Como fue recibido por
Marshall Vian Summers
en enero 23, 2009

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Puede ser difícil romper viejos hábitos. Puede ser difícil dejar de lado las cosas que han estado contigo durante mucho tiempo: preocupaciones, comportamientos, actividades, intereses, pasatiempos, etc. Las personas pueden aferrarse a estas cosas mucho después de que hayan dejado de tener un significado real, si es que alguna vez tuvieron un significado real.

Las personas hablan de cambio. Ellas señalan cuánto han cambiado, o que quieren cambiar. Sin embargo, debes preguntarte: «¿Acaso las personas realmente cambian, o los cambios que hacen son más de naturaleza cosmética o circunstancial?».

El verdadero cambio es un cambio de corazón. Y un cambio de corazón cambia tu enfoque, tus prioridades y, como consecuencia, tu relación con muchas cosas. Un cambio que no sea de corazón no es realmente un cambio. Es solo de índole cosmético. Se ve diferente, suena diferente. Pero en el interior aún no ocurrido un cambio real.

Es este cambio de corazón lo que es tan esencial. Esto es lo que te dará el poder de romper tu adicción a cosas, tu asociación con cosas y te ayudará a reevaluar tu posición con respecto a todos y a todo.

El cambio real ocurre bajo la superficie. No es algo que ocurra a nivel intelectual. Es un cambio a un nivel más profundo. Y como consecuencia, con el tiempo te das cuenta de que tus valores y tus prioridades están cambiando. La forma en que te sientes contigo mismo y tu situación están cambiando. Ahora estás buscando cosas diferentes. Estás perdiendo interés en las cosas que antes te fascinaban.

Para romper realmente una adicción debes tener un enfoque diferente para la mente, el cual debe realmente consumirlo todo. E Incluso puede parecer otra adicción. Pero debe ser lo suficientemente fuerte como para desplazar y reemplazar lo que anteriormente ha cautivado a tu mente y lo que todavía tiende a cautivar tu mente.

En lugar de ser adicto a una droga, te vuelves adicto a Dios. Te vuelves adicto a la experiencia del Conocimiento dentro de ti, la Inteligencia más profunda que Dios ha puesto dentro de ti. Te vuelves adicto a servir a los demás. Te vuelves adicto a mantener tu salud. Esta nueva adicción puede ser temporal, pero sirve como un puente, ya ves.

Puedes cuestionar tus motivaciones sobre tus adicciones actuales. Puedes tratar de entender lo que creó esas condiciones. Puedes ganar una perspectiva psicológica respecto a tus comportamientos. Es posible que veas una conexión entre los primeros eventos de tu vida y los tipos de fijaciones que te persiguen ahora. Pero eso no significa que realmente puedas dejarlas ir, ni que tendrás la fuerza y la capacidad para hacerlo.

Una adicción es un reemplazo para las relaciones reales. Esta es una definición de la adicción muy útil. Es un reemplazo de la relación real contigo mismo, con otras personas y con el mundo.

Las personas pierden su relación consigo mismas y deben reemplazarla con algo. Ellas deben tener algo a lo que  dedicarse, que ocupe su enfoque y su tiempo. Y así, en lugar de lo que es real y significativo, ellas han elegido un sustituto. Y esos sustitutos, como mínimo, consumen la atención y, en el peor de los casos, destruyen la propia vida.

Si una adicción ha llegado a esta etapa de avance, entonces debe ser reemplazada por algo de igual vigor y fuerza. Ahora debes volverte adicto a algo diferente, que apunte tu vida en la dirección correcta, que reafirme tus habilidades naturales y tu valor innato. Todavía es obsesivo, por supuesto, porque aún no has alcanzado un equilibrio real dentro de ti mismo. Pero como reemplazo, si puede atraer suficiente atención y enfoque de tu parte, entonces puede servir para alterar el curso de tu vida y alejarte de comportamientos autodestructivos y sin sentido.

