Marshall Vian Summers
el mayo 13, 1988
Nos gustaría dar un marco desde el que contemplar el perdón y ofrecer una oportunidad para que puedas ver su relevancia para tu desarrollo y tu felicidad. Hay mucho idealismo sobre el perdón en estos días. Muchas personas que han desarrollado una comprensión del pensamiento espiritual han estudiado libros y enseñanzas que tratan este tema con gran detalle, incluso hasta el punto de considerarlo como el área central de concentración.
Para otras personas, tal vez no es algo en lo que hayan pensado mucho. Sin embargo, cuando comienzas a examinar tu propia mente y a observar tus pensamientos, sentimientos y comportamientos, te das cuenta de la relevancia de este importante tema.
El perdón representa un camino de redención. Es una actividad que merece tu atención. Es relevante porque hay mucho que perdonar. Te alteras fácilmente por el mundo en el que vives. Tienes muchos juicios sobre ti mismo y por tanto sobre los demás. Te irritas por muchas circunstancias y eventos, grandes y pequeños. Si vas a empezar a descubrir la verdadera cualidad de tu mente y tus verdaderas capacidades, ¿cómo puede hacerse o emprenderse esto cuando te ves acosado por tantas cosas molestas? ¿Cómo empezarás?
El hecho es que las personas no empiezan. Nunca empiezan. Son como semillas que caen del cielo y nunca se abren ni germinan. Lo que ellas contienen dentro de este sencillo exterior es una riqueza de vida y una posibilidad para la vida.
Todos vosotros sois semillas lanzadas sobre la tierra, que tratan de brotar. Estáis en suelo fértil. Necesitáis nutrientes, y necesitáis que alguien atienda vuestro desarrollo. Lo que poseéis en vuestro interior es mucho mayor de lo que vuestra forma actual podría indicar —algo tan pequeño y aparentemente tan limitado que posee tanta fuerza vital.
Así que, ¿qué es lo que obstaculiza el camino? ¿Es la falta de perdón lo que obstaculiza el camino? Bueno, lo es, pero es más que eso, así que nos gustaría ampliar la idea de la falta de perdón a los juicios que mantienes contra ti mismo, contra otras personas y contra la vida en general. Estos juicios te mantienen en el lado personal de tu mente. De hecho, constituyen tu mente personal, la cual representa un sentido muy limitado de identidad.
Todo el mundo tiene una mente personal, porque esto forma parte de estar en el mundo. Sin embargo, más allá de esta identidad limitada reside tu verdadera razón para venir aquí. No puedes conocer tu propósito desde tu mente personal. El valor de la mente personal es proporcionar un medio para que una vida mayor comience a expresarse en este mundo. A esta la llamamos Conocimiento, un término muy completo.
Esos juicios severos que tienes de ti mismo y de otras personas parecen estar muy justificados por la vida, pero ¿qué pueden hacer estos juicios por ti, que posees la semilla Divina?
Tu falta de perdón no está justificada. Sin embargo, puede que protestes y digas: «Oh, ¿cómo podéis decir una cosa así? Mira lo que pasó aquí. Estas personas fueron terriblemente atacadas y heridas, y hay destrucción por todas partes. ¿Cómo podéis decir que mi falta de perdón es injustificada? ¿No es un evento terrible lo que está ocurriendo?».
Aquí encontrarás un gran consenso en el mundo, pero tus juicios siguen siendo injustificados. Puede que los consideres verdaderos si deseas permanecer en tu mente personal, porque ¿en qué piensa la mente personal? Esta tiene miedo, tiene agitación y tiene juicios. Quita los juicios, y las cosas se empiezan a romper. Entonces empiezas a ver a través de la apariencia de las cosas.
No fuiste enviado al mundo para juzgar el mundo. El mundo es un lugar ridículo, así que ¿por qué juzgarlo? Es una magnífica y hermosa creación, y no tiene ningún sentido. Pero tú no has venido aquí para dar sentido al mundo. Viniste aquí para traer algo importante que desea crecer, y si se dan el entorno y el estímulo adecuados y se lo permites, esto crecerá por sí solo. Esa es tu vida mayor.
