Servir a otros


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 21 de marzo de 1992
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Serving Others

Audio original no disponible.

Más información sobre este texto


Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.



Wisdom from the Greater Community, volume 2
Volumen 5 > Sabiduría de la Comunidad Mayor Volumen 2 > Capítulo 4

Servir a las personas es una idea que te resulta familiar, pero debemos darte una visión más amplia de lo que esto significa. También debemos advertirte sobre los errores y suposiciones que generalmente se tienen cuando las personas se acercan a esta idea y la consideran por sí mismas. Servir a las personas puede convertirse en una gran excusa, o puede convertirse en una gran apertura. Puede ser utilizada para justificar cosas injustificables, o puede ser utilizada para apoyar cosas que son verdaderamente dignas. ¿Cuál es la diferencia aquí? La diferencia aquí radica en la preparación, el temperamento y el motivo.

La preparación determina hasta dónde has llegado en el Camino del Conocimiento, lo honesto que eres contigo mismo, lo consciente que eres de tus propias tendencias y dificultades, y lo consciente que eres del ambiente y de sus influencias, incluyendo tus relaciones primarias. La preparación determina cuánto sabes, el grado de claridad que has establecido y demás.

Luego, existe una cuestión de temperamento. El temperamento determinará cuál es tu predisposición —cómo interpretas tu propio comportamiento y el de los demás y cómo respondes al mundo según tu naturaleza­—. Si has descubierto tu naturaleza, tu temperamento determinará como puedes trabajar con ella y si puedes hacerlo constructivamente.

En tercer lugar, existe una cuestión de motivación. ¿Por qué buscas contribuir a otras personas? ¿Qué motivos tienes? ¿Qué motivos has asumido inconscientemente de otras personas? El motivo es siempre muy importante para lograr discernimiento. Tendrás falsos motivos hasta que tus motivos se vuelvan reales, y tus verdaderos motivos deben descubrirse, porque los falsos fracasarán. Aquí es donde la madurez y el progreso jugarán una gran parte en tu éxito. Cualquiera puede decir, por ejemplo, “Estoy aquí para servir a las personas. Mi propósito es servir a las personas. Sé que debo servir a las personas”. Esto generalmente se aprueba porque es una idea virtuosa. Pero el motivo lo determina todo. Si tus motivos son personales, el resultado de tus acciones llevará consigo confusión, división de lealtad, temor, ansiedad, incertidumbre, etc.

Sin embargo, si tu motivación nace de una inclinación espiritual más profunda, que Nosotros llamamos Conocimiento, entonces tendrás un enfoque completamente diferente y los resultados y las recompensas lo reflejarán. Si el Conocimiento no es el principio rector en tus motivaciones, entonces no serás capaz de provocar una transmisión espiritual —no podrás activar el Conocimiento en otros— y no podrás producir los resultados beneficiosos que serán verdaderamente perdurables. Incluso, tu motivación personal para ayudar a otros nace de tu deseo de autosatisfacción. Incluso, tu deseo de servir a las personas o de aliviar el sufrimiento en otros, puede nacer de tu deseo de satisfacer un aspecto o una idea de ti mismo. Esta motivación es fundamentalmente de naturaleza egoísta. Estos motivos personales anularán los beneficios que estás intentando lograr, y como resultado, tu dar estará plagado de incertidumbre, temor y contención.

Todo el mundo tiene motivos personales para hacer cosas buenas. Esto es comprensible. No estamos diciendo que estos motivos sean malos, simplemente decimos que deben dejarse a un lado para que surja algo más grande. El mundo tiene muchos problemas, y requiere una acción desinteresada. Sin embargo, debes prepararte para esto, y debes crecer con esto a medida que avanzas. Entonces se te puede dar algo más grande. Entonces, cuando alimentes al hambriento, alivies el sufrimiento, atiendas a los enfermos, o aportes recursos valiosos para otras personas —sea cual sea el campo o la vía de tu expresión—, la Presencia Espiritual será expresada y transmitida. Este es el regalo más grande. Es misterioso. No puedes aprenderlo en la escuela. Sólo puedes prepararte para ello.

