¿Qué es la Gracia?


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 6 de noviembre de 1993
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: What is Grace?

Más información sobre este texto


Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.


Greater Community Spirituality
Volumen 2 > Espiritualidad de la Comunidad Mayor > Capítulo 25

La Gracia debe ser una presencia y una inteligencia que puede entrar y permanecer en cualquier situación, en cualquier mundo, en cualquier clima, en cualquier condición, en cualquier cultura y en cualquier raza. Debe ser algo que puede entrar en silencio y permanecer con las circunstancias tal como son. Debe ser algo que puede entrar por invitación de una petición genuina y sincera. Debe ser algo que puede permanecer con un hombre o una mujer del Conocimiento, algo que puede permanecer con ellos sin dominarlos y existir con ellos y en ellos sin manipularlos. Debe permanecer con ellos de tal manera que la autoridad de la persona que es su destinataria no se vea ensombrecida o usurpada. La Gracia debe ser algo que puede trasladarse de una mente a otra y transferirse de un mundo a otro.

¿Qué puede hacer posibles todas estas cosas? Una mayor presencia que puede permanecer con la persona que la está recibiendo sin abrumarla. Una mayor inteligencia que puede existir con la inteligencia menor que la está recibiendo sin dominarla. Una mayor intensidad y motivación en la vida que puede persuadir suavemente y nutrir una sensación emergente de verdadero propósito, significado y sentido en la vida de la persona que la está recibiendo.

La Gracia tiene que ser algo muy poderoso, porque inspira a los individuos a hacer grandes actos desinteresados. Les inspira a hacer cosas que transcienden sus propios intereses, limitaciones y preocupaciones personales, y, sin embargo, de ninguna manera viola su propia autoridad. La Gracia respeta la posición de los individuos en la vida mientras que les da una mayor capacidad y un mayor alcance de consciencia. La Gracia tiene que ser algo muy inteligente para dar esta fuerza sin abrumar al receptor.

La Gracia debe ser algo que no se interesa por la apariencia de las cosas. Debe ser algo que tiene un origen, un significado y una capacidad mayores, más allá del ámbito de cualquier raza, cultura, tribu o grupo mundano. Sin duda, no puede ser una invención humana. Sin duda, no puede ser el fruto de un dios puramente humano. Sin duda, no puede conformarse a las expectativas o imágenes humanas. Debe ser algo mucho más grande y omnipresente, más trascendente y, sin embargo, más capaz de descender al mundo, en cualquier mundo, donde sea bienvenida y necesaria.

La Gracia representa la evidencia de la relación mayor que tienes con el Creador. La Gracia no es tu posesión. No puedes utilizarla, aprovecharla, manipularla o dirigirla, ya que representa una Mayor Voluntad y propósito en el universo.

Tú posees un tipo especial de Gracia dentro de ti. Esta Gracia es llamada a emerger de ti en respuesta a la presencia de la Gracia que existe a tu alrededor. Es llamada a emerger de ti para atender necesidades específicas del mundo. Y es llamada a emerger de ti para iniciar, establecer y fortalecer las relaciones importantes que necesitarás tener para encontrar tu mayor propósito y misión aquí. La Gracia dentro de ti es el Conocimiento, la Mente que Sabe, la Mente que es una parte de la Mente del Creador.

La respuesta a la Gracia genera Gracia. No es la fuente de la Gracia. Es parte del mecanismo de la Gracia que te permite recibirla, desearla y acogerla en tu vida. Buscas la Gracia, y no puedes encontrarla. Te abres a la Gracia, y aparece. Reclamas la Gracia para ti mismo, y no la encuentras en ninguna parte. Te rindes a la Gracia, y la Gracia surge suavemente. Hablas la verdad —la verdad de lo que realmente sabes, no la verdad de lo que quieres o crees—, y la Gracia está a tu lado. Extiendes la mano y tocas sinceramente el corazón de otro, y la Gracia os envuelve a ambos. Miras los eventos de tu mundo con compasión y comprensión profunda, y la Gracia mira contigo. Respondes a una mayor necesidad en otro, y de algún modo la Gracia habla a través de ti. No está ni dentro ni fuera de ti exclusivamente. Más bien tú estás inmerso en ella, y en los momentos especiales puedes experimentar esta inmersión, esta unión ya existente con la vida.

