Como fue recibido por
Marshall Vian Summers
el febrero 5, 2009

Escuchar el audio original de la revelación, en inglés:

Descargar (Clic derecho para descargar)

Las personas quieren muchas cosas de Dios. Las personas quieren inspiración y protección. Quieren ventajas. Quieren milagros. Quieren ser salvadas del resultado de sus propios errores o de las consecuencias de los errores de otras personas.

Ellas quieren que Dios les provea muchas cosas sin pedirles nada a cambio. No quieren que sus vidas sean dirigidas, ni impactadas, ni restringidas. Pero quieren que Dios haga muchas cosas para ellas, como si Dios fuera una especie de sirviente, un chico de los recados para los volubles deseos del individuo.

Las personas quieren que Dios detenga el sufrimiento y la guerra cuando, de hecho, la forma en la que ellas viven y cómo ellas ven a otras está promoviendo la guerra. Quieren que Dios intervenga, pero solo a su reclamo y solo según sus deseos y dictados. Y cuando Dios parece decepcionarlas, bueno, su creencia se hace añicos o su incredulidad se refuerza.

Ellas culpan a Dios por todos los errores que las personas cometen con respecto a la religión y la enseñanza religiosa. Culpan a Dios por descarriar a la gente. O afirman que Dios no existe en absoluto, y que todo ello es invento de la gente.

Por tanto, no es un entorno en el que lo Divino pueda realmente comunicarse con el individuo de manera efectiva y libre. Por eso Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti: una Inteligencia más profunda, una Inteligencia que no es guiada ni corrompida por el mundo, una Inteligencia que tú no puedes controlar, manipular ni usar como una especie de recurso para ti mismo.

Las personas tienen una relación muy disfuncional con Dios. Temen a Dios, si acaso creen en Dios. Pero quieren muchas cosas y tienen grandes expectativas. Quieren que Dios valide sus creencias y sus ideologías religiosas. Ellas quieren que Dios cumpla sus profecías: el regreso de su mensajero o de su santo. Quieren que Dios condene y aplaste a sus oponentes y a aquellos a quienes ellas condenan. Quieren que Dios cree el Infierno para que este castigo pueda ser impuesto eternamente. Quieren que Dios sea como las descripciones de Dios en los libros antiguos.

O quieren que Dios sea una especie de persona moderna. O quieren que Dios sea un anciano o una mujer santa. O quieren que Dios esté más allá de todas estas cosas. Pero, aun así, ellas afirman que conocen la Voluntad de Dios y que pueden definir las intenciones de Dios.

Aquí Dios se vuelve todo lo que tú quieres y todo lo que no quieres. Proyectas tus miedos y tus deseos, tus juicios y tus admoniciones sobre Dios. Esto no es una relación. Es fantasía y proyección.

¿Cuál es tu relación con Dios? ¿Y cómo puedes conocer a Dios en tu vida? Estas son preguntas valiosas, pero solo pueden abordarse si se presentan sin tales expectativas y demandas. Esto solo se puede abordar si comprendes la confusión y los errores que las personas cometen y continúan cometiendo respecto a su entendimiento de lo Divino.

Tienes que venir comprendiendo tus propias intenciones. ¿Por qué buscas esta relación? ¿Qué esperas que esta te proporcione? ¿Cuáles son tus deseos secretos? ¿Qué quieres esconder de Dios? ¿Qué no quieres que Dios sepa sobre ti o de tus comportamientos pasados? ¿Vienes únicamente con el deseo de estar en una relación, o hay otros incentivos operando aquí?

Tu enfoque es importante, y es importante que tú conozcas tus intenciones. Porque si no conoces tus intenciones, no comprenderás la naturaleza de tu compromiso ni la decepción de tus expectativas, ni por qué Dios no te dará lo que crees que quieres o mereces, ni cómo se pueden cumplir tus deseos y necesidades reales, ni cómo Dios te ayudará en este asunto.

Las personas buscan poder en Dios porque no sienten que ellas tengan algún poder. Ellas quizá no tienen poder social ni económico, y por eso buscan lo sobrenatural. Ellas quieren una intervención de poderes sobrenaturales que les de poder social y les brinde protección contra un mundo que ellas no pueden alterar.

Así que tu enfoque es importante. Y es muy importante ser claro y honesto sobre tus intenciones. Sin esto, no entenderás tu compromiso. Parecerá que Dios no está disponible o que no existe o no responde a tus solicitudes. Si vienes sólo como peticionario o como manipulador, entonces puede que Dios no resulte evidente en tu experiencia.