Tu mente personal es como una cáscara que contiene a un bebé. Una vez que el bebé comienza a romper la cáscara, la cáscara se descarta, y la vida que surge de ella es mucho más grande y mucho más natural. El juicio y la falta de perdón te atan a esa cáscara. Muchos de vosotros comprendéis el peso y la carga que supone llevar dichos juicios y el dolor que implica albergar esta falta de perdón. Son como rejas en medio de tu camino.
El perdón te libera temporalmente. Puedes respirar tranquilo ahora. Acabas de eliminar un enemigo de tu vida. Eso produce un gran alivio. El perdón siempre produce un alivio, y con este alivio puedes ver la situación de manera diferente. Esta no te amenaza ahora. Si es ridícula, no importa. La vida aquí es ridícula. Por eso has venido.
Las personas llegan al mundo y dicen: «¿Dónde están todas las cosas buenas que son para mí?». Y se sienten decepcionadas. El mundo no tiene lo que ellas quieren, pero ellas tienen lo que el mundo necesita. Ellas tienen sentido. El mundo no. Si el mundo tuviera sentido, tú no lo tendrías. Cuanto más sentido le encuentras al mundo, menos sentido tienes tú.
Y entonces, Dios ciertamente no tiene ningún sentido. ¿Cómo pudo Dios permitir que estas cosas ocurrieran? O bien no hay Dios, o bien Dios es malo, o bien las personas son tan malas y criminales que Dios las está castigando, enviándolas a este lugar. ¡Todo eso es ridículo!
El mundo tiene sentido mecánicamente, pero más allá de eso no tiene sentido. Si puedes aceptar eso, entonces dejarás de quejarte por ello.
Viniste a dar algo al mundo, todos vosotros. Obviamente, tu falta de perdón te lo impide. Por tanto, la falta de perdón es una carga. Te hace sentir indigno de los regalos que llevas y que Nosotros te recordamos.
Como ves, en el centro mismo de tus juicios sobre otras personas y sobre el mundo, está tu propia vergüenza personal. ¿Por qué hay vergüenza? Se debe a que mantienes juicios que la vida no comparte, y como resultado has rechazado la vida.
Dios ha hecho tu curación muy fácil, muy directa y sin complicaciones. La vida sin Dios es extremadamente complicada y terriblemente temerosa. Siempre se ve acosada por la ansiedad y la amenaza de aniquilación. La única manera en que las personas pueden vivir en el mundo es teniendo algún tipo de dios.
Si no experimentas a Dios, te inventas un dios. Todo el mundo tiene un dios aquí en el mundo. Si uno vive sin Dios, la vida no tiene sentido. Está acabada. Así que, si tú no experimentas a Dios, te inventas un dios y luego intentas experimentar al dios que has inventado. Pero el dios que inventaste no es totalmente satisfactorio, por lo que hay decepción tras decepción.
Ahora bien, todo el mundo aquí tiene juicios sobre sí mismos. No eres lo suficiente perfecto, no eres ejemplar en las áreas adecuadas, no eres capaz de hacer eso, eres estúpido en esta o en aquella área, eres demasiado alto o demasiado bajo, demasiado delgado o demasiado gordo, demasiado tonto o demasiado serio, ¡y sigue y sigue! Y las personas se preguntan: «¿Cómo puedo librarme de estos juicios terribles? Veo que tengo estos juicios. Ellos me atan, me encarcelan, son un peso sobre mí. Me atormentan. ¿Cómo puedo deshacerme de ellos?».
Bueno, no puedes deshacerte de ellos ahí donde te encuentras, pero puedes hacer algo diferente en la vida en donde no son necesarios, y entonces comienzan a evaporarse. Dios tiene un Plan, y este Plan funciona dándote algo significativo que hacer en la vida. Te da una base significativa para la relación y la participación.