La Gracia no va y viene, excepto en tu consciencia. La Gracia no está aquí en este momento y después se va. La Gracia no va dando la vuelta al universo visitando a individuos aquí y allá. La Gracia está presente en todas partes, en todo momento. Parece que aparece debido a que hay una abertura para ella y una necesidad de ella. Viene porque es realmente deseada. Ella mora contigo, y sin embargo qué raramente experimentas su presencia.

La Gracia está contigo, pero está en el trasfondo. Está en el trasfondo porque te está dando la libertad de encontrar tu camino y llegar a aceptar tus inclinaciones y tu consciencia más profundas en la vida. Está en el trasfondo como si estuviera a unos pasos detrás de ti. En realidad no está a unos pasos detrás de ti, pero puede que sea así como la experimentes. Ella parece entrar en tu consciencia cuando estás disponible para ella y cuando las situaciones en las que te encuentras la reclaman.

La Gracia siempre enfatiza y confirma tu relación con otros y con el Creador. De hecho, puedes pensar en la Gracia como la evidencia de la relación auténtica y duradera. Cuando experimentas la relación contigo mismo, con otro o con el panorama mayor de la vida, tú sentirás la Gracia —una sensación de plenitud, integridad e inclusión, una sensación de reencuentro y gratitud—. Todas estas sensaciones son la evidencia de la Gracia, la evidencia de que una relación mayor y más permanente está siendo reconocida, admitida y experimentada.

La Gracia, entonces, es la evidencia de la presencia de Dios en el mundo. Sin embargo, aún más importante que esto, es la evidencia de tu relación intrínseca con el Creador. La Gracia es la evidencia del Conocimiento dentro de ti, porque eres capaz de recibirla y responder a ella. Con el tiempo, a medida que te haces fuerte en el Conocimiento, si puedes seguir el camino hacia el Conocimiento y tomar los pasos al Conocimiento, entonces serás capaz de dispensar realmente la Gracia en el mundo, no como un acto consciente, sino como algo que sucede de manera espontánea. Aquí la Gracia emergerá de ti, porque serás un manantial de Gracia en el mundo.

Sin importar tu actividad o tu tarea específica en la vida, puedes volverte una demostración de la presencia de la Gracia. Esto tendrá un gran impacto en aquellos que puedan recibir tus regalos y en aquellos que puedan ser testigos de tus actos. La Gracia enciende el Conocimiento en otros. Estimula a los demás en lo más profundo de su ser. Trae consigo una memoria y una confirmación, largamente olvidada, de que hay un mayor propósito y significado en la vida. Ella es parte de la realidad que has traído contigo desde tu Antiguo Hogar.

La evidencia y la demostración de la Gracia llaman a algunas personas hacia delante, mientras que otras retroceden y todavía luchan contra su propia experiencia. Sin embargo, su poder y eficacia no se pueden negar. Tiene una potencia en la vida que no tiene comparación con ninguna otra cosa. Nadie que la sienta puede ser neutral respecto a ella. Y todo el que sea testigo de ella debe responder.

La Gracia es la evidencia de una mayor unión y relación que tienes con los demás, con el mundo y con tu Creador, pero la Gracia también es la potencia que transporta grandes ideas e inspiración de una mente a otra. Aquí ella es como un conducto que permite que la transmisión del Conocimiento pase de una mente a otra. Esto activa el Conocimiento en cada persona según pasa de una mente a otra, como una corriente eléctrica que pasa de un terminal a otro, llevada por el poder de la Gracia. Aquí tus verdaderas asociaciones con la gente se activan y se hacen manifiestas.

