Como fue recibido por
Marshall Vian Summers
el octubre 9, 2008

Escuchar el audio original de la revelación, en inglés:

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En épocas de grandes cambios, se revelan muchas cosas. Se revela la debilidad, se revela la corrupción, se revela la incompetencia, dentro de gobiernos e instituciones y en las personas en todas partes. Al enfrentarse a grandes cambios, las personas empiezan a descubrir la verdadera condición de su naturaleza y de su constitución, y si sus cimientos son sólidos o no.

La humanidad se enfrenta ahora a Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo: deterioro ambiental, disminución de recursos, violencia meteorológica, cambio climático, creciente inestabilidad política y económica, y el riesgo real de guerra entre grupos de naciones por los recursos restantes.

La creciente familia humana está bebiendo de un pozo que se va menguando lentamente. La tensión que esto producirá, las consecuencias imprevistas, la fractura de las economías; todas estas cosas se irán revelando a medida que pase el tiempo.

Las personas se sentirán mucho menos seguras de lo que tal vez creían antes. Esto cambiará sus prioridades y su enfoque en la vida, y surgirá la cuestión de la confianza. ¿En quién puedes confiar? ¿En qué puedes confiar? ¿Puedes confiar en ti mismo? ¿Puedes confiar en otras personas? ¿Puedes confiar en tus ideas, creencias o suposiciones?

Se cuestionarán tantas cosas, que podrías sentir que no puedes confiar en nada, que todo está cambiando. Aquello en lo que antes confiabas ahora está cambiando, o se está rompiendo o desmoronando. Puede que sientas que no puedes confiar en tus líderes, en tu gobierno, en tus instituciones económicas, en tus instituciones religiosas. Las personas podrán cuestionar los fundamentos de sus creencias e instituciones religiosas. Los agravios de la gente hacia otros grupos y otras naciones se activarán mientras buscan a alguien a quien culpar.

Estás entrando en una época de gran inestabilidad e incertidumbre, y esto despertará muchos tipos diferentes de pasiones, ideas y reacciones en la gente. La mayoría de ellas serán malsanas y desfavorables. En tu interior, tendrás que encontrar una base firme a medida que los cimientos de la sociedad y de las organizaciones que te rodean sean cuestionadas o caigan en el desorden.

Aquí la confianza no puede basarse en la esperanza. La esperanza es demasiado débil y se esfuma con mucha facilidad, es demasiado fácil decepcionarla y derribarla. Debes confiar en algo más grande, dentro de ti y dentro de otras personas.

A medida que las Grandes Olas se acerquen y comiencen a tener impactos cada vez mayores, verás, quizás con consternación, que muchas cosas en las que antes confiabas o de las que dependías ahora parecerán débiles y vulnerables. Las personas parecerán débiles y vulnerables. Los gobiernos parecerán débiles y vulnerables. Incluso tus creencias más firmes sobre tu nación o tu religión pueden parecer débiles y vulnerables. Esto te arroja sobre ti mismo y requiere una reevaluación, una reevaluación muy seria y profunda.

Muchas personas han basado toda su vida en un conjunto de esperanzas y expectativas construidas sobre una infraestructura débil y frágil de la sociedad humana. Verás con qué facilidad los gobiernos entran en pánico, con qué facilidad las grandes instituciones pueden fracasar o tambalearse. Y eso te estremecerá.

Tal vez quieras culpar a alguien. Quizás arremeterás contra otras personas. Tal vez expreses rabia y frustración, pero eso no aborda realmente tu necesidad o tu problema principal.

Surge la pregunta: ¿En quién puedes confiar, en qué puedes confiar? Todo el mundo confiará en algo. Aunque sea una desconfianza, confiarán en algo. Quizás confíen en el cambio. Dirán que todo va a cambiar, y ahí depositarán su fe y su confianza. Hasta el punto de vista más cínico tiene confianza. Uno confía en su cinismo. Uno confía en sus ideas. Uno confía en su percepción y en su posición en la vida, aunque esa confianza esté fuera de lugar.