Aquellos que tienen una asociación con la Comunidad Mayor, que son atraídos y llamados por la Comunidad Mayor, y cuya naturaleza refleja la Comunidad Mayor, deben estudiar el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor. Esta Enseñanza es especialmente para ellos. Estas personas no encontrarán su camino en ningún otro lugar. Ellas quizás deseen que la preparación fuese diferente de como es. Este suele ser el caso. Cuando encuentras algo que es una respuesta real a tu verdadera pregunta, está a menudo no cumple con tus expectativas. No parece proporcionar las cosas deseadas. Y requiere cosas de ti, que tal vez no estás preparado para dar o que no habías pensado dar. Por eso es tan importante entender tu motivación y tu naturaleza.

No puedes enseñar el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor a individuos que no tienen esta asociación interna. Ellos intentarán usarlo como una forma de terapia para sí mismos. O lo usarán para ganar poder, ventaja, relaciones, riqueza, y demás. Se perderá y se desperdiciará en ellos. Ellos no pueden reclamarlo, ni entenderlo, ni usarlo. Esta Enseñanza ofrece algo mucho mayor incluso que esas cosas que son tan valoradas y que son, en algunos casos, muy necesarias. Pero debes tener esa orientación hacia la Comunidad Mayor dentro de ti. Si no es así, entonces, debes buscar una enseñanza diferente y un camino diferente. Pero si esta Enseñanza es para ti, entonces necesitas reclamarla y debes reclamarla, tanto si  parece satisfacer tus expectativas y preferencias como si no.

Si vas a servir a los demás, entonces debes ser servido, y tienes que aprender lo que realmente significa ser servido, tanto en sus aspectos prácticos y obvios como en sus aspectos misteriosos. Tú debes ser servido y debes aceptar el servicio que te corresponde aceptar. Entonces, aprenderás qué servicio debes prestar, a quién está destinado y cómo se puede expresar. Entonces serás capaz de entender también la dificultad que tienen las personas para recibir una verdadera respuesta a su solicitud de ayuda, rejuvenecimiento y realización.

Las personas hacen incesantemente las mismas preguntas: “¿Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí? ¿Quién está conmigo? ¿Qué debe hacerse?” Estas son las preguntas esenciales. Estas son las preguntas que subyacen en todos los cuestionamientos “¿Por qué esto?” y “¿Por qué eso?”. Las personas buscan su verdadera identidad, y están buscando a su Familia Espiritual, porque la verdadera identidad no puede conocerse fuera del contexto de una verdadera relación.

Al estudiar el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor, las personas buscan sus relaciones más allá de los límites de la humanidad, así como dentro de ella. Sus requisitos son algo diferentes a los de otras personas. Tu Conocimiento abarca más que solo la humanidad, independientemente de tus ideas, fantasías o preferencias. Muchas personas están interesadas en la Comunidad Mayor, pero sólo como una forma de escapar de sus propios dilemas prácticos y emocionales. Pero aquellos que saben que la Comunidad Mayor es su vida y su destino, deben atender a lo que estamos diciendo con mucho cuidado. Tal vez tú, que estás leyendo este libro, ya sabes que esto se aplica a ti. Si es así, entonces ábrete para recibir este regalo. Aprende a ser servido. Aprende a recibir. Aprende a dejar de lado tus preferencias y requisitos sobre cuál debe ser tu servicio. Muchas cosas que quieres para ti mismo no son necesarias, mientras que se te deben dar otras, y dársete de una forma que no habías esperado o que no puedes anticipar.

Si puedes aprender a ser servido, entonces aprenderás qué es el servicio. Esto encenderá tu deseo de dar, y también te dará la Sabiduría para aprender cómo dar, a quien debes dar y a quien debes retener tu regalo. Esto es Sabiduría. Esto también se debe aprender. Si puedes aprender pacientemente a ser servido, entonces tu deseo de dar crecerá naturalmente y la sabiduría, que debe asistirlo para que encuentres tu expresión fructífera en el mundo, también crecerá.

Para ello, necesitarás una comunidad de estudiantes del Conocimiento. Necesitarás que otros te demuestren esas cosas que deben ser cultivadas, nutridas y desarrolladas dentro de ti, y aquellas cosas que deben ser contenidas o completamente restringidas. Hasta que algo no se lleve al contexto de las relaciones, todavía no se ha completado. Es sólo un potencial. Por eso el Camino del Conocimiento te lleva a la relación.