¿Puedes resolver estos juicios? No puedes. No puedes permanecer en la habitación de la falta de perdón y hacer que sea mejor, pero sí puedes salir de esa habitación.
Las personas se preguntan: «¿Cómo puedo librarme de esta carga que llevo dentro? Mi mente es como una corona de espinas». No puedes hacer que las espinas sean más cómodas, pero puedes hacer algo en la vida que permita que la semilla que llevas emerja. Esta es la fuente de la verdadera curación.
En esto, no estás simplemente haciéndote más atractivo cosméticamente o dándote alivio o consuelo temporal. No es suficiente, como ves, que te digamos que tus juicios contra ti mismo no tienen fundamento. ¿Renunciarías a ellos solo porque nosotros te lo dijimos? «Bueno, este Maestro dice que no necesito pensar de esta manera. No voy a pensar nunca más de esta manera». ¡Puf! ¡Los pensamientos se han ido! «¡Este Maestro es un gran sanador! ¡El Maestro me ha lanzado un hechizo curativo!».
Nosotros no queremos ser demasiado graves sobre este tema, porque tú ya eres demasiado grave. Esto es algo serio. No puedes negarlo, pero tampoco es necesario que te crucifiques a ti mismo por ello.
Seguir el Conocimiento es el camino. Empiezas tomando decisiones basadas en tus inclinaciones más profundas. Pero esto es solo el comienzo. No creas que el Conocimiento es solo la toma intuitiva de decisiones. ¡Oh, no! Estos son solo los primeros pasos, los pasos del bebé.
Sin embargo, estos pasos iniciales son muy importantes, porque seguir al Conocimiento significa que te estás alejando de todos los acusadores, tanto interna como externamente, para seguir algo que ahora es para ti más importante. Aquí debes valorar el Conocimiento cada vez más, lo cual borrará tu odio a ti mismo.
Sin embargo, no tendrás éxito si piensas que eres grandioso. Las semillas pequeñas aún no son grandiosas. Quienes valoran su verdadera valía están dispuestos a ser diminutos. No supone ninguna ofensa para ellos. Los que se odian a sí mismos no pueden soportar esa idea. Para ellos es doloroso. Si Dios pudiera ser una semilla, qué diminuta y humilde sería, sin ninguna identidad que proteger.
Por tanto, sigue El Camino del Conocimiento. Es muy simple, y sin embargo muy imponente. La forma más fácil es la forma imponente. Hace que tu vida sea muy directa. No puedes sentarte a un lado ahora imaginando cómo podría ser la vida.
No necesitas mantener ideas complejas sobre la naturaleza humana, porque la naturaleza humana no es compleja. La única cosa compleja en el universo es la confusión. Tú no eres complejo. No pienses en esto como algo degradante. La gente ama pensar que son seres radiantes multidimensionales que poseen todas las potencialidades. Sois más grandes que todo eso. Una diminuta semilla de la vida es más grande que todo eso.
¿Por qué el perdón supone un alivio tan grande? Es un alivio porque permite que tu mente se abra y se relaje. ¿Por qué es el perdón tan difícil de lograr? Es difícil porque tienes miedo a ir más allá de tu mente. Preferirías seguir siendo miserable, con pequeñas ideas que masticar como pequeños caramelos duros, antes que ir más allá entrando en la incertidumbre.
Obviamente, estamos hablando de un cambio profundo en el pensamiento. No es un cambio que tú puedas llevar a cabo. Tú no puedes cambiar tu mente. Puedes cambiar tus hábitos de discernimiento; puedes cambiar tus decisiones, pero aquello que te cambia es más grande.
Lo que rompe tu cáscara es algo que tú no inventaste ni puedes dirigir. La falta de perdón solo se mantiene adentro. Lo que emerge eres tú. No se preocupa consigo mismo, ya que no está tratando de ser ninguna otra cosa, y por tanto no se compara ni se contrasta con otras cosas.
