
Marshall Vian Summers
el mayo 18, 1993
Hemos dicho de muchas maneras diferentes, en muchas ocasiones, que la concentración es poder y que es una habilidad que es necesario desarrollar con el tiempo para alcanzar cualquier objetivo importante. La concentración es algo que todo aquel que se acerca al Conocimiento debe desarrollar, porque toma la fuerza de la mente y la convicción, el enfoque y la determinación para pasar a través de los umbrales en el camino hacia el Conocimiento.
Pero ¿qué es la concentración? ¿Cómo se siente? ¿Cómo se practica y se aplica? Vamos a abordar estas preguntas porque son importantes para ti que estás considerando tomar El Camino del Conocimiento. La concentración es enfocar la mente en una cosa, un objetivo o una actividad excluyendo todo lo demás. Es una actividad especial de la mente y no algo que haces en cada momento. Pero es necesaria para penetrar tanto los misterios como las mentiras que rodean a todas las grandes verdades de la vida.
Pensar en una cosa, observar una cosa o trabajar en una cosa durante un período prolongado de tiempo produce un resultado que no podría lograrse de otra manera. Cualquier artífice lo sabe. Cualquier artesano lo sabe. Cualquier compositor de música lo sabe. Cualquier constructor lo sabe. Debes concentrarte en lo que estás haciendo. El trabajo exige esa concentración. Por eso el trabajo redime a las personas. La verdadera concentración está dirigida conscientemente. El mundo puede exigir tu atención durante grandes períodos de tiempo, pero eso no cultiva necesariamente el tipo de habilidades a las que nos estamos refiriendo. Para desarrollar estas habilidades, la motivación debe venir de tu interior, y debes tener el apoyo adecuado en el exterior para ayudarte.
El Programa de Pasos al Conocimiento proporciona la estructura y el enfoque para reclamar y recuperar tu relación con el Conocimiento. Con el fin de seguir estos pasos y aplicar las prácticas adecuadamente, debes desarrollar tu concentración. La motivación para esto debe venir de tu interior. Nadie está a tu lado diciéndote que lo hagas. Nadie te lo exige ni te amenaza con la pérdida de tu trabajo o de tu seguridad si fallas. La motivación debe venir de tu interior.
La concentración es una experiencia de determinación en tiempo presente. Puedes contemplar algo del futuro, pero debe tener que ver con algo que se relaciona con una necesidad presente. Puedes concentrarte en algo de naturaleza práctica y material, o puedes concentrarte en una idea, una posibilidad, un evento o una decisión que estás por hacer y sus posibles resultados.
La concentración es trabajo. De hecho, es la esencia misma del trabajo. La concentración, combinada con habilidad y planificación adecuada, produce resultados. Produce los resultados del trabajo. Cuando hablamos de concentración, estamos hablando de trabajo para la mente. Cuando la mente se trabaja y se motiva internamente, entonces puedes desarrollar una gran fuerza interior. La mente entonces se vuelve más poderosa, más enfocada, más dedicada y más determinada. Esta determinación y esta dedicación pueden centrarse en muchas direcciones diferentes. Si se enfocan en el bien —produciendo significado y valor para las personas, y resolviendo problemas en el mundo en servicio a la humanidad— su beneficio puede no tener límites.
La concentración de una mente afecta a otras mentes y estimula la concentración dentro de esas mentes. Activa los instintos más profundos en otras personas; el deseo de aportación, logro, valor y significado. Todo eso puede ser estimulado por la concentración de una mente. De hecho, todas las grandes personas están siempre rodeadas de personas de menor concentración que buscan beneficiarse de la presencia y la productividad de esa mente concentrada. Es natural que las personas graviten hacia los individuos que están concentrados, ya que estos individuos generan poder, significado y productividad.
