El comercio en esta región del espacio


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 11 de junio de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Trade and Commerce in this Region of Space

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.


Life In The Universe
Volumen 4 > La vida en el universo > Capítulo 4

“Aunque en la historia de vuestro universo local ha habido guerras y grandes conflictos, en los últimos diez o doce mil años ha habido un periodo de gran estabilidad.”

En áreas del espacio donde se concentran muchas naciones avanzadas, en general uno encontrará mucha actividad comercial. Este comercio se llevará a cabo a través de rutas comerciales marcadas en el espacio y delineadas por coordenadas relativas a otros planetas y sistemas conocidos.

En la región del espacio en donde se encuentra la Tierra, que es una región con una gran concentración de naciones comerciantes, existen varias rutas principales y muchas rutas secundarias que se utilizan para el comercio. Algunas están abiertas a cualquier viajero, mientras que otras son privadas y solo pueden utilizarlas ciertos grupos que mantienen estas rutas para sí mismos. Normalmente las rutas principales están protegidas por fuerzas de seguridad, generadas por el cuerpo supervisor que gestiona esa ruta particular. En ocasiones quien mantiene las rutas es una única nación, y otras veces es toda una asamblea de naciones. En la Comunidad Mayor, las rutas comerciales que son muy grandes están gestionadas por grandes organizaciones supervisoras, que proveen protección en el viaje a todos sus miembros, estados o naciones clientes.

El comercio es esencial para las naciones avanzadas. A medida que una raza obtiene mayores ventajas tecnológicas y su población crece, por lo general supera la capacidad que tienen los recursos naturales de su mundo para proveerla, y debe entonces comerciar y explorar buscando las cosas fundamentales que necesita. Cuanto mayor es el desarrollo tecnológico, mayor es la necesidad de recursos. Muchos de los recursos que se utilizan en formas avanzadas de tecnología son bastante poco comunes y deben traerse de lejos mediante un complejo sistema de negocio y comercio. Muchos materiales se traen de más allá de la región en la que una nación opera habitualmente. Las negociaciones y los contratos pueden ser complicados, pues hay muchos actores compitiendo por esta clase de recursos.

El grado en que una nación necesite comerciar comprometerá su autodeterminación, y en algunos casos incluso socavará por completo su soberanía. Para las razas jóvenes y emergentes como la vuestra es habitual caer bajo el dominio de poderes externos, tras volverse dependientes de ciertas formas de tecnología extranjera. En algunos casos, la dominación es directa y completa. Pero a menudo este dominio se ejerce de tal manera que la gente nativa de ese mundo continuará pensando que es autodeterminada y soberana cuando, en realidad, su raza ha acabado completamente subordinada a poderes externos para conseguir las cosas esenciales de las que ha llegado a depender.

En las naciones libres del universo, y particularmente en las grandes áreas habitadas como la que contiene vuestro mundo, se hace un gran esfuerzo para sostener la autosuficiencia o para participar con una o dos naciones que también sean libres, creando una red de apoyo. En este caso, el comercio se lleva a cabo casi exclusivamente dentro de esta red. Esto se hace así para preservar la autodeterminación y la soberanía de una nación libre, así como para limitar el acceso a otros poderes que buscarían obtener negocio e influencia en esa nación.

La privacidad es muy importante en la Comunidad Mayor, y el grado en que uno deba comerciar determinará cuánta privacidad podrá esperar y disfrutar. Si uno tiene una gran riqueza, ya sea porque vive en un mundo con gran diversidad biológica o porque posee recursos que otros desean o necesitan, entonces mantener la privacidad y limitar las influencias que otras naciones ejercerán de continuo sobre uno se vuelve extremadamente difícil.

En la región del espacio donde existe vuestro mundo no se permite la conquista. Esta está estrictamente prohibida, y se mantiene esta norma para asegurar el orden y la estabilidad en este vecindario de vida. Si una raza busca obtener una ventaja en otro mundo habitado, debe hacerlo de tal manera que parezca que su presencia es bienvenida en ese mundo y que se ha establecido un acuerdo mutuo.