Por eso, en tiempos de grandes cambios, incertidumbre y agitación, surge la pregunta: ¿En qué puedes confiar? ¿Dónde depositarás tu fe? Si miras a tu alrededor, si miras con seriedad, si miras realmente para ver y no sólo para juzgar, esa será una pregunta difícil de responder. ¿En qué puedes confiar realmente? ¿Qué estás viendo que no caerá frente ti, o demostrará ser débil y vulnerable, o resultará ser diferente a lo que parece?

Será una crisis de fe para gente de todo el mundo, incluso en las naciones ricas, donde la esperanza, la creencia y la suposición son más comunes y evidentes que en las naciones más pobres, donde la gente tiende a ser un poco más realista. La fantasía y la autoindulgencia aumentan con la riqueza, pero también lo hace la disociación de la vida —una disociación de la humanidad, una disociación de la realidad misma.

Dios ha creado una Mente más profunda dentro de ti —una Mente que no tiene miedo, una Mente que no está en conflicto consigo misma, una Mente que no juzga ni condena a otros, una Mente segura, una Mente que puede afrontar grandes cambios y trastornos con determinación y ecuanimidad— una Mente llamada Conocimiento. Se llama Conocimiento porque está relacionada con tu capacidad de tener experiencias profundas de reconocimiento y de saber. Estas experiencias pueden ir en contra de tus propias ideas y creencias, porque no están sujetas a estas cosas.

Tu Mente profunda es muy diferente de tu intelecto, de tu mente socialmente condicionada; de tu mente personal que está modelada por la cultura, la familia e incluso la religión, modelada para pensar como los demás, modelada para ser complaciente; modelada para estar sujeta a otras fuerzas, para ser persuadida y manipulada, para ser acorralada y engatusada, para ser dirigida y pacificada.

Por eso las personas dicen lo mismo, piensan lo mismo, hacen lo mismo. Como rebaños de ganado, se les acorrala, se les hace creer esto, se les hace creer aquello; los gobiernos y los líderes les aseguran constantemente que velan por su bienestar, que ellas estarán a seguras y a salvo.

Pero ante las Grandes Olas de cambio, estas garantías resultarán débiles y transparentes. Y resultarán ser totalmente falsas en muchos casos. Entonces las personas se indignarán. Se escandalizarán. Estarán consternadas. Se sentirán traicionadas. Se sentirán engañadas. Y ellas han sido engañadas, y se han engañado a sí mismas.

Ahora se sentirán realmente vulnerables, al haber cedido su autoridad y su poder a otras fuerzas, a otras personas, a gobiernos o a conjuntos de creencias y suposiciones. Y será menos probable que confíen en futuras garantías.

Esto es a la vez peligroso y saludable. Es peligroso porque las personas pueden hacer cosas radicales que no son beneficiosas para ellas. Pueden condenar a otras personas, tratando de encontrar a alguien a quien culpar porque ellas mismas aún no pueden asumir la verdadera responsabilidad por su vida y por su condición, por lo que deben encontrar a alguien más a quien culpar. Y culparán a esa persona con vehemencia. Tal vez culpen a las personas de otras naciones, lo que conducirá a más malentendidos y a la posibilidad de conflicto y guerra. Así es como tu mente personal responde al cambio: con miedo, con pánico, con irritación, con condena, incluso con violencia —pensamientos violentos, comportamiento violento, intenciones violentas.

Pero tu Mente más profunda no responde de esta forma, en absoluto. Ella reconoce las Grandes Olas de cambio. Entiende la falta de preparación y de conciencia de las personas. Ve el problema. Reconoce las manifestaciones de este problema fundamental: las personas no están conectadas con el Conocimiento dentro de sí mismas, por lo que no ven, no saben y, como resultado, no actúan sabiamente.

Ellas se dejan guiar por personas que se aprovechan de ellas. Quizás se les da un pequeño grado de seguridad y riqueza, pero dan mucho por ello. Están dispuestas a creer porque quieren creer, porque temen no creer, porque sienten que no tienen el poder de pensar más allá de esas garantías. Este es fundamentalmente un problema de falta de conciencia de las personas respecto al Conocimiento.

¿Preferirías que te guiara un gobierno, o que te guiara una institución financiera, o que te guiara Dios? Tus líderes pueden ser tan ciegos como cualquier otra persona, viviendo de  falsas suposiciones, creyendo firme y fervientemente en sus propias ideas y en la justificación de sus acciones, como un ciego que guía a otro ciego. Quieres creer porque tienes miedo a no creer, porque sin eso, ¿en qué puedes confiar?

