
Marshall Vian Summers
el junio 3, 2008
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Para reconciliarte con el sentido más profundo y el mayor propósito de tu vida, debe haber una evaluación profunda, y esta evaluación será continua. Se trata fundamentalmente de una evaluación de las relaciones. Pero aquí usamos la palabra relación en un sentido más completo, porque todo aquello con lo que estás asociado representa una relación: tus posesiones, tu casa, tu empleo, el mundo mismo, el cambio que está ocurriendo en el mundo, la nación en la que vives, y también muchas otras cosas. Todas ellas representan relaciones.
Esta es una forma muy importante de considerar tu implicación en el mundo, porque te ofrece un camino muy claro a seguir para discernir lo que es valioso y lo que no, lo que es útil y lo que es un obstáculo, lo que necesitarás en el futuro y lo que te retendrá. Tus relaciones no son solo con personas, sino con lugares, con cosas, con sucesos, con naciones y con el mundo en su totalidad.
Las personas a menudo no piensan en las cosas en el contexto de las relaciones, por lo que esta es quizás una nueva forma de ver el mundo que te rodea. Su valor está en que te ofrece un discernimiento muy claro, porque lo que funciona en el ámbito de las relaciones en un área puede aplicarse también en otras áreas. Por ejemplo, si tienes una relación dañina con tu trabajo, esta relación generará en tu vida muchas de las mismas dificultades e impedimentos que una relación difícil con una persona. Si tienes una relación difícil con tu hogar, ello te retendrá y limitará tus posibilidades.
Tienes incluso una relación con el futuro. Esto es cierto porque fuiste enviado al mundo para servirlo mientras experimenta el inicio de un periodo de grandes cambios. Tienes una relación con el futuro. Tienes una relación con el pasado, o con tu evaluación del pasado, para ser más precisos.
Por tanto, la condición de tu vida representa en conjunto la condición de todas estas relaciones. Y no tienes relaciones neutrales, pues cada una de ellas te está ayudando o bien te está entorpeciendo y reteniendo. Cada una de estas relaciones está dándote o quitándote fuerza. Algunas relaciones son sin duda más importantes y potentes que otras, pero todas ellas tienen una influencia en tu vida.
Así que la evaluación profunda es realmente una evaluación de a qué estás entregando tu vida y de qué estás designando como tus principales influencias en la vida, porque cada relación representa una influencia. El poder de influencia es muy importante, pero la mayoría de las personas no son conscientes de él o de sus consecuencias. Sin duda, puedes reconocer que la persona con la que estás casado tiene una gran influencia sobre ti, tal vez la principal influencia en tu vida. Pero la gente, al pensar en términos de matrimonio o pareja, rara vez piensa que la otra persona se vuelve la principal influencia de su vida. Si en sus relaciones se hubiese añadido este criterio a la evaluación de la otra persona y a las posibilidades de unión y colaboración con ella, tal vez habría un resultado muy diferente al que se ve hoy en el mundo.
Así que piensa por un momento en términos de que todo es una relación. Tienes una relación con personas, lugares, cosas, hechos; con el pasado, con el futuro; con los acontecimientos del mundo, con tu nación. Puedes incluso tener una relación con la Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo, aunque todavía es poco probable que hayas descubierto lo que esto significa para ti y lo importante que será para tu futuro.
Lo siguiente a considerar es que cada una de estas relaciones representa una influencia. Cada una te influye y tú influyes sobre ella. Tienes poder en el mundo en este sentido, y el mundo tiene poder sobre ti. El poder se mueve en ambas direcciones. Y este poder te da el poder de decisión, el cual puede aplicarse a más circunstancias de lo que eres todavía consciente. Este poder de decisión es fundamental para tu éxito y tu futuro en un mundo que será impactado por las Grandes Olas de cambio —por la destrucción del medioambiente, por la disminución de vuestros recursos fundamentales, por un cambio en el clima del mundo, por la creciente inestabilidad económica y política y por el gran riesgo de guerra y conflictos que esto producirá.