Esto es un dilema para el intelecto, que está lleno de necesidades y miedos. Y si este se ha vuelto astuto y manipulador, quizás ni siquiera entienda sus propios engaños.

Realmente, este es un asunto del corazón, ya ves. Pues es un apremio más profundo lo que te lleva a esta relación, más allá de lo que tú pienses que esta hará por ti. Lo que te lleva a esta relación es como una atracción natural, un tirón gravitacional, podrías decir.

Donde tú conoces a Dios es en la Inteligencia más profunda que Dios ha puesto dentro de ti, una Inteligencia llamada Conocimiento. Al margen de visiones o eventos sobrenaturales u otro tipo de cosas que a menudo no son auténticas, es realmente ahí donde conoces a Dios.

Dios no controla ni comanda tu intelecto. Este está dominado principalmente por tu cultura, tu familia y tus amigos. Es tu mente mundana que está tan controlada por el mundo mismo.

Pero tu Mente más profunda no está controlada por el mundo. Está conectada a Dios. Es el ámbito donde te comunicas con Dios y disciernes las influencias que Dios ha puesto dentro de ti para guiarte, protegerte y llevarte a tus mayores logros en la vida.

Entonces, claramente, tomar los Pasos al Conocimiento y aprender cómo conectar tu mente pensante con esta Mente más profunda es realmente la forma en que comenzarás a discernir un sentido de dirección real para ti. Porque Dios no va a darte muchas respuestas a tus interminables preguntas. Dios no va a tener una conversación contigo. Dios no va a ser tu amigo con el que charlas todo el día. Dios no te va a ayudar a resolver tus rutinas diarias ni todos los detalles de tu vida, porque esa es tu responsabilidad.

Dios establece una dirección, y te restringe y te alienta para que tú puedas encontrar esta dirección y seguirla. El Conocimiento dentro de ti te frena y luego te hace avanzar. El Conocimiento dentro de ti no se siente atraído por las fantasías que tú podrías tener sobre ti mismo, y por eso no muestra ninguna respuesta al respecto. Y eso es una pista y un indicador para ti.

Aquí lees las señales y las pistas de un movimiento más profundo en tu vida, porque tu relación con Dios no es una conversación. No es un diálogo. Es compartir un movimiento más profundo, una dirección mayor.

Aquí aprendes a dejar que el Conocimiento reconduzca tu vida, restablezca tus verdaderas prioridades, te aconseje a qué entregarte y a qué no entregarte, con quién estar y con quién no estar, y cuál es el forma apropiada de una relación con aquellos con quienes compartes un propósito mayor.

Aquí permites que el Conocimiento moldee tu comprensión a través de la experiencia, a través de la experiencia y del compromiso constante con el Conocimiento. Aquí Dios no es un montón de ideas o enseñanzas del pasado ni siquiera las predicciones de antiguos profetas. Es una experiencia viva dentro de ti.

Entonces la pregunta es: «¿Cómo estar con Dios?» Si Dios no es una conversación, si Dios no es una ideología, si Dios no es solo quien dispensa dones, ¿cómo estar con Dios?

Para estar con Dios, debes seguir el Conocimiento porque este es la Inteligencia que Dios ha puesto dentro de ti. Solo este sabe adónde realmente necesitas ir y cómo encontrarás tu camino. Este está más allá del ámbito y del alcance del intelecto.

Aquí el intelecto debe seguir. No puede conducir. Pero el intelecto es muy importante para ayudarte a discernir los detalles de tu vida. Tiene una función muy significativa al ayudarte a discernir los detalles de tu vida, a manejar tus asuntos, a lidiar con asuntos complejos, a lidiar con la tecnología, a lidiar con el tiempo, a ocuparte de los compromisos con otros. Pero este aún debe tener la guía del Conocimiento para que sea realmente productivo y constructivo para ti.

Es muy importante entender esto, porque aquí ni siquiera tienes que creer en Dios, ni necesitas tener una religión. Puedes conectarte con el Conocimiento tanto si eres religioso como si no, tanto si crees en un particular camino religioso como si no. Esta es una puerta que está abierta a todos.

Pero de todos requiere sinceridad, honestidad y verdadera intención. Porque Dios no responderá a tus falsas solicitudes, a tus agendas ocultas y tus súplicas deshonestas. Si tú quieres ser ingenioso, no recibirás nada más que silencio. Si quieres ser astuto, no recibirás nada más que silencio.