Este shock es beneficioso porque te da la oportunidad de reconocer cuán débil y frágil es la base de la civilización humana y cuán propensas al error es toda la gente. Y verás –quizás sólo en unas pocas personas– que realmente dentro de las personas existe algo más que es realmente sabio.

Tienes una confianza natural hacia las personas que demuestran esta sabiduría y esta compasión. Estas personas no son perfectas, por supuesto. Pueden cometer errores críticos, pero hay una cierta cualidad en ellas que las distingue de las demás y que naturalmente evoca tu sentido de respeto y confianza. Aunque estas personas puedan cometer errores, están funcionando desde un estándar más alto. Realmente están aquí para servir, y eso trasciende su interés personal en el asunto. Esto se debe a que estás reconociendo el Conocimiento dentro de ellas: un poder más profundo, un incentivo mayor, una motivación más verdadera.

Sentirse desilusionado y decepcionado con otras personas y con los líderes de los gobiernos, el comercio y la religión es saludable porque exige que reconsideres tus propias creencias y suposiciones, y consideres que puede haber un poder más profundo dentro de ti que es mucho más confiable y consistente. Esto abre la puerta. Es posible que obtengas este reconocimiento. No es algo seguro.

En tiempos de grandes cambios y convulsiones, la gente hará cosas muy tontas. Ellas dañarán a otras personas. Pueden incluso hacerse daño a sí mismas. Pero existe la posibilidad de que ellas vean que existe una presencia y un poder profundo en su interior que no es un producto del condicionamiento o de los patrones sociales. No es un producto de la cultura, las creencias o la tradición.

Aquí existe algo muy poco convencional dentro de ti; una Mente libre, una Mente que no está corrompida, una Mente que está más allá de la persuasión y la manipulación. Esta no es la mente con la que piensas todos los días. Esta es una Mente más profunda.

Las personas dicen que confían en sí mismas. Quizá incluso declaren que sólo confían en sí mismas. Pero, en qué confían realmente dentro de sí mismas ¿en sus ideas, sus creencias, sus suposiciones, sus opiniones políticas, sus creencias religiosas?

¿A qué se refieren? ¿Van a confiar en sus emociones, que tan fácilmente pueden verse avivadas por el miedo, la decepción y la culpa? ¿Van a confiar en sus instintos naturales, que en muchos casos pueden ser verdaderamente violentos y destructivos? ¿En qué van a confiar dentro de sí mismas? ¿De qué hablan cuando dicen que van a confiar en sí mismas?

Esto puede ser tan tonto e ilusorio como depositar toda tu fe en alguna institución o en un grupo de líderes gubernamentales a los que realmente no conoces, porque eso es depositar la fe en la misma inteligencia superficial. Creer en tu propio condicionamiento social no es en realidad diferente a creer en el condicionamiento social de otra persona. Eso es creer en lo mismo.

Tal vez creas que tienes más control sobre tu condicionamiento social, pero la mayoría de las personas no lo tienen. Ellas simplemente siguen su condicionamiento servilmente y, cuando las decepciona, intentan echar la culpa a otras personas. Para evitar la auto-recriminación, intentan culpar a otras para encontrar a alguien ajeno a ellas en quien puedan descargar su ira y su frustración.

Decir que confías en ti mismo sólo sería realmente sabio si estuvieras hablando del Conocimiento, pero el Conocimiento existe más allá del ámbito y del alcance del intelecto. No se puede entender intelectualmente porque es una fuerza y un poder más antiguo y más permanente que tu mente personal. Es como pedirle a un niño que comprenda la realidad de sus padres.

El Conocimiento está funcionando a un nivel diferente. No es de este mundo, pero está en este mundo para cumplir una misión, para experimentar y expresar un propósito superior. Esa es tu misión y tu propósito superior. A la luz de esto, la decepción y el cambio radical pueden ser realmente beneficiosos, sin importar cuán difíciles o estresantes sean. Si se ven desde la posición del Conocimiento, entonces las Grandes Olas de cambio son la oportunidad perfecta para expresar un propósito mayor y dar regalos mayores a la humanidad.