La Gracia parece que viene y va, como una experiencia momentánea quizás, como algo que está en gran contraste con la inmensa mayoría de tus experiencias estando en el mundo. Pero siempre está ahí. Piensa en ella de esta manera: es como si el Mayor Ser en ti y la mayor relación que tienes con otros momentáneamente se encendieran, como si la tierra se iluminara en una noche oscura por destellos de relámpagos, y en esos momentos te dieras cuenta de que hay muchas cosas que no podías ver antes. Y después de los destellos momentáneos, vuelves a la oscuridad. Pero la Gracia, durante ese momento, ese pequeño momento, ha iluminado tu vida y te ha dado una visión más amplia de lo que está presente en tu vida, de lo que está en el trasfondo de tu vida y de en qué posición estás realmente respecto a las cosas a tu alrededor.

Estos destellos son muy significativos, porque anuncian la posibilidad de una mayor unión y asociación con la vida, de una mayor implicación y esfuerzo con los demás y de una mayor experiencia de propósito en la realidad. Esta es una experiencia que el mundo no puede darte, porque debe presentársete desde la Mayor Inteligencia y Voluntad del universo. Esta Voluntad trasciende todas las sociedades de la Comunidad Mayor, todos los grupos, todas las razas y todos los demás poderes. Es la Voluntad del Creador, según se manifiesta en las condiciones cambiantes de la vida física.

Recibe, pues, los destellos de Sabiduría. Recibe, pues, las manifestaciones momentáneas de la Gracia. Recibe, pues, las experiencias que pueden mostrarte dónde te encuentras, qué necesitas hacer y cómo realmente permanecer con otros. Puedes tener esta comprensión sin juicios, sin comparación y sin condena de ti mismo o de los demás, porque la Gracia trae consigo una confirmación, no un juicio. Trae consigo un reconocimiento de cómo son realmente las cosas, no de como tú quisieras que fueran o esperaras que fueran. Así como el relámpago ilumina el terreno a tu alrededor y te muestra cosas que no podías ver en la oscuridad de tu propia percepción personal, así también la Gracia ilumina tu camino, dándote un mayor entendimiento de dónde estás, con quién te estás asociando y qué debes hacer. Ella ilumina tu camino, y te asegura que tu esfuerzo no es uno individual, y que el mundo que ves a tu alrededor no es todo lo que puede ser visto, sentido y conocido. Te muestra que las problemáticas interacciones entre las personas no representan sus verdaderas asociaciones y posibilidades estando juntas.

La Gracia es la evidencia de la Realidad Mayor que impregna todo lo que ves. Sin embargo, no ves esta Realidad Mayor porque estás dominado por la realidad que ves, y estás dominado por tus pensamientos acerca de esa realidad. Una Realidad Mayor es descubierta cuando hay un deseo de ella y una preparación para llegar a ella. Es descubierta cuando hay una necesidad de su presencia y su actividad en las apariencias y actividades mundanas de tu vida. Esta necesidad, este reconocimiento y esta apertura permiten que la Gracia emerja. Al principio, emergerá momentáneamente como los grandes destellos de un relámpago. Emergerá momentáneamente como la aparición repentina de una presencia angelical. Emergerá de repente como un brillo cálido y una sensación vaga de que no estás solo y de que hay una verdadera confirmación en lo que acabas de decir o hacer. Tú la sentirás inicialmente en un repentino sentimiento de rectitud dentro de ti y en el súbito reconocimiento y aprecio por otro.

Sin embargo, a medida que continúes en el camino del Conocimiento y tomes los pasos al Conocimiento, esta experiencia crecerá para ti. Crecerá más significativamente debido a que la aparente gran brecha entre tú y la Realidad Mayor que impregna tu vida y la da su verdadero significado y propósito está siendo penetrada. El velo que parece separarte de esta experiencia y consciencia está siendo lentamente disuelto.