No puedes engañar al Creador del universo, y no puedes engañar al Conocimiento, que Dios ha puesto dentro de ti, con diseños ingeniosos ni preguntas capciosas, ni intentando tender una trampa para probar la existencia de Dios. Claramente, tú no intentarías entablar una relación real con una persona con este tipo de trucos y manipulaciones, no si fueras realmente sincero y honesto.

Siempre hay un elemento de confianza, por supuesto. Pero en este caso se trata realmente de confiar en algo más profundo dentro de uno mismo en lugar de confiar en un poder foráneo, o una deidad incomprensible, o en algún tipo de personificación de Dios construida en la antigüedad. Se trata de adherirse a un poder mayor dentro de ti.

Incluso si no estás seguro de que Dios exista, te estarás conectando con Dios y estarás siguiendo el Camino de Dios si puedes encontrar y seguir el Conocimiento dentro de ti mismo, y desarrollar la paciencia, el discernimiento y la discreción que esto requerirá de ti.

Puedes buscar a Dios por todo el mundo, pero Dios está exactamente dentro. La Inteligencia que Dios ha puesto dentro de ti está justo dentro. Lo que te va a reunir con Dios, en realidad y en una forma que es verdaderamente honesta y veraz, está justo dentro de ti. Y está también dentro de los demás, porque el Conocimiento te hablará a través de ti y a través de otros.

Porque el Conocimiento está aquí para finalizar tu Separación, para acabar con la pesadilla de tu Separación, la desesperanza de tu Separación, la irrealidad de tu Separación. Y el Conocimiento hará esto reconectándote con el Conocimiento mismo, reconectándote con otros, reconectándote con el mundo; conectándote de tal manera que tus dones y contribuciones reales puedan surgir, dadas las necesidades reales de la vida que te rodea.

Esto no va de alabanza ni adoración; va de participación y contribución. No se trata de construir templos y postrarte, porque si no puedes seguir lo que Dios ha puesto dentro de ti para seguir, entonces todo eso no significará nada en absoluto. Es solo una expresión de tus ideas y tus arrogantes puntos de vista. Y cualquier cosa que crees a partir de eso no estará inspirado en ello. Tus templos estarán vacíos. El Espíritu no estará allí.

Pero quienes construyen templos porque son conducidos a hacerlo, tendrán Espíritu y Presencia ahí. Esos que dan de la manera más simple a los demás, cuidan de la persona necesitada, contribuyen a la comunidad de la manera más simple y mundana, tendrán inspiración y Presencia.

Llegas a conocer a Dios haciendo lo que Dios te ha dado para hacer y haciéndolo lo mejor que puedes, y aprendiendo en el camino lo que esto realmente significa, lo que requiere de ti y lo que esto te revela.

Las personas pueden discutir sin cesar, compitiendo con sus diferentes ideologías y creencias religiosas. Pero si están siguiendo el Conocimiento, no tendrán ningún verdadero tema de contienda entre ellas. Por eso el Conocimiento es el gran pacificador del mundo. Puedes pelear guerras por ideas, pero el Conocimiento nunca engendrará conflicto.

Esto va a requerir mucho trabajo y enfoque de tu parte. No es una búsqueda casual. No es algo que hagas de vez en cuando. No tienes una relación casual con Dios, porque fuiste enviado al mundo para aportar ciertas cosas, en ciertas situaciones, con ciertas personas. Una misión que te ha traído al mundo no es una relación casual. No es una simple amistad. No se trata simplemente de acudir a Dios en ocasiones, cuando necesitas orientación o alivio. Eso no es una relación.

Entonces, cuando decidas tomar tu vida en serio, cuando comiences a reconocer que realmente estás aquí para hacer algo importante y que tus asuntos actuales no reflejan eso, entonces llegarás a esta relación con intenciones más grandes y más sinceras; no para tener simplemente un contacto sino para tener un compromiso continuo.

Este compromiso purificará tus intenciones y refinará tu entendimiento, porque Dios no te dará todo lo que crees que quieres. Aquí estás cediendo y siguiendo algo, y usando tus habilidades y tu inteligencia para aprender a discernir lo que es real de lo que es irreal, lo que es bueno de lo que solo parece bueno.

Esto lo llevará a reevaluar tus propias intenciones, valores y metas. Y debes estar dispuesto a ir a donde el Conocimiento quiera llevarte, o te esforzarás y lucharás y no comprenderás la verdadera naturaleza de este compromiso.

Esta relación crecerá con el tiempo porque es tan inmensa. Al principio, parecerá un complemento de tus otras relaciones, como si Dios fuera una especie de consejero distante. Pero con el tiempo esta relación se volverá más fundamental y central para tu vida y tus esfuerzos.

