Como fue recibido por
Marshall Vian Summers
el enero 1, 1989

La relación que vale la pena mantener es la que vale la pena empezar de nuevo.

¿Cuáles son los criterios necesarios y los requisitos básicos para mantener una relación primaria?

Primero, es necesario que compartáis un compromiso con el desarrollo espiritual mutuo. Segundo, debéis ser capaces de funcionar en armonía en el mundo terrenal. Tercero, debéis responder a cada desafío conforme se presente. Los desafíos vendrán uno tras otro. Pueden parecer difíciles al principio, pero proporcionan los medios para que vuestra relación se establezca. Si se ven correctamente, estos retos os permiten acercaros más y al mismo tiempo crecer en el exterior.

Esto nos lleva a las cuestiones de la honestidad y la autoexpresión. Es importante ver que la honestidad significa saber lo que sabes, aceptar lo que sabes y aceptar lo que no sabes. Esa es la base de la honestidad. Muchas personas piensan que la honestidad es expresar todo les viene a la mente, o expresar todas sus emociones libremente con quien ellas quieran. Eso no es honestidad, y a menudo produce un resultado destructivo.

Existen momentos en los que debes expresar cosas difíciles. Existen momentos en los que debes confesar lo que realmente sientes, incluso si sospechas que puede ser conflictivo o difícil de escuchar para tu pareja. Sin embargo, te darás cuenta de que estas son las excepciones, porque tu pareja no es tu terapeuta y no debes utilizarla como caja de resonancia para toda tu gama de autoexpresión. Es muy importante recordar esto, particularmente para las personas inmersas en el desarrollo personal y el crecimiento espiritual.

Tu pareja no puede serlo todo para ti. Por tanto, debes descubrir, en gran parte a través de la experiencia, lo que puedes expresar y no puedes expresar en tu relación, lo que tu pareja puede oír y lo que no puede oír. Exigir que tu pareja escuche todo lo que tienes que decir y que enfrente todo lo que le muestres, es injusto e inapropiado. Tú mismo no puedes hacerlo. Nadie puede.

Por tanto, tu relación tendrá límites, y estos límites deben ser establecidos y reconocidos. La vida interior de cada persona debe respetarse. No puede ser invadida a voluntad por uno de los miembros de la pareja. Cada persona debe recibir respeto y reconocimiento. Aquí aprendes a escuchar más de lo que hablas. Aquí te comprometes a entender más que a juzgar. Aquí experimentas tus sentimientos en lugar de limitarte a proyectarlos sobre los demás. Aquí debes estar dispuesto a resolver los problemas difíciles junto a tu pareja y con la mayor tolerancia posible. Esto requiere que pienses en el bienestar de la otra persona tanto como en el tuyo propio.

Si estás comprometido con el bienestar de tu pareja y ella está comprometida con el tuyo, evitaréis muchos de los escollos que las relaciones en crecimiento enfrentan. Este compromiso debe estar ahí, pero no puede darse por sentado. Tendrá que ser demostrado, reafirmado y reexaminado a medida que avanzas. Recuerda, estás aprendiendo sobre las relaciones. Para ser un estudiante, debes estar dispuesto a observar, a reconocer tus limitaciones y a tomar nota de lo que ves.

En un matrimonio, tendréis que determinar si vais a tener hijos. Tendréis que determinar cómo viviréis y dónde viviréis. Aquí es posible que tengas que hacer algunos sacrificios, y los harás. Sin embargo, estos sacrificios no deben traicionar tu naturaleza o diseño interior.

A medida que aprendas a experimentar la verdad y a expresarla de manera constructiva, aprenderás el discernimiento, la moderación y la tolerancia. Esto te permitirá continuar. A medida que avances, encontrarás que tu participación requerirá más de ti y te ofrecerá más de lo que nunca hubieras creído posible.

Las amistades genuinas deben enfrentar y superar desafíos para ser fuertes. Además, exigen un compromiso con el bienestar de la otra persona. Con las relaciones en tu vida laboral sucede lo mismo. Aquí no puedes sacrificar tu relación por el beneficio personal y esperar tener una relación genuina como resultado. Si estás siendo egoísta no estás siendo honesto, porque estás ocultando algo para tu propio beneficio.

La honestidad es la clave, pero no es algo fácil de tratar, porque las personas tienen una visión muy limitada de lo que es la honestidad. Piensan que es saber cómo se sienten y expresarlo. Pero la honestidad es sentir lo que sabes y expresarlo. A pesar de que ambas cosas suenan muy similares, hay un mundo de diferencia entre las dos.

Existen muchas cosas que debes mantener día tras día. Además, hay cosas que debes cuidar y tener en cuenta, especialmente respecto a tus tendencias a cometer errores y las de tu pareja. Quieres sacar lo mejor de cada uno, sin descuidar lo que puede ser perjudicial. Esto requiere habilidad y madurez. Requiere que atiendas la vida a tu alrededor y compartas tanto de esto con tu pareja como sea posible.

Estar en el mundo te preparará. La vida te hará madurar si no la resistes. Pero debes participar con sabiduría y estar dispuesto a aprender sobre tu vida espiritual, tu vida mental y tu vida física. Estás abriendo tu camino hacia las alturas de la montaña, y el paisaje cambia conforme avanzas. Las circunstancias cambian. Si eres honesto, podrás avanzar. Sin embargo, tu honestidad debe evolucionar. La honestidad conduce al Conocimiento, porque él es la fuente de tu honestidad.

Surge la pregunta: «¿Qué relaciones vale la pena mantener?». Las relaciones que vale la pena mantener son las que vale la pena empezar de nuevo. Si no puedes empezar de nuevo, no puedes mantener tu relación. Si estás comprometido con tu propósito, tu crecimiento espiritual y el crecimiento espiritual de la otra persona y además atiendes los retos de tu vida sin quejarte, creceréis juntos o bien os distanciareis. Si no tenéis todos los componentes necesarios para una relación duradera, entonces, no importa lo que hagas, la relación no será capaz de continuar. Y cuanto más intentes hacer que continúe, más irreal se volverá tanto para ti como para el otro. Por eso, la relación que vale la pena mantener es la que vale la pena empezar de nuevo.

¿Qué significa compartir un propósito con alguien?

Compartir un propósito con alguien significa realizar juntos algo importante en el mundo. Vuestro propósito no puede ser solo una idea o un concepto. Aquí realmente no puedes decir: «Mi objetivo es el crecimiento espiritual». Eso no es una expresión de propósito. Un propósito debe ser una expresión de lo que específicamente vas a hacer en la vida. Debe conducir a la acción. Construir una casa, crear una familia, comenzar un negocio empresarial: es aquí donde una relación puede crecer. Es aquí donde el propósito se expresa y se experimenta. Llevar adelante una causa en el mundo es lo que madura a las personas. Están haciendo algo real en la vida.

Muchas personas están comprometidas con ideas, porque eso es fácil y exige muy poco. Sin embargo, comprometerte a establecer algo en el mundo demanda mucho y te pone a prueba. Esto te mostrará si tu relación posee todos los componentes adecuados.

Las grandes relaciones se hacen, no simplemente se descubren. Por tanto, es necesario hablar de propósito en términos de lo que estáis haciendo juntos en la vida. El propósito nace de una conciencia interna, pero su expresión cambiará tu comprensión y la dará forma. Las personas no se unen por compartir un ideal. Se unen para hacer algo basado en una convicción interior. Un verdadero matrimonio puede no tener altos ideales. Puede no estar comprometido con salvar el mundo o una parte del mundo, pero si tiene el compromiso de proveer a otros, entonces tiene un compromiso genuino. Tiene un compromiso tanto de dar a otros como de mantener el propio matrimonio. Este es un compromiso que debe nacer día tras día, a veces hora tras hora. Esto es propósito en la relación.

Las personas suelen pensar que el propósito es algo grandioso, como salvar el mundo o acercarse a Dios. Pero el propósito no es eso. Tu verdadero propósito es cumplir una pequeña parte de un Plan Mayor que está más allá de tu comprensión. Esta pequeña parte es esencial. Sin embargo, no es pequeña para tu vida: es grande. Tú no tienes que ser grande para hacer grandes cosas. Solo necesitas comprometerte a proporcionar lo que es necesario y ser capaz de mantenerte en esa posición. Entonces pueden suceder grandes cosas a través de ti. Criar a los hijos es una gran cosa. Llevar un hogar es una gran cosa. Manejar un negocio es una gran cosa. Satisfacer tus responsabilidades mundanas es una gran cosa. Muchas personas con altos ideales no pueden hacer nada de esto.