Es muy importante entender esto en vuestro mundo, donde ya existen fuerzas intervinientes tratando de establecer su influencia. Si para los observadores externos parece que su presencia es al menos tolerada, o incluso bienvenida, entonces otras naciones no intentarán limitar su presencia aquí. Pero si la humanidad ejerce su autoridad y proclama que no quiere una intervención y no da la bienvenida a las razas que están hoy presentes en el mundo, entonces esas fuerzas tendrán que retirarse o bien hacer frente a dificultades considerables —venidas de sus competidores y de otras naciones en la región—. La conquista conduce a la inestabilidad y la inseguridad. Demuestra agresión, y la agresión no se tolera en absoluto en una región establecida como esta.

En el ámbito de los negocios y el comercio, por un lado está el comercio legal establecido que trata con recursos, tecnología o información que se sabe que las naciones participantes tienen. Si este comercio se lleva a cabo en áreas donde existe una red pequeña de naciones participantes, entonces lo que se establezca como legal o beneficioso dependerá de ellas. Pero en las grandes rutas comerciales donde comercian muchas naciones —incluso cientos de naciones— se establecen normas sobre lo que es apropiado y lo que no.

Sin embargo, en todos los casos también existe un comercio ilegal, y se hacen grandes esfuerzos para ocultarlo. En ocasiones se hace contrabando en rutas comerciales establecidas, y con frecuencia se utilizan rutas secundarias —donde no se provee protección ni seguridad oficial— para transportar bienes que son técnicamente ilegales dentro de una cierta región o distrito.

Aunque el mantenimiento de la estabilidad y la seguridad es un énfasis básico en esta región del espacio, aun así las naciones buscarán aprovecharse unas de otras. El deseo de riqueza es universal. Esto, por supuesto, genera un comercio ilegal de artículos que socialmente se consideran inapropiados o se juzgan peligrosos para la seguridad y la estabilidad de una región. Drogas peligrosas, ciertos elementos biológicos, el tráfico de esclavos y la esclavitud y otras cosas así generalmente están incluidas en la lista de artículos considerados ilegales e inapropiados.

Las naciones libres que son autosuficientes o que mantienen sus propias redes comerciales pueden permanecer relativamente anónimas, siempre y cuando no demuestren poseer alguna riqueza o ventaja especial. Así, estas naciones están libres de muchas de las dificultades implicadas en el comercio ilegal y en la piratería, cosas ambas que ocurren incluso en regiones establecidas y que ciertamente son un problema en los distritos remotos y en los territorios que permanecen sin explorar.

El negocio y el comercio suponen tanto un beneficio como un riesgo. Ambos dan a una nación la posibilidad de acceder a recursos que su mundo o su conjunto de mundos no posee. Pero también acarrean grandes riesgos, porque allí donde hay comercio hay influencia, y allí donde hay influencia hay competición. Aquí uno debe alcanzar una gran sofisticación y debe establecer reglas de interacción muy claras y sostenidas respecto al comercio con otras naciones. Y siempre debe prestarse mucha atención, manteniendo el riesgo de contaminación al mínimo o evitándolo por completo.

En los negocios y el comercio siempre se hacen intentos de descubrir el funcionamiento interno de las naciones a través de las vías comerciales. El espionaje no es inusual y ha alcanzado expresiones muy sofisticadas. La persuasión a individuos de otras naciones, para que divulguen información o den acceso a oportunidades o a otras redes, es un hecho continuo entre las naciones comerciantes.

Por tanto, aunque las naciones no estén en guerra entre sí, ciertamente están compitiendo, y si una nación tiene una ventaja, entonces todas las demás querrán saber cuál es esa ventaja y cómo contrarrestarla. En este asunto se invierten ingentes recursos. Es muy parecido a lo que ocurre en vuestro mundo, solo que ocurre a una escala mucho mayor, con muchos más participantes y alcanzando unas demostraciones mucho más avanzadas y sofisticadas.

