
Marshall Vian Summers
el junio 4, 2008
Seguramente surgirá la pregunta: ¿qué puedes esperar respecto a las Grandes Olas de cambio?
Lo que ocurrirá específicamente será determinado en parte por la capacidad de la humanidad para responder y prepararse. Lo que ocurrirá es que el mundo se hará más cálido, generando una mayor pérdida en la producción de alimentos y una gran escasez de recursos hídricos en muchas partes del mundo, mientras que habrá tremendas inundaciones en otros lugares. Los recursos energéticos disminuirán, creando convulsiones económicas y en algunos lugares incluso colapso.
Todo se volverá sumamente caro. Habrá mucha competición y un gran riesgo de conflicto y guerra por el acceso a los recursos restantes. Ciertas regiones serán devastadas. Otras se verán deterioradas. Muchas industrias caerán. Habrá mucha gente sin trabajo.
Habrá riesgo de grandes hambrunas en muchas partes del mundo, incluso en partes de las naciones ricas. Tendrá que haber cada vez mayores acuerdos internacionales. Los alimentos tendrán que distribuirse allí donde más se necesiten. Habrá grandes carencias de medicinas y atención médica, incluso en los países ricos. Habrá eventos climáticos tremendamente destructivos.
El propio riesgo de guerra producirá conflicto a una escala nunca vista antes en este mundo. Si este conflicto puede prevenirse o reducirse al mínimo, ello hará una enorme diferencia en el resultado para la humanidad. Pero cierto grado de conflicto surgirá, en particular en los países más pobres, en ellos y entre ellos. Y existe un gran riesgo de que otras naciones, ahora desesperadas por los recursos, entren en conflicto unas con otras.
Los gobiernos tendrán que ser más controladores, minimizando la libertad humana incluso en las naciones más libres. Esta será una situación de emergencia que se mantendrá. Mucha gente luchará contra esto. Habrá mucha tragedia humana y mucha valentía y coraje.
Grandes áreas del mundo que ahora están muy pobladas se volverán inhabitables, ya que será imposible producir alimentos allí debido a la falta de agua. Habrá migraciones inmensas de personas saliendo de esas zonas y de las zonas de conflicto. Habrá refugiados medioambientales, y habrá refugiados de guerra a una escala nunca vista antes.
Habrá un gran riesgo de enfermedades pandémicas debido al deterioro de las condiciones, sobre todo en las grandes áreas urbanas. Mucha gente puede perecer. Será una serie inmensa y traumática de eventos.
Sin embargo, en medio de todo esto habrá mucha inventiva humana. La tecnología debe desarrollar nuevas maneras de proveer energía a la gente, sobre todo mediante formas de electricidad. Tendrá que haber una enorme eficiencia y una unión de los recursos dentro de las naciones y en muchos casos entre las naciones.
Sin embargo, ni siquiera los mejores esfuerzos humanos impedirán el cambio masivo y las perturbaciones que se producirán. Pero la cooperación y el ingenio humanos determinarán si la humanidad tendrá un futuro y si la civilización humana podrá sobrevivir y crear una nueva base de unidad y cooperación.
Por tanto, no podéis escapar de las Grandes Olas de cambio. Pero podéis minimizar sus efectos perjudiciales y podéis beneficiaros de ellas en muchos sentidos, estableciendo un nuevo rumbo para la humanidad y construyendo una comunidad internacional más fuerte de gente, haciendo avanzar la tecnología, la justicia social y el bienestar humano. Pero no será fácil. De hecho, será lo más difícil que la humanidad ha intentado nunca. Exigirá un gran compromiso, un gran coraje, una gran fe, una gran cooperación y una gran contención personal.
Esto requerirá un Nuevo Mensaje de Dios para proveer la claridad, la sabiduría y el Conocimiento que la humanidad necesitará ahora para aprovechar sus puntos fuertes y evitar rendirse ante sus debilidades.
Viajar será extremadamente difícil, si no imposible. La gente vivirá a nivel local, trabajará a nivel local y tendrá que sobrevivir a nivel local. La producción local de alimentos y la fabricación local serán cada vez más importantes. Todo tendrá que funcionar a una escala más pequeña.
Aquellos que tienen recursos tendrán que compartirlos enviándolos al extranjero a los pueblos hambrientos y a las zonas del mundo que están en una gran crisis. El esfuerzo humanitario será enorme, casi inimaginable para los estándares de hoy. Las naciones más ricas tendrán que recibir a las personas que huyen de las zonas que han sido devastadas o donde ya no pueden producirse alimentos. Las áreas del mundo donde la humanidad podrá vivir se reducirán, lo que obligará a millones de personas a trasladarse a otros lugares y reasentarse.