Por tanto, cuando pienses en tener un propósito, piensa en lo que podéis hacer juntos. Es por eso que el romance es tan decepcionante: no puede hacer otra cosa que ofrecer entretenimiento. Intenta evitar la vida, no involucrarse en ella. Necesita peligro, incertidumbre, emoción, seducción y placer de forma continua para sobrevivir. Eso no es la vida. Cuando dejas de tener esa estimulación en el romance, tu interés comienza a decaer y te vas con alguien nuevo para recuperar la emoción. Esto es absurdo y destructivo, y solo daña a las personas.

Si estás haciendo algo importante en la vida, tendrás la base para compartir un propósito con otros. Es por eso que el primer paso es hacer algo importante en la vida. Comienza con lo que es importante para ti ahora. Puede que no sea lo que harás en última instancia, pero podría ser un punto de partida, e incluso en este caso puedes obtener una tremenda satisfacción. Si estás viviendo una vida significativa, te estás preparando para estar en una relación que sea significativa. Si estás viviendo una vida con propósito, entonces ya estás en una relación de propósito con tu Familia Espiritual, con tus Maestros Internos y, desde luego, con otros en la vida. Aquí el matrimonio se vuelve un requisito y no solo una preferencia. Todo lo que es un requisito en la vida sucede.

¿Qué hace que una relación sea espiritual? ¿Y cómo puedes desarrollar esto?

La respuesta a esta pregunta es doble: una parte es la preparación espiritual, y la otra es la realización mundana. Toda relación tiene la posibilidad de generar algún tipo de surgimiento espiritual, aunque pueda ser muy limitado y de corta duración. Si todos los componentes están ahí para tener éxito en una relación duradera, y si el verdadero matrimonio está destinado para dos personas que están diseñadas la una para la otra, entonces la posibilidad para el descubrimiento y la contribución espirituales es inmensa. Pero, en cualquier caso, el éxito debe surgir de estar en sintonía con tu vida interior y de ser responsable en tu vida exterior.

Aquí no puedes utilizar la espiritualidad para escapar del mundo y tampoco puedes utilizar el mundo para escapar de la espiritualidad, porque necesitas ambos. No puedes dedicar el cincuenta por ciento de ti mismo a Dios y el otro cincuenta por ciento al mundo, porque eso no funcionará. Solo tienes que aprender a estar con Dios cuando sales al mundo.

La espiritualidad no es un estilo de vida; se trata de una presencia y una conciencia permanentes en tu vida. Meditar todo el día, jugar con cristales y escuchar campanas no es una vida espiritual. La persona que viene a llevarse tu basura una vez a la semana puede estar viviendo una vida mucho más espiritual. La vida espiritual es la presencia que está contigo y la conciencia que llevas. Ambas se fomentan al cumplir con tus responsabilidades mundanas y mantener tu vida interior. No hay nada místico ni oculto en esto. Todas las cosas que se asocian con la religión y la espiritualidad pueden estar presentes o no. La espiritualidad es una conciencia y una presencia constantes que llevas contigo a la vida. Aquí debes satisfacer las necesidades de tu vida y no huir de ellas. Esto es lo que te hace madurar. Esto es lo que te hace ser un vehículo digno para la expresión de Dios. Esto es lo que hace que tu relación con otros sea plena y completa, siempre creciendo y renovándose. Entonces, no verás el paso del tiempo como la pérdida de la gloria y el glamour de tu juventud, sino como una profundización y maduración de tu experiencia, de tu contribución y de la profundidad de tu intimidad con aquellos que componen tus relaciones primarias.

No busques una vida fácil. No busques una vida sin trabajo. No busques una vida en que todo sea alegre, maravilloso, agradable y relajante. Esa no es una vida real. El placer y el disfrute te acompañarán si tu trabajo en el mundo es significativo. Si es significativo, entonces las relaciones asociadas con ese trabajo serán también significativas. Todo funciona en conjunto.

Una relación es espiritual si es verdaderamente honesta. Esto no quiere decir que os sentéis juntos y habléis de poderes, objetos, imágenes y niveles espirituales. Todo eso es palabrería vana si no está impregnado de la presencia y la conciencia que es la espiritualidad. La verdadera relación y el verdadero amor generan la verdadera espiritualidad. Aquí sabes que no estás solo en el universo, no solo porque estás en una relación con una persona, sino porque estás en una relación significativa con la vida y con el mundo.

Te enviaron aquí para dar. Si estás dando, entonces tu espiritualidad se está expresando. Si no estás dando, entonces te sientes frustrado y tu espiritualidad se encuentra aún en el terreno de la especulación. Por tanto, el énfasis está en que puedas descubrir lo que tienes que dar. Esto te enseñará sobre tu diseño. Una vez que aprendas sobre tu diseño, aprenderás sobre tu Diseñador. Así es como se experimenta a Dios. Tal vez algún día, más tarde en la vida, cuando mires atrás y veas lo que has hecho, dirás: «Ahora sé quién soy. Esto es lo que vine a hacer aquí»; y experimentarás al Diseñador. Tu significado en el mundo va sobre tu diseño y tu Diseñador. Más allá de este mundo es diferente. Viniste aquí para hacer algo y dar. Viniste aquí para encontrar a ciertas personas que se unirán a ti para realizar tu contribución. Si estás logrando esto, tu vida espiritual ya está activa y la conciencia y la presencia te acompañarán.

Ocúpate del trabajo que tienes que hacer en el mundo. Ocúpate de abrirte a esas personas que reconoces como compañeras y participantes en tu dar. Habrá umbrales espirituales, mentales y físicos a través de los que deberás pasar. Aquí tu vida física servirá a tu vida mental, que a su vez servirá a tu vida espiritual. De esta manera, serás elevado y todo tendrá propósito, significado y dirección para ti.

La práctica espiritual es importante. Sin embargo, debes determinar si necesitas tener una práctica espiritual formal o no. La práctica espiritual es aquí un recurso que te ahorrará un tiempo valioso. Pero debe estar unida a un trabajo significativo y un compromiso honesto con otros. Es así como cosecharás sus grandes beneficios. Sin embargo, sin carecen de un ámbito de expresión, las prácticas espirituales son como semillas que no brotarán, un cultivo que dará fruto, un esfuerzo que no producirá los beneficios previstos. Por eso, cuando hables de espiritualidad, habla del trabajo en el mundo y de las relaciones significativas, porque es ahí donde la espiritualidad vive y se expresa a través del amor y el trabajo de las personas.

¿Qué pasa con la sexualidad y la espiritualidad?

Hay muchas preguntas sobre la sexualidad y la espiritualidad. La experiencia de error y discordia que tienen las personas con la sexualidad puede llegar a ser muy sustancial, tanto que tal vez deseen escapar de ella por completo. A veces la sexualidad no es necesaria, y esta energía física o fuerza vital se expresará de una manera diferente. Esto es apropiado para las personas que van a permanecer solas o célibes, para los ascetas en los monasterios y, en ocasiones, para personas muy creativas que necesitan canalizar toda esa energía en su trabajo.

Para todo el mundo, el reto es gestionar la sexualidad con sabiduría, ya que representa el movimiento de su fuerza vital. Debes ser consciente de esta fuerza vital y encontrar la expresión constructiva para ella en tu vida. La sexualidad es perjudicial para las personas cuando esta expresión se usa mal, se entrega insensatamente o se utiliza para obtener una preferencia o un beneficio. La sexualidad es útil para tu desarrollo espiritual si crea intimidad mediante la unión con tu pareja y la usas para tener hijos. Después de todo, sin sexualidad no estarías en el mundo; nadie podría estar en el mundo. Por tanto, negar tus impulsos sexuales no da testimonio de la gracia de la vida. Sin embargo, es necesario gestionar esta energía vital. Como persona casada, te sentirás atraído por otras personas de vez en cuando. Eso es normal. Algunas personas pueden resultarte estimulantes. Pero, una vez más, debes apoyar lo que es esencial para tu bienestar. Aquí es necesaria la moderación. No puedes tener todo lo que quieras, no puedes hacer todo lo que quieras, no puedes ser dueño de todo lo que quieras, no puedes ir en cualquier dirección que desees y no puedes tener todas las experiencias que desees. Esto es obvio si miras. Por tanto, entrégate a lo que más altamente valoras, y las cosas de menor valor serán satisfechas o bien abandonadas en el proceso.

¿Desecharías o dañarías un matrimonio de por vida solo por una noche en la cama con otra persona? Esta es una pregunta importante. Si estuvieses dispuesto, es obvio que no valoras tu matrimonio y estás tratando de minarlo en nombre de la satisfacción personal. Hay incluso expresiones más tortuosas del uso de la sexualidad, en las que se vuelve algo incapacitante. La atracción entre personas es hasta cierto punto normal, pero se vuelve aberrante cuando las personas utilizan la sexualidad para obtener otros beneficios.