Si una nación pierde su autosuficiencia y debe buscar sus requerimientos básicos en el exterior —cosas como recursos biológicos, tecnología básica, alimento y medicinas esenciales—, entonces para esa nación será muy difícil mantenerse independiente y autodeterminada. Tendrá que someterse a las condiciones que se le ofrezcan, y esto puede suponer una situación muy difícil. Como la necesidad de recursos está siempre presente —la necesidad de suministrar alimentos, materiales biológicos, materiales para el desarrollo de medicinas, metales, información y muchas otras cosas—, para una nación pequeña puede ser muy difícil adquirir lo que necesita sin hacer concesiones importantes.

Todas las naciones en contacto en la Comunidad Mayor tienen sus secretos, naturalmente, y algunas protegen su información privada con gran esfuerzo y determinación. Pero esto es difícil de hacer en la Comunidad Mayor, por razones que se tratarán a lo largo de la serie de enseñanzas que aquí se ofrece. Todo el mundo tiene sus secretos, y todo el mundo está intentando conocer los secretos del otro. Así que, aunque puede haber cooperación entre las naciones y a veces incluso un vínculo cercano de interdependencia entre dos naciones o dentro de un grupo de naciones, los problemas del secreto y la desigualdad en la riqueza continúan.

Muchas naciones en la Comunidad Mayor se han unido con otras para crear redes comerciales. Pero incluso dentro de estas redes existen problemas de confianza, problemas de espionaje y, ciertamente, problemas a la hora de hacer frente a fuerzas externas. Sucede casi siempre que cuanto mayor es la red, más difícil será para las naciones individuales participantes poder mantener sus secretos y su información privada. Las naciones pequeñas que solo tienen un contacto mínimo con la Comunidad Mayor están en una situación mucho mejor.

Preservar la estabilidad y la seguridad entre naciones requiere mantener un acceso continuo a los recursos y una vigilancia cuidadosa de cualquier información, tecnología o recurso único que un mundo o un grupo de mundos puedan tener. Aquí, aquellos que poseen riqueza tienen una gran desventaja. Si poseen recursos que son muy necesitados por otras naciones, les será muy difícil proteger esos recursos y mantener su privacidad. Su riqueza será detectada, la información circulará y habrá muchos buscando conseguir allí una ventaja o una influencia.

En definitiva, se trata de una situación muy compleja. Se han establecido reglas estrictas de conducta para mantener la estabilidad y evitar cualquier interrupción en el funcionamiento del negocio y el comercio. Estas reglas son mantenidas a menudo por consejos, y las respaldan fuerzas de seguridad con un énfasis en la honestidad. Aquí la corrupción es ciertamente un problema. Al tratarse de un comercio entre muchas naciones participantes, la corrupción se vuelve contraproductiva si uno está intentando establecer seguridad y estabilidad en una región extensa.

Si el comportamiento de alguien se vuelve poco ético o indefendible, otros no comerciarán con él. Entonces quedará aislado. El riesgo de aislamiento para una nación comerciante es una amenaza inmensa, y generalmente basta para lograr que esa nación colabore y se comporte de acuerdo a los deseos de otros. Es por eso que perder vuestra autosuficiencia es una desventaja tan grande. Si estuvierais en esa posición tendríais que ateneros a las expectativas de otros y a las normas comerciales.

Puesto que nadie es perfecto en el universo físico, por supuesto existen el crimen y el engaño. Algunos de estos problemas son locales, mientras que otros se manifiestan por todo el universo, en mayor o menor grado. La competición puede fomentar la innovación, pero también fomenta el engaño. Y el engaño se perpetra en un grado muy alto dentro de los límites y las reglas que se establecen entre las naciones comerciantes. Esto ha propiciado algunas creaciones asombrosas y muchos métodos para determinar la honestidad y sinceridad de otros. Hasta se ha instaurado tecnología para determinar la veracidad de las afirmaciones, los contratos y las declaraciones de alguien. Como la mentira y el engaño son peligrosos, ambos han sido contrarrestados de muchas, muchas maneras.