Sin embargo, tú miras con sobriedad porque entiendes los grandes riesgos de sufrimiento humano y pérdida de vidas que existen aquí, así que no te lo tomas a la ligera. Es muy arriesgado. El cambio, si es real, es muy arriesgado. El resultado no está asegurado. Puede que a la gente no le vaya bien o que ni siquiera sobreviva. El Conocimiento es muy sobrio al respecto. No es superficial. No está tan confiado en que el cambio pueda asegurar el resultado, pero ese no es su problema ni su énfasis. Está aquí para servir.

Como es inmortal, no le teme a la muerte. Simplemente no quiere perder esta oportunidad de servir. Después de tanto esfuerzo para traerte al mundo, y después de ejercer tanta influencia en tu vida para evitar que cometas errores terribles, o que entregues tu vida prematuramente, o que destruyas tu oportunidad de contribuir a un mundo necesitado, el Conocimiento definitivamente quiere preservarte, preservar tu mente, tu mente pensante y tu cuerpo. En este sentido, te protegerá y te guiará con una sabiduría que no serás capaz de encontrar en ningún otro lugar.

El Conocimiento ve el mundo de una manera muy diferente. Ve la necesidad del Conocimiento. Reconoce que incluso en la opulencia, la gente puede traicionarse a sí misma constantemente y socavar su futuro. Ve más allá de la ilusión del éxito y el fracaso. Ve incluso más allá de la ilusión del amor y el miedo porque la mayoría de la gente no entiende lo que realmente son el amor y el miedo. Ve el Conocimiento y la necesidad del Conocimiento en el mundo. Mira con compasión. Mira con sabiduría. Y mira sin engañarse. Ve el problema. Ve los riesgos. Ve las necesidades. Siempre está observando. No se deja atrapar por la fantasía. No se distrae. No se deja llevar por promesas de amor, felicidad e iluminación. Pero tampoco le aterroriza el mundo en su brutalidad, sufrimiento y degradación.

Tu mente personal no puede pensar así. Puedes intentar purificarte. Puedes dedicarte a décadas de práctica espiritual, pero tu mente personal no puede hacerlo. Ella sigue siendo un producto del mundo.

Las personas tratan de elevar su intelecto más allá del error, más allá de la ilusión, más allá del malentendido, pero descubren que sólo pueden llegar hasta cierto punto. Y entonces tienen una experiencia de juicio o condena, de miedo o culpa, de lujuria o deseo, y comprenden que en realidad es la misma mente de siempre. Ellas quizás se han vuelto más objetivas. Tal vez están menos influidas por esta mente personal, pero tienen la misma mente de siempre.

Igual que no puedes modificar tu cuerpo sin acciones extremas, sin automutilarte, realmente no puedes cambiar tu apariencia más allá de cierto punto. Tú no puedes cambiar tu mente personal más allá de cierto punto. Lo que cambia es tu relación con ella.

En lugar de seguir servilmente tus pensamientos y tus sentimientos, pensando que eres tu mente, comienzas a mirarla más objetivamente. Te das cuenta de que tu mente pensante —tus pensamientos, tus creencias, tus actitudes— en realidad no es quien tú eres. Ella es una expresión externa de quien tú eres, pero quien tú eres realmente es algo más profundo, mucho más profundo.

Es como mirar la superficie del océano: un día calmada, al día siguiente turbulenta, siempre cambiante, siempre arrastrada por los vientos del mundo. ¿Miras la superficie del océano y conoces el océano? Por supuesto que no. No puedes ver la vida que contiene el océano desde la superficie. Tal vez veas la evidencia de unas cuantas formas de vida -ballenas, delfines y peces-, pero no puedes ver lo que realmente vive en ese océano. No puedes pararte en la cima de una montaña y mirar el bosque que hay debajo y saber todo lo que vive allí, a menos que hayas vivido allí. No mires a la mente, a la superficie, y creas que entiendes la mente.

Existe el Conocimiento en lo más profundo de ti. Es la Mente más profunda que hay en ti, una Mente tan diferente de tu intelecto que ni siquiera puedes compararlas. Esta Mente sabe. Esta Mente ve. Esta Mente espera. Esta Mente dirige.

