Sanar las relaciones


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 9 de septiembre de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Healing Relationships

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Mucho de lo que retiene a la gente en la vida son sus sentimientos sin resolver y sus juicios respecto a sus relaciones, incluso relaciones del pasado lejano. Estos sentimientos y juicios actúan como una especie de presa, reteniendo los sentimientos de las personas, inmovilizándolas, influenciando su percepción de otras personas e impidiéndolas ser emocionalmente abiertas y accesibles ante sus hijos y ante otros.

Es un problema fundamental en las relaciones humanas. Las dificultades con los miembros de tu familia, tus padres u otras personas de gran influencia en tu crianza crean una especie de presa dentro de ti que puedes llevar contigo toda tu vida, limitando tu conciencia, influenciando tus relaciones actuales, reteniendo tus afectos y tu confianza hacia otras personas, dañándote como si estuvieras atado e inmovilizado por algún acontecimiento del pasado lejano.

Las personas intentan seguir adelante, por supuesto. Quieren que su vida continúe, y por tanto siguen adelante, pero lo hacen con toda su limitación interna. Y cada vez que conocen a alguien que les recuerda esta pasada relación, tienden a ser muy críticas e irracionales, pensando que no les gusta esa persona, pero realmente no saben por qué es así, pues ni siquiera la conocen. Hay algo en ella que les recuerda a otra persona que no han perdonado y con la que tienen problemas, disputas, pesar o resentimiento.

Las personas llevan esta limitación a la educación de sus propios hijos, limitación que les mantiene distantes de ellos y les incapacita para empatizar con ellos. Y a menudo acaban actuando como sus propios padres, reflejando la experiencia que estos tuvieron en su propia infancia, continuándola ahora inapropiadamente con sus propios hijos y sometiéndolos a menudo al enfado, la rudeza y la distancia emocional.

Es un problema fundamental en las relaciones humanas, y no es un problema que la gente desconozca. Es algo que se ha vuelto el centro de atención de mucha terapia y salud mental.

Aquí debes entender lo que es realmente el perdón. El perdón no es olvidar. No es pasar por alto las dificultades que has tenido con la gente en el pasado, porque eso se vuelve emocional e intelectualmente deshonesto. No puedes hacer que sea bueno algo que no lo fue sin engañarte a ti mismo y sin ser deshonesto con tus sentimientos. El perdón aquí debe ser algo que te permite ver a la otra persona con claridad y aprender de esa experiencia, de esa relación.

Respecto a tus padres u otras personas importantes que influenciaron tu niñez y tu crianza, es necesario ver las circunstancias en las que estas personas vivieron y las fuerzas y presiones que tuvieron que enfrentar. Esto es muy importante, porque quieres aprender de estas experiencias y de estas relaciones, de tal manera que te aporten mayor claridad y compasión. Por ejemplo, entendiendo la condición de tus padres: el entorno en el que vivieron, las presiones económicas que experimentaban, sus propias limitaciones y, si tienes la oportunidad de descubrirlo, cómo fue su infancia. ¿Bajo qué condiciones crecieron? ¿Cuál era el mundo que tuvieron que experimentar?

Puede que te sientas herido por tus relaciones con ellos, pero debes ver su propia condición objetivamente. Esto hace que vuestra relación sea más real y más clara. Y te da una oportunidad de entenderles más compasivamente y de recuperar el respeto, si este se ha perdido.

Tu relación con los miembros de tu familia es muy importante a la hora de modelar tu percepción y determinar tus acciones. Todas estas cosas remplazan la guía interna natural que Dios ha puesto dentro de ti, una mente más profunda dentro de ti llamada Conocimiento. El Conocimiento vive en tu interior, más allá del alcance y el dominio de tu intelecto. Y está guiándote y proveyéndote sabiduría todos los días. Pero si tu mente está bloqueada, si retienes tus sentimientos, si tienes juicios contra ti mismo y otras personas, entonces no escucharás este consejo. No serás capaz de recibir esta sabiduría y esta guía.

Es como si estuvieras encerrado en la prisión de tu propia mente, incapaz de sentir, incapaz de relacionarte, incapaz de ver claramente desde tu punto de observación, inmovilizado por tus propios juicios y sentimientos y por la incapacidad para expresarte constructivamente. Incluso si estás viviendo en la riqueza y el esplendor, eres como un prisionero en tu propia mente.