Esto ha conducido a una gran estabilidad, pues para toda nación comerciante se vuelve contraproductivo intentar engañar a sus socios, ya que el engaño se ha vuelto más fácil de detectar y la amenaza de aislamiento siempre está presente. Una sociedad tecnológica muy avanzada caería rápidamente sin un aporte constante de tecnología y recursos. Esto ha creado, mediante la persuasión y la amenaza de exclusión, un sistema relativamente estable en vuestro distrito del espacio, un sistema que por lo general sus participantes acatan. Con el tiempo se ha establecido esto. Aunque en la historia de vuestro universo local ha habido guerras y grandes conflictos, en los últimos diez o doce mil años ha habido un periodo de gran estabilidad, y esta estabilidad se ha mantenido con tremenda determinación.

Por tanto, es de interés para la humanidad mantener su autosuficiencia, contener sus ambiciones y estar agradecida por lo que posee, sin desear fuentes de poder e influencia cada vez mayores. Esto dará a la humanidad una mayor autonomía, una mayor seguridad y una mayor libertad respecto a intervenciones y formas de persuasión que no habéis aprendido todavía a contrarrestar. Si queréis seguir siendo un pueblo libre y soberano en el universo necesitaréis esto, porque vivís en un mundo hermoso que otros desean.

Por tanto, no queráis tener cosas que no poseéis. No busquéis las ventajas que otros parecen tener, pues estas vienen a un precio tremendo. No busquéis riqueza más allá de lo que vuestro mundo y vuestro sistema solar pueden proporcionar, o caeréis presa de las persuasiones que existen en la Comunidad Mayor, y os enfrentaréis a competidores que están establecidos desde hace largo tiempo y que tienen poderes de persuasión, habilidades y tecnología mucho mayores que los vuestros.

La Comunidad Mayor es un ambiente que requiere tremendo discernimiento y discreción. Debéis desarrollar ambos para poder participar aquí manteniendo vuestra privacidad y vuestra libertad. Para lograrlo tenéis las habilidades nativas que Dios os ha dado, pero estas habilidades deben ahora aplicarse. La humanidad tendrá que unirse para lograr estas cosas, para acabar los interminables conflictos entre sus tribus y naciones y para prepararse para funcionar en la Comunidad Mayor. Esto surgirá de la necesidad. Será requerido.

Por tanto, no busquéis tecnología externa, no la invitéis y no la aceptéis si os la ofrecen. Porque si os la ofrecen gratis no será el ofrecimiento de un amigo, sino de un competidor, para atraparos, volveros dependientes, lograr que queráis más y conseguir que deseéis cosas que solo otros pueden proporcionaros. Ningún aliado verdadero de la humanidad os ofrecería tecnología, y por eso quien sea que os la ofrezca lo hace por otras razones. No seáis seducidos, y que no os convenzan de participar en un comercio de esta naturaleza, o de lo contrario comenzaréis, inadvertida e inconscientemente, una vinculación de la que será muy difícil escapar más tarde. Por eso la contención es tan importante —la sabiduría y la contención.

En un mundo como el vuestro, el negocio y el comercio a gran escala destruirían la cultura humana. Socavarían todo lo noble e importante que tenéis y os veríais implicados en una situación compleja que exigiría mucha de vuestra atención y energía para sostenerla. Por eso, es una gran verdad en la Comunidad Mayor que los sabios permanecen ocultos. Ellos permanecen ocultos para seguir siendo sabios, y permanecen ocultos para seguir siendo libres. Esta es una importante lección y una importante verdad que ha sido establecida en todo el universo, una verdad que la humanidad no ha aprendido todavía a reconocer o a valorar.