Si entiendes el poder de la sexualidad y su importancia, no querrás darle un mal uso. Querrás protegerla, reservarla y utilizarla sabiamente. Si sientes deseo sexual y sin embargo no tienes pareja, usa tu energía sexual para profundizar tu práctica espiritual y lograr cosas en el mundo. Es solo energía después de todo. Su origen no es sexual. Es solo algo que sientes en cierta parte de tu cuerpo que se expresa de forma sexual. No necesitas actuar al respecto. De la misma manera, a veces te sientes muy enojado con otras personas y quieres hacerlas daño. ¿Significa eso que seguirás adelante y las dañarás? No, si quieres que tu vida sea constructiva y significativa.

Aquí lo importante es el uso racional de tus poderes. La sexualidad es un poder porque influye en las personas. Sin embargo, en muchos sentidos la sexualidad está muy sobrevalorada. La razón de que se la valore tanto es que las personas no tienen ninguna otra cosa que valorar. Si estás desconectado del verdadero valor de tu vida, valorarás cosas que tienen mucho menos valor en sí mismas.

La sexualidad es valiosa, pero solo en la medida en que apoye la experiencia de unión, el matrimonio y la reproducción de la raza. Sin embargo, hacer de la sexualidad la expresión principal o el único interés de tu vida es aberrante, y te dañará tanto a ti como a otras personas. Distorsionará tu visión de todo lo demás. Se convertirá en una adicción, porque está tomando el lugar del Conocimiento.

Lo que experimentarás con el Conocimiento es infinitamente más placentero que lo que experimentas con la sexualidad. No es que el placer sea mayor; simplemente es más consistente. En la segunda parte de su vida, muchas personas trascienden su sexualidad simplemente porque hay cosas más placenteras que hacer. Su fuerza vital se expresa de manera diferente.

La sexualidad está bien. No la sobrevalores. Pero debes aplicarla apropiadamente y por las razones correctas, de lo contrario se volverá muy peligrosa y perjudicial para ti. Te unirá a personas con las que no puedes tener relación real alguna. Derrochará tu fuerza vital y acabará con tu vitalidad.

¿Es necesaria la monogamia?

Sí, por supuesto. Estás naturalmente diseñado para unirte de esta manera. Si eres honesto contigo mismo y con tu pareja, no necesitarás ir a otra parte. Si tienes problemas sexuales, busca ayuda profesional. Pero esto siempre es una cuestión de honestidad. ¿Estás siendo honesto contigo mismo y con tu pareja? ¿Y estás encontrando maneras constructivas de expresar tu honestidad?

Todo el mundo sabe que la monogamia es necesaria, aunque muchas personas no lo aceptan, porque tienen miedo de quedar atrapadas de alguna manera. Esto refleja una falta de honestidad, porque no están siendo reales y sinceras consigo mismas. La relación es un compromiso con el crecimiento y la productividad. Si solo es un compromiso con la felicidad personal, entonces no hay compromiso alguno. El compromiso debe ser siempre para dar y no para tomar. No puedes comprometerte con lo que recibirás de algo. Solo puedes comprometerte de manera significativa con lo que puedes dar a algo. Por tanto, te corresponde a ti abrirte a recibir los beneficios y las lecciones que surgen de tu compromiso.

En el matrimonio, la monogamia es necesaria. Fuiste diseñado para ella y es natural. Si no la respetas tendrás dificultades, y toda recompensa que busques fuera de tu matrimonio te resultará muy costosa. Si tu matrimonio requiere trabajo serio, entonces dale trabajo serio. Si tu matrimonio no es apropiado para ti, entonces sepárate, pero sé honesto. No violes la confianza contigo mismo y con tu pareja. No pienses que puedes ir en contra de lo que la naturaleza ha diseñado, solo para satisfacer tus preferencias personales.

Para estar en una relación, renuncias a algo. Mira si vale la pena renunciar a lo que estás renunciando. La verdadera libertad personal es la libertad de encontrar el Conocimiento y expresarlo. La verdadera libertad es la libertad de estar en relación y ser libre de tus propios obstáculos y conflictos internos. Eso es la libertad. La libertad de hacer lo que quieras cuando quieras es el caos. Eso no es libertad. Eso te conducirá a compromisos divisivos. Eso destruirá amistades genuinas. Usar la libertad de esa manera socavará todo lo positivo que te hayas comprometido a crear. Entiende la libertad y no la utilices como pretexto para traicionar tus mejores intereses.

Una vez más, todo es cuestión de honestidad. Si estás comprometido a hacer algo deshonesto, debes engañarte continuamente a ti mismo y a los demás. Es por eso que la palabra clave en las relaciones es la honestidad. Esto requiere que te examines a ti mismo: tus motivos, tus pensamientos y tu comportamiento. Requiere que te compartas con otros para aprender el significado de la autoexpresión y experimentarte a ti mismo como contribuidor.

Existen muchas atracciones en este mundo, y ahora están más disponibles que nunca. Como persona casada, en algún momento serás atraído por otros. Pero si permites que esta atracción domine tu mente e incite a la discordia en tu relación primaria, significa que no estás siendo honesto contigo mismo respecto a tu relación primaria y la naturaleza de la atracción. Hay muchas cosas hermosas que pueden estimularte, y hay muchas caras bonitas que pueden seducirte, pero el Conocimiento no es movido por esas cosas. Hay muchas diversiones gloriosas que parecen emocionar e incitar gran interés, pero el Conocimiento no es movido por esas cosas. Por tanto, cuanto más estés con el Conocimiento, menos distraído estarás y, en consecuencia, tendrás menos conflictos. Después de un tiempo, te darás cuenta de que estas atracciones son una irritación para la mente. Te atormentan y te ofrecen muy poca promesa, si es que la ofrecen. Solo buscan perturbar tu enfoque principal.

Una relación primaria es algo que está en evolución y requiere un desarrollo continuo. Si eres honesto en esta relación y sobre tus intenciones en ella, tendrás los criterios para reconocer otras formas de seducción o estimulación y ser capaz de responder a ellas adecuadamente. En el gran esquema de las cosas, renuncias a lo pequeño y momentáneo por algo que es grande y permanente. Renuncias a lo que no puede producir nada por algo que puede producir muchísimo.

La relación es una inversión de ti mismo. Invierte sabiamente y tendrás éxito. Invierte mal y perderás. Demasiadas malas inversiones te dejarán profundamente empobrecido. Tus Maestros Internos tratan de enseñarte a invertir con sabiduría, para que puedas recibir los beneficios de tu inversión. Es mucho mejor aprender las lecciones de la relación en el contexto del éxito que en el contexto del fracaso. Algunos fracasos son necesarios para proporcionar un contraste en tu aprendizaje, pero el éxito es el mejor maestro. A menos que seas consciente de los beneficios de una verdadera relación, continuarás buscando otras cosas. Tú que ya has experimentado el fracaso, necesitas tener la experiencia del éxito. Esto proporcionará el contraste necesario y te ayudará a elegir con sabiduría. Esto te permitirá establecer tus verdaderas prioridades y tu verdadero énfasis. Esto te enseñará a valorarte a ti mismo y a reconocer el valor de tu inversión en la vida.

Decir que la monogamia es necesaria es confirmar lo que ya sabes dentro de tu corazón, dentro de tu naturaleza y tu diseño. Piensa de otra manera y te violarás a ti mismo y a los demás. Tus justificaciones para hacerlo no podrán ocultar el hecho de que estás invirtiéndote mal y les estás quitando a otros la oportunidad de una verdadera relación.

¿Cuánto debes compartir con tu pareja?

En última instancia, tendrás que compartirlo todo, pero debes encontrar formas constructivas de hacerlo. No son las otras personas las que han de pagar el precio de tu libertad. La libertad es un regalo, y la libertad para expresarse es un gran regalo. Si has estado en el mundo por un tiempo, te darás cuenta de lo precioso que es este regalo. No abuses de tu derecho y no uses tu autoexpresión para herir a otros. A veces es inevitable, porque la verdad puede estimular el dolor en otro. Sin embargo, sigue siendo tu motivo lo que debes examinar. Puedes respetar al otro tanto como a ti mismo y, aun así, no utilizar el miedo al dolor del otro como excusa para no expresarte. Aquí debes encontrar un equilibrio dentro de los límites de tu relación actual. No existe una fórmula exacta en esto, solo directrices.

Es muy importante que compartas tu intención de realizar tu propósito espiritual y tus logros mundanos al principio de una relación, porque esto te dará una idea de si tu posible pareja va en la misma dirección que tú. Es necesario discernir esto desde el principio. Es muy costoso descubrir más tarde que nunca fuisteis en la misma dirección.