Porque, verás, Dios sabe que el mundo es extremadamente difícil y que vivir en Separación es extremadamente peligroso. Por eso, Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti para guiarte, protegerte y conducirte a descubrir tu propósito mayor en el mundo, dentro de las circunstancias del mundo tal como es y tal como será.

No fuiste enviado al mundo para instalarte en un estado de perpetua comodidad y seguridad en ti mismo. Fuiste enviado al mundo para trabajar, para lograr cosas, para establecer conexiones profundas con otras personas. Buscar cosas más allá de eso o pensar cosas que contradigan eso es una especie de traición a ti mismo.

¿Y acaso tu cultura no fomenta esto? ¿Acaso tu sociedad no valora eso, esta traición a ti mismo, animándote a ser poderoso y rico, a tener placer, a vivir en gran opulencia, a ser admirado, a ser temido?

Los visionarios y santos de la sociedad pueden verse reducidos a la pobreza y la persecución, pero ¡oh! los ricos son idealizados y tenidos en gran estima. A esos que han perdido su conexión con el Conocimiento y se han entregado a la búsqueda de poder y preferencia en el mundo, ¿es a esos a quienes emularías? ¿Es eso lo que deseas para ti?

Ciertamente, tú necesitas un cierto grado de seguridad. Tienes que satisfacer las necesidades básicas. Necesitas un entorno estable. Necesitas oportunidades. Sí, por supuesto. El Conocimiento lo sabe y lo apoya. Pero realmente la gente ha llevado esto mucho más allá de sus auténticas necesidades.

Así que aquí tienes una vida aberrante, una vida que es perpetuamente inestable, una vida que está impulsada por el miedo y la codicia. Eso es una distorsión, y en algunos casos es una abominación. En tiempos de gran cambio, comprendes finalmente que no puedes confiar en eso. Tal vez tu creencia en ello se tambalee. Tal vez tu servil adhesión a eso se tambalee y se ponga en juicio y en duda. Y esto es algo bueno, ¿lo comprendes?

En épocas de aparente abundancia, la gente está dormida. Pocas personas se cuestionan su condición o la validez de sus vidas o el significado o el valor de lo que están haciendo. Pero en épocas de decepción, la gente está mucho más alerta, mucho más preocupada. Esto genera en muchas personas una sana introspección y reevaluación.

Si esta reevaluación tiene éxito, te llevará al Conocimiento. Si la decepción es beneficiosa, te llevará al Conocimiento. Si la duda en ti mismo es productiva, te llevará al Conocimiento. Si la decepción te reporta un valor real, te llevará al Conocimiento.

Tú no comprendes el Conocimiento. Quizá pienses que es débil y fugaz, una especie de idea romántica, una especie de esperanza o un deseo. Quizá pienses que no es lo suficientemente sustancial como para ser realmente el fundamento de tu vida. Aún valoras tu tecnología. Aún valoras tus instituciones, creencias e ideas, pensando que te salvarán a ti y al mundo.

Pero observa a las personas que tuvieron el mayor impacto beneficioso en la humanidad a lo largo del tiempo y verás que eran personas que estaban guiadas por un poder más profundo y penetrante y por una intención más verdadera. Y ellas demostraron un mayor coraje e integridad. Ellas estaban guiadas por el Conocimiento, tal como tú debes estar guiado por el Conocimiento.

¿Cómo puedes confiar en el Conocimiento? Apenas lo experimentas. No está ahí cuando lo deseas. No te da lo que quieres. No responde a todas tus preguntas. No te tranquiliza de la forma en que tú quieres que te tranquilicen. ¿Cómo puedes confiar en esta cosa llamada Conocimiento?

Como cualquier otra cosa, la confianza real debe basarse en la experiencia. No puede ser simplemente una esperanza, un deseo o una idea. La confianza en el Conocimiento se construye siguiéndolo y viendo cómo trae a tu vida personas y situaciones, oportunidades y perspectivas que no habrías encontrado de otra manera.

Aprendes a confiar en el Conocimiento porque te das cuenta de que el mundo no lo engaña y que de alguna manera tuviste sensaciones o premoniciones sobre las cosas antes de que sucedieran. Sentiste moderación antes de cometer errores. Sentiste aliento, pero luego no lo seguiste. Elegiste tus preferencias, que se basan todas en el miedo, el miedo a no tener. Seguiste eso cuando tu naturaleza más profunda te estaba diciendo algo más. Querías poseer eso, pero el Conocimiento dentro de ti estaba en silencio, no mostraba ningún interés en absoluto.