Desarrollar la concentración requiere la capacidad de liberar tus pensamientos y controlar tu pensamiento. Debido a que la vida está llena de tantos tipos diferentes de estimulación y presenta tantos tipos diferentes de problemas a considerar, es cada vez más difícil concentrarse en una cosa. Tu atención siempre está siendo arrastrada por muchos elementos y fuerzas diferentes. Es tan fácil de captar mediante la estimulación de presentaciones en los medios de comunicación y en los eventos de tu entorno inmediato. Grandes y mayores problemas se presentan a tu consideración —problemas globales, problemas de la comunidad, problemas en las relaciones y problemas que son de naturaleza psicológica—. Con tanto que considerar y pensar, y con tantos estímulos y preocupaciones, ¿cómo puede la mente estar enfocada en una cosa?
Instintivamente, las personas saben que la concentración es valiosa. Las personas suben a las montañas para experimentar la concentración. Se dedican a las artes, la música o la danza, construyen cosas, inventan cosas; todo para tener esta experiencia de concentración, esta experiencia de estar completamente presente sin pasado ni futuro, en aquellos momentos en los que sus mentes están plenamente comprometidas. Esto produce alivio de las vejaciones constantes de la mente, y produce inspiración.
Dar a la mente una cosa a la que dedicarse. Eso produce ecuanimidad porque cuando la mente está enfocada, se vuelve quieta, incluso cuando está trabajando muy duro. Esto te libera de arrepentimientos pasados y de ansiedades futuras. Te lleva lejos del miedo y hacia un estado de concentración mental. Genera actividad, observación y muchas otras tareas específicas.
Cuando la mente está enfocada, obtiene mayor fuerza. Es más penetrante. Es más creativa. Y es más eficaz. La importancia de la concentración se puede ver inmediatamente cuando comprendes cuánto debes aplicarte tú mismo en la vida, cuánto tiempo y energía se requerirá de ti, y cuan enfocado y determinado debes estar para resolver los muchos problemas que son de naturaleza genuina y que requieren tu atención.
Considera esto, porque te estamos preparando para la Comunidad Mayor. Considera la concentración de aquellos que se unen en un propósito singular y están visitando el mundo en este momento. Aún no puedes igualar su concentración. Estás demasiado distraído. Sin embargo, tus visitantes pueden proporcionarte motivación en este sentido: ellos han alcanzado la concentración. Incluso si sus motivos no son puros ni beneficiosos, han alcanzado la concentración. Sólo muy pocas personas aquí han alcanzado este nivel de concentración. Algunas de ellas se han concentrado en lo bueno y otras se han concentrado en la destrucción. Sin embargo, en todos los casos, son más poderosas y más eficaces que quienes las rodean. Han tenido un impacto en el mundo. Los grandes conflictos en el mundo —las guerras, los conflictos culturales y la competencia por la tierra y los recursos— han sido librados por individuos poderosos. Todos los demás simplemente les acompañan o intentan esconderse y escapar.
El mundo en el que vives es gobernado por individuos. Un porcentaje muy pequeño de la población impacta a la humanidad y determina sus actividades. Si piensas en esto, comprenderás que es cierto. Cuán importante, por lo tanto, es que te vuelvas una persona concentrada, no sólo por los beneficios personales, espirituales y psicológicos, sino también para marcar la diferencia en el mundo, ser una fuerza para el bien y ser un vehículo para el Conocimiento. Debes estar concentrado para que el Conocimiento surja dentro de ti. De lo contrario, el Conocimiento parecerá demasiado poderoso, demasiado amenazante o demasiado abrumador para que lo experimentes.
Aquellos que visitarán tu mundo desde la Comunidad Mayor y aquellos que lo han visitado ya representan un nivel de concentración que debe incitar en tu interior un compromiso para desarrollar tu mente. El Conocimiento dirigirá tu mente hacia lo que es bueno, y purificará tus motivos, aclarará tu visión y te dará dirección. Pero debes desear el Conocimiento para esforzarte. Esta no es una búsqueda trivial. No es como estar en una fila de recepción. No es una beneficencia espiritual. Es una verdadera preparación y realización.