No es que vayas a tener más experiencias de la Gracia en un sentido momentáneo, sino que la Gracia se acercará cada vez más a ti. La Realidad Mayor y tu realidad personal estarán cada vez más cerca. Según se acerquen cada vez más, tu realidad personal cambiará y se fortalecerá. Tendrá una mayor concentración y un mayor énfasis en el significado y el logro. Es así como tus valores y tus intereses cambian gradualmente, de una manera que es para ti tan natural y tan confirmante de la vida que con el tiempo no dudarás de que un Mayor Poder está obrando en tu vida.

Verás la evidencia de este Mayor Poder en tus propios sentimientos y énfasis cambiantes. Verás la evidencia de esto en tus relaciones cambiantes y en el cambio en su énfasis. Verás la evidencia de esto en la presencia de tus inclinaciones más profundas, que ahora tendrán un mayor acceso y una mayor expresión en tu mente personal y en tu experiencia consciente. Verás la evidencia de esto en lo que valoras y buscas. Tú buscarás cosas que son permanentes y que están unidas a la vida. No tratarás de imponer tu voluntad individual, sino de expresar una Voluntad Mayor que confirma tu existencia y honra la presencia de todos los que están aquí contigo, a pesar de sus dificultades y errores. Esto te dará un énfasis en el perdón y el logro, en el reconocimiento y las decisiones correctas. Este será un énfasis totalmente diferente al que habías sentido antes.

La Gracia estará cada vez más contigo, pero de una manera sutil y penetrante. En vez de relámpagos iluminando tu vida por un instante, es como si estuviera ocurriendo un gran amanecer y las sombras de tu vida estuvieran disolviéndose suavemente por la presencia de una gran luz emergente en el horizonte. Aquí, poco a poco, descubres la evidencia de lo que está realmente en tu vida y dónde realmente necesitas ir.

Tus decisiones, o bien aportan la experiencia de la Gracia, o bien la niegan. No importa lo difícil que sean tus decisiones o lo aparentemente graves que sean sus consecuencias, al tomar una decisión que está en consonancia con el Conocimiento sentirás esta presencia contigo. Quizás sentirás ansiedad sobre las consecuencias esperadas o imaginadas, pero sentirás una rectitud en tu vida. Esto te dará evidencia de que la Gracia está contigo, porque cada decisión que tomes que esté en consonancia con el Conocimiento reconocerá la presencia de la Gracia en tu vida. Toda determinación que hagas que esté en consonancia con la mayor verdad en tu interior te dará una mayor experiencia de esta verdad y un mayor sentido de su presencia y su actividad en tu vida y en el mundo que te rodea.

La Gracia es algo que está emergiendo lentamente, como un amanecer muy lento de la luz. Aquí las cosas que antes parecían misteriosas e incomprensibles, pueden ser reconocidas, sentidas y sabidas. Tal vez no puedes explicarlas porque la experiencia está más allá de las palabras, pero eso no es tan importante ahora, porque te das cuenta de que una explicación no puede nunca iluminar la vida de otro.

Solo la presencia de la Gracia y la actividad del Conocimiento pueden dar a otros una mayor experiencia y percepción de sus vidas y una mayor determinación en su interior. Aquí llegas a entender que la Gracia es la evidencia de la presencia del Creador en el mundo —una presencia que trabaja detrás de las escenas y que no ensombrece, domina o manipula a los que están aquí—. Esta presencia tranquiliza suavemente a las personas y llama al Conocimiento dentro de cada una de ellas para que puedan responder y aprender el camino de las relaciones, el cual es el Camino del Conocimiento.

Hay Gracia en tu vida, y para permitirte experimentarla y eventualmente expresarla y generarla, se te ofrece una preparación en el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor. Sigue esta preparación. Recíbela, porque este es el regalo y el medio que te traerá a un mayor entendimiento y experiencia de tu propósito, así como al mayor propósito en la vida del que formas parte.