Con el tiempo y la experiencia que adquieres al dar los Pasos al Conocimiento, empiezas a ver la gran diferencia que hay entre cómo responde el Conocimiento a las cosas y cómo tu intelecto y tu mente responden a las cosas, y cuánta energía gastas en cosas de poco o ningún valor o consecuencia, en perseguir cosas de poco o ningún valor o consecuencia —tus rabietas emocionales, tus arrebatos de ira, tus indulgencias en la autocompasión. Todas estas cosas están sucediendo, y el Conocimiento simplemente está ahí.

Ahí ves el contraste; la mente personal es como la superficie del océano, siempre turbulenta, siempre cambiante, siempre sacudida por el mundo y por fuerzas externas. Y luego están las aguas más profundas, que en realidad están moviendo los océanos de todo el mundo. Y hay una vida más grande bajo la superficie.

Este contraste con el tiempo te mostrará, más allá de toda duda, que existe una Inteligencia mayor dentro de ti que en realidad no está funcionando al mismo nivel que tu mente personal, y te mostrará que estás quemando tu fuerza vital reaccionando a las cosas del exterior, cuando en realidad hay una conciencia más profunda dentro de ti que verdaderamente no se ve afectada por estas cosas. Está observando y esperando. Está tratando de mantener tu vida en el buen camino, para evitar que te desvíes demasiado del camino, para impedir que entregues tu vida a personas, lugares o cosas antes de que siquiera sepas lo que es tu vida.

¿Cuántas personas han entrado en la ceremonia el día de su boda con un gran sentimiento de restricción interior, con el Conocimiento intentando impedirles que entreguen su vida antes de saber siquiera quiénes son y adónde van? ¿Cuántas personas han capitulado ante las intenciones de otras personas en ese sentido? Las presiones de su familia, las expectativas de sus padres, las proclamaciones de sus líderes religiosos, la presión general de sus culturas; empujándolas a una vida que en realidad no es la suya; empujándolas a creer, a aceptar y a someterse a un conjunto de circunstancias que no representan su verdadero destino y propósito en el mundo.

La tragedia de eso está en todas partes, entre los ricos, entre los pobres, en todas partes. Tú conoces de qué se trata, porque tú también has sido víctima de ello. Ese es el verdadero dilema de tu vida, ¿lo ves? Esa la batalla en tu interior.

El Conocimiento no lucha, simplemente va en la dirección que debe ir. Tiene un destino aquí en este mundo. Ese es tu destino: un destino para conocer a ciertas personas, para realizar ciertas tareas.

No pienses que lo que estás haciendo ahora y las personas con las que estás ahora representan este destino, porque en la mayoría de los casos, eso no será cierto. No uses esto como una especie de justificación para tus actuales compromisos.

Puedes convencer a tu mente, a tu pensamiento, a tus sentimientos porque quieres confirmación, porque no quieres enfrentarte al hecho de que has cometido muchos errores y equivocaciones de juicio. Pero no puedes persuadir al Conocimiento. Y no puedes persuadir a nadie más que sea fuerte en el Conocimiento. Ellos verán a través de eso. Al igual que ellos ven a través de cada estrategia inteligente e ingeniosa que las personas crean para sí mismas o aceptan de otras personas para tratar de obtener ventajas.

Ese es el poder del Conocimiento. No puede ser engañado. Y, después de un tiempo, particularmente ante el gran cambio, tú mismo te das cuenta de que no quieres ser engañado. No quieres entregar tu vida a cosas que no tienen sustancia, ni estabilidad, ni futuro. Ya no quieres volver a enfrentar ese tipo de desilusión y frustración.

En este punto, la decepción realmente puede servirte para llevarte al Conocimiento. Aquí, ser honesto acerca de tus sentimientos, en lugar de pretender ser más feliz de lo que realmente eres, realmente te servirá. Esa es la etapa inicial de la liberación. Seguir creyendo en las mismas cosas que no son reales es simplemente volver a comprometerte a ti mismo y a tu vida con una mayor decepción.

