
Marshall Vian Summers
el abril 26, 2015
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Dios ha enviado el Nuevo Mensaje al mundo en un gran punto de inflexión para la familia humana —un punto de inflexión para el que no estáis preparados ni sois conscientes, un punto de inflexión que es tan grande que alterará el curso de la vida para todos los que están aquí hoy, así como el futuro de todos los que vendrán a este mundo.
Es un gran umbral, el mayor que la familia humana ha tenido que enfrentar, en parte debido a que está despojando el mundo y en parte debido a su evolución, que le ha llevado al umbral del espacio, una Comunidad Mayor de vida en el universo de la que no sabéis nada en absoluto.
Las grandes Revelaciones del pasado y los Mensajeros que las trajeron no os prepararon para esto, porque esa no era la necesidad en ese momento.
Pero habéis alcanzado ahora el umbral en el que estáis cambiando el mundo en tal grado que ello creará un medioambiente donde os resultará cada vez más difícil sobrevivir. Y os enfrentáis a una intervención procedente del universo a vuestro alrededor, por parte de esas razas que buscan explotar vuestra debilidad, vuestra división y vuestras circunstancias cambiantes para sus propios fines y su propio beneficio.
Mientras tanto, la humanidad está consumida con sus propios problemas internos y su fricción entre naciones, culturas y religiones. Está consumida, [obsesionada consigo misma], ciega e insensata mientras se encuentra en el umbral de la Comunidad Mayor, falta de preparación para tratar con el resultado y los efectos de su saqueo de este mundo, un saqueo tal que está cambiando la atmósfera, las aguas y los suelos —todas las cosas de las que dependéis en cada momento y cada día para vivir en este mundo, este espléndido mundo, una verdadera gema en el universo.
El hecho de arruinar el mundo ha traído a otros hasta aquí para salvar el mundo para sí mismos y ser sus nuevos líderes, si se les puede dar esa oportunidad.
Mucha gente siente mucha ansiedad sobre el futuro y preocupación por lo que va a pasar, y eso está justificado. Independientemente de cómo expliquen esto o qué piensen que significa, es todo la misma respuesta a un gran cambio en vuestras circunstancias y a un gran desafío a vuestra libertad y bienestar.
Solo el Señor del universo puede advertiros de estas cosas con perfecta claridad. Y eso está haciéndose ahora a través la Asamblea Angélica, que habla como una sola Voz para traer la Nueva Revelación de Dios al mundo.
Porque Dios no ha hablado al mundo en 1400 años. Han llegado mensajes para cosas específicas, mediante ciertos agentes, pero nada para el mundo entero, nada para alterar el curso del comportamiento temerario de la humanidad y su destino.
Revelaciones de esta naturaleza solo llegan quizá una vez cada milenio. Tienes el gran privilegio y el desafío de estar viviendo en dicho tiempo de Revelación. Es la máxima oportunidad si podéis entenderla, si podéis recibir lo que Dios quiere dar a la humanidad y no solo usarlo para vuestros propios propósitos egoístas, sino aplicarlo para el bienestar y el futuro de la familia humana en este mundo, que está ahora en peligro desde dentro y desde fuera.
Porque habéis cambiado la composición química de la atmósfera en tal grado que el planeta se volverá ahora más caliente y las aguas ascenderán. Los océanos ascenderán y continuarán ascendiendo, consumiéndolo todo a su paso. Grandes sequías y tormentas azotarán el mundo, como están comenzando a hacerlo ahora.
Será un tiempo de creciente dificultad y emergencia. No te sorprendas de que esto esté ocurriendo, porque habéis cambiado las condiciones de la vida aquí en tal grado que esto pudo ser previsto, y ha sido previsto por ciertos individuos.
Pero la imagen es más grande que esto, como verás, porque vuestra creciente vulnerabilidad ha atraído una intervención desde el universo, por parte de razas explotadoras que pueden presentarse como amantes de la paz y deseosas de servir a la humanidad. Pero esto es solo un engaño.