Tal vez tú no quieres entrar en una relación, o el único tipo de relación que piensas que quieres es una relación romántica. Eso es bastante común porque las personas a menudo piensan que la relación romántica cubre todas sus necesidades de relación, y como resultado tienen aquí grandes expectativas. Pero de hecho, en general, la relación romántica es una parte muy pequeña de tus necesidades de relación.

Esto se hace muy evidente en el Camino del Conocimiento, porque aquí necesitarás individuos para enseñarte lo que es verdadero y lo que es falso. Aquí necesitarás que otros te ayuden a mostrarte lo que necesitas ver para que puedas ver objetivamente, lo cual es más fácil de hacer con otros que contigo mismo. Ellos te enseñarán cómo verte objetivamente mientras aprendes a reflexionar sobre tus propias acciones y pensamientos, y sobre la naturaleza de tu interacción con otros. Este es un proceso de aprendizaje muy lento. Deben tomarse los pasos esenciales, y a menudo son difíciles de aprender y de descifrar.

Como hemos dicho muchas veces, el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor no es una búsqueda individual. Te lleva a la comunidad, para mostrarte que estás unido a la vida y que necesitas unirte con personas específicas, de maneras específicas para un propósito específico. Aquí es donde las personas tienden a sentirse amenazadas y a retirarse porque quieren tenerlo todo, pero dar muy poco de sí mismas. Incluso su dar es para hacerse más ricos. Es cierto que el verdadero dar te hará más rico, pero tu verdadera riqueza se descubre recuperando el Conocimiento. No se contabiliza en cuántos bienes, amigos y placeres has adquirido en la vida. Todos estos son constantemente amenazados y se pierden fácilmente. Pero la recuperación del Conocimiento no puede perderse, a menos que sea descuidada o negada, e incluso entonces permanecerá contigo e irá contigo dondequiera que vayas.

Las personas dicen muchas cosas que son verdaderas, pero no entienden la verdad de lo que dicen. Ellas interpretan las cosas de acuerdo con sus motivos personales. Las personas dicen: “Debo servir a los demás. Debo encontrar mi verdad espiritual. Debo desarrollar mi intuición”. Puedes decir todas las cosas correctas, por todas las razones equivocadas. Lo importante es el motivo, la preparación y el temperamento.

Si realmente quieres servir a otros, y si reconoces que esto es necesario para reclamar tu valor y tu regalo, y para discernir tu verdadera naturaleza, entonces debes aprender a ser servido —no según tus dictados, sino acorde a lo que la propia respuesta te llama a hacer y a recibir—. Por ejemplo, si el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor es la respuesta, entonces debes aprender a recibirlo, a practicarlo y a comprenderlo según sus métodos. Ciertamente, la forma en que te aproximas a él estará determinada por tu naturaleza, tus motivos y tu temperamento, pero debes desarrollarte de acuerdo a sus dictados. Cuando las personas intentan aprender el Camino del Conocimiento de acuerdo a sus propios motivos personales, fracasarán, pero su fracaso les eludirá hasta que conozcan sus costos reales.

Por eso decimos que si deseas servir a otros, debes aprender a ser servido. Esto es aprender a recibir. Esto es aprender a aceptar. Esto es aprender a discernir. No es abrirse ciegamente a lo que se te ofrece. Es aprender a trabajar con lo que se te ofrece. Si haces esto, serás capaz de discernir tu propia naturaleza. Serás capaz de reconocer tus motivos. Y podrás proceder en tu preparación, haciéndote más fuerte, más sabio y más maduro. La madurez aquí, es ser capaz de reconocer lo que es verdadero y lo que es falso, separarlos y elegir en consecuencia. El tiempo, la práctica y las decisiones sabias traen esto consigo, así como la gran ayuda de tus relaciones esenciales —tus relaciones con otras personas y tu relación con tu Familia Espiritual— cuya ayuda y guía son recibidas y utilizadas inconscientemente para que sus beneficios puedan ser conocidos. Cuando salgas de esta vida, serás capaz de ver más claramente por qué te sucedieron ciertas cosas y quién estaba detrás de ellas, después de todo.

