Como fue recibido por
Marshall Vian Summers
el mayo 19, 1993

Cuando estás con el Conocimiento, puedes permitirte ser bondadoso porque no estás corriendo por el mundo intentando cumplir tus metas y garantizar tu seguridad. Eres capaz de estar en el tiempo presente con una eficacia mucho mayor y una presencia mucho mayor de la mente. Si no te estás apresurando, te vuelves consciente de lo que está aquí ahora, y te vuelves sensible a las necesidades genuinas de aquellos a quienes estás destinado a servir.

Puedes darte el lujo de ser compasivo cuando estás con el Conocimiento porque el Conocimiento reconoce dónde están las personas sin exigir que sean diferentes. El Conocimiento fomenta la comprensión basada en la aceptación. No proyecta ideas esperanzadoras, pero no niega las necesidades de nadie. Te mueve hacia ciertas personas y te aleja de otras, sin condena. Te enseña, con el tiempo, a reconocer que hay etapas en la vida y que cada etapa tiene sus ventajas y sus lastres.

Con el Conocimiento, puedes permitirte la bondad porque quieres nutrir las cosas, y quieres que tú y las personas que te rodean estén arraigadas en lo que es real y genuino. Aquí tu bondad no siempre es dulce. A veces es exigente. A veces produce una confrontación, pero es amable porque pide a los demás que se honren lo suficiente para ser reales contigo y consigo mismos. Pides eso a través de la forma en la que vives, la forma en la que piensas y la forma en la que interactúas con los demás.

Puedes darte el lujo de ser bondadoso cuando estás con el Conocimiento porque no estás intentando cambiar a nadie. Sólo estás estimulando sus habilidades inherentes. No estás intentando seducir a nadie para obtener cosas de ellos, para ganar su amor o para obtener su ayuda financiera. Con el Conocimiento no los estás condenando, y esto permite que la bondad surja naturalmente en toda su vasta gama de expresiones.

Ser genuinamente bondadoso es reconocer una Realidad Mayor en otro, y nutrir y apoyar eso sin negar el estado actual de esa persona. Ser compasivo es entender el conflicto y el fracaso, y comprender que hasta que las personas hayan adquirido una base en el Conocimiento ellas son propensas al autoengaño. Serán capturadas por las fascinaciones del mundo, y serán propensas a todas las miserias que asisten a tales fascinaciones. Y ellas estarán inquietas, temerosas y a la defensiva. Lo entenderás porque lo habrás experimentado tú mismo, y habiendo encontrado la salida de ese estado, serás capaz de proveer un camino para que otras también puedan encontrar su camino.

Dentro de la grandeza de la Comunidad Mayor y en la pequeñez de tu esfera individual de vida, la bondad crea inspiración. Incita, en aquellos que están preparados, un mayor anhelo y una mayor capacidad. La bondad verdadera no es condescendiente. No es condescendiente con las personas. No utiliza un comportamiento fingido para ganar amigos o para obtener ventajas. Es bondadosa porque es comprensiva. Es compasiva porque es comprensiva.

En nuestras presentaciones, te desafiamos y te nutrimos. Te reconocemos y te incitamos a avanzar. Presentamos grandes retos y validamos grandes habilidades. No valoramos la falsedad, porque valoramos la sinceridad. Eso es bondad. La forma en que te consideramos es un modelo de cómo tú puedes considerar a los demás. Entendemos las tribulaciones del mundo y sus pequeñas alegrías. Habiendo encontrado el Conocimiento y habiéndonos unido en una verdadera relación, podemos mirarte con gran entendimiento y ofrecerte una promesa mayor. Eso es bondad.

No confundas la bondad con ser cortés con todo el mundo. No confundas la bondad con actuar dulcemente o estimulando la vanidad de las personas felicitándolas cuando no se han ganado los elogios. La bondad no consiste en hacer cosas buenas para sentirse bien. La bondad realmente viene de tener un mayor respeto por las personas. Esta mayor consideración debe contener una comprensión de su condición: sus debilidades, aquellas cosas que las amenazan o socavan, y sus verdaderas capacidades y posibilidades. Con esta mayor consideración puede existir un verdadero valor, sin engaño, sin esconder una cosa para enfatizar otra, sin ningún encubrimiento.