Nosotros enseñamos a las personas a reconocer su Conocimiento, a empezar a usarlo y a comenzar el camino al Conocimiento de acuerdo con la Antigua Enseñanza. Inmediatamente, las personas se enfrentan a algunos obstáculos. Destaca entre estos obstáculos su duda en sí mismas, lo que refleja su odio a sí mismas.
¿Puedes confiar en algo dentro de ti cuando tu mente te ha engañado tantas veces, cuando tantas veces descubriste que estabas equivocado mientras pensabas que tenías razón, cuando tantas veces hiciste cosas tan estúpidas? ¿Puedes confiar en algo dentro de ti mismo que no puedes definir y que rara vez experimentas? ¿Puedes hacerlo?
En El Camino del Conocimiento te damos prácticas muy simples. ¡Dios mío, las prácticas son simples! «¡Oh, son tan difíciles!», podrías decir. ¿Por qué es difícil si decimos: «Practica el experimentar el Conocimiento treinta minutos al día»? La gente dice: «¡Eso es difícil!». ¿Por qué es difícil? Pasas más tiempo en el baño mirándote a ti mismo. ¿Por qué es difícil? Es difícil porque no crees ser digno de ello. Esto es realmente una inversión en ti mismo.
Ahora vamos a tocar este punto tan importante. Las personas tienen terror de sus propios juicios. Es por eso que mirar hacia dentro puede parecer al principio tan ominoso. Todo está oscuro allí, ya sabes, y están esos terribles pensamientos, esos terribles recuerdos e imágenes.
El mundo te ha enseñado el odio. El mundo lo enseña porque no sabe nada. Tú sabes algo. Es por eso que el mundo no es tu lugar de origen. Eres un visitante. No eres solo parte de la maquinaria biológica de este mundo. Llevas la semilla del Conocimiento.
El Conocimiento no utilizado es una carga terrible. Es la fuente de la neurosis de todos. Es como tener un brazo que nunca utilizas. Es algo difícil de llevar todo el día, ¿no? Tener esta cosa que cuelga de tu cuerpo, que funciona pero nunca utilizas. Siempre está ahí estorbando.
Así que cuando las personas comienzan a seguir su Conocimiento, se enfrentan a su propia inseguridad y su miedo a juzgarse a sí mismas. Son sus propias ideas lo que temen. Lo que las asusta son sus propias ideas.
La única manera de saber que una idea es solo una idea es hacerle frente si se interpone en tu camino. Si te conviertes en un estudiante del Conocimiento y empiezas a seguir un poder más hondo y profundo dentro de ti, te enfrentarás a tus propias dudas y a tus propios juicios sobre la vida.
Como ves, al Conocimiento no le importa lo que has hecho. Solo desea emanar desde tu interior.
Las personas piensan, en términos psicológicos, que llevan todos esos problemas no resueltos del pasado. Piensan: «Tengo que dedicar los próximos veinte años a resolver estos problemas, y luego tal vez pueda ser un ser humano que pueda ser feliz y pueda disfrutar de las cosas con una perspectiva fresca».
Bueno, eso pone convenientemente la resolución en el futuro, ¿no es así? Veinte años para resolver tu pasado es ridículo. Terminarás tu vida siendo una semilla sin germinar. Eso no es lo que estamos proponiendo.
Encontrarás que puedes vivir la vida de manera muy eficaz sin tener que hacer esos juicios. Y una vez que tengas la experiencia de hacerlo —experiencia que puedes tener incluso al principio—, fortalecerás tu convicción de que lo que estás siguiendo es digno de tu completa devoción. Esto te redimirá ante tus propios ojos, porque verás tu valor en relación con algo muy grande.
El valor de las personas se les debe demostrar a ellas. No es suficiente que digamos: «Puedes olvidarte de no gustarte a ti mismo, porque eres totalmente maravilloso». Ahora bien, nosotros lo diremos porque es verdad. Te disfrutamos mucho, pero ¿es suficiente eso? Tu valor se te debe demostrar. Dios hará la mayor parte del trabajo, y el crédito será todo tuyo. Dios no necesita el crédito.