No serías capaz de pensar claramente cerca de una presencia de la Comunidad Mayor. No serías capaz de tomar tus propias decisiones. No serías capaz de discernir las acciones y los motivos de los otros. Perderías tanto tu concentración y como tu compostura en presencia de una mente más poderosa y enfocada. Esto no quiere decir que seas deficiente o estúpido, esto simplemente aclarara una ley importante en la vida: las mentes más fuertes influyen y dominan a las mentes débiles, y su fuerza está en función de la concentración y la motivación.
Si quieres marcar una diferencia dentro de la comunidad humana, y si quieres tener éxito y ser autodeterminado en la Comunidad Mayor, debes desarrollar esta concentración. Tal vez el aspecto de la Comunidad Mayor de esta Enseñanza parezca estar fuera de tu experiencia o preocupación. Sin embargo, incluso para a tus necesidades individuales y personales, la concentración es un requisito necesario. Pero debes ver que hay mayores problemas y mayores oportunidades que te llaman. Estos te dan la motivación adecuada para desarrollarte y recibir la preparación que se te ha dado para desarrollar el Conocimiento y la Sabiduría de la Comunidad Mayor.
En tu educación en el mundo, no estabas entrenado para concentrarte. Fuiste entrenado para memorizar información por breves períodos de tiempo con el fin de cumplir con ciertos requisitos educativos, y luego la mayoría de estas cosas fueron olvidadas. Se te enseñó a pasar exámenes para satisfacer necesidades temporales o convenientes. No se te enseñó paciencia ni concentración. No se te enseñó la contemplación o cómo permanecer con mayores problemas durante largos periodos de tiempo. No se te enseñó cómo ser resuelto. De hecho, fuiste preparado para lidiar con las complejidades, pero de una manera muy superficial. En tu cultura no se te anima a desarrollar los mayores poderes de la mente. De hecho, el gran peso de la estimulación sensorial que experimentas todos los días —estar bombardeado con imágenes, sugerencias e ideas de todas partes— te niega el acceso a las mayores capacidades que posees y que necesitas en este momento.
Para progresar, debes trabajar duro y concentrarte. Debes mantenerte enfocado en las cosas. Demasiado placer, demasiada indulgencia o demasiada estimulación embota la mente, debilita tus habilidades perceptivas y tu discernimiento, y te hace débil e impotente frente a los acontecimientos que marcan los grandes puntos de inflexión y las grandes oportunidades en tu vida. La vida te da este reto; el desafío de vivir en el mundo y el desafío de vivir en la Comunidad Mayor.
¿Cómo entenderás una inteligencia de la Comunidad Mayor? ¿Cómo entenderás lo que cada grupo de la Comunidad Mayor está haciendo aquí y cuál es su propósito? No tendrás ninguna posibilidad de éxito para encontrar una respuesta aquí sí abordas estas preguntas de una manera trivial o si simplemente te adhieres a ideas agradables o reconfortantes. Tendrás que concentrarte, contemplar y vivir con estas preguntas sin una respuesta inmediata. Así es como se revelan las grandes verdades y se hacen los mayores descubrimientos. Es posible conocer estas cosas, pero sólo con una adecuada preparación y dedicación.
En la Comunidad Mayor, el poder de concentración es bien reconocido entre las sociedades que viajan y comercian porque tienen que interactuar y competir entre sí. Aquí las habilidades telepáticas se vuelven importantes, la fuerza de la convicción se hace importante, las facultades de discernimiento se vuelven importantes, y la capacidad de comunicarse eficazmente adquiere importancia. Estas son todas habilidades valiosas, aunque no siempre se utilizan para buenos propósitos. Desarrollar estas habilidades es parte del desafío que enfrenta la humanidad en este momento. El desafío no es sobre la mejora personal. No se trata de encontrar una mayor satisfacción en la vida. Se trata de adaptarse y sobrevivir. Esa es una necesidad fundamental. Los problemas en tu mundo son ahora demasiado grandes para resolver de manera fácil o conveniente. Requieren una mayor concentración, mayor actividad y mayor determinación de la que la mayoría de las personas son capaces de dar o de querer dar en este momento.