Por tanto, comparte tus metas y valores respecto a tu propósito espiritual y tus logros mundanos tanto como sea posible a medida que avanzáis juntos. Aprende a expresar tus conflictos, tus resentimientos y tus enojos constructivamente dentro de tu relación. Si no los expresas, encontrarán otras formas más destructivas de expresión. Siempre te estás expresando; no puedes evitarlo. Lo que importa es cómo te estás expresando. Esto requiere la consideración del otro y un examen de lo que quieres lograr con tu autoexpresión. No basta con decir: «Tengo derecho a expresarme. Me expresaré pase lo que pase». Esto es irresponsable. No tiene sentido. No es pensar en el contexto de una relación.

Sé honesto y examina con sinceridad cómo puedes expresarte mejor en cualquier situación. Perturbar a la otra persona puede ser inevitable en ciertas situaciones. Sin embargo, a medida que aprendas a expresarte de manera constructiva —sobre todo en relación con esos sentimientos y pensamientos que pueden ser dolorosos para el otro—, encontrarás que puedes evitar los conflictos innecesarios en la mayoría de los casos. A veces no puedes evitarlo, pero, aun así, es tu intención por la paz, la verdad y el crecimiento espiritual lo que determinará un resultado global positivo. A veces, el proceso es difícil. Es inestable, con subidas y bajadas. Pero si tu motivo es tener una mayor intimidad en la relación, nutrir el crecimiento espiritual de la otra persona y tener una mayor experiencia de plenitud dentro de ti mismo, tu motivo producirá un resultado positivo.

Esta cuestión de la autoexpresión constructiva es muy importante, porque conforme avances en una relación querrás seguir expresando tu deseo de propósito espiritual y logros mundanos, así como tu deseo de unión con tu pareja. Si estas expresiones generan conflictos crecientes, si no te estás expresando de manera constructiva o si estás descuidando un aspecto de tu pareja que impide que esta persona te escuche, entonces hay un problema en tu relación que es necesario tratar. Tal vez un gran malentendido prevalece entre vosotros, o tal vez falta un componente en la relación.

Tu relación será puesta a prueba a medida que avance. Sin embargo, no necesitas probarla tú; la vida la probará. Es por esto que nunca debes utilizar una relación para tu propio crecimiento personal. Si lo haces, intentarás experimentar con tu relación y eso es muy egoísta. La vida pondrá a prueba todo lo que tiene que ser probado. La vida purificará todo lo que necesita ser purificado. La vida te mostrará todo lo que necesitas hacer. La vida te mostrará todo lo que necesitas evitar.

Por tanto, no juegues a ser Dios en tu relación. Sé un participante consciente. Sé más consciente de tus motivos, tus acciones, tu discurso y tu comportamiento. Al hacerlo, verás que tendrás que pasar más tiempo escuchando y menos hablando. Tendrás que aprender a escuchar a los demás y a comprenderles. Entonces tu autoexpresión será cada vez más adecuada a las circunstancias en que te encuentres, cada vez más beneficiosa y cada vez más esclarecedora, tanto para ti como para aquellos que te escucharán.

Si utilizas la autoexpresión como una forma de dominación personal, simplemente estarás intentando vengarte en tu actual relación de todo lo que crees que te ha ocurrido en el pasado. No es responsabilidad de tu pareja soportar el peso de tu dolor pasado. Eso es trabajo para un profesional que pueda ayudarte a resolver las dificultades del pasado, si es que no pueden resolverse en el contexto de tu relación actual. No acudirías a tu pareja si tienes una grave enfermedad física. Por tanto, no acudas a tu pareja si tienes un problema emocional grave fruto de un conflicto en el pasado. Tu pareja no es tu terapeuta. No uses tu relación como terapia. Utilízala para expresarte y desarrollar la honestidad y la contribución. Es tu responsabilidad ser íntegro dentro de ti mismo. Tu pareja te ayudará, la vida te ayudará, y también otras personas serán llamadas a ayudarte.

Cada persona en una relación primaria tiene una responsabilidad inherente. Tu responsabilidad es cultivar tu honestidad, tu experiencia del Conocimiento, tu capacidad para expresarte constructivamente, tu capacidad para dar y tu capacidad para recibir. Cada persona debe aceptar esto como su responsabilidad. No es responsabilidad de tu pareja asegurarse de que seas capaz de hacer estas cosas. Después de todo, en la relación debes cultivarte para participar. Si dejas de cultivarte a ti mismo, tu capacidad de participar será erosionada y comenzará a desvanecerse. Si la otra persona está creciendo y tú no, se distanciará y perderéis vuestra compatibilidad. Esto de ninguna manera debe ser una carrera entre vosotros dos, sino una cuestión de responsabilidad. Si podéis seguir adelante juntos, codo con codo, entonces estableceréis una compatibilidad para aprender juntos que será muy beneficiosa, tanto para vosotros como para todos aquellos con los que entréis en contacto. Aquí os convertiréis en la semilla de la comunidad y en una fuente de nutrición para otros.

Debes atender esta compatibilidad en el aprendizaje a medida que avanzas. Debes cuidarla y apoyarla. A veces otras personas tendrán que ayudaros, porque no podéis verlo todo entre vosotros dos. Aquí no buscas remplazar a tu pareja, sino que buscas el apoyo de otros para permitir que tu relación se vuelva cada vez más rica, más profunda, más satisfactoria y más productiva para el mundo.

Observarás siempre que las parejas más felices son aquellas que están dando algo al mundo. Sin embargo, ten en cuenta que lo están haciendo sin intentar remplazar su unión con sus responsabilidades externas. Porque si estas responsabilidades son genuinas, serán el resultado de la unión de la pareja. Su primera responsabilidad es apoyar su unión y la segunda es contribuir al mundo, no al revés. Para estas relaciones, mantener su unión frente a las exigencias del mundo supondrá un gran desafío. En cierto modo, puede ser más difícil que la contribución de sus regalos. Aquí cada persona debe ser vulnerable ante la otra, su honestidad debe ser desafiada, y debe crecer y perfeccionarse a sí misma. Aunque el mundo exterior también requerirá esto, la intimidad entre dos mentes establece una condición para el crecimiento que no tiene igual en el mundo.

¿Qué hacer cuando no estáis de acuerdo sobre el dinero?

Aquí el problema no es con el dinero, sino con los valores. Se trata de un problema de compatibilidad. El dinero es un medio para expresar cosas; también es un medio para hacer cosas. Aquí tendrás que ver lo que quieres expresar y lo que quieres lograr. El dinero es el medio, no el problema. El problema es no estar en consonancia con lo que quieres expresar y lograr. Aquí el dinero puede expresar confusión o bien la verdad de tu diseño interior. Debes discernir qué es qué en el contexto de tu relación, y debes permitir que la retroalimentación de otros te ayude.

Si existen serios desacuerdos sobre el dinero y estos desacuerdos continúan, es poco probable que tu relación pueda sobrevivir. A veces las personas llegan a acuerdos, pero si estos acuerdos son demasiado comprometedores para la naturaleza básica de las personas implicadas, los acuerdos no se mantendrán y los conflictos surgirán una y otra vez.

Por eso, es aconsejable ver desde el principio cómo tu posible pareja gana dinero, por qué lo valora y cómo lo gasta. ¿En qué gasta el dinero? ¿Cuáles son sus valores? ¿Dónde pone el énfasis? ¿Cuál es su propósito con el dinero? Todas estas son preguntas muy prácticas. Cualquiera que inicie una relación de negocios se hará probablemente tales preguntas. Sin embargo, son aún más importantes en el contexto del matrimonio. El matrimonio en cierto modo es como un negocio. Implica mantener un hogar, una familia y una relación primaria. Esto requiere que te ocupes del dinero todo el tiempo. Es por eso que el dinero es importante aquí.

Los problemas con el dinero son problemas de autoexpresión y honestidad. Al igual que la sexualidad, el dinero puede utilizarse para expresar la verdad o la ilusión. Puede utilizarse para expresar un deseo de armonía o bien la intención de desarraigar o destruir una relación existente. Las personas culpan a menudo al dinero, pero el dinero no es el culpable. El problema es lo que las personas hacen con él y por qué lo hacen.

La sexualidad y el dinero son, por tanto, ámbitos en los que se plantean y se expresan problemas más profundos e inherentes. La compatibilidad respecto al dinero es muy importante para la supervivencia de cualquier relación íntima. Un poco de contraste entre dos personas es importante, porque estimula el crecimiento. Sin embargo, si las diferencias son demasiado grandes, entonces ambas personas se sentirán menoscabadas y la fricción será continua.