En nuestras presentaciones exponemos mayores responsabilidades y exigencias en la vida, que requieren una mayor aptitud en ti, mayor sobriedad sobre tu vida y su valor, y una visión más objetiva del mundo, de sus problemas y sus beneficios. Eso es bondad. Si te mantenemos alejado de tu mayor deber en la vida, estaríamos contribuyendo a tu infelicidad e insatisfacción. Pero no hacemos esto. Te desafiamos. Te llamamos adelante. Te llamamos a ti, no a otra persona. Nuestra presentación no llegó a ti por accidente. Llegó a ti con un propósito. Eso es bondad. Necesitamos más de ti de lo que quizás creas que puedes dar. Requerimos eso porque sabemos que puedes darlo, necesitas darlo, y quieres darlo.

Te presentamos grandes problemas porque te motivan a hacer grandes cosas en la vida. Eso es bondad. Aceptamos tus desventajas sin valorarlas. Aceptamos tus límites sin valorarlos. Eso es bondad. Somos compasivos porque sabemos lo que significa pasar por el gran umbral, de ser un individuo aislado y separado, para llegar a ser un participante mayor en la evolución y expresión de la vida. Sabemos lo que significa y lo que se requiere para recuperar la plena relación con la vida y la plena asociación con otras personas. Podemos permitirnos ser bondadosos porque no tenemos otra intención. Si la bondad es meramente un comportamiento o una afectación, entonces no es más que una estratagema para usar a las personas para tus propios intereses personales. Pero la bondad surge naturalmente y es inspirada cuando estás naturalmente comprometido con tu vida e inspirado por tu vida.

La bondad y la compasión también se cultivan porque con una mayor comprensión, reconoces cuan difíciles son los desafíos de la vida. No los subestimas. No los ocultas. No los encubres con una imagen más bonita. Los enfrentas. No los haces más grandes o menores de lo que son. Tomas tu vida en serio, y tomas tus placeres felizmente. Cuando no estás intentando usar tu vida y la vida de otras personas para cumplir ambiciones o para construir defensas, entonces la bondad emerge de ti. Entonces te emocionan las personas. Sus necesidades y su valor te inspiran, te motivan y te animan a dar algo de ti mismo.

Cuando no estás intentando probarte a ti mismo, entonces comienzan a caer tus bases para juzgar y condenar a los demás. Si no estás luchando para llegar a algún lugar en tu vida, entonces puedes reducir la velocidad para entender dónde están las personas y cómo están las cosas en este momento. Ser compasivo no significa que excuses o justifiques el error. No significa que encubras nada. Significa que comprendes la naturaleza del dilema de otro, sin justificarlo.

Para ser compasivo contigo mismo, debes ser capaz de alejarte de tu propio sufrimiento y tener un mayor punto de vista sobre tu vida. Entonces puedes decirte a ti mismo: «Lo que hago aquí no es correcto, y debo cambiarlo», o «Lo que estoy haciendo aquí está bien, y lo apoyaré». Aquí no hay crueldad. No hay castigo. Sólo existe el reconocimiento de que cuando haces lo que es auténtico y bueno, te sientes auténtico y bueno, y cuando haces algo que no sea auténtico ni bueno, no te sientes auténtico ni te sientes bien. Qué simple es eso y, sin embargo, con qué facilidad escapa a la comprensión y al reconocimiento de las personas.

La bondad se basa en la aceptación. La aceptación se basa en la comprensión. Y la comprensión se basa en la experiencia. Para tener esta experiencia, debes ser paciente y observador. A medida que tus propias ambiciones mueren y desaparecen de tu vida, te vuelves presente para otras personas. Desde aquí, crece la bondad y con ello también crece la compasión.

Puedes exigir grandes cosas de ti mismo, pero debes aceptar que una cierta cantidad de fracaso no sólo es inevitable sino necesaria. Para medir cuánta compasión y bondad tienes hacia ti, considera cómo te tratas cuando cometes errores. Considera cuál es tu respuesta al error dentro de ti. ¿Puedes tolerar cometer errores, incluso los más tontos? ¿Puedes soportarlo cuando has hecho algo muy tonto? ¿Cómo afrontas el fracaso en tu vida cuando has intentado algo y no funcionó, y lo intentaste de nuevo y tampoco funcionó, y no pudiste hacer que funcionara, y no pudiste averiguar cómo hacerlo funcionar? ¿Cómo respondes a esto? Aquí el juicio y la condena son fáciles. La comprensión, la compasión y la bondad no son tan fáciles.