Concentración es un acto de entregarse a algo. Si te estás reteniendo en la vida, temeroso de comprometerte con alguien o algo, ¿cómo podrás desarrollar la concentración o el poder mental? Serás incapaz de desplegar el suficiente esfuerzo mental o físico para hacer cualquier cosa o para comprender algo de gran importancia. Debido a que no se te enseñó concentración en la escuela, es importante que la aprendas ahora. Es necesario para tu desarrollo espiritual, y es necesario para hacer cualquier cosa en tu vida. Esta no es una tarea fácil, porque tu mundo es muy adsorbente.
¿Cómo desarrollas la concentración? Debes tener la preparación correcta, la instrucción correcta y las relaciones correctas. Vamos a comentar estos ahora. Primero, la preparación correcta es vital. Esta no sólo debe enseñarte concentración, sino que debe apuntarte hacia la fuente de la Sabiduría dentro de ti y dentro de los demás. Buscar solo el poder no es bueno. El poder necesita sujeción, discernimiento y aplicación sabia. El Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor no es un camino de poder. Es un camino de Sabiduría. La sabiduría requiere poder, pero el poder debe ser dedicado a la causa correcta. Debe estar guiado por una mayor inteligencia dentro de ti, a la que nosotros llamamos Conocimiento. Debe ser incluyente en la vida en lugar de excluyente. Y debe traerte a la vida en lugar de apartarte.
Existen muchas preparaciones genuinas, y todas tienen ciertas cosas en común. Lo que tienen en común es enseñarte a concentrar tu mente en algo más allá de tu esfera personal; en algo más grande que tú. Todas ellas te enseñan a calmar tu mente y a ser más receptivo y más discerniente. Todas ellas abogan por que valores tus experiencias más profundas y aprendas con el tiempo cómo interpretarlas y cómo aplicar su significado.
El Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor se enfoca en un contexto más amplio de la vida, donde la concentración tiene un valor y un mérito cada vez mayores. Es una preparación única. Enseña concentración porque te enseña cómo enfocar tu mente. Enseña la concentración porque te enseña a aquietar tu mente, lo cual requiere gran concentración. Te enseña a pensar constructivamente, y te enseña el arte de la contemplación, donde aprendes a pensar en algo de manera gradual y penetrante. Todo esto es parte del aprendizaje de la concentración.
Para seguir una preparación que no inventaste por ti mismo, debes seguirla explícitamente y no alterar sus métodos o recetas para atender o satisfacer viejos hábitos o creencias. No es algo que separes, manteniendo las partes que te gustan y descartando el resto. Esto nunca conduce al éxito. Esto te mantendrá donde estás y te imposibilitará ir a cualquier otro lugar.
Para seguir con éxito los Pasos al Conocimiento, síguelos como se dan, y aprende a trabajar con estos a medida que avanzas. La preparación no exige perfección ni éxito absoluto. Requiere perseverancia y determinación. Aprendes a desarrollarlas mientras aprendes a concentrarte. Cuando concentras tu mente, te liberas de las muchas pequeñas preocupaciones que requieren grandes cantidades de energía, pero proporcionan poco valor. Te liberas de las distracciones del mundo porque no tienes tiempo para ellas, y no eliges dedicar tu energía a ellas. Te liberas de tu propia confusión y ambivalencia porque tampoco tienes tiempo para ellos. Te liberas de las relaciones incapacitantes porque reconoces que no te llevarán a ninguna parte y te robarán tu vitalidad y tu dirección.
Una mente que está concentrada es libre de muchas de las tribulaciones y distracciones del mundo porque se concentra en algo. Pero una mente que no está concentrada puede ser capturada por cualquier cosa y mantenida en esclavitud por impulsos aleatorios y grandes ansiedades.