La respuesta a tus oraciones es una forma de preparación. Si estuvieras hundido en un agujero en el suelo y no pudieras salir, la respuesta a tus oraciones sería que te tendieran una escalera para que pudieras encontrar la salida. Estar en el mundo es como estar en un hoyo profundo y oscuro en el suelo. Todo lo que ves es la oscuridad y el confinamiento de lo que te atrapa. La respuesta a tus oraciones pidiendo libertad, resolución, paz, fuerza y logro es una escalera tendida a ti, una escalera que debes subir, una escalera que te sacará de tus circunstancias aparentemente sin esperanza, hacia una mayor experiencia de dónde has estado, dónde puedes ir y qué puede hacerse.

La Gracia trae consigo los medios para experimentarla. Ella no es algo que simplemente pidas y se te dé en pequeños incrementos. Se te da la Gracia porque se te da la preparación para ella. Tú debes encontrar tu camino hacia ella. Ella está contigo, pero tú no estás con ella. Esto demuestra el gran dilema de tu vida y el problema más grave de tu vida —que el Conocimiento está contigo, pero tú no estás con el Conocimiento—. La Gracia está contigo, pero tú no estás con la Gracia. La verdadera relación está contigo, pero tú no estás con la verdadera relación.

¿Dónde puedes estar si no estás con lo que realmente es? ¿Dónde puedes estar si no estás con la Realidad Mayor que es la fundación, el significado y el contexto de tu vida? El único lugar en el que puedes estar es en tus pensamientos. Y tus pensamientos se tejen alrededor de tu consciencia, hasta que son lo único que puedes ver. Ellos gobiernan tu percepción y tu comportamiento. Ellos determinan tus metas y tus aspiraciones. Tus pensamientos representan el agujero en el suelo y las paredes a tu alrededor que bloquean tu visión, que contienen tu experiencia y limitan tu libertad y tu capacidad de estar en relaciones significativas.

Para ser sacado de esta situación se requiere preparación y que sigas esta preparación, porque tú mismo debes ascender. Al hacerlo recuperarás tu fuerza, tu determinación, tu perseverancia y tu verdadera voluntad nacida del Conocimiento. Aquí aprendes la forma de escapar, no del mundo, sino de la contradicción de ser dominado por tu propia mente personal.

La Gracia te recuerda que esto es posible. La Gracia permite que tu escape tenga lugar, y te estimula a seguir adelante. La puerta de tu celda está abierta. Puedes empujar y abrirla en cualquier momento. Puedes salir a la luz del día. Para que esto suceda, sin embargo, debes estar dispuesto a tener una experiencia diferente de ti mismo y una determinación diferente dentro de ti. Debes estar abierto y desear una mayor vida —una vida que no está en consonancia con tu pasado y que te sacará del confinamiento de vivir dentro de tu mente personal—. Como resultado de este escape, incluso tu mente personal será regenerada, renovada y restaurada, porque el mayor propósito de tu mente personal es servir al Conocimiento. Tu mente personal, como tu cuerpo personal, es un vehículo temporal en la vida. Su mayor servicio, su mayor unión y su mayor seguridad nacen de su servicio a un Poder Mayor —el Poder Mayor que asegura tu realidad, tu misión, tu origen y tu destino.

Este Poder Mayor está contigo ahora. El Conocimiento está contigo ahora. La Gracia está contigo ahora. El Creador está contigo ahora. Las relaciones que realmente necesitarás en la vida existen ahora. Tienes que encontrar el camino hacia ellas, y ellas encontrarán su camino hacia ti. Encuentra el camino hacia el Conocimiento, y el Conocimiento podrá emerger en tu mente. Encuentra tu camino a la Gracia, y la Gracia tendrá un lugar para permanecer contigo, no solo momentáneamente sino de forma permanente, como ha de ser.

La experiencia de la que estamos hablando solo puede tener lugar a medida que te abras a ella y seas realmente honesto sobre tus inclinaciones más profundas. Aquí debemos dar una mayor definición de la honestidad: la honestidad no es solo saber lo que sientes, es sentir lo que sabes. Aquí tu mente personal y la mente más profunda que es tu verdadera naturaleza se tocan entre sí, y ahí hay Gracia. Aquí hay sobriedad sobre la vida. Hay una consciencia tranquila. Y hay sentimientos y motivaciones más profundos.