Por tanto, si surgen problemas graves en relación con el dinero, debes examinar tus motivos y valores con el dinero, tu propósito con el dinero y lo que estás tratando de expresar con él. ¿Expresa tu uso del dinero un deseo de construir tu unión, o más bien un deseo de escapar o evitar la unión? ¿Expresa un deseo de compartir algo, o más bien un deseo de ocultar algo?

Si las personas reconocieran estos problemas en sus relaciones desde el principio, habría muchos menos divorcios en el mundo. A menudo, el divorcio ocurre cuando has necesitado una gran parte de tu vida para descubrir algo que podrías haber sabido desde el principio. Es por esto que el Conocimiento es tan importante, ya que te ayudará a ver estas cosas al inicio de la relación. El Conocimiento te ahorrará tiempo. Ahorrar tiempo significa eliminar el sufrimiento, lo cual recibe aquí un énfasis muy importante.

Si tienes una sensación creciente de propósito en tu vida, entonces cada vez más no desearás invertirte mal en ningún ámbito de tu vida. Te valorarás a ti mismo y valorarás la inversión de tu tiempo. Valorarás tus relaciones y querrás que tengan éxito.

Si surgen problemas serios respecto al dinero, es posible que quieras buscar ayuda profesional, pero ten en cuenta primero lo que aquí se recomienda. El dinero es algo a lo que las personas dan un gran significado; por tanto, tiende a expresar sus valores. El dinero es algo que las personas consideran una fuente de energía; por tanto, el dinero expresa sus convicciones sobre el poder y sus intenciones con el poder. La administración del dinero es una cuestión práctica, pero por lo general no es el origen del problema. El problema está en los valores, la honestidad y el compromiso.

La confusión respecto al dinero representa la confusión sobre tu propósito y tu dirección en la vida. El dinero es una sustancia práctica para ser utilizada con fines prácticos. No es algo místico o misterioso. No es como Dios. Es simplemente un medio de intercambio. Su uso bueno o malo está determinado por el estado mental de los que lo están utilizando.

Dios quiere que uses el dinero para lograr cosas en el mundo. Quiere que lo uses todo para lograr cosas en el mundo, cosas valiosas que son importantes, cosas que mantienen el Conocimiento vivo en el mundo y que construyen relaciones significativas. Las sociedades exitosas se construyen sobre relaciones significativas. El mundo que experimentas está en armonía en la medida en que se levanta sobre relaciones significativas, porque todo representa relaciones. Si deseas hacer una contribución al mundo, primero debes establecer relaciones significativas como cimiento. Todo lo que contribuyas sobre este cimiento, se apoyará en lo que aprendas en el contexto de estas relaciones.

El mundo no necesita ideas tanto como necesita relaciones comprometidas. Porque incluso la mejor idea y el pensamiento más grande solo pueden materializarse sobre el cimiento de unas relaciones comprometidas. Es por eso que las relaciones tienen tanta importancia, no solo para tu propio progreso como persona y como estudiante del Conocimiento, sino para el bienestar del mundo y de todo lo que hay en él.

Por último, no consideres que el dinero «no es espiritual» porque otros lo utilicen con fines destructivos. No consideres que la sexualidad «no es espiritual» porque otros la utilicen con fines destructivos. Con el Conocimiento todo adquiere un nuevo propósito, un nuevo significado y una expresión adecuada. Es por eso que el Conocimiento es el poder rector de tu vida. Es por eso que el Conocimiento es Dios en tu vida. Es por eso que tu capacidad para discernir el Conocimiento, seguirlo y aceptarlo en cada paso de la vida es la esencia misma del éxito y el progreso espiritual.

¿Cómo puedes fomentar el crecimiento espiritual en una relación?

Fomentas el crecimiento espiritual al convertirte tú mismo en un practicante. Esto implica tener una práctica espiritual y aplicar de lo que estás aprendiendo gracias a ella. Tu mayor regalo es lo que demuestras cuando eres guiado por el Conocimiento. Tal demostración inspirará a otros. Tu demostración es mucho mayor que tus ideas. Sin embargo, esto solo es cierto si eres constante en tu práctica espiritual.

Comparte tu práctica espiritual en tu relación primaria. No pidas que tu pareja haga lo que tú haces, pero extiende la invitación. Si la invitación es rechazada, entonces simplemente sigue practicando y deja abierta la invitación. Las personas vienen a la práctica espiritual a su propio tiempo y a su propia manera. Si estás discerniendo tu relación correctamente y estás siendo honesto, podrás ver si tu pareja puede acceder al crecimiento espiritual mediante la práctica espiritual. Esto es muy importante, porque tu relación primaria es el centro de tu experiencia de comunidad. Es importante que podáis compartir estas cosas entre vosotros, incluso si no tenéis exactamente la misma práctica espiritual. Sin embargo, vuestra participación conjunta debe nutriros y apoyaros a ambos. Es por eso que la práctica espiritual es tan importante para vuestra relación.

Cuando crecéis juntos, os unís más el uno al otro. Si no podéis crecer juntos, tenderéis a separaros. Esto puede entenderse dentro del contexto de lo que está ocurriendo realmente en tu relación. Si demuestras lo que estás aprendiendo como estudiante del Conocimiento, estimularás el Conocimiento en tu pareja. Si tu relación carece de esta compatibilidad se hará evidente, y será cada vez más evidente a medida que avances. Sin embargo, si tu relación guarda la promesa de una mayor compatibilidad y un crecimiento espiritual, tu demostración estimulará a la otra persona y también la preparará.

En cuanto a la práctica espiritual, tu pareja podría ser escéptica y querer ver resultados. Debes demostrar los resultados, y esto solo puedes hacerlo con el tiempo. Debes hacerlo de forma natural y honesta. Sin embargo, si con el tiempo descubres que tu relación no tiene esta compatibilidad más profunda, entonces prepárate, porque en un determinado momento cada uno puede tener que partir por su propio camino. A veces esto no es necesario, pero a menudo sí lo es. Si no es necesario, entonces tu pareja tendrá que apoyar tu práctica incluso si ella misma no se involucra. Esto tendría que ser un acuerdo tácito. Porque ¿cómo podéis estar juntos si no estáis de acuerdo sobre Dios? ¿Cómo podéis estar juntos si estáis en desacuerdo sobre la base misma de vuestro sentido de propósito en la vida? Cuanto más avances en tu ascenso espiritual y más progreses como estudiante del Conocimiento, mayor será la discrepancia entre vosotros si esta compatibilidad no está presente.

No puedes crear la compatibilidad. Los elementos están allí o bien no lo están. Al comienzo, si sientes que los elementos están allí, entonces procede, compártete y comparte tu práctica espiritual lo más completamente que puedas. Con el tiempo, demostrarás esta compatibilidad con tu pareja mediante vuestra participación conjunta. Sin embargo, si encuentras que vuestra compatibilidad es limitada o no existe, entonces sentirás cada vez más la necesidad de buscar compañerismo fuera de tu relación. Tarde o temprano, encontrarás que tu relación te está reteniendo y que estás condenando a tu pareja, ya sea abiertamente o en tus sentimientos internos. Es por eso que aquí se pone tanto énfasis en el reconocimiento de la compatibilidad desde el principio: la compatibilidad física, mental y espiritual.

Debéis estar en un lugar similar en vuestro viaje a la montaña. Es por esto que no hay muchas relaciones que tengan realmente esta resonancia espiritual. Muchos más matrimonios se basan en una asociación física y mental. Sin embargo, un matrimonio entre dos personas que está construido sobre un cimiento espiritual, un matrimonio santo, es mucho más raro. No pienses que todo el mundo puede tener esto en forma de matrimonio con una persona. No pienses que puedes crearlo con alguien que encuentres atractivo. Muchas personas experimentarán esta compatibilidad espiritual en el contexto de una comunidad espiritual. Muchas personas experimentarán esto en su relación con un maestro espiritual genuino. Es raro que esta mayor compatibilidad espiritual sea necesariamente evidente en un matrimonio tradicional entre dos personas. Sin embargo, eso no significa que tú, que eres un estudiante del Conocimiento, no puedas encontrar esta compatibilidad más profunda en las relaciones. Estás destinado a encontrarla en las relaciones, pero no debes insistir en que sea dentro de un matrimonio.

Un gran aliado vendrá a ti cuando tu llamada pidiendo Conocimiento sea lanzada al mundo. Se te enviará un maestro, compañeros de aprendizaje y compañeros de práctica. Y con estas personas podrás experimentar una gran unión, porque, como se ha dicho, la mayor unión no necesariamente se basa en el matrimonio con una persona. La mayoría de las personas quieren que su matrimonio sea la relación principal, pero a menudo la relación principal se produce fuera del matrimonio. Aquí se está abordando principalmente el matrimonio, porque es la forma de relación en la que se enfocan la mayor parte de las personas y donde radica su interés. Sin embargo, este no es el único contexto en el que pueden experimentarse y expresarse las relaciones primarias construidas sobre el Conocimiento.