Y las decisiones que son importantes son aquellas que tomas ahora, porque hay tiempo para prepararte para las Grandes Olas de cambio. Pero el tiempo apremia. No tienes mucho tiempo, pues las Grandes Olas de cambio están afectando ya al mundo. Sin embargo, aquí estás, con todas tus relaciones y todas sus influencias sobre ti.
La gran evaluación empieza tomando conciencia de dónde te encuentras ahora: cómo empleas tu tiempo, tu energía, tu enfoque, tus intereses. ¿Dónde estás entregando tu vida? ¿En qué la estás focalizando? ¿A qué la estás asignando? Cada día, solo tienes cierta cantidad de energía, tiempo y espacio en tu mente para considerar las cosas. ¿En qué estás invirtiendo todo eso ahora? ¿Qué estás haciendo? ¿Con quién estás? ¿Cuáles son tus prioridades? ¿Dónde estás ganando energía en tu vida, y dónde la estás perdiendo? ¿Y con quién la estás perdiendo, y en qué la estás perdiendo? ¿En qué sientes certeza y en qué te sientes inseguro? ¿En qué relaciones te encuentras ahora que te aportan un sentido de certeza y dirección? ¿Y qué relaciones nublan esta certeza o la obstruyen por completo?
Como puedes ver hay muchas preguntas, y estas no son todas. Es por eso que esta evaluación profunda lleva tiempo. No es algo que haces en una hora como un procedimiento o un ejercicio. No es algo en lo que pasas un fin de semana pensando. En cambio, es algo a lo que debes entregarte como una de las prioridades principales de tu vida, particularmente en este tiempo. Debería ser una de tus prioridades. Porque si no te enfocas de esta forma, si no ganas un mayor discernimiento, entonces no sabrás qué hacer en el mundo ni hoy ni mañana. Y conforme lleguen las Grandes Olas de cambio, tu incertidumbre y tu vulnerabilidad crecerán significativamente.
Por tanto, debes comenzar en alguna parte, y debes comenzar por dónde estás —no con lo que quieres, o lo que crees, o lo que piensas que ocurrirá a continuación, o tus objetivos, o tus ambiciones, o tus sueños—. ¿Dónde estás ahora mismo? ¿Con quién estás y qué estás haciendo con ellos? ¿Qué es lo que posees? ¿Y te está dando fuerza o robándotela? ¿En qué crees? ¿Y están tus creencias dándote claridad, o son un sustituto del propio Conocimiento? ¿En qué estás invirtiendo tu tiempo? ¿En qué estás usando tu mente? Si te sientas en meditación, ¿qué preocupa a tu mente? ¿En qué la estás usando? ¿Qué problemas está resolviendo?
Obviamente, esta es una tarea muy grande y también confusa, porque te obliga a ser objetivo sobre tu vida. Y la objetividad aquí es de vital importancia. No te dejes llevar por la idea de que debes ser amoroso en contraposición a tener miedo, pues eso es todo pensamiento preferencial. No representa en absoluto claridad mental o verdadera seguridad. No caigas en la trampa de la dicotomía entre ser amoroso o tener miedo. El objetivo aquí es ver con claridad. La dicotomía real es si tienes sabiduría o no, si estás siendo responsable o no, si te estás preparando para el futuro o no, si estás viendo lo que se avecina en el horizonte de tu vida o no.
Comienza entonces con cosas simples. Revisa todo lo que posees. Todo lo que posees, incluso las cosas insignificantes, tienen para ti algún tipo de valor, y de una manera sutil representan una influencia. Si tu vida está llena de cosas que no tienen utilidad ni finalidad, entonces esas cosas te están quitando en cierta medida tiempo y energía. Todavía las posees, y por tanto todavía estás relacionado con ellas. Ellas están ocupando espacio en tu casa y en tu mente. Todo lo que posees debe ser en realidad fundamentalmente práctico y necesario o bien personalmente muy significativo, y ese significado debe ser tal que apoye lo que eres ahora y aquello a donde sientes que te estás dirigiendo en la vida.