A medida que toques el Conocimiento —tu Mayor Ser y tu mayor asociación con la vida—, experimentarás la Gracia. El Conocimiento te lleva a la Gracia una y otra vez, no como una experiencia momentánea, no como un momento culminante de una vida larga y triste, y no como solo un relámpago, sino como una realidad y experiencia permanentes dentro de ti. Tú puedes encontrar un camino al Conocimiento porque se ha dado un camino. Puedes seguir los pasos al Conocimiento porque los pasos han sido dados. Esto es obra de la Gracia, porque la Gracia estaría incompleta si no te diera los medios para reconocerla y experimentarla completamente. El Creador te estaría dejando fuera en el frío de la vida si no se te ofreciera un camino hacia el Creador.

La evidencia de la Gracia se expresa en aquellos momentos maravillosos y alentadores en los que se experimenta una verdad mayor y se siente una mayor asociación y relación con la vida. Sin embargo, la evidencia de la Gracia se corrobora más completamente con tu comprensión de que tienes una gran necesidad de cumplir tu propósito y tu misión aquí, y que esta necesidad es más potente y urgente que cualquiera de las otras cosas que sientes o reconoces.

Esta gran necesidad te llama y te apronta a prepararte. Te da una nueva dirección y un nuevo impulso. Llama a Dios a ti, y te llama a ti a Dios. Te llama a [encontrar] a esas personas importantes que necesitarás en tu vida, y llama a esas personas a ti. Es como si un gran interruptor hubiera sido pulsado y de repente toda una nueva serie de factores entrasen en juego. Tu experiencia de ellos será al principio sutil, pero sabrás dentro de ti que algo ha cambiado. Doblaste una esquina hacia algún lugar. Cruzaste una línea invisible. Algo te pasó en alguna parte allá atrás. Ahora te sientes un poco diferente. Hay algo creciendo y emergiendo dentro de ti, una experiencia más profunda de una parte de ti que apenas puedes reconocer y ciertamente no puedes definir.

Tu gran necesidad y la gran necesidad del universo acaban de reconocerse mutuamente. Como resultado de este reconocimiento, un mayor propósito es estimulado —un propósito que tendrás que llevar como un gran embarazo y que tendrás que dar a luz hasta cierto punto para traerlo al mundo. Este propósito cambiará tus ideas y alterará tu experiencia, pero solo para traerlas a una mayor resonancia y una mayor relación con el propósito que llevas, la misión que sirves y la vida a la que estás unido intrínsecamente y para siempre. Entonces llegarás a conocer la Gracia no solo como una experiencia momentánea, sino como una actividad en tu vida. Y tu comprensión de esto crecerá y se expandirá a medida que seas capaz de continuar.

Aquí la Gracia será algo que puedes identificar, incluso en aquellos momentos en los que no puedes sentirla directamente, porque sabrás que ella está allí. Esto no requerirá creencia tanto como requerirá aceptación. Aquí no estarás intentando creer en algo que no puedes experimentar. En cambio, estarás tratando de aceptar algo que sabes que está en tu vida. Y sabrás que está en tu vida porque lo habrás experimentado cada vez más, y habrás visto la evidencia de su trabajo dentro de ti y a tu alrededor. Esta es la actividad silenciosa y sutil del Creador, recuperando a los separados a través del Conocimiento. Está renovándote a ti y a otros mediante la activación de una mayor consciencia y un mayor propósito que te ha traído al mundo —un propósito en consonancia con la evolución de la vida, un propósito que has de encontrar y descubrir.

La verdadera confirmación de la Gracia vendrá según seas capaz de darte cuenta de que ha habido una mayor intervención y apoyo en tu vida para permitirte satisfacer una mayor necesidad y un mayor deseo. Esto renovará tu consciencia de que estás aquí en relación con algo muy significativo. Entonces la Gracia no solo será una experiencia momentánea y sensacional, sino que se convertirá en la base viviente de tu vida.