El planeta tiene un gran valor en el universo. Pero nadie lo atacará, porque eso no se permite en esta parte del espacio. Nadie quiere destruir sus grandes valores. Y nadie quiere destruir a la humanidad como fuerza de trabajo residente en este planeta.
Con cada día que pasa estáis perdiendo vuestra autosuficiencia, aumentando con ello vuestra vulnerabilidad frente a la persuasión, las seducciones y el ofrecimiento de regalos desde el exterior. A medida que la condición de la humanidad siga declinando, ¿quién entre vosotros o vuestros líderes tendrá la sabiduría y la contención para no aceptar estas cosas?
El mundo está cambiando muy rápido, y parte de esto no lo podéis evitar. Solo podéis mitigarlo, lo cual es algo que raramente se está haciendo hoy en el mundo.
Porque la gente no se da cuenta de que están viviendo en un estado global de emergencia, en los estados iniciales de esto, donde mucho puede hacerse y resolverse, y mucha preparación puede ponerse en marcha.
¿Pero quién entre los que conoces, en tu cultura, tu nación y tu familia, se está preparando para las Grandes Olas de cambio? ¿Te estás preparando tú mismo para las Grandes Olas de cambio? ¿O estás tontamente viviendo para el momento, ciego e ignorante respecto hacia dónde os estáis dirigiendo, lo que está llegando en el horizonte y a las grandes señales que el mundo te está dando ahora para alertarte y prepararte?
Dios ha dado ahora la preparación para el gran cambio que está llegando, dada en un momento de máxima importancia y oportunidad, dada en un momento en el que la humanidad todavía tiene tiempo para prepararse y contrarrestar mucho del daño que podría hacerse en el futuro, si descuidáis vuestros deberes y responsabilidades ahora.
Solo Dios sabe lo que está llegando en el horizonte. Tú estás preocupado con tus asuntos y necesidades y tus debates y quejas. Pero ni siquiera estás mirando. ¿Quién entre los que conoces está realmente mirando? Las personas se ocultan tras sus religiones, sus escrituras; se ocultan tras sus opiniones políticas, tras sus problemas. ¿Quién tiene el coraje y la humildad para mirar y preguntar, con toda honestidad, qué es lo que está llegando ahora?
Las personas no quieren saber. No quieren ver. No quieren enfrentar el desafío, a pesar de que enfrentarlo les haría más fuertes de lo que son hoy, y les daría una oportunidad de hacer algo inteligente para sí mismas y para sus seres queridos.
No busques confort. No busques alivio. No trates de encontrar paz y ecuanimidad en un mundo que has sido enviado a servir —un mundo que ahora enfrenta sus mayores desafíos y su mayor oportunidad para la unión y la cooperación, si suficientes personas pueden reconocer la gran necesidad de este tiempo y los tiempos venideros.
No importa si rezas a Dios. No importa si te postras en la iglesia, el templo o la mezquita si no estás dispuesto a hacer realmente lo que Dios te ha enviado aquí a hacer, que es jugar tu pequeña pero importante parte en prepararte a ti mismo y a tu nación para los dos grandes desafíos que la humanidad está ahora enfrentando y que enfrentará de manera creciente según pase el tiempo.
No hay un problema mayor que este. Porque si fracasáis en cualquiera de estos desafíos, si fracasáis en prepararos para las Grandes Olas de cambio, si fracasáis en contrarrestar la Intervención que está ocurriendo hoy en el mundo —algo que tenéis el poder de hacer—, entonces la libertad humana se perderá, y se os pondrá en una serie de circunstancias más difíciles y desafiantes de lo que ahora puedes imaginar.
Este es un desafío tan grande e importante que Dios ha hablado de nuevo, para tratarlo directamente, para prepararos, para traer propósito, ecuanimidad y cooperación entre las religiones del mundo, pues todas deben ayudar ahora a preparar a la humanidad para el gran cambio que se avecina. No debería haber conflicto entre ellas, porque Dios las inició todas. Aunque han sido todas cambiadas por el hombre a lo largo del tiempo, todavía tienen un gran propósito ante su Fuente y un servicio que dar al mundo en cooperación mutua.