Es por eso que ciertas personas que eran adictas a las drogas u otro tipo de fantasías se vuelven hacia la religión con tanta firmeza, con tanto fervor. Pues ellas están tratando de reemplazar una adicción por otra. Quizás eran adictas a las drogas y ahora son adictas a Jesús o a Mahoma o a la iglesia o a la mezquita. Todavía son adictas, lo que significa que su vida todavía está desequilibrada, y todavía son propensas a tomar decisiones excesivas e imprudentes. Pero están intentando cambiar su vida a un plano diferente, y están usando la religión o las creencias, o las vidas de los grandes emisarios, como un medio para hacerlo.

Tu adicción al romance, tu adicción a tus fantasías sobre tus pasatiempos, tus adicciones a ciertos tipos de alimentos o actividades deben ser reemplazadas por algo de igual o mayor importancia. No puedes simplemente disolver una adicción a través de la comprensión y el reconocimiento. Debes reemplazar esa adicción por otra cosa. De lo contrario, estarás luchando continuamente, intentando evitar, negar y repudiar tus conductas y tendencias obsesivas. Ellas todavía están operando dentro de ti a pesar de que entiendes lo que son y que puedas pensar sobre ellas con objetividad.

Una persona que ha sido adicta a la mala comida y se ha vuelto poco saludable y con sobrepeso puede volverse adicta a la salud y al atletismo. Pero tarde o temprano tendrá que lidiar con los verdaderos Cuatro Pilares de su vida: el Pilar de la Salud, el Pilar de las Relaciones, el Pilar del Trabajo y la Provisión y el Pilar de su Desarrollo Espiritual.

La adicción y la obsesión ocurren cuando estos Cuatro Pilares no se atienden adecuadamente. Por eso la obsesión y la adicción representan una vida fuera de armonía y de equilibrio. La enseñanza sobre los Cuatro Pilares y enfocar la vida basándose en los Cuatro Pilares es el antídoto perfecto contra la obsesión y el comportamiento obsesivo porque eso requiere mucho trabajo, mucho cuidado y mucha atención a todos los elementos fundamentales de tu vida —los cuales caen en uno o varios de estos Pilares— por lo que no tendrás tiempo para ser obsesivo o compulsivo. Estás asumiendo una vida que requiere que seas responsable todo el tiempo, que estés atento y consciente todo el tiempo.

Entonces, incluso si reemplazas una adicción poco saludable con algo que es más saludable, tarde o temprano debes lidiar con los Cuatro Pilares de tu vida. Esto es lo que realmente comienza a establecer una base nueva y sólida para ti, y pone distancia entre tú y tu anterior existencia, y todas las tribulaciones que fueron creadas allí.

Si has sido una persona obsesiva o adicta a sustancias u otras cosas, debes reconocer que tienes un carácter compulsivo-obsesivo. Y ahora debes manejar esa naturaleza. No puedes hacer que desaparezca. No puedes disolverla diciéndote a ti mismo que se acabó. No puedes reemplazarla con pensamientos felices, ni siquiera con creencias religiosas. Tendrás estas tendencias vigentes. No puedes borrarlas, pero debes aprender a manejarlas. Y la gestión, la autogestión, es el tema aquí.

Si te dedicas a alguna actividad que no está en consonancia con tus valores, entonces estás generando conflicto y estás perdiendo energía por ello. Te está robando la vida. Te está robando el tiempo. Te está robando la confianza en ti mismo. Te está robando tu autoestima. Te está alejando del enfoque real de tu vida y de tu capacidad para descubrir el propósito superior que te ha traído al mundo.

Por eso debes manejar las tendencias obsesivas. Si puedes, reemplázalas con actividades más beneficiosas. Cambia tu inseguridad y tu falta de estabilidad, que impulsan tu obsesión personal, enfocándote en otras cosas que sean exigentes contigo. Pero estas deben ser reemplazos poderosos.

Si eres un comedor compulsivo, tendrás que ser un atleta compulsivo para corregir estas tendencias. Pero eso es únicamente el comienzo de tu transición. Luego debes enfocarte en los Cuatro Pilares de tu vida, cada uno de los cuales requerirá una cantidad considerable de tu tiempo de manera regular.

Si tus comportamientos no están en armonía con tus valores, esto generará conflictos y dudas en tu interior. ¿Cuáles son los comportamientos en los que ahora te involucras que no están en armonía con tus valores o con tu sentido de integridad? Escríbelos y concéntrate realmente en ellos. ¿Ves qué tipo de comportamientos o actividades —que estarían acordes con tus valores y con tu sentido de integridad— podrían reemplazar estas cosas?