Aquí, en lugar de darte justo lo que quieres, Dios te da cosas para hacer: actividades constructivas, cosas que renovarán tu vida, cosas que te sacarán de problemas y romperán tu apego a relaciones peligrosas o improductivas.

Debido a que el Conocimiento te está moviendo en una dirección, tendrás que seguir esa dirección. Hacer eso comenzará a clarificar tu vida y te dará la libertad de seguir a un poder mayor que mora dentro de ti.

Más allá de la libertad de comer, dormir y vivir con una seguridad básica, existe la mayor libertad: ser internamente dirigido en vez de externamente, no por tus ambiciones, tus adicciones o tus deseos, sino por el poder y la presencia del Conocimiento dentro de ti.

Ya ves, Dios te guía sin dominarte, sin conquistarte, sin apoderarte de ti, porque esta es una atracción natural. Esta es una atracción de amor y afinidad.

Conoces a Dios porque Dios solo puede ser conocido. Esto no es un producto de la creencia. Esto es más grande que la creencia. Esto es afinidad. Es una experiencia profunda.

Y no tendrás esta experiencia muy a menudo, ya ves, porque Dios quiere mantenerte en el mundo, contribuyendo aquí. Si experimentas el éxtasis de tu conexión con Dios con demasiada frecuencia, bueno, no querrás estar en el mundo lidiando con sus dificultades y sus desafíos.

Entonces Dios limita el compromiso para mantenerte en el mundo, enfocado en el mundo y en lo que debes hacer hoy y mañana y los días venideros. Buscar perderte en Dios, bueno, eso anularía tu propósito mismo para venir al mundo, ya ves.

Si pudieras entender cuánto trabajo costó traerte aquí, cuánto tuvo que arreglarse, cuánto esfuerzo se ha puesto en tu camino para traerte aquí e intentar guiarte, a pesar de tus agravios y de tus ambiciones y de todo lo demás que está tirando de ti en el mundo, comenzarías realmente a apreciar tu importancia aquí y el valor de tu existencia.

Entonces Dios no viene, te conquista, te esclaviza y te domina duramente. Dios te atrae naturalmente, de forma inexplicable, atrayéndote, reconectándote con el Conocimiento dentro de ti, reconectándote con otras personas que jugarán un papel en tu vida, dándote ojos de compasión y de comprensión del mundo, dándote la fuerza para superar la ira y la represalia, dándote tolerancia, pero también fuerza y ​​el poder de resistir.

Aquí miras más allá de la ideología para buscar el poder y la presencia del Conocimiento en los demás. Aquí miras para ver si un líder religioso es realmente religioso o solo es alguien que cree en un conjunto de ideas.

Aquí miras con un tipo diferente de visión, respondiendo al Conocimiento dentro de ti y al Conocimiento en otros. Aquí representas a Dios en el mundo sin siquiera tener que mencionar a Dios.

Aquí demuestras una Realidad Mayor al seguir una realidad mayor dentro de ti. Aquí satisfaces las necesidades reales del mundo que te rodea en lugar de tratar de satisfacerte a ti mismo teniendo todo lo que deseas.

Aquí encuentras alivio de los constantes agravios de la mente —alivio del miedo, alivio de la ansiedad, alivio de la terrible anticipación de la pérdida, alivio del miedo por la necesidad y el apego, te libras de la necesidad de aprobación de otros—, tantas cosas que las personas usan como una corona de espinas.

Este es un compromiso natural. No es artificial. No es ideológico. No es político. No es militante ni militar.

Llegas a conocer a Dios por lo que Dios te guía a hacer, a dar y a entender. Entonces conoces a Dios de tal manera que puedes estar en el mundo y estar enfocado aquí.

Aquí te conviertes en un vehículo, la punta de la pluma que escribe sobre el mundo. Aquí te conviertes en la persona que mueve a otras, ayuda a otras, y ayuda a preservar y renovar el mundo natural que ha caído bajo la destrucción y la depravación por la codicia y la ignorancia humanas. Aquí no eres gobernado por el consenso de la gente ni por creencias políticas, ni por extremismo religioso, ni por principios económicos.

Tienes una mayor fuerza ahora, una mayor adherencia dentro de ti mismo. Y aquí conoces a Dios lentamente porque tu enfoque es realinear tu vida con el Conocimiento para brindarte una nueva dirección, una dirección que siempre estuvo ahí esperándote, que ahora finalmente tienes la libertad de descubrir y seguir.