Ahora debes empezar a pensar en cosas en las que no has pensado antes, a considerar el resultado y las consecuencias de grandes eventos en el mundo y no meramente pensar sobre tus intereses, necesidades o distracciones personales.
Debes volverte responsable —capaz de responder, dispuesto a mirar, reconociendo tus limitaciones al hacerlo, reconociendo tus debilidades y tus fortalezas—. En este tiempo debes realizar una profunda evaluación de tu vida, de lo contrario las Grandes Olas te consumirán, a ti y todo lo que tienes. Y cuando esto ocurra, reconocerás que no lo viste venir porque nunca estuviste mirando o prestando atención.
Los mares se elevarán. Durante el próximo siglo y medio, los mares ascenderán más de 30 metros. ¿Dónde vais a vivir? ¿Qué les ocurrirá a vuestros puertos y ciudades y a vuestras tierras de cultivo primarias? ¿Qué les ocurrirá a los deltas del mundo y a los millones de personas que viven allí? ¿Quién les acogerá cuando deban huir de su nación, incapaces de sobrevivir allí por más tiempo? Es esto lo que debes considerar.
Observa un mapa del mundo y mira lo que se perderá. La mayoría de las principales ciudades del mundo se inundarán y no podrán ser protegidas. ¿Qué le ocurrirá a toda la gente que deba partir, incluso en las naciones ricas y sus ciudades y líneas de costa? ¿A dónde irán? ¿Qué harán ellas, junto a ti y tus ancestros recientes, que habéis cambiado el clima del mundo, a medida que los casquetes polares y los glaciares se derritan, a medida que el agua potable se vuelva un recurso cada vez más preciado y las sequías aumenten por todo el mundo? Estas son las cosas que deben mitigarse ahora, mientras todavía tenéis una oportunidad de hacerlo. No pienses que hay otros problemas más importantes que este. No lo subestimes.
Debes construir tu arca, para ti mismo y para tu familia y tu comunidad —no solo para tus propias necesidades, sino para las necesidades de todos a vuestro alrededor—. Si esperas demasiado, será demasiado tarde para prepararse, y todo el mundo estará en pánico —todos aquellos que no vieron y no pudieron ver, o que eran demasiado débiles o ancianos o estaban demasiado enfermos para prepararse—. Será un gran pánico, un pánico creciente, un pánico entre las naciones, un pánico dentro de las naciones.
Debemos decir estas cosas para que entiendas la importancia de la Nueva Revelación de Dios para el mundo y la importancia de tu presencia en el mundo en este momento, que no es meramente para perderte en pasatiempos, fantasías y objetivos personales. Tienes una responsabilidad ante aquellos que te enviaron y aquellos que hicieron grandes esfuerzos para traerte aquí en este tiempo, bajo estas circunstancias, para servir a un mundo que enfrenta su mayor prueba y su mayor crisis.
Sal de las sombras. Sal de la adición y la obsesión. Sal de tus romances sin esperanza y tus tontos objetivos, que no tendrán promesa alguna en un futuro como este. Este es el desafío de tu vida, como ves. Descártalo bajo tu responsabilidad. Descuídalo bajo tu responsabilidad. Dispútalo bajo tu responsabilidad.
Porque la tecnología no os salvará. Una raza extraterrestre no os salvará. Ellos son parte del problema, como ves. Solo la voluntad, la determinación y la cooperación humanas fortalecerán a la familia humana en los grandes cambios venideros. Es tu responsabilidad moral. Es tu mayor propósito para estar aquí. Es de lo que trata realmente tu vida.
Tu servicio no será grandioso. No atraerá mucha atención. Será ayudar a una persona, o a un grupo de gente, o a una ciudad o un pueblo, donde sea que estés destinado a dar. El servicio debe ocurrir a todos los niveles y en muchas formas, por parte de crecientes cantidades de personas.
