Como fue recibido por
Marshall Vian Summers
el septiembre 21, 1993

El propósito es algo que entenderás conforme subas más alto en la montaña de la vida. Conforme alcances un punto de observación superior, entenderás más del propio viaje, mirando hacia atrás y siendo cada vez más capaz de anticipar lo que está por delante. El propósito lo descubres haciendo el viaje, no estableciendo para ti mismo una explicación o definición favorable o fascinante. El propósito no es una justificación. No es una compensación por algo. El propósito es algo que está aguardando a que lo descubras, y solo puedes descubrirlo haciendo el viaje, siguiendo el camino, aprendiendo sobre la marcha y ganando el entendimiento y la perspectiva más amplios que uno adquiere a medida que madura en El Camino del Conocimiento.

Como hemos dicho anteriormente, has venido de cierto lugar y retornarás a ese lugar. Has venido portando regalos para el mundo. Tu propósito mayor se plasma en esta idea. A causa de tu origen y tu destino, tienes algo más grande que dar al mundo, algo que el mundo no puede darte. Tu regalo está oculto dentro de ti como un cargamento secreto, pero no puedes acceder a él hasta que hayas avanzado. Entonces comenzará a emerger, lenta y gradualmente, por su propia cuenta.

El impaciente, el ambicioso, el fervoroso y el fanático no pueden viajar por este camino, pues no pueden permanecer en un viaje mayor. No pueden estar sin definiciones o explicaciones, porque son demasiado inestables para hacerlo.

Tu llamada en la vida es muy específica. Ella implica participar con determinadas personas por razones específicas en ciertas coyunturas de tu vida. El propósito superior que compartes con todos es mantener el Conocimiento vivo en el mundo y traer al mundo algo de tu Antiguo Hogar. Esta es una definición con la que puedes permanecer, porque no te limitará ni te engañará, pero no vayas más lejos en tus definiciones. Permite que la manifestación de tu propósito tome lugar de manera natural, tal y como hará si sigues El Camino del Conocimiento. Tu propósito ahora es prepararte para ganar una mayor comprensión del mundo, de su evolución y de su destino. En este contexto mayor alcanzarás una nueva posición desde la que entender tu papel en el mundo y tu razón para venir aquí.

Tu vida debe ser cumplida. Debe ser justificada. El mundo es un lugar difícil al que venir. No es un lugar de vacaciones. No es un lugar al que eres enviado como castigo. No es un lugar al que eres enviado por placer. Es un lugar que necesita tus regalos de tu Antiguo Hogar, y por esta razón has venido. Tus regalos son muy específicos y pueden ser entregados sin hacer un gran espectáculo. Excepto en raras ocasiones, no recibirás aclamación, gloria ni fama por dar tu regalo. Esto es apropiado. Si pudieras obtener una mayor comprensión del mundo y de lo que es realmente el mundo, de lo que el mundo realmente necesita y de cuál es su apuro, verías qué gran ventaja es esta. Entenderías por qué los Sabios permanecen ocultos y por qué deben aprender a proceder así incluso para hacerse sabios.

El Creador trabaja en todos los lugares y en todas las dimensiones, reclamando a los separados a través del Conocimiento. El trabajo de Dios se lleva a cabo entre bastidores, aunque es activo y bastante evidente si puedes percibirlo. Este trabajo no hace un espectáculo de sí mismo, y por tanto recibe un mínimo de resistencia y contaminación de los mundos y las culturas a las que sirve.

El Conocimiento es así. Trabaja entre bastidores. No necesita reconocimiento. No necesita glorificación. No necesita que te inclines ante él como un esclavo. Sin embargo, te llama a responder y a abrirle tu mente y tu corazón, de manera que puedas reunirte con el aspecto mayor de ti mismo que te vincula a toda la vida en todas partes. Como un padre llamando a un niño díscolo de vuelta a la familia, te llama a volver. Te llama a casa, y conforme progresas hacia él, aunque no lo sepas, él te protege y te guía. Aunque la mayoría de sus regalos pasan desapercibidos y son ignorados, su presencia y su beneficencia se derraman sobre ti, pese a todo.

Encontrar esta Gracia dentro de ti representa parte de tu preparación. Tu propósito ahora es prepararte. No es hacer definiciones maravillosas para tu vida, ni justificar tus errores, ni hacer que todo se sienta bien o luzca bien. Sin preparación, tu propósito no se puede descubrir. Existen muchas formas de preparación. Todas ellas vienen de más allá de ti. Si estableces tu propio camino, te perderás. Si eliges solo lo que te gusta y desdeñas el resto, entonces te quedarás donde estás, perdido en tu propia mente, oculto a la vida y aislado del mayor movimiento de la vida al que en verdad has venido a servir y en el que has venido a participar.