Aquí te liberas de las mil seducciones y engaños que existen a tu alrededor y que circunscriben la vida de tantas personas. Aquí no estás atrapado en la terrible lucha interior sobre lo que quieres y lo que debes hacer para tener lo que quieres. Esta es una mayor libertad, ya ves. Y lo que reemplaza esto es el poder y la presencia del Conocimiento.

Aquí comienzas a comprender los grandes desafíos y las grandes contribuciones de los Mensajeros de Dios. Aquí ves que la vida va realmente de otra cosa que es diferente a lo que cree o a lo que se adhiere la mayoría de las personas.

Aquí estás preparado para el Cielo porque estás restableciendo tu vida en el contexto de relaciones reales con otros, contigo mismo y con el mundo.

Porque el Cielo es un estado de relación profunda. Pero no puedes entrar en ese estado si no puedes tener una relación exitosa ni contigo ni con nadie. Porque, ¿cómo podrías retornar a un estado de relación total cuando ni siquiera puedes estar aquí en una relación exitosa con una persona?

Entonces aquí ves cómo el mundo es un campo de entrenamiento, una preparación, no solo para contribuir a este tiempo y a este lugar, no solo para ser inspirado e inspirar la vida de otros, sino también para prepararte para una existencia mayor más allá del mundo.

Aquí no hay Día del Juicio. Estás listo o no lo estás para pasar a una existencia mayor. Si no lo estas, tendrás que continuar trabajando en este nivel de existencia hasta que puedas obtener la habilidad de superar tus propios prejuicios y tus propias ataduras para encontrar la libertad de experimentar y seguir el Conocimiento.

A Dios no le interesa tu ideología. Dios no está interesado en tu justicia personal. Dios no está interesado en esos que afirman tener el único camino de redención. Dios no está interesado en quienes creen que saben cómo encauzar a la humanidad y gobernarla de acuerdo con un único conjunto de principios. Dios no está interesado en afirmaciones de poder y riqueza personal. Dios no es movido por la belleza, el encanto o la astucia.

Pero Dios responde a la honestidad y la sinceridad y a la expresión de necesidades reales. Y el Conocimiento se activa dentro del individuo cuando realmente se busca esta gran relación y la persona está preparada para seguir, en lugar de intentar controlar y dominar.

Esto no tiene nada que ver con ascetas o monjes, porque esos roles solo se asignan a individuos muy raros y únicos. Porque el Plan de Dios tiene que ver con que las personas estén en el mundo sirviéndose unas a otras y cuidando del mundo.

Hay tanto que desaprender que se podría decir que tu progreso es realmente un [proceso] de desprendimiento, de desaprendizaje y de dejar de lado cosas que antes parecían dominarte a ti y a tu percepción del mundo.

Dios te libera para que puedas seguir una dirección mayor y ganar una sabiduría y discernimiento mayores en la vida. Así es como tú conoces a Dios porque aquí tú estás haciendo lo que Dios te ha enviado a hacer. Estás siguiendo tus inclinaciones más profundas y naturales. Estás satisfaciendo la necesidad del alma.

No conocerás a Dios a través de una ferviente práctica espiritual o intentando convertirte en una persona perfecta de acuerdo a tus parámetros y criterios. Más bien es una progresión más natural que te vuelve a involucrar con la vida y las personas en el mundo.

Este es el camino natural. Este es el verdadero camino. Este es el camino que todos los grandes santos han enfatizado. Este es el camino del corazón. Esta es la Senda del Conocimiento.

Retira los rituales y los milagros, la pompa de la religión, ¿y qué tienes? Tienes la elección del individuo de seguir el Conocimiento o no hacerlo, de comunicar lo que el Conocimiento tiene que comunicar o no hacerlo, tienes la atracción natural de Dios o todas las demás atracciones del mundo.

El Conocimiento te enseñará hasta qué punto debes renunciar a estas otras atracciones. Pero no te robará los placeres simples de estar en el mundo: la alegría del compañerismo, la comida maravillosa, la experiencia de la naturaleza, la apreciación del arte. El Conocimiento se deleita en darte estas cosas, pero te alejará de lo que es destructivo, desorientador o engañoso para ti.

Quieres conocer a Dios porque quieres saber quién eres. Y eres un contribuyente enviado al mundo por Dios. Pero para saber esto, debes seguir la Inteligencia que Dios ha puesto dentro de ti, porque solo ella conoce el camino, y solo ella puede ayudarte a discernir lo que es real de lo que es irreal, lo que es correcto para ti y lo que no es correcto.

Sólo el Conocimiento te liberará de la condena a los demás, te dará ojos para ver, oídos para oír y el deseo de conocer la verdadera dirección que fuiste enviado a seguir y contribuir aquí.