Integridad significa que eres una sola persona: eres la misma persona en todas las situaciones, con solo ligeras modificaciones para la adaptabilidad social; que eres guiado por un verdadero impulso dentro de ti mismo; que no te estás moviendo en muchas direcciones a la vez; que estás unificado y armonizado dentro de ti mismo.

Pero para alcanzar este estado de integridad, se requiere que tu forma de pensar, tu comportamiento y tus asociaciones con otros estén en consonancia con tus valores reales. Tus valores reales son diferentes a los valores sociales, que se te han inculcado desde la infancia. Los valores reales son tus auténticos valores, aquellos están en armonía con el Conocimiento [la inteligencia más profunda] dentro de ti.

Puede que tengas que hacer concesiones en tu trabajo, pero no debes hacer concesiones serias en tus relaciones con los demás. No debes hacer concesiones con respecto a tu comportamiento y actividades personales.

Si te transgredes a ti mismo, te sentirás quebrantado y estarás enojado y frustrado. Y esa ira y esa frustración se proyectarán sobre otros en forma de acusaciones, reproches y condenas. Odiarás a otros por las cosas que tú mismo no puedes lograr. Señalarás con el dedo los fracasos de otras personas porque estos representan los tuyos. Todo el mundo tiene mucho trabajo que hacer en este sentido. Nadie está exento.

Hay tan pocas personas que sean fuertes en el Conocimiento —cuyas vidas estén realmente integradas, que estén realmente en armonía consigo mismas en sus vidas— que casi no existen excepciones a lo que presentamos aquí. Las personas se contravienen a sí mismas de innumerables maneras, todo el tiempo, en todas partes. Se transgreden a sí mismas a través de su comportamiento, a través de sus asociaciones con otras, a través de sus ideas y creencias, a través de sus compromisos políticos y religiosos, a través de su comportamiento y sus normas personales. Esto tiene que ver contigo y con todos.

El Conocimiento dentro de ti realmente te da tus verdaderos valores, tus verdaderos estándares, porque en tu corazón sabes lo que está bien y lo que no. Y eso puede estar en grave conflicto con tu ideología o tus creencias, o con tu sumisión a las creencias de otros.

Las personas pueden ser adictas a las ideas tanto como a las drogas. Pueden ser adictas al romance. Pueden ser adictas a la adquisición de riqueza, a asumir riesgos y a ganar el juego. Hay incontables cosas a las que las personas son adictas, pero todas representan un sustituto del Conocimiento y una especie de compensación para una vida que está fundamentalmente desequilibrada y llena de inseguridad e incertidumbre. La manifestación de la adicción es tremenda y variada. Las personas pueden ser adictas a las cosas más inocuas o a las cosas más peligrosas.

Sabes que eres adicto cuando piensas que no puedes prescindir de algo de lo que realmente puedes prescindir. Hay necesidades esenciales como alimento, agua, vivienda, vestido y seguridad. Hay necesidades importantes que no son esenciales como el compañerismo, la sexualidad, los compromisos sociales, la expresión artística. Luego, están las necesidades que no son ni muy importantes ni esenciales, y esto incluye una amplia gama de actividades humanas.

Sabes que eres adicto cuando no puedes prescindir de algo que realmente no es esencial, cuando crees que no puedes funcionar sin algo que en realidad no es esencial para tu supervivencia y bienestar, especialmente si no cumple con los dos primeros criterios, que sea una necesidad esencial o que sea una necesidad importante que no es esencial. Más allá de esto, debes estar dispuesto a dejar ir cualquier cosa que se interponga en tu camino, o que esté impidiendo tu progreso, o que esté comprometiendo tu integridad.

Adicciones a la comida, adicciones a los placeres, adicciones a los lugares, adicciones a las personas, adicciones a ciertos tipos de personalidad, adicciones a la belleza, adicciones a la riqueza, adicciones al poder, adicciones a los pasatiempos, adicciones a los deportes, adicciones a las cosas que parecen ser saludables pero que en realidad se han vuelto obsesivas porque están desplazando a los demás Pilares de la vida de uno.