No esperes a que los cielos se oscurezcan y las aguas asciendan, las tierras se sequen y la gente esté desesperada. Porque entonces será demasiado tarde para hacer gran cosa, tanto para ti mismo como para los demás.
Dios te está dando ahora los ojos para ver y los oídos para escuchar. Los tienes ya dentro de ti, en una inteligencia más profunda en tu interior llamada Conocimiento. Esta inteligencia está más allá del intelecto. Es más poderosa que tu intelecto. Es mayor que tus ideas, tus suposiciones, tus creencias o tus preferencias.
Debes enfrentar esta mayor realidad. Si no lo haces, tu vida será desperdiciada y perdida, y tu propósito no será reconocido ni cumplido.
Enfréntalo. Si enfrentas esta realidad, al principio estarás asustado, pero ganarás fuerza según sigas reconociendo la gran necesidad que está emergiendo. Esto te ayudará a reevaluar tu vida y a renunciar a pequeñas cosas peligrosas y dañinas. Supondrá el ímpetu y la inspiración perfectos para poner tu vida y tu mente en orden, y aprender cómo seguir el Conocimiento, porque ese es el sentido de toda espiritualidad y religión verdaderas.
Dios te ha dado una perfecta inteligencia guiadora, que no teme al mundo ni está corrompida por el mundo. ¿De qué otra parte de ti puedes afirmar esto con toda honestidad? Aquello que es débil dentro de ti debe seguir aquello que es fuerte. Aquello que es débil dentro de vosotros debe seguir a otros que son fuertes en el sentido que estamos diciendo.
La humanidad se ha arrinconado a sí misma. No hay una salida fácil. No hay soluciones simples. No hay tecnología que vaya a cambiar todo esto. La humanidad no sabe cómo prepararse. Solo tiene pequeñas piezas de la preparación y la mayoría de ellas realmente nunca han sido testadas antes.
Si das a esto tu atención, ello te ayudará a entender. Si entiendes que fuiste enviado aquí para esto, eso pondrá un mayor equilibrio en tu vida y podrá comenzar a emerger una mayor fuerza dentro de ti.
Por primera vez en la historia humana, el Señor de todo el universo ha proporcionado a la familia humana los Pasos al Conocimiento, una antigua enseñanza que ha sido dada a otras razas en el universo a lo largo de incontables eones. Es esto lo que debes estudiar, porque te pondrá en contacto con un poder mayor en tu interior, que está conectado a Dios. Seas religioso o no, sin importar qué tradición de fe sigas, o si ni siquiera tienes una tradición de fe, es todo lo mismo. El regalo es el mismo. La necesidad es la misma. La verdad es la misma.
Rebátelo teológicamente. Debátelo psicológicamente. Discútelo a nivel político o económico. No importa. Todo eso es un fracaso en responder. No defiendas tu debilidad de esta manera, mira sino que Dios mediante la Revelación te está llamando a reconocer la condición del mundo y de tu vida, así como vuestro futuro y vuestro destino aquí.
Hazlo por ti. Hazlo por tus hijos. Hazlo por todo lo que amas y aprecias en el mundo. Pero más allá de esto, hazlo por aquellos que te enviaron aquí, que están observando para ver si puedes responder.
El Mensajero está en el mundo. Él es un hombre mayor ahora. No estará aquí para siempre. Él tiene parte del regalo en su interior, porque fue enviado desde la Asamblea Angélica, como todos los anteriores Mensajeros.
Este es el tiempo. Este es el momento. Esta es la crisis. Solo cuando veas que no tenéis respuesta para estas cosas te tornarás hacia aquello que tiene una respuesta y puede conducirte paso a paso a reposicionar tu vida y tu mente correctamente, de modo que puedas tener sabiduría y claridad, en vez de miedo y reprensión.
Este es el amor que Dios te está dando. Es duro. Es desafiante. Es incómodo. No es simplemente para reconfortarte y tranquilizarte. Es para llamarte al servicio, a un mayor servicio y reconocimiento, a una mayor cooperación entre vosotros —entre grupos, entre religiones, entre naciones, para la preservación y el avance de la humanidad.