En general no se comercia con lugares distantes, debido a los peligros y riesgos que implica. Moverse más allá de las fronteras de un distrito muy poblado significa que uno debe viajar por territorios desconocidos y a menudo hostiles. El riesgo de perderse, el riesgo de la piratería y el riesgo de invitar un escrutinio no deseado son todos importantes. Incluso en regiones donde hay muy poca vida inteligente o la vida inteligente no ha sido cultivada, los riesgos fisiológicos son significativos.

Es por eso que los territorios inexplorados a menudo se mantienen inexplorados. Estos territorios generalmente están fuera del alcance de las naciones viajeras. Los exploradores se aventuran en ellos, pero a menudo no regresan. Dentro de los territorios inexplorados existen naciones que buscan permanecer completamente ocultas al exterior y que han establecido medios muy complejos y efectivos para desanimar la exploración o la intervención.

Aquellas pocas razas libres en vuestro universo local que son conscientes de vosotros, que os valoran y que desean veros emergiendo como una raza de gente libre y soberana, no os alentarán a implicaros en el comercio. Y generalmente no buscarán establecer relaciones comerciales con vosotros, a menos que agotéis tanto vuestro mundo que simplemente no podáis sosteneros por vosotros mismos en él. Es mejor para vosotros seguir siendo limitados en tecnología, pero libres y autodeterminados, que avanzar tecnológicamente y caer bajo el domino y el control de poderes extranjeros de la Comunidad Mayor.

Las suposiciones que en este momento prevalecen en la comunidad humana son en extremo ignorantes de estas cosas. El deseo de tecnología, el deseo de recursos, el deseo de contactar con la Comunidad Mayor… es natural que tengáis estas expectativas, pero ellas no representan una verdadera sabiduría por vuestra parte.

Vuestros verdaderos aliados en el universo no os seducirán con tecnología, ni os inducirán a implicaros en relaciones comerciales, porque ellos conocen el precio y los grandes riesgos que esto conlleva. Ellos os animarán a seguir siendo autosuficientes y a permanecer unidos, así como a desarrollar una frontera con el espacio que sea muy clara y duradera.

Vosotros no necesitáis un gran poder militar, ya que vivís en una región del espacio relativamente estable, pero necesitaréis mantener un equilibrio y un orden suficientes en vuestro propio mundo y un control muy claro y decidido de vuestro sistema solar. Otras razas aceptarán que vuestro sistema solar sea vuestra esfera de influencia. Esto es común y se espera. Es muy raro que dos poderes puedan existir por mucho tiempo en un mismo sistema solar. En casos así uno de los dos destruirá al otro, o bien ambos se destruirán mutuamente compitiendo por el dominio.

Vuestro sistema solar os proporcionará cierto grado de riqueza y ventaja. Pero si destruís los recursos que sostienen la vida en la Tierra, si lleváis vuestros sistemas climáticos a un tipo de estabilidad funcional diferente que cree un ambiente inhóspito para la vida, vosotros no podréis escapar de ello en vuestro sistema solar. No podréis encontrar alivio ni refugio.

Si comprendieseis vuestra posición en el universo y las dificultades y requerimientos que existen en esta parte de la Comunidad Mayor, consideraríais vuestro mundo de forma muy diferente y os comportaríais de forma muy diferente. No malgastaríais vuestra riqueza ni vuestros recursos en conflictos entre vuestros grupos, naciones o tribus. Tendríais una serie de prioridades completamente diferente.

Esta instrucción respecto al comercio en la Comunidad Mayor es muy importante para vuestro futuro. Habrá muchos intentos de induciros a implicaros ofreciéndoos regalos tecnológicos. Habrá muchas fuerzas comerciales que querrán teneros como clientes y ganar el control y el acceso a muchos de los importantes recursos de vuestro mundo. Estas inducciones serán potentes. Las promesas de riqueza, paz y poder serán potentes. ¿Y quiénes entre vosotros —entre vuestros líderes, entre la gente adinerada del mundo— podrán rechazar tales ofertas y resistir tales inducciones?