Aquí, una actividad saludable o un interés personal pueden crecer fácilmente más allá de los límites de su valor y beneficio, superando a una persona de manera gradual hasta que se encuentra a sí misma muy concentrada en eso, cuando en realidad es una cosa muy pequeña en su vida. Las personas se obsesionan con las actividades atléticas o con los deportes o con los pasatiempos que comenzaron como un interés saludable y ahora se han convertido en algo que domina más al individuo.

Puedes pensar en muchas otras situaciones que son obsesivas y adictivas porque las personas a tu alrededor están involucradas en muchas expresiones diferentes de este problema fundamental de no estar comprometido con el Conocimiento y de tener tu vida en desequilibrio y desprovista de integridad con tus valores más profundos.

Puedes comenzar a ver aquí que, si tienes una adicción realmente incapacitante, esta requerirá una forma de actividad muy fuerte para corregirla. Ir al terapeuta, hablar sobre ella y obtener una comprensión no será suficiente para superarla, dominarla y desplazarla de tu experiencia. Vas a tener que asumir algo que sea mucho más intenso y exigente, una actividad y no solo una comprensión, o un conjunto de actividades que sean tan incompatibles con tu antigua adicción que simplemente no puedas hacer ambas cosas en una vida. Por eso el remedio tiene que ser muy poderoso; tiene que ser muy exigente.

Si vas a pasar por la gran dificultad de liberarte de una adicción a una droga, que puede ser una adicción grave, o cualquier otra actividad incapacitante, esto requerirá un enfoque muy fuerte. Puede que tengas que dejar todas tus relaciones anteriores. Es posible que debas mudarte a un lugar muy diferente, ponerte en un conjunto de circunstancias muy diferentes de forma permanente para tener la oportunidad de construir una nueva vida y una nueva experiencia de ti mismo. Se requerirá un esfuerzo muy fuerte para corregir una vida de obsesión o comportamiento adictivo.

Hay casos raros en los que las personas simplemente pierden interés en algo y pueden escapar de estas fijaciones, pero esto tiende a ser infrecuente y excepcional en sí mismo. Con el surgimiento del Conocimiento, perderás interés en las cosas que no están en consonancia con tu naturaleza más profunda ni con tu propósito superior para estar en el mundo. La pérdida de interés aquí será gradual y progresiva. Pero para algunas personas, eso no será suficiente para superarlo, para romper las cadenas de la adicción.

Nosotros, por supuesto, recomendamos tomar los Pasos al Conocimiento como base para cualquier mejora necesaria en tu vida interior y exterior. Porque sin eso, estás confiando solo en las ideas, y las ideas no tienen el poder que tiene el Conocimiento. Las ideas por sí solas no tienen el poder de romper las cadenas de la adicción o los comportamientos obsesivos.

Lo que eso realmente significa es crear una nueva vida y derribar la vieja, porque no puedes poner una vida nueva encima de una vieja vida. Tienes que desmantelar en gran medida la vieja vida para ser capaz de construir otra diferente en su lugar. Esto requiere un gran esfuerzo y un gran coraje. Tienes que romper tu identificación con tus comportamientos, con tus ideas y con tu historia. Eso requiere mucho coraje y esfuerzo.

El Conocimiento te dará el poder para hacerlo y la inspiración para hacerlo, pero nunca pienses que será fácil ni rápido. No desmantelas una vida que has estado fortaleciendo durante décadas en cuestión de días, semanas, meses, ni siquiera en un año. Debes estar preparado para ponerte en circunstancias muy diferentes, alrededor de personas que presenten influencias muy diferentes, para poder realmente crear una nueva base para ti.

Porque ni siquiera la mejor semilla crecerá en suelo pobre; ni siquiera la planta más hermosa puede crecer en medio de un campo de malas hierbas. Debes encontrar suelo fértil. Y este suelo fértil es realmente tu entorno y tus relaciones.

Si permaneces con las mismas personas, será muy difícil crear un cambio real a menos que ellas cambien contigo y que apoyen tu cambio incondicionalmente. Las personas subestiman el poder de su entorno y de sus relaciones para influir en ellas y dominarlas. Pero nada crece en suelo pobre; nada prospera en aguas impuras. No puedes comenzar un nuevo viaje en la vida si tu vida anterior te mantiene en tu sitio.