El Conocimiento está llamándote. Te aconseja todos los días. No te habla como te habla tu mente, como te hablas a ti mismo. Es más bien como una fuerza de atracción. Se entrega a ciertas cosas y no a otras. Establece una dirección. Es una influencia. Es un poder.

A tu mente, a tu mente pensante, se le pueden decir y desdecir un millón de cosas. Pero el Conocimiento simplemente tiene dirección. Quizás te dirá: «No hagas esto. No digas eso. No te comprometas aquí. Sigue esto. Entrégate a eso». Hasta ahí llega su conversación. No es una pequeña caja parlanchina que habla todo el tiempo, intentando tranquilizarse, tratando de ser aceptada, tratando de impresionar a otras personas. Es muy diferente, ¿lo ves?, refrescantemente diferente.

Fuiste enviado al mundo con un propósito. El Conocimiento contiene ese propósito. El Conocimiento impulsa ese propósito. El Conocimiento está aquí para evitar que te entregues a otras cosas, que te comprometas prematuramente, que cometas errores críticos. Está aquí para guiarte, pero debes venir al Conocimiento. Debes aprender a vivir con el Conocimiento, debes construir una conexión con el Conocimiento, debes dar los Pasos al Conocimiento.

Es tu mente pensante la que debe ceder aquí. El Conocimiento no está aquí para ser tu pequeño sirviente. Tú estás aquí para servir al Conocimiento. Verás, esa es la distinción que marcará toda la diferencia en tu experiencia y en lo que podrás ver, saber y hacer.

Al principio, las personas tratan al Conocimiento como un recurso. «Bueno, solo quiero tener percepciones cuando las necesite, así que simplemente voy y le pregunto al Conocimiento», como si el Conocimiento fuera una especie de consejero personal, un recurso.

El Conocimiento no es un recurso para el intelecto. El intelecto es un recurso para el Conocimiento. Esto representa un cambio completo, ¿lo ves?, representa un punto de inflexión, como si tuvieras que llegar al otro lado de la montaña dentro de ti mismo. Y por eso es un viaje y tiene muchos pasos. El Conocimiento no será utilizado como un recurso para tus errantes deseos. Simplemente permanece en silencio, y pensarás que no está ahí.

Tus intenciones tienen que surgir de un lugar más profundo dentro de ti, y tienes que construir con el tiempo la confianza de que el Conocimiento está ahí, que es poderoso y sabio. Dios no te está pidiendo que creas esto desde el principio, pero debes comenzar a construir la conexión con el Conocimiento y ver que el Conocimiento sostiene tu bienestar, tu éxito y tu verdadera promesa, independientemente de las circunstancias externas. Estas son solo problemas que hay que resolver.

El comienzo de tu viaje hacia el Conocimiento requerirá una evaluación profunda de dónde estás, qué estás haciendo, con quién estás, de tus fortalezas, tus debilidades, tus recursos, tus responsabilidades, todo. Si eres mayor, tendrás que hacer esta reevaluación de una manera muy profunda porque la vida a la que estás destinado y tu situación actual no son lo mismo. Así que tienes que reconsiderar todo lo que estás haciendo y considerar cómo has llegado hasta ahí. La enseñanza en El Camino del Conocimiento te mostrará cómo hacer esta evaluación de tal manera que te dará sabiduría y comprensión, y simplemente no te llevará a una mayor confusión y alienación de ti mismo.

¿En quién y en qué puedes confiar? En realidad, solo hay dos opciones. Está el Conocimiento —el Conocimiento dentro de ti y el Conocimiento dentro otras personas— y está todo lo demás. Las opciones son simples, pero requieren un discernimiento muy profundo para reconocerlas a diario. Es este discernimiento lo que debes cultivar y lo harás a medida que veas el contraste entre el Conocimiento dentro de ti y todos los vaivenes de tu mente personal.

Entonces verás lo que es realmente digno de confianza. Entonces verás lo que debe servir. Verás el poder. Verás que la mente y el cuerpo son vehículos para que el Conocimiento se exprese en el mundo. Y verás que el Conocimiento representa tu verdadero Ser, tu naturaleza más profunda y la corriente más profunda de tu vida.