Las cosas que representan viejos recuerdos tienen una influencia, haciéndote retroceder cuando en realidad debes encarar el futuro y aprender a vivir plenamente en el momento. Es más fácil soltar cosas que soltar personas o soltar la seguridad. Por tanto, es algo con lo que empezar. El proceso consiste en discriminar aplicando una mayor objetividad a tu vida, mirando todas las posesiones que tienes y preguntándote: «¿Es esto realmente útil para mí? ¿Es significativo para mí personalmente? Y ¿mejora y fortalece esto mi conciencia y mi comprensión de mí mismo?»
Encontrarás que tu vida está abarrotada, que las cosas están siendo una carga pesada y que hay un montón de cosas viejas en tu vida en las que tal vez nunca piensas, pero que, en realidad, están teniendo una influencia sobre ti. A medida que las sueltas, te sientes mejor y más ligero, y de alguna manera con el tiempo tu mente se aclara. Este es un buen lugar para comenzar. No es muy difícil, pero es un paso inicial en el desarrollo del discernimiento —discernimiento en las relaciones—, porque todo lo que haces, todo lo que posees y todo a lo que estás asociado representa relaciones. Y todas estas relaciones tienen una influencia sobre ti —sobre tu conciencia, sobre tus decisiones y sobre la dirección que sabes que debes seguir.
Por tanto, comienza por limpiar tu vida, por simplificarla. No querrás llevar mucho equipaje extra en el futuro, porque el futuro será muy incierto frente a las Grandes Olas de cambio. Querrás ser flexible, querrás poder moverte con facilidad, no querrás estar sobrecargado con muchas posesiones. Aquí debes ser muy honesto contigo mismo sobre lo que posees y lo que no posees, sobre lo que es valioso y lo que no lo es.
Al nivel del Conocimiento esto está muy claro. Es un sí o un no. En algunos casos, habrá neutralidad. Pero respecto a las cosas de tu propiedad, cosas que posees y de las que eres responsable, generalmente encontrarás que habrá un sí o un no en tu interior. Esto hará que la toma de decisiones sea muy fácil, siempre y cuando actúes en consecuencia, sacando las cosas que ya no necesitas o no deberías poseer —para regalarlas o tirarlas, dependiendo de lo que el caso requiera—. Este es un ejercicio valioso, porque necesitas liberar tu tiempo y tu energía para cosas mayores. Aquí estás empezando con las cosas más sencillas, las relaciones más simples, pues tendrás retos mayores a medida que avances.
Vas a necesitar mucha energía en el futuro, y debes reunir todos tus recursos. Debes reunir tus fuerzas y focalizarte. Si tu tiempo y tu vida están siendo gastados sin pensar en todas direcciones, no tendrás el poder para hacer esto, porque el poder aquí representa concentración. Si tu vida no se focaliza y se concentra, entonces tu energía estará perdiéndose en muchos lugares diferentes. Ahora debes tapar los huecos. Ahora debes recuperar lo que se está perdiendo. Ahora debes reunir todas tus fuerzas, porque las necesitarás para los difíciles tiempos venideros. Tendrás que anular y superar las otras influencias en tu vida que te están disuadiendo, que te impiden hacer lo que sabes que debes hacer y discernir la mayor dirección que el Conocimiento en tu interior está intentando proveerte a medida que avanzas.
Esta evaluación profunda sigue luego en cosas más grandes: tu trabajo, tus relaciones, la relación con tu cuerpo y la relación con tu mente. Aquí es más difícil ser objetivo, ya que puede que te identifiques mucho más con estas cosas. El hecho de identificarte con las cosas significa que pierdes tu objetividad al respecto. Revisar tu trabajo, tus relaciones y la relación con tu mente y tu cuerpo, la cual representa tu relación contigo mismo, requiere de mucha objetividad. Pero al nivel del Conocimiento, la respuesta es fundamental.
Por ejemplo, en tus relaciones debes examinar todas y cada una de ellas para ver si te están ayudando o perjudicando, si las personas con las que estás involucrado están avanzando en la vida. En algunas circunstancias, por ejemplo, en tu empleo, puede que tengas que trabajar con [ciertas] personas de todos modos, pero la manera de relacionarte con ellas hará una gran diferencia en el impacto que tendrán sobre tu vida.