Tu propósito no es escapar del mundo. No es correr a casa con tu Creador. Es dar lo que has venido a dar aquí, reunirte con aquellos con los que has de reunirte y contribuir todo lo que has traído contigo —ese cargamento secreto que portas incluso en este momento—. Tu propósito comienza con la preparación. Eso te lleva hacia el descubrimiento y la contribución. Mientras tanto, das. Estas grandes etapas representan los hitos en tu desarrollo. No pienses que ya estás preparado, pues la preparación es mucho mayor de lo que concibes, y la preparación continúa.

Estás aquí en el mundo por razones muy específicas. No son tus razones personales. Estás aquí para contribuir y participar en un orden mayor de realidad que existe dentro del mundo y más allá del mundo, e incluso más allá de la manifestación física de la vida. ¿Cómo puedes determinar qué es? Si tuvieras acceso y comprensión de todas las cosas, entonces tal vez podrías ver y definir tu propio papel dentro de estas. Sin embargo, no puedes hacer eso, por tanto, no lo intentes, porque te engañarías a ti mismo de la peor manera posible.

Tu propósito ahora es prepararte. Si debes aprender Conocimiento y Sabiduría de la Comunidad Mayor, entonces debes prepararte en El Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor. Tú no puedes hacerlo por ti mismo. Y si recibes el plan de estudios, no lo alteres, no lo edites, no selecciones lo que te gusta desechando el resto, o no te moverás más allá de donde estás. Llevarte a una mayor consciencia requiere una comprensión diferente y un movimiento diferente en la vida. Con una mayor consciencia viene una mayor capacidad. Todo esto viene del Conocimiento. Aquí se te pide que sigas, que respondas y que aprendas las grandes lecciones en discernimiento, discreción, comunicación y afinidad. Estas lecciones son inherentes a la propia preparación. Desde el primer hasta el último paso, estarás aprendiendo estas cosas y la vida será tu laboratorio.

Date cuenta de que esta preparación no es solo para ti. Es para permitirte contribuir tus regalos de modo que puedas completar tu servicio en el mundo y retornar a tu Familia Espiritual. Aquí tú retornas con tus regalos entregados, con todo contribuido, sin que nada quede por hacer. Esto representa el verdadero logro. Cuán pocos en el mundo pueden identificar esto y reclamarlo para sí mismos. Para comprender realmente tu propósito, debes tener una comprensión de lo que es Dios, de lo que es el mundo, de lo que es la fuerza vital y de lo que es el Conocimiento.

El comienzo de la preparación es un proceso de deshacer. Mucho de lo crees, de lo que admiras, de lo que no puedes tolerar y de lo que te resiente debe ser apartado para que tengas la oportunidad de tener una experiencia nueva y directa. Este no es un proceso de añadir a tu pensamiento y a tus conclusiones anteriores. Por tanto, no vengas buscando validación. En cambio, ven buscando educación. La educación, por su propia naturaleza, está diseñada para llevarte a un nuevo territorio, para llevarte más allá de tus límites y presunciones anteriores, y para exponerte a nuevas ideas y experiencias. Esta es la esencia misma de la educación, y esto es lo que queremos decir cuando decimos que primero debes prepararte.

Sin preparación no conseguirás nada. Esto es obvio en muchas otras áreas de tu existencia en el mundo, y es igualmente cierto también en esta área. Mucha gente busca, o afirma que busca, mayor Sabiduría, mayor entendimiento y mayores relaciones, pero pocas se prepararán. Algo en ti debe motivarte a prepararte y debe moverte a prepararte más allá de tus preocupaciones y tus ansiedades, y más allá de tus preferencias, tus dudas y tus miedos. Confía en esto. Esto viene del Conocimiento. El Conocimiento te traerá al Conocimiento. Tus objetivos, tus ambiciones, tus aspiraciones, tus fantasías y tus sueños solo pueden estorbarte en esta gran vuelta a casa.

Cuando llegas a comprender que tu propósito no es solo para ti, comprenderás que no debes permitirte estar obsesionado ni ensimismado contigo mismo. En efecto, la gran liberación es librarse de estar ensimismado contigo mismo, lo cual te devuelve a la vida con una mente abierta y con todas tus facultades completamente activadas. Aquellos que están obsesionados consigo mismos no pueden ver más allá de sus propios estados mentales, sentimientos, pensamientos, emociones, actitudes cambiantes, creencias fijas, etc. ¿Qué pueden traer al mundo más que su propia confusión y su propio aislamiento? Tu primera libertad es liberarte de tu propia mente. Eso es liberarte de tu pasado, que representa a tu mente en este momento. Esa es tu mente personal; no es la Mente Mayor del Conocimiento. Es la mente que el mundo ha condicionado. Es la mente que tú debes utilizar ahora de una manera nueva.