Si te conviertes en un estudiante de Pasos al Conocimiento, aprenderás a ser paciente, porque verás que tu vida tiene su propia progresión, que aprendes a un cierto ritmo y que el aprendizaje requiere períodos de reevaluación y balance. Aprender no es simplemente recolectar ideas percepciones o experiencias felices. La comprensión es el resultado de aceptar las cosas como realmente son. Es el resultado de tratar con la realidad, y por lo tanto tiene una solidez que no puede ser descartada.

Paciencia, perseverancia, quietud, objetividad, observación, son todas cualidades muy importantes de una mente que se está volviendo quieta. No se ira a dormir. Se está volviendo despierta, presente y observadora. Se está convirtiendo en un testigo de la vida, en lugar de intentar ser su amo.

Muchas personas temen El Camino del Conocimiento porque piensan que les quitará las cosas que ellas quieren, que desafiará sus metas, amenazará sus acariciadas posesiones, o decepcionará sus esperanzas. Todo eso es una tontería. No hay nada en riesgo aquí, excepto las cosas que realmente no quieres, las cosas que quieres que realmente no puedes tener y las cosas que intentas ser que no están destinadas a ti. Eso está en riesgo, pero es mejor que te fallen ahora que más adelante cuando inviertas más de tu vida y de ti mismo en ello. Estas son cosas que no pueden producir ningún valor auténtico para ti. Aceptar esto te dará una comprensión de ti mismo que será profunda, y como resultado podrás ser compasivo con los demás porque entenderás su situación y reconocerás cuán difícil y magnífico es encontrar una salida. Aquí no sólo encuentras una salida para ti mismo, sino que estableces una salida para otras personas. Aquí construyes una nueva vida. No se te da simplemente. La construyes.

Con compasión, comprenderás tu comprometida situación y el tremendo proceso involucrado en encontrar una forma de salir de esa situación. Comprenderás los desafíos porque los estás experimentando. Entenderás los obstáculos porque tú mismo los estás enfrentando. Entonces verás por qué las personas no están preparadas. Verás por qué rechazan el desafío. Verás por qué vuelven a viejos patrones de pensamiento y comportamiento para sentirse seguras y sentir cierta consistencia en su vida. Comprenderás por qué las personas no pueden enfrentar la incertidumbre del cambio y por qué se aferran a cosas viejas que les recuerdan a quién ellas pensaron que eran. Comprenderás todo eso. Entenderás estas tendencias dentro de ti mismo y dentro de los demás. Y si alguien no puede ir adónde tú vas, si alguien no puede compartir lo que estás compartiendo, dirás: «Oh, bien», y seguirás adelante. Ahora estás mirando hacia adelante y no hacia atrás. No estás intentando llevar todo contigo. No estas intentando mantener a todos tus seres queridos contigo. No estás intentando tener todas las cosas que quieres tener. Avanzas con un énfasis diferente. Esta es una expresión de la bondad, porque estás haciendo algo maravilloso por ti mismo, y eso naturalmente se traduce en cómo te relacionas con otras personas.

En nuestra presentación para ti, demostramos bondad y compasión. Te desafiamos. Te llamamos. No validamos aquellas cosas que no tienen significado. Sólo validamos aquellas cosas que son intrínsecas a tu naturaleza. No siempre somos amables, pero nunca somos ásperos. No siempre somos dulces, pero siempre somos nutritivos. Proporcionamos sustancia no golosinas. Nosotros damos lo que da la vida, no lo que es sensacional. Damos lo que es constante y real, no lo que es intrigante y fascinante. Eso es bondad. Esa es la bondad trabajando debido al propósito que reconoce y apoya.

La bondad se demuestra en toda la Comunidad Mayor. Es universal. Representa un entendimiento universal y un lenguaje universal. Representa un Conocimiento universal y una Sabiduría universal. Aunque las culturas y las razas en la Comunidad Mayor varían significativamente, tienen en común el Conocimiento y la Sabiduría, y por eso el Conocimiento y la Sabiduría son la base de una relación real más allá de los límites de la raza y del lugar de origen. Esto es lo que significa la bondad en la Comunidad Mayor. Eso es lo que significa la bondad aquí en la tierra, aquí mismo, ahora mismo.