Esto es muy diferente de las fantasías y la imaginación de las sociedades humanas de hoy, construyendo ciudades cada vez más grandiosas, construyendo medios de transporte cada vez más veloces, construyendo conveniencias y lujos personales cada vez más notables. Es algo tan necio, tan ciego e imprudente, tan ignorante y poco inteligente… Estas fuerzas están empujando a la humanidad más y más hacia el borde del colapso, empujándola aún más a la sobreexplotación del mundo, haciendo caso omiso de las señales de que muchos de los umbrales ya han sido pasados.
Aquellos que son visionarios y pueden ver lo que se avecina en el horizonte son condenados como personas negativas, no espirituales o catastrofistas. Los visionarios de la humanidad son descartados, ignorados o denigrados mientras todo el mundo sigue haciendo estragos en el mundo, agotando sus recursos y disminuyendo sus posibilidades futuras.
Si bien existen grandes fuentes de energía que la humanidad aún no ha descubierto, está aún muy lejos de descubrirlas, y para tener siquiera la oportunidad de hacerlo tendrá que sobrevivir antes a las Grandes Olas de cambio.
El periodo de transición hacia una nueva estabilidad en el mundo será largo y muy difícil. No es imposible. De hecho, debe suceder. Pero no pienses que sucederá por sí solo. No pienses que la tecnología por sí sola lo hará posible.
La población humana tendrá que ser mucho menor en el futuro, esperemos que por la voluntad humana y por medios compasivos. Si no es así, entonces la naturaleza devastará la población humana —la naturaleza, el conflicto y la guerra.
Tendréis un mundo más pequeño para vivir. Tal vez solo unos mil millones de personas podrían vivir aquí, tal vez dos mil millones, pero no mucho más. Esto es contando con vuestra tecnología avanzada y vuestros mejores esfuerzos, con una comunidad internacional fuerte, con tremenda cooperación y mitigando y limitando los conflictos y la guerra. En otras palabras, si todo se hace bien y correctamente, con una inmensa contribución humana, aun así, necesitaréis tener una población pequeña en el mundo.
Si estas acciones no se toman, si la humanidad no se prepara o no puede prepararse, si no puede contener su propia codicia, corrupción y competición de unos contra otros, entonces el resultado será mucho peor, tan malo que las palabras no pueden describirlo —un colapso de la civilización y una inmensa reducción de la población humana, devastando aún más el mundo y agotando sus recursos.
Y más allá de esto, tenéis la amenaza oculta de la intervención y la competencia desde la Comunidad Mayor —el universo—. Existe ya una Intervención en el mundo, posicionándose para asumir las riendas del poder, para presentarse como la salvadora de la humanidad y para establecer sus redes de apoyo y su legión de representantes humanos. Esta Intervención está tratando de influir a la opinión pública para posicionarse como los nobles salvadores de la humanidad y, en algunos casos, incluso como los padres de la humanidad, con el fin de introducir sus tentáculos en el tejido humano. La Intervención está creando un individuo híbrido capaz de asesorar y algún día conducir a la familia humana, un individuo sin lealtad a la humanidad, un individuo sin compasión, respeto o empatía por la humanidad.
Así es como razas extranjeras que no poseen recursos militares pueden hacerse con el control de un gran mundo lleno de individuos violentos. Estas razas intervinientes apoyarán el declive de la humanidad y socavarán la fortaleza de las naciones más fuertes, poniéndolas en competencia y conflicto entre sí. Ellas alentarán los conflictos humanos prometiendo la dominación del mundo a ciertos dirigentes de naciones y religiones.
La humanidad es fácilmente engañada. Está dividida. Es supersticiosa. Es ignorante de la vida más allá del mundo —la vida en la Comunidad Mayor de mundos, la vida en el universo.
Todo lo que la Intervención necesita es tiempo para que la humanidad se debilite hasta tal punto que la Intervención pueda presentarse, ya sea públicamente o detrás de las escenas, para ganar las riendas del poder. Si esto llegara a ocurrir, entonces la humanidad habría perdido su activo más importante: su libertad y su autodeterminación.