Muchas personas lo rechazarán. Se aferrarán a sus anteriores creencias, ideas e inversiones. Rechazarán esto ciegamente como algo imposible, o pensarán que es el fin de los tiempos para la humanidad, y que todo lo que tienen que hacer es rezar, cuando en realidad deben prepararse.
Porque esta es la gran transición. Pero las grandes transiciones, por su propia naturaleza, sin difíciles y arriesgadas. Las personas pueden fracasar durante estos grandes puntos de inflexión. Y el fracaso aquí sería más costoso que cualquier cosa que hayáis experimentado jamás en este mundo. No podéis permitiros esto.
El Cielo está observando para ver quién puede responder, quién se preparará, quién pondrá su vida en orden y tomará los Pasos al Conocimiento y construirá los Cuatro Pilares de su vida —el Pilar de las Relaciones, el Pilar del Trabajo, el Pilar de la Salud, el Pilar del Desarrollo Espiritual—, los Cuatro Pilares sobre los que cualquier vida verdadera debe sostenerse y puede ser estable en tiempos turbulentos e inciertos.
Esta es la llamada. Esto es verdadero Amor. Si no hubiera verdadero Amor, el Creador de toda vida miraría hacia otro lado y dejaría que la humanidad cayera en el caos y la disolución, solo para ser tomada por poderes externos que son mucho más crueles y severos que cualquier cosa que puedas imaginar.
No te rindas. No te des por vencido. No capitules ante tus propios miedos o ante los desafíos a tu alrededor. No seas víctima. Se un contribuidor. Aquí ganaras fuerza, propósito y renovación. Porque solo una mayor situación puede ahora rehabilitar, renovar y preparar a la humanidad para enfrentar los grandes desafíos que llegarán.
La Nueva Revelación de Dios para el mundo es la Revelación más amplia jamás dada, entregada ahora a una comunidad mundial, una comunidad alfabetizada, un mundo de comercio global, un mundo de creciente conciencia global, un mundo de comunicaciones globales.
Es la mayor oportunidad antes de que las cosas comiencen realmente a romperse. Es el tiempo más importante, como verás. Es el tiempo de tu vida. Responde a esto y comenzaras a emprender tu gran retorno a tu Fuente, a tu propósito y al mayor destino que te ha traído aquí, bajo estas circunstancias de las que hablamos.
El Mensajero está en el mundo. Aprende de él. Asístele si puedes. Recibe de él. Es el único que puede traer la Revelación de Dios al mundo. Cuando haya terminado, el Sello de los Profetas se cerrará tras él, y no se dará nada más durante mucho tiempo.
Es debido a eso que su Mensaje es tan grande y tan detallado, tan repetitivo, tan amplio, tan inclusivo, tan directamente importante para cada aspecto de tu vida, dado a lo largo de un extenso periodo de tiempo, dado con su propio comentario, de modo que su verdad no dependa de futuros comentaristas, que no conocieron al Mensajero y que probablemente no comprendieron la Revelación. No puede haber confusión ahora. Los errores del pasado respecto a cómo las grandes Revelaciones se usan y se emplean no pueden repetirse.
Todo es importante ahora. Cada día es importante. Cada decisión es importante. Tus decisiones, las decisiones de los demás; tu comportamiento, el comportamiento de los demás —todo es importante ahora—. Tu vida es importante ahora, pero solo dentro este mayor contexto.
El fracaso debe evitarse y resistirse a cualquier coste, porque enfrentar las Grandes Olas de cambio os costará todo. En vez de construir grandes armadas y enriquecer a unos pocos individuos, tendrán que emplearse todos los recursos de vuestras sociedades y naciones.
Enfrenta el Poder y la Presencia, y la Gracia te asistirá. Puedes superar tus debilidades y tu miedo porque hay un poder mayor dentro de ti. En la Nueva Revelación de Dios para el mundo, este poder se resalta como lo más evidente y necesario