Respecto a las relaciones que eliges y seleccionas para ti, debes evaluar cada una de ellas: «¿Está esta relación fortaleciéndome o debilitándome? ¿Está esta persona moviéndose en la dirección en la que yo debo moverme? ¿Tenemos un mayor destino juntos, o debo dejar que esta persona siga su propio camino en la vida?»
Estas son preguntas valiosas. Debes tener la fuerza, el coraje y la objetividad para hacerlas y actuar en consecuencia. Una sola persona en tu vida puede bastar para detenerte y alterar el destino y el curso de tu vida. Nunca deberías subestimar el poder de influencia de tus relaciones. Incluso si se trata de una amistad informal, esta amistad te está ayudando a avanzar o bien te está obstaculizando. A medida que empieces a dar pasos para avanzar, verás muy pronto si esta amistad te está ayudando o dificultando, si la otra persona te está cuestionando o menospreciando o está dudando de tus esfuerzos para focalizar tu vida y prepararte para el futuro.
Necesitarás compañeros fuertes. No puedes permitirte el lujo de tener detractores en tu vida. Puedes aprender de sus objeciones, pero si te asocias estrechamente con ellos perderás terreno frente a ellos.
Desarrollar aquí fuerza y discernimiento llevará tiempo y puede ser muy difícil en determinadas circunstancias, ya que existirán personas cuya aprobación crees que debes tener. Hay personas a quienes todavía estás tratando de impresionar. Hay personas que piensas que necesitas por seguridad, por protección, por amor o por placer. Pero desde el nivel del Conocimiento, será sí o no, porque el Conocimiento está intentando llevarte a alguna parte, y todo el mundo y todo en tu vida te está ayudando o bien dificultando en el descubrimiento y el seguimiento de esta dirección.
Tu empleo, frente a las Grandes Olas de cambio, puede tener futuro o no tenerlo. Eso es algo que puedes evaluar intelectualmente. Pero al nivel del Conocimiento sigue siendo un sí o un no. Tal vez tendrás que permanecer en ese empleo por un tiempo, para tener estabilidad mientras tomas otras decisiones y ganas una mayor certeza sobre el lugar a donde debes ir y los próximos pasos que debes dar en tu vida. Pero no te comprometas en exceso con una situación que no tiene futuro y que no podrá perdurar ante las grandes dificultades venideras.
No te comprometas en exceso con nada ni con nadie hasta que hayas realizado esta evaluación profunda. No hagas grandes planes. No trates de cambiar el curso de tu vida. No te comprometas en un matrimonio o una relación hasta que hayas realizado esta evaluación profunda a lo largo del tiempo.
No entregues tu vida antes de saber para qué es y qué dirección debe seguir. Si sigues esto, ello te salvará. Porque es muy fácil entregar tu vida a otros, comprometiéndote con una línea de trabajo o poniendo en marcha un conjunto de circunstancias que te impedirán incluso descubrir y recordar el mayor propósito por el que has venido al mundo.
Las personas establecen relaciones de modo informal, usando criterios muy débiles y temporales. No comprenden la seriedad de sus compromisos ni del impacto que estos tienen sobre ellas. Esto se debe a que carecen de discernimiento. Debido a que no valoran sus vidas, ellas se entregan con mucha facilidad, comprometen su tiempo y su energía descuidadamente y son muy negligentes consigo mismas.
Esta es una parte muy importante de la evaluación profunda. Aquí no puedes hacer caso a tu intelecto, ya que siempre hay buenas razones para entregarte a cosas que nunca serán valiosas para ti. Siempre hay razones de peso para entregar tu vida a personas o circunstancias que no representan tu destino.
Y luego, hay fuerzas sociales que te animan a casarte antes de estar preparado, a tener familia antes de estar preparado, a comprometerte con una carrera profesional antes de estar preparado. Muy a menudo, todas las fuerzas sociales —las fuerzas de tu familia y el aliento de tus amigos— te llevarán por completo en la dirección equivocada para tu vida. No les condenes, pues ellos no saben. Pero tú debes saber. Debes ganar este Conocimiento. Y el Conocimiento que Dios te ha dado es lo que hace esto posible. De otro modo, te perderías en el mundo y nunca encontrarías el camino.