Puedes ver ya lo difícil que es enfrentar estas cosas y lo débil que eres en tu incapacidad para hacerlo. Puede que seas físicamente fuerte. Tal vez puedes correr diez millas. Tal vez puedes hacerte valer en asuntos de negocios. Tal vez seas muy fuerte desde tu punto de vista, pero aquí puedes ver lo débil e incapaz que puedes ser emocional y psicológicamente, cuánto puedes querer huir, cuánto puedes insistir en soluciones, cuánto puedes entrar en la negación, con qué facilidad puedes caer en la desesperanza y cuánto puedes protestar y rabiar contra otros, la gente y los gobiernos, incapaz de simplemente mirar y enfrentar las Grandes Olas de cambio.
Debes enfrentar esto. Si no puedes, entonces huirás, tu preparación no ocurrirá y serás cada vez más vulnerable frente al poder de todos estos grandes acontecimientos.
El Nuevo Mensaje está aquí para prepararte, pero para prepararte primero debe advertirte. Si no ves la gravedad del problema, no reconocerás la importancia de la solución. Si no ves que realmente no tienes una respuesta para todas estas cosas, entonces no estarás en condiciones de aceptar la gracia y el poder que Dios está proveyendo al mundo. Si no aceptas la realidad, entonces no reconocerás el remedio.
La situación es mucho más grave de lo que crees, y requerirá de ti una mayor fuerza de la que piensas que tienes, pero que en realidad tienes. Tu fe en ti mismo, tu fe en las personas, tu fe en las naciones y tu fe en el poder del Conocimiento dentro de ti y dentro de otros, tendrán que ser mucho más fuertes de lo que son hoy. Tendrás que soltar tus enjuiciamientos, tus odios, tus prejuicios, tu cinismo, tus perspectivas amargadas, tus esperanzas y deseos insensatos y tus fantasías.
Pero liberarte de estas cosas significa restablecerte en un poder real y en tu capacidad para disfrutar de la vida en el momento y prepararte para la vida en el futuro. Significa renovar tu capacidad para estar con otros y contigo mismo, así como tu capacidad para disfrutar de todos los beneficios reales de la vida y de la promesa de realizar y satisfacer tu mayor propósito aquí.
Aún no ves que prepararte para las Grandes Olas de cambio es el camino que te redimirá ante ti mismo y ante Dios. Esto te hará fuerte, compasivo, competente y sabio, más sabio de lo que eres hoy. Te ofrecerá una salida de tus circunstancias desgraciadas y tu pasado infeliz, llevándote a una nueva vida —una vida con propósito, significado y contribución.
Si la humanidad no puede avanzar en tiempos de éxito, debe avanzar en tiempos de fracaso. Si la humanidad no puede unirse y construir unida su fortaleza esencial en tiempos de abundancia y riqueza, debe hacerlo en tiempos de menguantes oportunidades y recursos.
Hay tres cosas que la humanidad debe lograr para ser una raza libre dentro de una Comunidad Mayor de vida inteligente: debe estar unida, debe ser autosuficiente y debe ser muy discreta. Debe estar unida en el sentido de estar funcionando como un todo. Esto no quiere decir que todo el mundo se ame, que se lleve bien o que vea las cosas de la misma manera, sino que la humanidad debe funcionar como una unidad completa.
La autosuficiencia de la Humanidad significa que todo lo que necesitáis debe venir de este mundo, de modo que no dependáis del comercio y la influencia de otros en la Comunidad Mayor, otros que fácilmente se aprovecharían de una joven raza emergente como la humanidad.
Y tenéis que ser muy discretos, lo que significa dejar de transmitir todas vuestras comunicaciones al espacio, revelando a cualquiera que se preocupe de mirar todo lo que pensáis, todo lo que hacéis, vuestras debilidades, vuestras fortalezas, vuestros secretos —todo.
Sin duda, puedes ver la gran vulnerabilidad de la humanidad en el universo. No estáis unidos. Todavía estáis involucrados en guerras tribales y sectarias, en competencia y conflicto y destruyendo rápidamente los recursos del mundo al hacer esto. Vuestra autosuficiencia se está perdiendo con cada día que pasa, a medida que derrocháis y disminuís vuestra herencia natural en el mundo —disminuyendo vuestros recursos más vitales y fundamentales, conduciendo al mundo hacia las Grandes Olas de cambio—. Y a duras penas estáis siendo discretos, ya que proyectáis casi todo al espacio a través de las transmisiones de radio.