Integrar la mente requiere concentración para poner en práctica todos sus recursos, desarrollar esos recursos y mantenerlos enfocados en una meta mayor. Esto se traduce inmediatamente en el desarrollo de mayores habilidades en las actividades mundanas de la vida. Muchas cosas que antes eran difíciles son más fáciles ahora. Muchas de las cosas que antes eran problemas ni siquiera se piensan ahora. Muchas cosas que antes te distrajeron ahora pasan desapercibidas.
Puedes experimentar esto por ti mismo si te asocias con aquellos que se concentran en una tarea que admiras. Observa la diferencia entre su actividad, sus preocupaciones, su experiencia y la tuya. No tienen tiempo para las cosas que te asolan. Tienen otros problemas que resolver. Aquellos que se dedican a servir al mundo no tienen tiempo para ideas debilitantes y preocupaciones que mantienen a otros en un estado difractado y confuso. Ellos van a alguna parte, mientras los demás están detenidos. Ellos se concentran en sus objetivos, mientras que otros se pierden en recuerdos pasados o en reflexiones sobre el futuro.
A medida que piensas en estas cosas, comenzarás a ver que existe una mayor posibilidad para ti. Para que esta posibilidad se realice, necesitarás recibir una preparación y tendrás que permanecer con ella. Necesitarás superar todos los umbrales donde antes renunciaste o te diste por vencido; superar los umbrales donde tú juzgaste y te separaste de algo valioso. La preparación te da la estructura y el enfoque para hacerlo, pero debes generar el esfuerzo para proceder.
El desarrollo en El Camino del Conocimiento y de la concentración requiere instrucción. Aquí es importante estar cerca de personas que estén más concentradas que tú. Y deben estar mucho más concentradas de lo que tú estás para elevarte y tener un efecto sobre ti. Debido a que tu falta de concentración las afectará, su impacto en ti debe ser mayor que tu impacto sobre ellas. Deben enseñarte a través de la demostración lo que es posible, y si ellas son verdaderos maestros, podrán tratarte como un individuo único y no como una proyección de sí mismas. Ellas serán capaces de reconocer tu camino y tu curso de desarrollo como único. Necesitarás a estos individuos, como mentores y como compañeros. Sin ellos, intentarás enseñarte a ti mismo, y eso sólo tendrá resultados muy limitados. El verdadero desarrollo requiere que otra persona te exija cosas, que te demuestre tú camino y que establezca el ritmo en el que debes aprender a viajar. Si seleccionas tu propio camino y estableces tu propio ritmo, no avanzarás. Alguien más debe exigir cosas de ti y discernir la grandeza que hay dentro de ti, cosas que no puedes hacer adecuadamente por ti. Acepta esta limitación, porque existe. Tendrás que estar cerca de personas que están más avanzadas que tú, no para robarles su energía o aprovecharte de su habilidad, sino aprender de su ejemplo.
A continuación, necesitarás verdadero compañerismo. Aquí necesitarás personas de igual o mayor concentración que tú para ser tus compañeros. Ellos exigirán cosas de ti, demostrarán cosas para ti y te mantendrán avanzando. No elijas compañeros que estén menos concentrados que tú, porque te quitarán cosas. Diluirán tu enfoque. Ellos te confundirán. Generarán incertidumbre dentro de ti, nublarán tu visión y erosionarán tu capacidad de permanecer concentrado en tu camino en la vida. Existen muchas de estas personas, y muchas de ellas son muy encantadoras y amables, pero debes elegir a tus compañeros sabiamente. No irás más allá de la relación más débil que aprecies.
Por eso, todas sus relaciones cercanas deben ser fuertes y dedicadas. Aquí es donde la mayoría de las personas vacilan. Aquí es donde establecen sus compromisos. Es más fácil y más autoconfortante estar cerca de alguien que tiene menos fuerza y concentración que tú. Eso puede hacer que te veas bien por comparación, pero ¿qué valor te da? Si decides tener compañeros más débiles, asegúrate de que están comprometidos con la verdad para que puedan beneficiarse de tu presencia. Entonces, todo lo que les dé a ellos dará fruto y será continuado.