Te sientes retenido, ahogado por tus propios asuntos no resueltos con gente importante de tu vida. No te sientes libre, porque no eres libre en tu interior. No eres libre para ver, saber y responder al Conocimiento y seguir lo que sabes en lo más hondo y más profundamente sabes que es verdad.

Las personas simplemente intentan seguir adelante, pero están incapacitadas. Intentan establecer nuevas relaciones, pero tienen asuntos sin resolver con sus antiguas relaciones. Intentan sustituir una vieja relación con una nueva, pero terminan dañando la nueva relación con su propia falta de perdón respecto a esas personas de su pasado.

El perdón es conciencia y comprensión, pero también es una posición diferente en la vida. En esencia, ves el pasado desde dos perspectivas diferentes. (En primer lugar,) lo ves desde la perspectiva de tus propios sentimientos y asociaciones personales. En este nivel de conciencia, que es donde reside y funciona la mayoría de la gente, el pasado es visto en términos de acontecimientos desafortunados, encuentros dolorosos, relaciones decepcionantes, afectos y amores denegados, resentimientos y resistencias. Sus sentimientos han sido heridos. Sienten que se les trató de manera injusta y poco amorosa, y ven el pasado desde el sentimiento de ser heridos y victimizados. Ellos están enfadados, están resentidos y no tienen sensibilidad, compasión o amor por aquellos que les criaron e influyeron en sus vidas.

Ahora están intentando seguir adelante, pero están heridos y retenidos. Sus sentimientos están ahogados. No están listos realmente para participar en nuevas relaciones. No tienen la salud mental, el discernimiento o las habilidades para participar en una nueva relación, aunque ellos se han invertido ya en ellas.

Es por eso que debes retroceder y debes revisitar tus relaciones. Debes entender las condiciones en que las personas existieron. Quizá eran jóvenes e inmaduras. O quizá, como tan a menudo sucede con los padres, estaban bajo gran presión, o bien ellas mismas habían sido traumatizadas, y eran incapaces de darte la guía y el afecto que necesitabas. ¿Cuáles fueron las circunstancias de sus vidas?

Si quieres conocer una persona y verla con claridad, debes tener un entendimiento de esa persona como individuo y también de sus circunstancias. Las circunstancias distorsionan a las personas. El estrés distorsiona a las personas. El estrés continuo cambia a las personas. ¿Cuáles fueron las circunstancias en las que estas personas vivieron? Quizá, si tú hubieras vivido en circunstancias similares no habrías respondido de manera diferente. Esto te permite recuperar tu conciencia de las limitaciones y la humanidad del otro.

Es importante expresar todo lo que no pudiste expresar en su momento, incluso si no puedes expresárselo a la persona directamente. Escribe una carta. Pon en el papel tus sentimientos. Sácalos de ti. Tal vez un profesional pueda ayudarte a ponerte en contacto con estos sentimientos y a expresarlos de una forma constructiva, pero debes sacarlos de tu mente. Deben volverse comunicaciones. Quizá nunca enviarás estas cartas, pero para ti serán terapéuticas.

Debes llevar tu sentir de regreso a estas relaciones para desbloquear tus propias emociones, liberar tu propia mente y ser capaz de recibir la guía del Conocimiento, la cual vendrá a través de tus sentimientos, tus ideas y tus sensaciones. Si todo esto está bloqueado en respuesta al pasado, entonces no podrás saber ni sentir nada. Debes tener esta libertad interna. Es esencial para tu bienestar y para el éxito de tus relaciones presentes y futuras.

Resolver las relaciones a un nivel personal es importante, pero hay otro nivel de tu vida que quizá solo ahora estás empezando a considerar y experimentar, y es la realidad de tu propósito superior en el mundo: que viniste al mundo con un mayor propósito, el cual todavía no has descubierto; que tu vida tiene otra dimensión que solo estás comenzando a considerar y experimentar; que no eres simplemente el fruto de tu familia y tu cultura. Realmente estás aquí en una misión. Tienes algo importante que hacer que espera a ser descubierto y expresado.

El grado en el que hayas experimentado la realidad de este mayor propósito, incluso si tu experiencia ha sido muy intermitente, te dará una perspectiva diferente de tus relaciones pasadas. Ahora las verás de una manera muy diferente. Las verás en el contexto de si te sirvieron o no para tomar conciencia de tu mayor propósito en la vida y de la realidad del Conocimiento que vive dentro de ti.