La humanidad no se da cuenta de su inmensa vulnerabilidad en este sentido. Porque en el universo, los fuertes dominarán si pueden a los débiles, como ocurre aquí en la Tierra. La naturaleza no cambia con la tecnología. Todos en el universo están buscando recursos, y aquellas razas avanzadas que han sobrepasado los recursos de su propio mundo deben ahora negociar y buscar estos recursos allí donde puedan. La competencia y el engaño en torno a esto son enormes, más allá de cualquier cosa que podáis imaginar. Es simplemente la naturaleza sucediendo a una escala mucho mayor.
Si la humanidad estuviera familiarizada con los asuntos de la vida de su universo local, acabaría con la guerra hoy. Estaría preservando los recursos hoy. Estaría racionando la energía hoy. Estaría preservando su medioambiente hoy. Estaría manteniendo la diversidad biológica hoy. Estaría confinando sus comunicaciones a través de otros medios hoy. Y ayer.
Os estáis dirigiendo hacia una posición de extrema impotencia y vulnerabilidad en el universo, y como vivís en un mundo de una riqueza y diversidad biológica tan inmensa no os dais cuenta de su importancia para los demás. Sois como la tribu que vive en la selva nativa, aislada del resto del mundo, viviendo en un lugar de tremenda riqueza natural, sin comprender que ahora hay exploradores llegando a vuestras costas y penetrando vuestro santuario, exploradores que están aquí para tomar el control de lo que tenéis y desposeeros.
Esta es la naturaleza. Esta es la evolución. Esto es lo que sucede cuando los pueblos originarios de cualquier lugar o mundo derrochan sus recursos y no están preparados para una Intervención. Esto no quiere decir que la humanidad, por destino, vaya a caer bajo un poder extranjero. Pero este es el gran riesgo que enfrentáis ahora —el gran riesgo no reconocido, el gran trasfondo de las Grandes Olas de cambio, la amenaza oculta para la humanidad.
Si las naciones del mundo supieran esto se unirían para defender el mundo. Se unirían para proteger los recursos del mundo, de modo que la humanidad tuviera un futuro. Porque no penséis que podéis salir al espacio y reclamar lo que habéis destruido o mal usado aquí en la Tierra. Tendríais grandes dificultades para encontrar estos recursos, e incluso si pudierais llegar a encontrarlos, veríais que son propiedad de otros, otros que son mucho más poderosos que la humanidad.
Hay mucha necedad, imprudencia y adolescencia en el comportamiento humano que debe corregirse. El Nuevo Mensaje advierte de ello, exhorta a ello y habla de ello. No podéis ser necios y arrogantes en la Comunidad Mayor. Y ya no podéis seguir siendo necios y arrogantes ni siquiera en vuestro propio mundo.
Este es un tiempo de gran reevaluación en el que la humanidad tendrá que madurar y unirse o bien fracasar y ser tomada por otros. Si no aceptáis esto, si no podéis aceptarlo, si es demasiado para vosotros, si pensáis que es falso, entonces estáis siendo ignorantes y débiles. Esta es la Revelación. Ignoradla bajo vuestro propio riesgo. Porque ni siquiera Dios os salvará si no honráis ni prestáis atención a las advertencias de Dios.
Incontables veces, razas emergentes como la vuestra han sido tomadas por exploradores de recursos y colectivos económicos, los cuales buscan oportunidades como esta, son depredadores y oportunistas y pueden ganar el control sobre mundos como este sin disparar un solo tiro.
Estáis entrando a un entorno mucho más sofisticado y poderoso en la Comunidad Mayor, donde la guerra abierta es inusual, pero donde el engaño y el intento de controlar son enormes. Aún no tenéis sabiduría, porque no habéis tenido que adaptaros a este mayor entorno. Pero la sabiduría de la Comunidad Mayor está siendo proporcionada en el Nuevo Mensaje. Y tenéis aliados en el universo que han enviado sus advertencias, su perspectiva y su información para ayudaros a prepararos para la Comunidad Mayor y advertiros de los peligros de agotar vuestra Tierra y destruir vuestra autosuficiencia.
El panorama es en realidad muy claro. No es complejo. Si no podéis cuidar de este lugar, otros procedentes del universo vendrán a desplazaros. No os destruirán. Simplemente os controlarán y os utilizarán, del mismo modo que la humanidad usa el ganado, del mismo modo que la humanidad ha utilizado esclavos. No es una situación compleja. Incluso vuestros hijos podrían entenderlo. Esto ha ocurrido por toda la naturaleza y toda la Comunidad Mayor desde siempre, desde que la separación de Dios comenzó.