La relación con tu mente y tu cuerpo representa una enseñanza muy grande que el Nuevo Mensaje provee. Tu salud mental y tu salud física son importantes. Pero para tratar con ellas de manera efectiva debes aplicar en ellas la misma objetividad. Por supuesto, te identificas con tu mente y tu cuerpo, incluso hasta el punto de pensar que ellos son lo que eres. Pero tu mente no es quien eres, y tu cuerpo no es quien eres. En cambio, ellos representan tus vehículos de expresión en el mundo, vehículos a través de los cuales puedes participar en el mundo, tener una influencia en el mundo y expresarte y comunicarte con otros en el mundo.
Son vehículos para llevarte a alguna parte, para llevarte a través de la vida en este mundo, para vivir en este tiempo, para tener un impacto en este tiempo. Son vehículos. Por tanto, debes cuidar de ellos. Debes cultivarlos, y ellos deben ser capaces de permitirte cumplir tu misión en el mundo. Si tu salud está arruinada, ya sea mental o físicamente, no podrás seguir un propósito mayor, y en la mayoría de los casos nunca se te dará a conocer, porque no estarás preparado para seguirlo.
Poner tu vida en orden, entonces, implica también abordar las necesidades de tu salud —tu salud mental y tu salud física—. La mente necesita cierta estructura. Requiere disfrute. Requiere compañía. Requiere alivio y descanso. Puedes discernir esto en tus actividades, en las influencias que traes a tu hogar, en los medios de comunicación, en tus relaciones, en los libros que lees y en las cosas sobre las que piensas.
La mayoría de las personas nunca han desarrollado ningún tipo de control sobre sus mentes. Son simplemente esclavas involuntarias de cualquier cosa que su mente quiera pensar, y por tanto se sienten muy impotentes al respecto. Pero en la evaluación profunda, la cual es un proceso de traer claridad y objetividad a tu vida, podrás ganar un control cada vez mayor sobre tu mente y tu pensamiento, decidiendo qué pensarás, a qué responderás, qué escucharás, qué leerás, qué estará en tu casa, qué será el foco de tus actividades y así sucesivamente. Debes ganar ese control, porque si no controlas tu mente entonces la controlarán otras personas. Si no estableces una verdadera dirección en tu vida, otras personas establecerán la dirección por ti. Y esta, de hecho, es la circunstancia trágica de la mayoría de las personas en el mundo actual, ya sean ricas o pobres.
Es obvio que aquellos que son muy pobres son esclavos de sus circunstancias. Pero no es tan obvio que aquellos que son más ricos, e incluso los muy ricos, también son esclavos de sus circunstancias. Aunque tienen grandes placeres y la libertad del tiempo, al final están tan perdidos y privados como los más pobres a su alrededor. No les irá bien frente a las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo. Ellos no tienen ninguna ventaja. Su riqueza puede perderse fácilmente, y serán blanco de otras personas que buscan aprovecharse de ellos. Y vivirán con gran temor y ansiedad, con miedo de perder lo que tienen y temiendo a todos —temiendo todo lo que crean que puede quitarles sus placeres, sus libertades y sus oportunidades.
Este es el momento, entonces, de reconocer lo que necesita tu mente y lo que necesita tu cuerpo, de forma muy simple. Aquí no hay nada complejo. Si estás siguiendo el Conocimiento, aquí no hay nada complejo. Tienes directrices simples y debes adherirte a ellas.
Al principio, en tu evaluación profunda —ya sea respecto a tus posesiones, tus relaciones, tus actividades o tus compromisos— será importante para ti que crees espacio en tu vida para dejar ir las cosas, para abrir tu vida, para permitir que haya espacio en tu vida sin que sea ocupado por otras cosas. Al hacerlo, podrás ver lo mucho que has tratado de obtener seguridad mediante tu posesión de cosas, mediante tus relaciones, mediante tus compromisos y así sucesivamente. Y tal vez te sentirás menos seguro acerca de tu vida y más vulnerable, pero eso es algo bueno, porque crea un espacio para que entre un Poder Mayor y la libertad para poder fijar un nuevo curso que traerá nuevas personas y circunstancias a tu vida. Si tu vida ya está llena hasta el borde, nada nuevo puede venir. No puede haber nuevas experiencias, nuevas revelaciones, nuevas relaciones o nuevas oportunidades.