A medida que aprendas a ser servido, aprenderás que tu regalo está destinado para ciertas personas y para ciertas situaciones, para lograr ciertos tipos de resultados. Con el tiempo, si has estado aprendiendo a discernir tu naturaleza y tus motivos, serás capaz de discernir las naturalezas de otras personas, por diferentes que sean de las tuyas, y también sus motivos. La naturaleza de las personas varía, pero no sus motivos. Independientemente de cómo se interpreten y se expresen individualmente, los motivos de las personas se dividen en dos categorías: Existe la motivación personal, que es un intento de hacer la identidad individual más segura, más clara y más autónoma. Y luego está la motivación del Conocimiento, que producirá un resultado muy diferente. La singularidad que el Conocimiento enfatizará en ti tiene que ver con tu regalo y tu servicio. Te enseñará que estás unido a toda la vida en el mundo, para llevar a cabo un papel específico.

Verás, el mundo es un lugar para hacer. No es un lugar de ser. De donde has venido, antes de venir al mundo, es un lugar de ser. Por lo tanto, tú “eres” allí y “haces” aquí. Aquí eres lo que haces. Allí eres quien eres. Este es un mundo donde hay que hacer  cosas. Es un mundo de acción y movimiento. Eso es lo que lo hace temporal. Estás aquí para hacer cosas. Estás aquí para lograr ciertas cosas, tanto físicamente como interiormente. Si quieres trasladar el ser al hacer, entonces debes aprender tanto a ser cómo a hacer. No es que no te concentres en ser en el mundo. Se trata de que traduzcas el ser en el hacer, en todo lo que hagas, de modo que seas capaz de expresar la esencia de tu naturaleza y la  misteriosa fuerza del Conocimiento. Esta es la más alta expresión de servicio; ya sea que cures a los enfermos como médico o cambies los neumáticos a los automóviles de las personas, ya sea que crees arte para inspirar a las personas o trabajes en la preservación del medio ambiente.

Sea cual sea tu forma de servicio, si comunicas el Conocimiento, estás dando un regalo tremendo, excediendo con creces tu actividad particular y lo que puedas producir. Esto es así, porque algo está pasando a través de ti y es dado a otros. Eres aquí como un conducto del Conocimiento. Pero también eres una persona funcional que realiza actividades específicas.

Por lo tanto, la parte personal de ti no es sacrificada. Es elevada y se le da su lugar legítimo dentro del contexto más amplio de tu vida. Entonces, a medida que procedes, harás cosas extraordinarias para las personas —a veces sabiéndolo, a veces sin saberlo—. Y muchos de los motivos que tuviste anteriormente —de lo que ibas a hacer por las personas y lo que ibas a hacer por ti— se habrán marchado o se habrán desgastado. A medida que avances en el Camino del Conocimiento, tus motivos cambiarán y tu naturaleza será realzada y conocida por ti. Y desarrollarás la Sabiduría para recibir su regalo de manera efectiva, y para guiar sus expresiones de la mejor manera posible.

Por lo tanto, mantén la idea de que estás aquí para servir a otros. Nutre esta idea. Pero ábrete a aprender a ser servido. No puedes servir a otros si estás descuidando, obstruyendo o negando tu desarrollo. ¿Cómo aprendes a ser servido? Identificando y recibiendo la respuesta que se te está dando, como resultado de tu solicitud para conocer tu propósito, tu significado y tu dirección en la vida. La respuesta siempre es una forma de preparación. En cierta etapa de tu desarrollo, habrá una formación o una preparación específica para avanzar. Antes de esto, hay que aprender lecciones, interactuar con otros y cometer errores en la vida. Pero en cierto momento, esta se convierte en una preparación formal. Esta preparación requiere práctica y dedicación; tiene estructura y forma, entre otras cosas. Tal vez pasarás por varias preparaciones diferentes de este tipo, hasta que encuentres la que te llevará a través del puente, desde tu realidad personal a una Realidad Mayor que está esperando a ser descubierta.

Aquí debes aprender una práctica, una práctica espiritual. Aquí debes aprender el discernimiento. Aquí todo lo que has aprendido antes debe venir acompañado de un mayor enfoque y autodeterminación. Aquí te estás aplicando sinceramente mientras estás llevando a cabo un proceso que trasciende tu entendimiento. Aquí estás desarrollando tus habilidades en formas tangibles, y te estás abriendo al Misterio, que está más allá de tu comprensión. Si esto puede lograrse, otros serán servidos porque tú habrás sido servido.