La necesidad de compatibilidad y el requerimiento de Conocimiento y honestidad existen en todas las relaciones. Si estáis siendo realmente honestos el uno con el otro en vuestra relación primaria, se producirá el avance espiritual. Aquí, el avance espiritual no consiste simplemente en tener experiencias elevadas. Eso no es avance espiritual. El avance espiritual significa que está ocurriendo una apertura en tu interior y hay un mayor sentido de propósito, compromiso y servicio a la vida. Es un surgimiento inexplicable dentro de una persona, que cambia lentamente todo su marco de referencia y la base de su existencia. Eso es el crecimiento espiritual.

El crecimiento espiritual no implica irse a las nubes con los ángeles. De vez en cuando en la vida, puede que tengas una experiencia de ese tipo para elevarte, pero eso no es el crecimiento espiritual. Aquí, de nuevo, es necesario distinguir entre el romance y la relación. ¿Quieres tener un romance con Dios, o quieres tener una relación con Dios? ¿Quieres irte de fiesta con Dios, o quieres hacer algo en el mundo con Dios? ¿Quieres escapar de las vicisitudes de la vida con Dios, o quieres traer a Dios a las vicisitudes de la vida? Esta es la diferencia entre el romance y la relación. Dirígete a Dios y Dios te llevará al mundo. No hay escape en Dios. Encontrarás bienestar, amor y refugio, pero no escape.

No viniste al mundo para escapar del mundo, sino para trabajar en él. Viniste al mundo para traer sanación al mundo. Viniste al mundo para aprender a utilizar tu cuerpo y tu mente terrenales, así como tu expresión y tu contribución mundanas. Viniste al mundo para contribuir tus regalos, que has traído de Dios. Tú no quieres volver a Dios sin entregar tus regalos y sin descubrir la presencia del Conocimiento. Viniste al mundo para descubrir esta Presencia. Esta Presencia es el regalo más grande, y de este regalo emanan cosas específicas, ya sean alimentos y refugio para los pobres o inspiración y humildad para los ricos. Esto puede ser una demostración de la verdad para todos los que entren en contacto contigo. Todos estos regalos emanan de la presencia del Conocimiento dentro de ti.

Comprométete con tu crecimiento espiritual. Comprométete a ser un estudiante del Conocimiento. Comprométete a aprender —aprender a seguir, a recibir, a dar y finalmente a dirigir, en ese orden—. Si en la relación ambos compartís este compromiso, avanzará con vosotros y os convertiréis en una fuente de significado para otros. Como se ha dicho, no hay grandes personas; solo hay grandes relaciones. Construye una gran relación y experimentarás la grandeza en tu vida.

En una relación surgen muchos problemas: conflictos internos, cosas sin resolver del pasado, problemas de discernimiento, problemas de autoexpresión, problemas de intimidad, problemas en el manejo del dinero y problemas en el cuidado de las cosas físicas. Los problemas surgen. Aunque el mayor propósito de tu relación es la contribución, para desarrollar la capacidad de aportar tu contribución debes llevar tu mente —tu autoexpresión, tus prioridades, tus valores, todo— a un estado unificado y enfocado. Gran parte de esto se logra resolviendo problemas respecto a asuntos y problemas específicos.

En la relación, os serviréis mutuamente sobre todo mediante la demostración. Se ha hecho hincapié en que no debéis ser el terapeuta del otro, porque esto crea una dependencia que a la larga será destructiva. Si necesitas ayuda específica en áreas concretas, ve a los que se especializan en la resolución de esos asuntos y prestan este servicio. No cargues tu relación con el requisito de sanar tu pasado sin resolver. No esperes que tu pareja sea capaz de comprender todo lo que sientes, que sepa cómo resolver todo lo que la presentas o que conozca cómo lidiar con tu ira, tu frustración y tu dolor. Tu pareja está ahí para ayudarte a seguir adelante en la vida. Sin embargo, es tu responsabilidad prepararte por ti mismo para la contribución y la relación. No es responsabilidad de tu pareja prepararte.

Esto a menudo se olvida, sobre todo entre las personas que están comprometidas con el crecimiento y el progreso espiritual. Ellas asumen ciegamente que su pareja es su terapeuta las veinticuatro horas del día. Entonces la terapia comienza a dominar su relación, y pierden de vista la razón por la que se unieron. Algunas relaciones parecen ser sobre todo terapia y no otra cosa. Si una persona puede progresar en esta terapia, finalmente no necesitará más la relación y tenderá a seguir adelante, dejando a la otra persona detrás en un estado de gran confusión y desaliento. La vida proporcionará oportunidades para el crecimiento, y necesitarás algún tipo de asistencia para ayudar a resolver estos retos. Hasta cierto punto, tu pareja te ayudará mediante la participación y el esfuerzo conjuntos. Sin embargo, si necesitas una mayor asistencia para resolver tus propios problemas internos, busca el consejo de otros para ayudarte.

El mejor terapeuta es alguien que puede ser completamente objetivo contigo, alguien que no tiene ninguna inversión personal en tu éxito o tu fracaso. Obviamente, tu pareja tiene un gran interés personal en tu éxito, porque depende de tu éxito y debe aprender a compensar la posibilidad de tu fracaso. Eso la coloca en una posición muy difícil para ser un oyente objetivo. Es por eso que no puedes exigir objetividad de tu pareja, ya que depende de tu éxito.

Si eres un hombre, tu esposa dependerá de tu éxito como proveedor y como participante. ¿Cómo puede ser neutral en relación a tus conflictos de intereses? Si tenéis hijos, ella depende de ti para mantener a la familia. Ella depende de que seas un padre, un progenitor, un esposo, y de que cumplas con todos esos requisitos. ¿Cómo puedes esperar que sea tu terapeuta y tenga una visión objetiva e imparcial de ti? Es por eso que las personas necesitan ayuda externa para superar ciertos obstáculos en su interior. A veces, una gran amistad fuera del matrimonio puede hacer esto, pero a menudo se necesita a un profesional. Si estás centrado en el desarrollo de la conciencia espiritual, tu programa de estudios y tu maestro espiritual te ayudarán con estas cosas.

La vida proporcionará suficientes desafíos para ambos. Vuestras circunstancias y sus requisitos proporcionan un desafío adecuado. La vida proporcionará el entorno en el que puede producirse la sanación. La sanación finalmente se produce a través de la realización mundana, porque esto expresa unión y determinación internas. Cualquier sanación que ocurra dentro de ti debe expresarse en el mundo, y esta expresión completará el proceso interior de sanación. Aquí demuestras el cambio que estás tratando de hacer dentro de ti. Hasta que este cambio sea demostrado adecuadamente y expresado de manera honesta, seguirá siendo solo un potencial dentro de ti y no habrá sido logrado.

Si los dos participáis en una práctica espiritual, tu práctica te ayudará mucho. Sin embargo, como hemos dicho necesitarás que otros te ayuden a progresar, porque tu pareja no puede ser tu maestro espiritual. Eso significa cargar tu relación con otro rol. No asignes ese rol a tu pareja. Tu pareja puede ser tu esposa o esposo, tu gran amigo o tu socio en un negocio o una causa importante. Tu relación tiene sus propios desafíos y requisitos. Te corresponde a ti buscar ayuda externa, si la necesitas, para prepararte para atender estos desafíos y requisitos. Recuerda que es tu responsabilidad obtener la ayuda y la asistencia que necesitas. Es tu responsabilidad y de nadie más. Si tu pareja apoya tu crecimiento espiritual, no es su responsabilidad asegurarse de que cumples con esa necesidad, o incluso que la reconoces.

A menudo, las personas asumen que serán el terapeuta o el maestro de su pareja. Estas relaciones casi nunca tienen éxito y son extremadamente costosas, porque el que da sentirá con el tiempo que se aprovechan de él, y el receptor será culpado por no cumplir con las expectativas del que da. Pero en verdad, la relación comenzó mal. Se basaba en un malentendido. Se basaba en una suposición que era irreal y deshonesta. Nadie puede ganar en una situación así.

Vamos a darte un ejemplo. En el matrimonio, quieres estar con alguien que esté preparado para casarse. No quieres tener que prepararle para que se case. No puedes hacer eso. No quieres rescatarle de sus circunstancias. Quieres conocer a alguien que sea apto y esté listo, que comparta contigo el deseo y el compromiso de casarse. Quieres a alguien que sea compatible con tus valores y tu comportamiento. Esto es un asunto práctico. No es una cuestión romántica o emocional, sino una cuestión práctica. El matrimonio es una cuestión práctica. Su éxito se basa en lo que puede hacer en el mundo. Lo que el matrimonio puede hacer en el mundo es lo que nutrirá a sus participantes, a su familia y a su comunidad. Las relaciones son una cuestión práctica.