El hecho de que las personas no lo vean, no lo piensen, no lo reconozcan, no puedan imaginarlo o no puedan enfrentarlo simplemente representa vuestra falta de desarrollo, vuestra falta de sabiduría y las indulgencias a las que os habéis entregado, que os ciegan a la realidad de las leyes básicas de la naturaleza misma.
Por tanto, debes enfrentar las Grandes Olas de cambio; debes enfrentar la Comunidad Mayor —no con preferencias ni con miedo, sino con fuerza y objetividad—. Y debes ganar esta fuerza y esta objetividad, las cuales el Conocimiento dentro de ti te dará, porque él no tiene miedo. El Conocimiento no tiene preferencias más allá de la gran verdad que está aquí para servir.
En la actualidad, la humanidad es un administrador débil y dividido de un hermoso planeta que es muy apreciado por otros. ¿Cómo lo protegeréis? ¿Cómo lo defenderéis? ¿Cómo mantendréis su riqueza y su diversidad de vida? Si la derrocháis entonces la perderéis, y el costo estará más allá de vuestra imaginación. Si caéis bajo la persuasión exterior, esto creará un conjunto de circunstancias mucho peores que cualquier cosa que podáis imaginar.
Así es la vida. Debéis madurar para estar en la vida. Debéis prepararos para las eventualidades. La naturaleza es despiadada con los que no se preparan. Tanto la historia como la naturaleza os enseñan lo que sucede cuando no se hacen estos preparativos. Debéis ser sobrios y claros, y entonces podréis disfrutar de la vida, estar en la vida y estar seguros en la vida. Pero no podéis adquirir placeres aparte de esto sin poner en peligro vuestra posición, y en el presente la posición de la humanidad está en grave peligro.
Tendrán que tomarse grandes decisiones respecto a cómo procederá la humanidad, decisiones tanto al nivel del gobierno y el liderazgo como al nivel de cada persona. ¿Combatiréis y lucharéis por lo que queréis, aferrándoos a lo que tenéis, u os uniréis con otros para proporcionar una mayor estabilidad en vuestras comunidades, en vuestros pueblos, en vuestras ciudades y en vuestras naciones? ¿Aceptaréis la realidad de las Grandes Olas de cambio, o continuaréis negándola, proyectando en la vida vuestras preferencias, vuestros sueños, vuestras fantasías y la garantía de que vuestras indulgencias pueden mantenerse indefinidamente? ¿Negaréis la realidad de la Comunidad Mayor a pesar de que la intervención está volando en vuestros cielos y tomando a vuestra gente en contra de su voluntad? ¿Seguiréis siendo necios e ignorantes, como adolescentes reacios a enfrentar la realidad, incapaces de enfrentar la responsabilidad, sin disposición para servir a nadie más que a vosotros mismos? Estas son las preguntas. Este es el desafío.
Dios ha provisto un Nuevo Mensaje a la humanidad para advertirla de las Grandes Olas de cambio, para advertirla de la intervención de la Comunidad Mayor y para enseñar que la humanidad tiene un poder espiritual mayor llamado Conocimiento, que representa su fuerza fundamental tanto a nivel individual como colectivo, y que la humanidad debe utilizar este Conocimiento y sus propias capacidades naturales para restaurar el mundo y establecerse como una raza libre y autodeterminada en el universo.
Aunque la humanidad tiene un gran destino, su futuro está ahora en grave peligro. No des por hecho que la humanidad tendrá éxito. No pienses que su éxito está garantizado de alguna manera. No des por sentado que pase lo que pase la humanidad emergerá y será capaz de continuar. No pienses que su supremacía en el mundo garantiza su futura autodeterminación.
Asumir esto es mantener tu debilidad y evitar tu fuerza. Porque la fuerza siempre surge al enfrentar la realidad, no al huir de ella. Y la realidad puede tanto servirte como socavarte, dependiendo de la posición que tomes respecto a ella.
Este es el momento para que la humanidad se una y se fortalezca. El incentivo para ello es inmenso. La posibilidad de fracasar es grande. Esta es vuestra oportunidad para elevaros o para caer, para llegar a ser grandes, unidos y libres en el universo o para disminuiros a vosotros mismos aquí en la Tierra y caer bajo la subyugación de poderes extranjeros. Esto representa el gran umbral para la humanidad, su gran oportunidad y su gran desafío.