Por tanto, al principio la evaluación profunda es un proceso de discernimiento y liberación. Debes discernir lo que es realmente importante y liberarte de lo que no lo es. Estás cambiando tu relación con las cosas, con la gente, con los lugares y con los compromisos. Al hacerlo, estás cambiando —a un nivel sutil pero cada vez más poderoso— la relación con tu mente y tu cuerpo. Aquí estás ganando fuerza y aprendiendo a ser dirigido desde dentro en vez de simplemente ser dirigido desde el exterior.
Muchos se preguntan: «Bueno, ¿qué debería hacer frente a las Grandes Olas de cambio?». Comienza con esta evaluación profunda. Es fundamental. Si no la haces no tendrás libertad para saber y actuar, ni tampoco para moverte con el Conocimiento. Te quedarás retenido allí donde estás, como si estuvieras encadenado a una pared, incapaz de moverte, incapaz de reconsiderar tu vida e incapaz de establecer una nueva dirección. Porque tu vida habrá sido ya comprometida, entregada a los demás, o simplemente se habrá perdido en los innumerables pensamientos y búsquedas que realizas en el curso de tu vida.
Tú comienzas con la evaluación profunda, y esta evaluación es continua. Es continua porque traer claridad, simplicidad y enfoque a tu vida es algo continuo. No es algo que hagas de una sola vez. Es algo continuo. Todo a tu alrededor quiere cargarte aún más con posesiones, con personas, con lugares, con oportunidades, con distracciones, con estímulos, etc. Y así, este discernimiento debe ser constante, porque debes mantener tu vida abierta, clara y despejada. Tu vida debe estar llena de personas, lugares y cosas que te fortalezcan, que te den aliento, que sean un símbolo de que tienes la fuerza y la responsabilidad para vivir plenamente en el momento y prepararte para el futuro de una manera sensata y eficaz.
Aquí tendrás que aprender a decir no a muchas cosas: no incluso a tu propia mente; no a tus compulsiones; no a tus adicciones; no a los placeres que perjudican a tu mente y tu cuerpo; no a las personas que quieren que hagas lo que ellas quieren que hagas, no a las oportunidades que se ven bien pero que, a un nivel más profundo, no puedes aceptar; no al consenso de la gente que te rodea; no, tú no seguirás sus consejos; no, no te unirás a su grupo; no, no aceptarás su percepción de la realidad. Haces esto no con enfado o condena, ni con miedo al rechazo, sino con simple honestidad y claridad.
No te enfades porque el mundo esté lleno de engaño y deshonestidad, porque es un mundo sin Conocimiento. Las personas no han encontrado todavía el gran regalo de Dios, por lo que actúan tontamente, imitándose unas a otras, siguiendo lo que sea que su condición social les diga que deben seguir —siguiendo a sus amigos, a sus grupos, a sus líderes, a sus religiones… todo—. Porque sin el Conocimiento, ¿qué otra cosa pueden hacer sino seguir todo lo que es un sustituto del Conocimiento?
Esto no debería ser motivo de enfado para ti si lo ves con claridad. Es trágico, sí. Es muy lamentable, sí. Pero ahora no puedes permitirte el lujo de ser crítico con el mundo.
En lugar de condenar a otros, condenando a los gobiernos, condenando al mundo, condenando a la vida, debes reunir en ti tus recursos. Toda condena representa una gran pérdida de energía, que solo añade más fricción y denuncia a la vida, sin ningún beneficio positivo. Si tu vida no está moviéndose con el Conocimiento, entonces tu posición como crítico es inútil y contraproducente. Esto forma parte de la conservación de tu energía.