Incluso si no obtuvieras ninguna otra idea o información de este libro, recuerda esto: Si no podéis participar juntos en el mundo no podréis estar juntos. Por tanto, querrás elegir a alguien que esté listo, esté dispuesto y sea apto para participar en el mundo contigo —no a alguien que quiere hacerlo pero no puede, o que puede hacerlo pero no quiere, o que no está listo para hacerlo pero que algún día podría querer hacerlo—. Esta persona debe estar lista, estar dispuesta y ser apta. Si está ambivalente y tú no, pagarás el precio y ella recibirá las culpas. Esto no es saludable. Lo poco que aprenderás en esa situación lo aprenderás a un gran costo. El fracaso puede ser valioso en el aprendizaje, pero solo en pequeñas cantidades.

No intentes ser un terapeuta, un médico, un salvador o un consejero para tu pareja. Sé un compañero. Es tu responsabilidad encontrar la ayuda y el apoyo que necesitas para poder ser un compañero y participar en la relación. Esta es tu responsabilidad. La responsabilidad de tu relación es con el mundo. Tu responsabilidad es asegurarte de que puedes participar.

¿Qué pasa con la infidelidad?

Esta puede ser una pregunta muy difícil si te enfrentas a ella, pero no es compleja. Ningún problema es complejo si se mira adecuadamente. Su solución puede requerir muchos pasos, pero el problema nunca es complejo. Las personas quieren la verdad, pero también quieren la mentira, por lo que su evaluación de la situación se vuelve compleja. Quieren obtener una ventaja sin renunciar a nada. Eso hace las cosas muy complicadas. Siempre hay un intercambio en la vida. Renuncias a algo a cambio de otra cosa, por lo que siempre hay un intercambio.

La infidelidad es el resultado de una falta de honestidad. Algo que es real no se está abordando. Hay varias causas para la infidelidad, pero todas son el resultado de la falta de honestidad. Si has llegado al extremo de tener relaciones sexuales fuera de tu matrimonio, no estás siendo honesto con tus motivos o tus intereses. No estás haciendo frente a los retos y problemas de tu matrimonio. Tal vez sea un problema de incompatibilidad fundamental en tu matrimonio. Tal vez el problema sea que no puedes enfrentar una dificultad o reto en el mundo y buscas escapar a otra parte. Tal vez el problema esté en que no puedes controlar las pasiones que sientes por otras personas. Tal vez el problema sea que, de alguna manera, te has comprometido a destruir lo que es valioso para ti. Tal vez tu matrimonio está terminado. Tal vez tu matrimonio apenas ha comenzado.

No importa cuál sea la causa, la infidelidad es una expresión de falta de honestidad. No estás atendiendo el reto de enfrentar la causa de tus dificultades, y estás expresando tus dificultades de manera inapropiada. Por naturaleza, estarás satisfecho con una sola persona si estás destinado a estar en un matrimonio. Si no estás destinado a estar en un matrimonio, eso es otro asunto. Si no tienes ese destino, entonces la sexualidad no es apropiada para ti en modo alguno.

Una vez más, debemos subrayar que no debes usar la sexualidad como una forma de entretenimiento, autocomplacencia o exploración personal. La sexualidad es para la unión y la propagación de la raza. ¿Por qué querrías buscar una experiencia de unión fuera de una relación primaria? No querrías. Si utilizas la sexualidad inapropiadamente, pagarás un alto precio por ello. Te dañarás física y emocionalmente, y negarás tu propósito espiritual.

Hay muchas atracciones en el mundo. Necesitarás lidiar con al menos algunas de ellas, pero recuerda que el Conocimiento dentro de ti no es influido por el mundo. Si estás con el Conocimiento, podrás enfrentar estos retos y atravesarlos. Serás capaz de abordar esos problemas dentro de ti que te hacen querer buscar la unión sexual fuera de tu relación primaria.

Si utilizas la sexualidad como un escape, estás siendo deshonesto sobre tu vida. Si estás buscando el compromiso sexual fuera del matrimonio, estás siendo deshonesto sobre tu matrimonio. Debes enfrentar esto y enfrentarlo enseguida. Hay muchas causas para buscar este escape, pero todas son expresiones de la falta de honestidad. Puede ser que tu matrimonio necesite ser atendido, o bien que haya terminado. Puede que haya algo en el mundo que necesita ser atendido y que no tiene nada que ver con tu matrimonio. No hay escape a tus responsabilidades, y el intento de hacerlo te costará muy caro —incluso puede costarte la vida—. Por eso, si eres honesto reconocerás tu necesidad de coraje. La deshonestidad es debilidad; el coraje es fuerza.

Conforme avances en la vida, renunciarás a muchas cosas para obtener cosas de mayor valor. Incluso en la progresión natural de tu vida, abandonas primero tu infancia, luego tu adolescencia, luego tu juventud, luego tu mediana edad y, por último, tu cuerpo físico completamente; abandonas cada una de estas cosas a cambio de una vida más grande, una mayor responsabilidad y una mayor comprensión.

Hay muchas atracciones en el mundo, y las sentirás. Sin embargo, si se vuelven una distracción grave o una perturbación constante de tu mente, y estás seriamente tentado a satisfacerlas fuera de tu matrimonio, entonces debes abordar lo que estás evitando. Es posible que aquí necesites ayuda profesional. Tu estudio espiritual te ayudará, pero no puedes utilizarlo para escapar de los problemas reales de la vida. Es posible refugiarte en tus Maestros Internos y en tu Familia Espiritual, pero solo con el fin de que puedas fortalecerte para responder a estos desafíos. Es al dejar de atender los desafíos cuando tu vida comienza a decaer y comienza para ti el proceso de la muerte. Cuando dejas de atender los desafíos, empiezas a morir. Mientras atiendas los desafíos, ejercerás la vida, estimularás la vida y tendrás vida.

Si te has proporcionado a ti mismo una red de personas de apoyo, y si has comenzado a cultivar tu papel como estudiante del Conocimiento y estás comprometido con el avance espiritual, tendrás el apoyo que te permitirá enfrentar estos desafíos sin un estrés indebido. Conforme atiendas cada uno de ellos se te dará un gran regalo, y cuanto más fuerte te vuelvas, mayores serán tu rango de relación, tu sabiduría y tu capacidad. Nada en la vida es demasiado grande para ti si estás con el Conocimiento y tienes relaciones significativas. Has traído la grandeza contigo desde tu Antiguo Hogar. Tu objetivo es llegar a ser fuerte en el mundo para que tus regalos puedan expresarse a través de ti. Por tanto, atender los retos de las relaciones, los retos de proveerte y los retos de tu vida exterior, es absolutamente necesario para poder experimentar tu propósito espiritual y activar tu llamada espiritual en el mundo.

¿Qué pasa con la homosexualidad?

Todo lo que se ha dicho en este libro se aplica a este tipo de relaciones, pues no son tan distintas. Sin embargo, existe cierta diferencia, en el sentido de que el equilibrio físico entre las personas será diferente. Puede que sea más difícil crear una relación armoniosa y estable. Esto no se debe tanto a la sexualidad como a la alineación física. Es posible tener una relación genuina en el contexto de la homosexualidad. Sin embargo, puede que sea más difícil ajustarse físicamente, y tendrás problemas en el trato con la sociedad, porque quizá la sociedad no acepte tu relación. Esto hará más difícil que la relación tenga éxito. Pero el éxito es aún posible y debes luchar por el éxito. Aquí debes comprender que, al tener una relación que la sociedad no acepta, existirán mayores dificultades.

No intentes utilizar tu homosexualidad para definirte a ti mismo. El énfasis sigue estando en el desarrollo de las relaciones primarias. Tu sexualidad debe ser una parte pequeña, esencial e importante de esto. Si usas la sexualidad para experimentar la unión con una persona, entonces será significativa, pero no debe ser tu identidad y no debe definirte.

El desafío de la intimidad y los retos de atender las responsabilidades mundanas permanecen. En muchas relaciones homosexuales, las personas están escapando de la responsabilidad e intentando satisfacer su necesidad de significado a través de sus relaciones sexuales. Existe aquí muchísima adicción sexual, pero la posibilidad de una verdadera relación sigue estando presente. En las relaciones heterosexuales también hay muchas dificultades, pero la posibilidad de una relación significativa sigue estando presente.