Avanza en la montaña de la vida, y entenderás lo que está abajo. Puedes mirar y ver las dificultades que las personas están teniendo en ciertos momentos a lo largo del camino, y no los condenarás por no estar contigo o por no seguir adelante, porque comprenderás la realidad del progreso en la vida —no solo su concepto o ideal, sino la realidad—. Comprenderás lo que significa la verdadera dedicación, lo que significa el trabajo y lo que significa la contribución. Y aunque puedas alentarlos en todas las personas e incluso exigirlos a aquellas que sabes que son capaces de darlo en este momento, serás compasivo con aquellas que no pueden. Ellas piden tu comprensión no tu condena. Necesitan estímulo, no rechazo. Anímalas con tu ejemplo. No puedes bajar la montaña para ayudarlas. No puedes dejar caer todo lo que estás haciendo para volver donde solías estar, para ayudar a las personas a través de esa etapa de la vida. Tienes que seguir adelante. Indícales que pueden hacerlo, pero sigue adelante. No permanezcas al lado del camino para ayudar a las demás. Tú mismo debes hacer el viaje. Si te detienes al lado del camino para ayudarlas, ellas avanzarán y tú no lo harás. Debes seguir adelante. Ellas seguirán, porque tendrán a alguien a quien seguir. Eso es bondad. No abdiques de tus propias responsabilidades, ni siquiera para ayudar a otros. Fortifica tus responsabilidades para convertirte en un hombre o una mujer del Conocimiento, y ayudarás a todos. Marca el ritmo. Haz la demostración. Deja que tu vida sea un vehículo para que una Realidad Mayor se exprese a través de ti, y tu valor para otros no tendrá límites y será incomparable.

Cuando estás subiendo la gran montaña de la vida, necesitas ayuda a lo largo del camino, pero lo más importante es que necesitas ver aquellos que están por delante de ti y ver que ellos no paran. Al verlo, o bien decidirás seguir adelante, o bien decidirás no hacerlo, pero sabrás que es posible proceder. Si no hay nadie que te guíe, ¿cómo puedes saber lo que está más adelante? ¿Qué mayor estímulo existe que tener a otros por delante caminando el camino de la vida y motivándote a seguir adelante porque ellos siguen avanzando?

Los que están por delante señalan el camino y renuevan tu espíritu para proceder. Eso es bondad. Ellos saben que el único rescate es una salida. Para encontrar la grandeza y el significado en tu vida, debes moverte a una vida más grande. No puedes permanecer donde estás y tener la grandeza, el significado, el valor y las relaciones que sabes que necesitas. Debes moverte a una vida diferente. Necesitas renovarte a ti mismo y a tu mente. Eso es bondad.

Dios no está bajando la montaña ayudando a todos. Dios está en la cima llamándote. Si puedes responder a esa llamada, puedes seguir adelante, incluso cuando se hace difícil, incluso cuando no estás seguro de que deseas hacer el viaje.

¿Cómo te vuelves bondadoso y compasivo? Aprende El Camino del Conocimiento. Entonces la bondad y la compasión se volverán más naturales que falsas. ¿Quién hace el viaje? ¿Quién toma las decisiones? Lo haces tú. Te aplicas. Compartes tu viaje con otros que pueden mantener el ritmo contigo. Alientas a aquellos que están justo detrás de ti. Y mantienes tus ojos en aquellos que están justo delante. De esta manera todos siguen y todos lideran. Todo el mundo recibe inspiración y todo el mundo da inspiración en el nivel de la vida en el que viven. Con esto, la humanidad avanza como un todo. En lugar de unos pocos individuos escapando del pozo de la ignorancia, todo el mundo da un paso alejándose de ella.

Confiar en el Conocimiento para guiarte e inspirarte es importante, pero tú mismo debes estar a la altura volviéndote honesto y simple en tus esfuerzos. Tú creas el ambiente en el cual la bondad emergerá, y desarrollas la compasión que necesitas. Simplemente progresar en El Camino del Conocimiento te dará eso, porque tendrás que aprender a ser bondadoso y paciente contigo mismo.

Si aprendes a ser verdaderamente observador, no puedes comprometerte con la condena. Aquí te preocupas más de si algo es o no es correcto, en lugar de si es bueno o es malo. Las cosas son sí o no, no buenas o malas. Aquí hay bondad porque no hay condena. Aquí hay compasión porque hay una comprensión sobre el progreso de la vida.

Tu bondad y comprensión, tu compasión y experiencia deben trascender las convenciones que te rodean y te obstaculizan. Deben ser lo suficientemente grandes y universales como para aplicarse incluso en la Comunidad Mayor, donde la expresión de bondad y la demostración de compasión pueden ser muy diferentes de lo que se supone que son en la comunidad humana. Ahí debes experimentar la esencia de las cosas. Con el Conocimiento, esto es posible. Sin el Conocimiento, sólo hay rituales y convenciones. Con el Conocimiento existe un entendimiento penetrante. De ello, surgirá una bondad mayor.