El camino de la resolución pide, sin embargo, que te vuelvas muy consciente en cada momento. Aquí puedes comenzar a contemplarte a ti mismo haciendo juicios y acusaciones contra ti y contra los demás, y estar lo suficientemente presente para comprobar cuándo esto empieza a suceder y elegir un camino diferente.
Como ves, el lado personal de tu mente se compone de hábitos. Eso es todo lo que es, hábitos. Es toda una red de hábitos. Es por eso que sigue repitiéndose una y otra vez. Cuanto más ves tu mente personal, más ves lo repetitiva que es, porque así es como mantiene su identidad. Tu lado personal no debe ser condenado ni expulsado. Es útil. Entiende los detalles mundanos y es muy útil, pero es un dios muy malo.
Para comenzar a seguir al Conocimiento, debes darte cuenta de que hay una necesidad de Conocimiento, y debes sentir que eres digno de él. Esto en sí mismo es un paso hacia el reconocimiento y un paso importante para alejarse del odio a uno mismo. Simplemente cambiando tus pensamientos sobre ti mismo no resolverás el dilema, ya que eso no satisface tus necesidades reales. Seguir algo dentro de ti que no se basa en tus juicios te aleja de ellos por completo. Sin tu atención y reafirmación, simplemente comienzan a disolverse.
Por eso Dios te da algo significativo que hacer que no tiene nada que ver con tus conflictos. Puede que digas: «Estoy aquí trabajando en esto y resolviendo aquello», pero esto es simplemente tu manera de intentar hacer que tu nueva vida sea relevante para tu antigua vida.
La supervivencia no es la principal preocupación para el hombre y la mujer del Conocimiento. Ellos están en condiciones de contribuir a la vida, ya que poseen lo que la vida aquí no tiene, y por tanto tienen una vida que no está empobrecida. Son personas que están en condiciones de dar sentido al mundo. No son grandiosas, pero este sentido puede fluir desde ellas.
Lo que todas las personas realmente quieren hacer, como ves, es pertenecer a algún sitio y dar valor a su situación —estar en casa en algún lugar y ser parte de algo real—. Entonces pueden comenzar a sentar cabeza y participar, y su valor y sentido les será demostrado una y otra vez, porque el valor y el sentido solo pueden ser demostrados.
Debido a que vives en un mundo de limitaciones, siempre tendrás limitaciones y siempre cometerás errores aquí. Pero ahora no tienes base alguna para la condena, porque no estás tratando de hacer que el mundo se vea bien. De hecho, no estás intentando hacer nada.
Estás activo ahora en permitir que el Conocimiento dirija tu contribución. Si eres demasiado gordo, demasiado delgado, demasiado alto, demasiado pequeño, demasiado tonto, demasiado serio o demasiado algo, no importa. El desesperado intento de justificarte a ti mismo, ese gran arnés, comienza ahora a desvanecerse.
Verás, Dios es como el aire. Todo el mundo depende absolutamente de Dios, pero nunca piensan en Dios. Las personas solo se preocupan de los objetos, pero la esencia misma que las mantiene cada momento y que provee este mundo prístino en el que viven se da por sentada y nunca se cuestiona. Cuando la esencia es más importante que cualquier cosa que ves, entonces sentirás un gran poder en tu vida y la gratitud morará contigo.
Dios está atrayendo a todos al Hogar. Así es tu Conocimiento: atrayéndote al Hogar, recogiendo tu sedal, acercándote. Una vez que el Conocimiento comienza a emerger, tratará de realizarse y toda la base para no perdonar desaparecerá.
Lo que el mundo necesita es que los individuos encuentren y traigan su Antiguo Hogar aquí. Es entonces cuando el mundo dejará de ser un lugar de negación.