La monogamia es esencial. Usar la sexualidad para construir la experiencia de unión es esencial. Establecer una contribución al mundo es esencial. Desarrollar la unión y la armonía es esencial. Las exigencias de la vida no cambian debido a la orientación sexual.

¿Son diferentes los hombres y las mujeres?

Sí, los hombres y las mujeres son diferentes. Su énfasis es distinto. Aunque estas diferencias parecen estar disminuyendo con la integración de la sociedad, el diseño de hombres y mujeres es algo diferente. Incluso su espiritualidad encontrará una expresión ligeramente diferente en general. Todo lo que se pueda decir al respecto tendrá muchas excepciones, por supuesto, porque las gamas de expresión de los hombres y de las mujeres son muy amplias y se superponen en gran medida. Sin embargo, los hombres y las mujeres experimentan la vida de manera ligeramente diferente. Hasta cierto punto, tendrán en general un énfasis distinto. Esto es muy importante, porque las mujeres no pueden esperar que los hombres sean como las mujeres, ni los hombres pueden esperar que las mujeres sean como los hombres. Sin embargo, no se debe hacer de la distinción algo tan grande que impida la comunicación y la autoexpresión. Depende en gran medida de la interacción entre las dos personas involucradas.

No pienses que el universo es masculino y femenino. No pienses que lo que existe en el mundo es válido para todos los niveles de la existencia. La sexualidad no es la base de la vida, a pesar de que es el medio de propagación de la vida en el universo físico. Ser un hombre o una mujer es parte de tu diseño físico. Es parte de tu diseño emocional. Aquí hay que hacer algunas distinciones. Aquí debes conocer lo que esto significa en términos de tu propia experiencia.

Estas distinciones son importantes, pero tu propósito espiritual las eclipsará. Cuando algo se eclipsa no es negado; se ve ensombrecido por una mayor realidad y presencia. Lo mental no es anulado, ya que sirve a lo espiritual. Lo físico no es negado o pasado por alto, ya que sirve a lo mental. Tu mente debe ser educada sobre el mundo físico. Tu espíritu debe ser educado sobre el ambiente mental. Por eso estás en el mundo, porque debes ser educado sobre lo mental y lo físico. Por eso es ridículo usar la espiritualidad para escapar del mundo. En su lugar, utiliza la espiritualidad para aprender sobre el mundo. Aprende a participar en el mundo de forma significativa, resuelta y constructiva. Desarrolla relaciones dentro del mundo, porque las relaciones son todo lo que existe.

El mundo es un lugar de aprendizaje, porque las personas están aprendiendo sobre las relaciones. Todo aprendizaje trata sobre las relaciones: cómo estar en las relaciones, cómo expresarse en las relaciones, cómo funcionar dentro de las relaciones y cómo contribuir en las relaciones. Todo lo que las relaciones proveen al mundo es para estimular relaciones más profundas. La relación es la experiencia de autoexpresión y afinidad.

Hombres y mujeres son diferentes en sus vehículos de expresión, no en su espiritualidad. No hay espiritualidad masculina y espiritualidad femenina. Existe espiritualidad expresada a través de lo masculino, y existe espiritualidad expresada a través de lo femenino. Esta es una distinción muy importante. Dios no es un hombre o una mujer. Dios no tiene un lado masculino y un lado femenino.

Tus Maestros Internos se expresan a través de formas masculinas o femeninas para poder comunicarse contigo. Si lo hicieran sin género, tendrías dificultades para aceptar su presencia incluso al nivel del pensamiento. Serían percibidos como un objeto, un «eso». Es muy difícil estar en relación con un «eso», por lo que toman una forma masculina o femenina para poder tener una relación contigo. Ellos no practican la sexualidad, así que ¿qué más da si son masculinos o femeninos? A menudo eligen un rol masculino o femenino, porque esa era su identidad cuando se graduaron del mundo. Ellos ya no necesitan un cuerpo, pero para poder comunicarse con las personas resulta importante. Ellos son la extensión de Dios hacia ti, porque Dios no es ni hombre ni mujer.

Aprende a reconocer la distinción entre hombres y mujeres. Esta distinción determinará tu autoexpresión y tus valores hasta cierto punto. Sin embargo, no hagas de esto una distinción absoluta en el universo, y tampoco niegues completamente esta distinción. Forma parte de aprender a estar en el mundo. Los hombres no deben tratar de ser como las mujeres, y las mujeres no deben tratar de ser como los hombres. Pero hombres y mujeres están destinados a estar juntos. Si los hombres están siendo hombres y las mujeres están siendo mujeres, pueden estar juntos. El mundo te enseñará cómo ser un hombre o cómo ser una mujer. El mundo te enseñará a valorar el Conocimiento y te mostrará lo que realmente eres en el contexto de ser un hombre o una mujer.

El problema no es ser un hombre o una mujer. El problema es que las personas no saben lo que quieren comunicar, y no entienden su vehículo para la comunicación. Si entiendes lo que quieres comunicar, podrás entender cómo comunicarlo. Es por eso que el Conocimiento es tu énfasis, porque el Conocimiento es lo que quieres comunicar. A medida que el Conocimiento se exprese en formas específicas a través de ti, aprenderás cómo puedes comunicarte más efectivamente. Es entonces cuando ser un hombre o una mujer se vuelve importante para tu propósito. De lo contrario, simplemente te identificarás con tu cuerpo y pensarás que eres todo lo que tu cuerpo aparenta ser. Esto es pensar al revés y resulta destructivo. Aquí te glorificas a ti mismo como cuerpo, cuando el cuerpo no es más que un vehículo para que se exprese tu Ser.

Las personas van aquí a los extremos. Niegan el cuerpo y elevan la mente, o niegan la mente y elevan el Espíritu. Sin embargo, esto no es correcto, porque el cuerpo, la mente y el espíritu trabajan todos juntos. Hay una jerarquía, pero esto no significa que lo que sirve sea menos importante que aquello a lo que está sirviendo. El cuerpo debe ser cuidado. Podría ser dañado o destruido, y su utilidad podría verse afectada. Debe usarse como un vehículo de expresión. Debe volverse útil para la comunicación. Vives en tu cuerpo cuando estás en el mundo, por lo que debe ser un buen lugar para vivir —sano, feliz y cuidado—. El hecho de tener un propósito espiritual no significa que descuides o repudies los vehículos para tu expresión. La confusión de la mente solo surge cuando el vehículo se vuelve más importante —cuando el sirviente carece de maestro—. Esto da valor a los tres niveles. Entonces el cuerpo tendrá lo que necesita, y no se convertirá en un objeto de devoción o identificación completa. La mente es el medio entre lo físico y lo espiritual. Es muy valiosa y esencial, pero no es Dios. Es valorada y cuidada para servir a un propósito superior.

Después de todo, no es realmente muy importante si eres un hombre o una mujer. Solo es importante en términos de servir a un propósito superior. El propósito superior no es masculino ni femenino, pero se expresa a través de lo masculino y lo femenino, y en este sentido tu ser masculino o femenino es importante. Eres solo un hombre o una mujer durante unos años en el mundo. Por tanto, no es algo tan significativo. Difícilmente es algo en lo que querrías basar tu vida, si supieras quién eres realmente. Es solo parte de tu vehículo de expresión. Cuando el vehículo se vuelve más importante que la comunicación, surge toda la confusión de la mente. Entonces crees que tu cuerpo es Dios y que tu sexualidad es el significado del universo. Entonces te pierdes y te vuelves incapaz de expandir tu mente. Si al cuerpo se le da tanta importancia, será mal utilizado. Se esperará mucho de él. Será utilizado contra las personas y no a favor de las personas. El cuerpo debe ser reconocido, pero no adorado. El cuerpo debe ser utilizado, pero no glorificado. Lo que es adorado y glorificado es el misterio de tu vida, que se expresa a través de tu existencia física aquí. Reverencia esto. Respeta el mecanismo, y reverencia aquello a lo que este mecanismo sirve.

¿Es el Conocimiento diferente en hombres y mujeres?

El Conocimiento no es diferente en hombres y mujeres; solo se expresa de manera algo distinta. El Conocimiento es el Conocimiento. No tiene cuerpo, así que, ¿por qué habría de ser masculino o femenino? El Conocimiento no necesita tener hijos, así que, ¿por qué habría de ser masculino o femenino? No creas que existen el Conocimiento del hombre y el Conocimiento de la mujer. Existe el Conocimiento en el hombre y existe el Conocimiento en la mujer. El Conocimiento es el Conocimiento. Es por eso que los hombres y las mujeres pueden unirse. Es por eso que los hombres y las mujeres pueden estar en relación. De lo contrario, juntos solo podrían tener hijos y nada más.