El Conocimiento te da un respiro de la prisión de tus propios pensamientos y actitudes y de los límites de tus propias emociones y creencias. Esto lo hace sin destruir tu mente y sin dañarte de ninguna manera. El Conocimiento te da una nueva experiencia, una experiencia en el tiempo presente, sin asociaciones pasadas. Tener esta experiencia forma parte de tu preparación. Aquí debes estar dispuesto a ir más allá de tus ideas. Debes estar dispuesto a no tener conclusiones ni ideas fijas acerca de qué es el mundo, qué eres tú y qué es la verdad.

Para muchos esto es muy difícil. Puede que te sientas bastante inseguro cuando entras en estos estados de desconocimiento, pero en realidad es un regreso a la claridad dentro de ti. Es estar sin resoluciones, pero con una mente abierta e inquisitiva. No es una aproximación pasiva. Es muy activa, porque aquí debes estar muy atento, muy centrado y listo para actuar.

A menudo, cuando la gente habla de propósito hablan del resultado final en lugar del proceso de alcanzar ese resultado. Esto, por supuesto, carece bastante de significado y no tiene un valor duradero. La gente afirma lo que ellas creen que son ahora o lo que creen que serán, y consideran que eso es una definición y una declaración de su propósito.

No te engañes a ti mismo con estas fantasías. Aquellos que tendrán éxito son aquellos que centran su vida en su preparación y permiten que el curso de sus vidas se despliegue sin determinar su resultado y sin determinar a qué se parecerá, cómo será, etc. Aquí debes desarrollar una gran y creciente fe en ti mismo, en la beneficencia de aquellas personas que te asisten, en los Invisibles que te guían y te ayudan, y en el poder y la presencia del Conocimiento dentro de ti. Sin esta confianza no puedes empezar, y no serás capaz de continuar. Sin embargo, debido a que estas son realidades vivas para ti, puedes continuar y debes continuar. Pero debes dejar atrás tu necesidad de afirmarte y validarte.

Estás entrando en un nuevo territorio. No sabes lo que significa. No sabes cómo va a ser. No sabes qué ocurrirá a continuación. Eso es estar abierto a la vida. Eso es estar presente ante la vida. Eso es estar sin presunciones. Aquí la mente puede, en realidad, integrarse a sí misma en el tiempo presente y escapar de la prisión de sus asociaciones pasadas.

Te animamos encarecidamente a que comiences la preparación en El Camino del Conocimiento. Para aprender el Conocimiento y la Sabiduría de la Comunidad Mayor, te animamos encarecidamente a que comiences El Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor, el cual es una preparación específica para aquellos cuyo propósito reside en comprender el contexto mayor de la vida y el movimiento mayor del mundo. Tú sabrás si esto es para ti. El Conocimiento iniciará tu preparación y la reafirmará en tiempos de duda y en tiempos de falsa confianza en los que crees que has alcanzado algo.

El propósito es un proceso; no es una definición. No es una validación. No es una forma de confortarte a ti mismo. Es algo que te está esperando. Es un gran viaje. Es una puerta que está abierta ahora para ti, una puerta por la que puedes pasar. Es un viaje en el que no necesitas conducirte a ti mismo solo, sino que te vuelves parte de una mayor educación que existe por todo el universo. El Creador está en activo en todas partes, reclamando a los separados mediante el Conocimiento. Este es el propósito del Creador. Tu propósito es dar lo que estás diseñado para dar, de acuerdo a tu naturaleza y tus verdaderas habilidades. En esto tu vida se realiza, porque todo lo que has hecho puede ahora servir a un propósito mayor.

Este viaje requiere una extraordinaria honestidad contigo mismo. Eso está por aprender. No es algo que poseas en este momento. Humildad, honestidad, apertura, discernimiento, contención, discreción, tolerancia y compasión; estas son cualidades que resultan de la preparación y el avance en El Camino del Conocimiento. Estas cosas son las que proveen inspiración y verdadera capacidad en la vida.

Eso es propósito. Propósito es entrar por la puerta en la que comienza un viaje mayor en la vida, y permanecer en ese viaje en tiempos de felicidad y en tiempos de angustia. Eso es propósito. Deja a un lado todas las magníficas definiciones y todas las gloriosas imágenes espirituales. Eso es material para la fantasía de la gente que no pueden hacer el camino, que no pueden emprender la subida a la montaña, que permanecerán abajo hablando sobre sus alturas y su magnificencia, pero sin tener realmente modo alguno de conocer su realidad.