Dios ha enviado un Nuevo Mensaje al mundo para la redención y protección de la humanidad. Este tiene el poder de sacarte de la adicción y prepararte para aprender a construir los Cuatro Pilares de tu vida, incluso si antes no los has construido lo suficiente. Ese es el Poder de Dios que reside en el Conocimiento dentro de ti, y es el Poder de Dios que está imbuido en el Nuevo Mensaje. No ha sido corrompido ni diluido por culturas o gobiernos o por el mal uso de individuos ambiciosos. Es puro. Es poderoso. Es real.

Estar con el Nuevo Mensaje de Dios es como si tuvieras la oportunidad de estar con un Jesús o un Mahoma o un Buda en tu vida, cuando la Revelación era real, fresca y pura, y no se había corrompido ni adaptada a la cultura, ni recubierta con la tradición y la ideología.

El Nuevo Mensaje tiene el poder de la redención, pero aún requiere que reemplaces tus obsesiones con nuevos comportamientos, que comiences a construir los Cuatro Pilares de tu vida y, fundamentalmente, que obtengas una conexión real con el Conocimiento dentro de ti mismo, e cual te dará la fuerza, el coraje y la determinación para comenzar un nuevo viaje en tu vida.

Las personas hablan de comenzar nuevos viajes, pero ellas se quedan donde están: con las personas a las que están acostumbradas, con las ideas a las que están acostumbradas, con las actividades y comportamientos a los que se han adaptado y donde ellas se sienten seguras. Entonces, realmente nada sucede. Es sólo una conversación; o tal vez un autoengaño.

Las personas piensan que realmente han cambiado cuando solo han cambiado algunas de sus ideas y nada más. Siguen siendo la misma persona con las mismas tendencias, las mismas debilidades, las mismas fragilidades, los mismos engaños, las mismas fantasías. Solo que ellas se ven un poco diferentes porque han cambiado su perspectiva al respecto.

Sin embargo, en realidad no han comenzado a desmantelar su experiencia anterior. Realmente no han roto los lazos que las mantienen en su lugar. Realmente no han comenzado la revolución que debe ocurrir dentro de ellas para iniciar una nueva vida, una nueva conciencia y una nueva experiencia de su ser. Para recibir un Nuevo Mensaje de Dios, tú pasarás por esta revolución. Y quizás ya la estés pasando.

Muchas personas han comenzado este proceso. Pero no han encontrado el refuerzo que necesitan, no han encontrado la inspiración que necesitan, no han encontrado las habilidades y la comprensión que necesitan para realmente comenzar de nuevo, para construir una base sobre el Conocimiento y no sobre ideas o conveniencia. Algunas personas saben que han progresado poco; otras piensan que han hecho grandes progresos cuando, de hecho, apenas han comenzado.

Sabrás que has progresado cuando tu vida esté en armonía con tus valores más profundos, y cuando hayas cambiado tu relación con todo, cuando hayas movido tu sentido de autoridad desde tus ideas y tu intelecto a la fuente más profunda del Conocimiento dentro de ti. Sabrás que realmente has comenzado de nuevo cuando busques el Conocimiento en los demás y cuando puedas contemplar el mundo sin condena.

Porque el Conocimiento te da esta presciencia, esta visión, esta conciencia. Cambiar de una ideología a otra, de un sistema de creencias a otro, no representa un cambio real de ningún tipo a menos que sea un cambio que haya ocurrido en un nivel más profundo dentro de ti, y a menos que genere un tipo muy diferente de orientación y comportamiento de tu parte.

Pasar de ser un partidario enojado y vengativo en la arena política a ser una persona enojada y vengativa en la arena religiosa no demuestra ningún cambio real, para nada. Solo estás expresando tu inestabilidad y aberración en un contexto diferente. Tu vida se ve diferente, suena diferente, pero en cierto sentido es exactamente la misma.