Al final, la gran evaluación te devuelve la fuerza, te conecta con el Conocimiento y conserva tu energía. Tal vez todavía no ves el valor de conservar tu energía, porque quieres que tu vida esté llena en todo momento de estimulación placentera, de actividades significativas, de personas agradables. Quieres llenar el espacio, pero necesitas despejarlo, permitiendo que esté vacío, manteniéndolo en reserva. Porque solo en este espacio vendrán a ti nuevas realizaciones y podrás ver cosas que antes no podías ver, saber cosas que antes no podías saber y discernir cosas que antes estaban fuera de tu alcance. Nuevas personas y nuevas oportunidades llegarán a tu vida, porque existe un espacio para ellas. Así que, en esencia, tu vida siempre debe tener este espacio y esta abertura. Nunca debería llenarse. Y si se llena, entonces es hora soltar cosas una vez más.
Incluso si tu vida fuera completamente apropiada, incluso si estuvieras viviendo El Camino del Conocimiento, incluso si todas las personas en tu vida fueran significativas para ti y apoyaran al Conocimiento dentro de ti y para ti, todavía tendrías que crear una abertura, ese espacio en tu vida donde nada existe, donde hay vacío. Es este vacío el que te permite estar quieto, el que te permite escuchar, el que te permite mirar, el que te permite estar realmente con otra persona, o experimentar realmente un lugar, o disfrutar realmente de la magnificencia de la naturaleza. Es este espacio, este vacío, este silencio, el que te permite discernir las señales del mundo y el movimiento del Conocimiento en tu interior.
En lugar de intentar llenar el espacio, deseas crear el espacio y mantener una parte de tu vida abierta, inexplicable y misteriosa. Nada está sucediendo allí. Esto es lo que te permite tener asombro y reverencia ante la vida, tener una experiencia pura en lugar de algo que simplemente estimula tu pensamiento. Esto crea la oportunidad de que te experimentes a ti mismo fuera del tiempo y el espacio —la experiencia de la Gracia, la experiencia de tus Maestros Invisibles, que están ayudándote a recuperar tu relación con el Conocimiento y, con esta, el mayor propósito por el que viniste al mundo.
Aquí puedes imaginar que, si siguieras esto, tu hogar tendría muy pocas cosas, pero todo en él sería muy valioso. Tu vida personal tendría muy pocas personas, pero cada persona sería realmente valiosa. Tu tiempo no estaría completamente ocupado, sino que tendría aberturas para que nuevas experiencias sucedieran. Y tu mente no estaría constantemente estimulada, sino que sería capaz de estar quieta, atenta, sensible —viendo, escuchando, reconociendo las cosas.
Es como si estuvieras yendo en dirección opuesta a la mayoría de las personas que te rodean, que están siempre adquiriendo cosas o bienes para sí mismas —gente, experiencias, sensaciones, estímulos—, hasta el punto de que no tienen idea de quiénes son. Su vida está llena de estímulos externos. No tienen idea de dónde están en la vida, de a dónde van o de a dónde va el mundo. Ellas simplemente están siendo arrastradas por todas sus obsesiones.
Puedes imaginar entonces que, como resultado de esta evaluación profunda, tu vida se vuelve simple y clara, y que te vuelves capaz de discernir oportunidades a un nivel más fundamental —no en función de si estas son agradables y excitantes, sino de si son realmente significativas y sirven a tu propósito o te distraen de él.
Sin duda, podrás tener placeres sencillos a lo largo del camino, pero todo lo que precise de un compromiso más serio —una nueva relación, una posesión importante, una oportunidad en tu trabajo, un nuevo interés— realmente debes discernirlo, porque el mundo entero quiere que te llenes, mientras que tú, en esencia, estás intentando vaciarte. Es por eso que debes tener una exposición muy limitada a los medios de comunicación, solo en busca de aquellas cosas que son importantes con respecto a las Grandes Olas de cambio o en algunos casos que son importantes en tus circunstancias y entorno inmediatos.
No deberías ser estimulado por mundo. Vas a tener que mantener cierta distancia ahora si quieres tener alguna esperanza de ganar tu fuerza, de construir tu discernimiento, de cultivar tu discreción y de aprender a ser una persona realmente atenta, siendo realmente capaz de ver lo que necesitas ver en ti mismo y en otros. No puedes hacer esto si estás corriendo por ahí como un loco, impulsado por tus necesidades, deseos y obligaciones con otros. Es por eso que la evaluación profunda debe ocurrir al principio si quieres tener alguna posibilidad de éxito. Y esta evaluación, como hemos dicho, será continua, porque hay umbrales que debes evaluar por ti mismo.
