eso es limitado dentro del contexto más amplio de la vida en el universo.
Si Dios es el Autor de toda la vida en el universo, entonces claramente estás tratando con un Dios que no está limitado por las cualidades y los valores humanos. Y si el Cielo incluye toda la Creación, y si los separados incluyen a todos los que viven en la vida manifiesta en el universo, entonces el panorama es mucho más amplio. Ya no es una historia para niños.
Cruzar el umbral de vivir simplemente en un mundo —con un Dios, un Cielo, un Infierno— a emerger a la conciencia de una Comunidad Mayor es un inmenso umbral de comprensión. Es entrar en un paradigma de experiencia completamente nuevo, un paradigma de experiencia que no se puede agotar. Es como pasar de ser un niño a ser un adulto.
El viaje que tienes ante ti es grande y largo, con muchas etapas y muchos capítulos. Cada uno es necesario y significativo. Pero, esto no debería preocuparte ahora, porque tu misión es establecer una base en este mundo, una base estable construida sobre el Pilar de las Relaciones, el Pilar del Trabajo, el Pilar de la Salud y el Pilar del Desarrollo Espiritual; los Cuatro Pilares de tu vida. El Nuevo Mensaje de Dios revela lo que significan esos Cuatro Pilares y cómo se pueden cultivar.
Estás aquí para un mayor propósito. Un propósito que debes comenzar a discernir y descubrir, a experimentar y expresar. Y eso requerirá muchas etapas y muchos cambios en tu vida. Esto requerirá relaciones de una naturaleza superior, relaciones que representen tu propósito superior. Requerirá que desarrolles una conexión profunda con el Conocimiento y que puedas recibir el consejo de tus Maestros, para que puedas progresar y para que las fuerzas oponentes en este mundo no te alejen ni te obstruyan.
La Providencia está en ti, contigo y a tu alrededor; esperando ser experimentada, esperando ser seguida, esperando por ti.