Así que no estamos hablando aquí de un cambio de imagen, o de un cambio de estilo, o de un cambio de retórica, o de un cambio de moda, sino de un cambio fundamental dentro de ti. Este te permite romper las cadenas de la adicción y comenzar a construir los Cuatro Pilares de tu vida, que te ocuparán por completo y liberarán tu mente una vez que tu vida esté en armonía con tus valores más profundos y con la realidad del Conocimiento dentro de ti.

Dios te está llamando a responder. Dios está llamándote a través del Nuevo Mensaje que Dios ha enviado al mundo, un Mensaje que no se parece a nada que se le haya dado antes a la humanidad, para preparar a la humanidad para un futuro que será diferente a todo lo que la familia humana en su conjunto haya tenido que enfrentar.

Pero este Llamado requiere una respuesta profunda de tu parte, un compromiso profundo para construir una nueva base en tu vida y una conciencia dentro de ti mismo de que esto es realmente lo que quieres y necesitas hacer. La verdad solo puede hablar a la verdad en ti, y al hacerlo, revelará todo lo que es débil, falso e innecesario. El Nuevo Mensaje de Dios hablará a lo que es verdadero e inherente dentro de ti, y al hacerlo revelará todo lo que es débil, falso e innecesario en tu vida.

Debes estar dispuesto a enfrentar eso, a aceptarlo, no solo como un reconocimiento, sino como algo que comprendes que es esencial. Porque si eres realmente honesto contigo mismo, comenzarás a ver que tu vida no está realmente donde debe estar y que ese es el caso para la mayoría de las personas. Ellas no están donde necesitan estar personalmente, en sus relaciones o actividades. Incluso geográficamente, podrían estar en el lugar equivocado, y por eso realmente no está pasando nada para ellas.

Responder a un Nuevo Mensaje de Dios y responder al propósito superior que te ha enviado al mundo requiere una especie de revolución dentro de ti mismo, donde tus antiguos dictadores sean derrocados y reemplazados por sabios consejeros; donde tu antiguo comportamiento y tus experiencias degradantes son reemplazadas por algo que es inspirador, significativo y productivo.

Aquí debes atender a los Cuatro Pilares de tu vida, que crearán equilibrio y fuerza. Porque tu vida es tan fuerte como el más débil de tus Pilares. Como las cuatro patas de una mesa, estos sostienen tu vida; la pata más débil determina la fuerza de esa mesa.

Todo el mundo tiene adicciones, grandes o pequeñas. Todas ellas emanan de la misma falta de equilibrio y de conciencia en uno mismo. Todas ellas son un reemplazo para las relaciones verdaderas. Todas representan una vida que está desequilibrada. Todas ellas requieren un enfoque serio y decidido, que se lleve a cabo con compasión y paciencia, pero con gran fuerza y tenacidad.

¿Dónde encontrarás esta fuerza? ¿Dónde encontrarás esta determinación? La encontrarás en el Conocimiento. Por eso en el epicentro de tu redención y de tu desarrollo y progreso está seguir los Pasos al Conocimiento, porque cuanto más te acerques al Conocimiento, más difícil será para ti cometer un error. Y más perderás el interés y la identificación con tus ideas y comportamientos anteriores que han demostrado ser dañinos y autodestructivos para ti.

El Nuevo Mensaje de Dios ha proporcionado los Pasos al Conocimiento en una forma que cualquiera puede practicar y entender. El Camino del Conocimiento se enseña en muchas tradiciones, pero es posible que tengas que buscar para encontrar un maestro lo suficientemente sabio para guiarte en este asunto, y esos maestros son raros y difíciles de encontrar en el mundo.

Entonces, el Nuevo Mensaje proporciona un camino que puedes comenzar a estudiar y aplicar hoy. Esto fortalecerá tu conexión con el Conocimiento, lo que potenciará tu vida y te mostrará dónde reside tu verdadera devoción, tu verdadero amor, tu verdadera felicidad, y dónde ha residido siempre.

Esto restaura tu relación contigo mismo, esto da claridad y sentido a tus relaciones con los demás, esto revela tu relación real para venir al mundo y tu propósito para estar aquí. Y esto te reúne con tu Fuente, que es la fuente de tu fuerza, de tu significado y de tu valor. Ese es el Gran Amor que portas, incluso en este momento.