Parte de esto lo llevarás a cabo por tu cuenta, y parte contará con la ayuda de otras personas. La calidad de tus relaciones será ahora cada vez más importante para ti, porque reconocerás que cada relación es significativa y tiene una influencia sobre ti, ya sea apoyando el surgimiento del Conocimiento en tu interior o distrayéndote de esto, ya sea animándote en tu preparación para las Grandes Olas de cambio o desalentándote de hacer esta preparación. Tus relaciones tienen aquí la mayor importancia, y esta importancia aumentará con el tiempo.
Por tanto, según avances tu vida tendrá mayores recursos de energía. Podrás realizar cambios significativos en tu vida, cambios que antes no podías realizar porque no tenías la fuerza para hacerlos. No tenías la potencia dentro de ti para llevarlos a cabo. Antes, veías cosas que sabías que tenías que hacer, pero no tenías la fuerza para hacerlas. No podías pasar por encima de tu propia mente o las opiniones de los demás. No eras suficientemente fuerte para hacerlo. Ahora puedes hacerlo, y ello aporta a tu vida un mayor flujo y movimiento.
¿Puedes imaginar que todo en tu vida representara tu mayor propósito en el mundo, el significado mayor de tu vida, y que esto te hubiera dado ahora la fuerza suficiente para poder hacer frente a la adversidad? Esta no te vence. Puedes tratar con otros que no están de acuerdo contigo o te critican sin perderte en sus puntos de vista.
Esta es una fuente de satisfacción y alegría en tu vida. Es como si hubieras sido recuperado. Te has recuperado, y has permitido que lleguen a tu vida otros individuos que apoyan esta recuperación, que es fundamentalmente la recuperación del Conocimiento.
Y por el camino has adquirido además ciertas habilidades que ahora puedes utilizar para ayudar a otros, porque ellos también deben comenzar la evaluación profunda. Ellos también deben aprender cómo ganar su propia fuerza y recuperar su vida, que había sido entregada antes sin pensamiento ni consideración. Las herramientas que obtengas, la fortaleza que ganes y las habilidades que emplees serán recursos para ayudar a otros en el futuro, y esto lo harás de manera natural, espontáneamente. Incluso tu vida será una demostración de esto, lo cual inspirará y confundirá a otras personas.
La verdad es que no estás donde tienes que estar en la vida, y lo sabes, y es por eso que te sientes incómodo. No intentes librarte de esta molestia, porque es una señal dentro de ti de que tu vida debe moverse, de que hay cambios que deben producirse y tú debes hacer. Permítete estar con la molestia. Siéntela. Observa qué te está diciendo. Observa a dónde te está llevando. ¿Dónde están los puntos de incomodidad? ¿Dónde estás viviendo una mentira en tu vida? ¿Qué falsedades te estás diciendo sobre tu relación con esa persona, ese lugar o ese objeto?
Tendrás que superar las tendencias y hábitos dentro de ti y las otras voces que el mundo que te rodea ha puesto en tu mente, diciendo que quieres cosas que realmente no quieres, o que debes tener cosas para ser atractivo o tener éxito.
Este es un proceso muy grande. La verdad es que no estás donde necesitas estar. Nunca te digas que estás justo donde necesitas estar. Eso es una tontería. Nunca convencerás al Conocimiento en tu interior.
Tienes una gran montaña que escalar, y debes mantenerte ascendiendo a esta montaña para cumplir tu destino y ganar una visión del mundo que te resultará obvia cuando llegues a las zonas más altas de esta montaña.
Se lo que sea que te digas a ti mismo, no podrás convencer al Conocimiento dentro de ti. Necesitas llegar a donde necesitas estar —para estar en la mejor posición frente al futuro, para recuperar tu fuerza, tus habilidades y tus regalos mayores y para servir a un mundo cuyas necesidades no harán sino crecer y profundizarse en el futuro.