Es por esto que debe establecerse aquí una gran sabiduría y contención. Es por esto que la libertad y la soberanía humanas en este mundo siempre deben ser algo importante a considerar. Aunque otros en vuestra vecindad del espacio no tienen libertad para dominar vuestro mundo mediante la conquista y la fuerza militar, sí tienen completa libertad para ganar aquí una influencia bajo ciertas condiciones. Y sin duda querrán que un mundo como el vuestro forme parte de su red —que sea uno de sus clientes principales o bien un recurso dentro de su esfera de influencia.

Los sabios permanecen ocultos. Vuestro mundo solo lo conocen unos pocos, no muchos. Vosotros no querréis retransmitir al universo quiénes sois y qué tenéis. En el futuro, vuestra tecnología de radio tendrá que ser completamente cambiada. No podéis estar retransmitiendo al espacio. Esto solo invita a la indagación, el interés y la sospecha. Ahora mismo pensáis que no hay nadie más ahí fuera, que el universo es un espacio vasto y vacío y que en algún lugar podría haber algún planeta distante que recibiera vuestras transmisiones. Si entendieseis la situación veríais lo peligroso e injustificado que es esto.

Recordad los tres requerimientos para la libertad en el universo: unidad, autosuficiencia y gran discreción. Practicadlos y podréis disfrutar de los beneficios de emerger en la Comunidad Mayor como una raza libre y soberana, además de ganar una unidad y una estabilidad como el mundo no ha tenido nunca. La humanidad ha estado creciendo y expandiéndose en su evolución, pero debe lograr un estado sostenible —un estado que funcione sobre la estabilidad y la seguridad, en vez de orientarse al crecimiento y la expansión—. Si intentáis crecer y expandiros hacia la Comunidad Mayor, más allá de vuestra esfera de influencia dentro de este sistema solar, chocaréis con tremendas dificultades. Vosotros no querréis que vuestros vecinos en esta parte de la Comunidad Mayor os consideren una raza agresiva. Ellos no tolerarán ese comportamiento, y tienen poder para suprimir cualquier intento vuestro de obtener territorios fuera de este sistema solar. Tampoco querréis entrar en competición con ellos de una manera hostil u opuesta, pues esto no servirá a vuestro futuro en absoluto.

Todavía no está claro si la humanidad puede sostener o no este tipo de sabiduría y contención. Incluso hoy queda ya muy poco por conquistar en vuestro propio mundo. Tenéis vuestro sistema solar disponible para explorarlo, pero encontraréis muy pocos lugares donde poder hacer siquiera algún establecimiento, e incluso estos serán muy difíciles de mantener. Tendréis que enfrentar —e incluso estáis enfrentando ya— la presión de la influencia y la persuasión creadas por grupos oportunistas de vuestra región del espacio, grupos que están aquí para ampliar su poder y su influencia mediante medios que están dentro de los límites de lo que es tolerado.

Tratar con esto exitosamente elevará vuestra raza y os dará una mayor madurez. Ciertamente pondrá fin al conflicto humano tal como lo habéis conocido en el pasado. Porque ya no podéis permitiros por más tiempo desperdiciar vuestros recursos en guerras y conquistas. Ahora debéis prepararos para desarrollar un estado estable y sostenible, uno que podáis mantener en este mundo sin depender de poderes externos. Descuidad esto y afrontaréis el mismo destino que muchas otras naciones que se expandieron de manera agresiva, solo para acabar completamente a merced de otros. Esos otros no compartirán vuestros valores, porque ellos no serán humanos. No valorarán vuestras cualidades y capacidades únicas. Solo os considerarán un problema de seguridad.

Esta es una dura realidad, pero es una realidad que os da visión y sabiduría. Hay ciertos requerimientos que debéis lograr para continuar siendo libres y autodeterminados. No podéis cambiar estas reglas. Son las reglas de la vida. Son el requerimiento para vivir en la Comunidad Mayor a la que ahora estáis emergiendo.