Tu propósito es el mismo que el de todos los demás. Sin embargo, tu llamada es específica. Es un conjunto específico de tareas con gente específica y en relaciones específicas para ciertos propósitos. Es una llamada. Pero para que sea genuina, real y verdaderamente dé fruto en la vida, debe basarse fundamentalmente en el propósito mayor que compartes con todo el mundo.

¿Cómo sabes si estás involucrado en una verdadera preparación? Lo sabes porque estás entregándote a algo que no puedes controlar y no puedes entender, pero que encuentras cada vez más beneficioso a medida que avanzas. Esto es muy concreto, pues gran parte de tu preparación es muy concreta. No es deambular por ahí ciegamente, especulando y teniendo grandes ideas. Se trata, más bien, de participar en un proceso de desarrollo que ha sido provisto para ti por tu Creador y tu Familia Espiritual, para iniciarte en esta vida a la llamada y al propósito mayores para los que has venido. Solo mediante este descubrimiento tu vida será plenamente justificada y comprendida. Aquí entrarás en un mayor rango de relaciones y comprensión, el cual hará de ti una persona de increíble valor en el mundo.

El mundo es un lugar ávido y solitario. Está repleto de fantasía e insensatez. Su sufrimiento es profundo. Su confusión es honda. Su violencia es escalofriante. Sus posibilidades son grandes. ¿Quién puede ver estas cosas sino aquellos que comprenden que han venido desde más allá del mundo para dar algo? Ellos lo comprenden porque es algo que pueden sentir. No es una emoción, es algo que sienten. Sienten que han venido aquí por una razón. Todavía no lo pueden definir, pero tampoco pueden hacerlo desaparecer. Algo mayor les está llamando. Eso es propósito. Tarde o temprano, si responden a esto, ellos comenzarán su preparación. Eso es propósito. Si permanecen con su preparación y avanzan en ella, sin tratar de alterarla ni cambiarla, comenzarán a ganar una mayor percepción y comprensión. Eso es propósito. Si continúan y no caen presas de la falsa percepción de que son avanzados, entonces el Conocimiento germinará lentamente en su interior, y su percepción y comprensión de las cosas cambiará. Su consciencia del misterio de la vida se hará más y más profunda, y su capacidad en la vida —en sus relaciones, en su carrera, en todas sus actividades— se profundizará. Eso es propósito. En cierto momento, se entregarán a algo que implica a otras personas, sirviendo al mundo de una u otra manera, de acuerdo a su naturaleza y a su diseño. Para ellos será natural entregarse de esta manera, tal y como será para ellos antinatural declinarlo. Eso es propósito.

Según describimos este proceso de preparación de una manera muy general, no pienses que tú estás cerca del final. No afirmes que estás en cierta parte del proceso, pues ¿cómo podrías saberlo? No puedes sacarte a ti mismo de la vida y examinar tu vida. No tienes todavía esa perspectiva ventajosa. Acepta que el viaje es grande. Es maravilloso, y a veces difícil. Pero en todos los casos él te refina. Se lleva lo que no es esencial en ti y revela lo que es permanente y significativo. Tu verdadero propósito y llamada se hace evidente cuando todo lo que lo oculta y lo disimula cae y queda lo que es verdadero, siendo esto bienvenido y abrazado.

Tu gran impedimento aquí es tu miedo a lo real y tu anhelo de fantasía. La realidad no es dura; es redentora. No es cruel; es revitalizante. No es aplastante; es restauradora. Esta es una realidad de una naturaleza mayor de lo que tus ojos perciben y tus manos pueden tocar. Es una realidad que te vinculará no solo a la vida en el mundo sino también a la vida en la Comunidad Mayor. Ella te preparará para vuestros encuentros con esos de la Comunidad Mayor. Para ti y para vuestros hijos estos encuentros crecerán en alcance y magnitud. Cuán pocos estarán preparados, pero estos pocos deben estar preparados, porque ese es su propósito.

Tú no necesitas sentir una afinidad con la Comunidad Mayor, ni siquiera creer en ella, para llegar al entendimiento de que tu propósito está relacionado con esta. El propósito de todo el mundo está relacionado con esta, directa o indirectamente, porque este es el mundo que todos han venido a servir. Este es el tiempo en el que estás aquí, y esta es la condición del mundo y la evolución del mundo en este momento. Aunque pueda parecer que tu llamada específica tiene poco que ver con la Comunidad Mayor, estás sirviendo al mundo en su surgimiento a la Comunidad Mayor. Estás promoviendo la bondad, la Sabiduría y la realidad del Conocimiento en el mundo mediante tu propia demostración. Ese es tu propósito.

Ven, pues, sin definiciones. Ven, pues, sin la necesidad de validarte a ti mismo. Ven a la puerta abierta del Conocimiento. Este te espera ahora.