Necesitarás compañeros muy fuertes. Necesitarás personas dedicadas a la verdad, al Conocimiento y a un propósito superior en la vida. Si este no es el caso, estarás luchando una batalla perdida. Para eso, debes ejercer tu autoridad interior. Para eso, debes discernir lo que es valioso en otros, de lo que no lo es, y llamar al Conocimiento para que te guie. Aquí tendrás que ejercer la concentración y la determinación. Los compañeros más fuertes te harán más fuerte. Los compañeros más débiles te harán más débil. La decisión es tuya. Elije bien. No hay ninguna excepción a esta regla. Compañeros de igual fuerza y habilidad serán dignos, pero todavía necesitarás individuos más fuertes para instruirte y motivarte.
Es una tendencia desafortunada en tu mundo que las personas tienden a hacer las cosas por sí mismas, por sí solas, a su propio ritmo, y a su manera. Esto se llama «libertad personal», pero es realmente un ejercicio de futilidad porque no puede conducirte a un nuevo territorio. Tú mismo no puedes educarte. No puedes elevarte a ti mismo. No puedes prepararte. No puedes iniciarte en algo más allá de tu experiencia pasada. Para lograrlo, necesitarás el Conocimiento, que representa al Poder Mayor que vive dentro de ti y que representa tu promesa de redención. También necesitarás individuos fuertes que puedan desafiarte y exigirte que vayas más allá de tus límites y suposiciones anteriores. Y, por último, necesitarás una preparación, que no inventaste, para prepararte para una vida futura de mayor magnitud y dimensiones más allá de lo que has conocido antes.
El Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor proporciona la preparación y la base para las relaciones genuinas. Produce un ambiente de aprendizaje donde puedes crecer y desarrollarte si lo compartes con otros y si aplicas sus principios y sus prácticas adecuada y sabiamente. Te permitirá convertirte en una persona con mayor concentración. Si tu propósito es genuino y tus motivaciones nacen del Conocimiento, entonces tu concentración será un gran beneficio para el mundo. Durante esta preparación, tendrás momentos en los que te sentirás muy solo, ya sea porque otros no están contigo o porque otros no comparten tu percepción y comprensión cada vez mayor. Pero los verdaderos compañeros te encontrarán, estarán contigo y te fortalecerán en el camino.
Para llegar a ser un hombre o una mujer del Conocimiento se requiere esta mayor preparación, esta mayor concentración y esta mayor dedicación. No se puede escapar de estos requerimientos. No existen atajos. No hay forma de evitarlos. No hay tratos que se puedan hacer con el Creador para adelantar a los demás sin tener que emprender tú mismo el viaje.
Hacemos hincapié aquí en la concentración porque hace posible la paz, la verdadera fuerza y una mayor dedicación. Es uno de los ingredientes necesarios, una de las habilidades fundamentales y subyacentes que tiene que estar presente para que la grandeza trabaje a través de ti y para que encuentres grandeza por ti mismo.
Nosotros estamos concentramos en tu bienestar y tu avance, y te animamos a compartir nuestra concentración. Nuestra concentración es genuina. Te nutre y te empodera. A medida que recibes esto serás capaz de darlo, porque todo lo que recibes puedes darlo. Eso representa tu promesa para el mundo, porque has venido de un lugar de más allá del mundo donde la concentración es natural a un lugar dónde falta concentración. Has venido de un lugar donde la relación es natural a un lugar dónde falta relación. Has venido de un lugar donde la afinidad natural está siempre presente a un lugar donde falta. Has venido a dar algo aquí. Lo que tienes que dar está contigo ahora. Es su tarea encontrarlo. Para encontrarlo, requerirás la preparación, la instrucción y el compañerismo necesarios. Incluso con estos, tendrás que consagrarte lo cual representa un acto de concentración.