Aquí puedes ver que si tu vida familiar fue infeliz, esto te impulsó a salir. Te hizo pensar por ti mismo. Requirió cierta clase de independencia. Te lanzó. Incapaz de permanecer donde estabas, fuiste forzado a mover tu vida en una dirección diferente, con suerte en una buena dirección guiada por el Conocimiento.

A menudo, las personas que crecen en familias muy amorosas y acogedoras se encuentran encerradas en esa familia y no pueden escapar. Si tienen algo importante que hacer en su vida que no incluya a su familia, entonces están atrapadas. Están atrapadas por el amor. Están atrapadas por la inclusión. No pueden decepcionar a sus padres o a su familia, y por tanto están inmovilizadas, en cierto modo prisioneras de sus familias.

Muchas personas están en realidad en esta situación y, como resultado, están verdaderamente atrapadas. Si hubieran nacido en familias que no tuvieran esta inclusión y esta naturaleza amorosa, podrían haberse liberado a una edad temprana y haber comenzado una clase diferente de viaje en la vida.

Por tanto, incluso tu decepción en lo que respecta a tu niñez, sea cual sea en tu caso, puede verse desde una perspectiva por completo diferente. A la luz de tu libertad y tu capacidad para ganar un sentido de la verdadera dirección de tu vida, verás estas circunstancias iniciales de un modo bastante diferente. A veces, incluso la pérdida de un progenitor en la infancia temprana, cuando eras joven, supone una ventaja para el descubrimiento de tu propósito mayor.

Los errores de tus padres y las dificultades de tu familia pueden todos dar lugar a la compasión y la sabiduría, porque gran parte de la sabiduría es aprender qué no hacer en la vida: aprender lo que no es apropiado y correcto para ti, aprender dónde no deberías ir, o qué no deberías hacer, o con quién no deberías pasar tiempo, o en qué actividades no deberías implicarte. Estos límites y fronteras constituyen gran parte de la verdadera sabiduría en la vida, y te facilitan discernir una verdadera dirección. Al limitarse las opciones, la posibilidad de que disciernas tu verdadera dirección puede incrementarse mucho.

Por tanto, aunque puede que interpretes tus relaciones iniciales desde un punto de vista personal, ganarás una perspectiva muy diferente mirando desde el punto de vista de intentar ganar, discernir y expresar un propósito más alto en la vida.

Muchos de los más grandes contribuidores a la humanidad nacieron en circunstancias muy desagradables o empobrecidas. A menudo, no fueron hijos de padres amorosos y protectores. Aunque fue decepcionante y pudo incluso herirles en muchos sentidos, esto proporcionó una apertura, una oportunidad para establecer un camino diferente, un camino distinto al de su familia, quizá, para embarcarse en un tipo diferente de viaje, en vez de ser solo un componente de una familia o de una cultura o una religión.

No puedes ganar esta mayor perspectiva a menos que hayas emprendido este mayor viaje en tu vida, pero dicho viaje alterará tu entendimiento de tu pasado. En muchos casos, verás que una decepción supuso realmente una ventaja.

Quizá querías estar en relación con alguien y conseguir que fuera tu pareja, pero esa persona rehusó y tú te decepcionaste. Y tal vez, incluso sigues sintiendo el dolor que te causó. Pero desde un mayor punto de vista, puedes reconocer que fuiste salvado de una relación que nunca funcionaría y que habría consumido gran parte de tu vida. Mirarás atrás y te dirás a ti mismo: “Oh, estoy tan agradecido de que no fuera con esa persona… Estoy tan agradecido de que me rechazara… Porque esa persona no podría haber ido a donde estoy yendo ahora. No podría apoyarme en lo que debo hacer con mi vida.”

Aquí el perdón se hace más completo, porque ves el valor de lo que sucedió. Esto no significa que lo que sucedió tuviera que ocurrir, sino que estás obteniendo valor de lo que sucedió. Te está enseñando sobre la inutilidad de la fantasía y sobre la importancia de ganar una conexión con el Conocimiento más profundo que vive dentro de ti.

Desde un punto de vista personal, podrías pasar años en terapia intentando resolver tus sentimientos respecto a tus padres u otras personas importantes, pero realmente nunca podrás perdonarles o entenderles hasta que hagas este mayor viaje en la vida y comiences a experimentar un mayor propósito. Porque solo bajo esta luz y en este contexto puedes ver el valor de lo que sucedió antes —no solo el valor para tu aprendizaje, sino realmente el valor de liberarte, equiparte y educarte para un mayor propósito en la vida.

Sea cual sea este mayor propósito, debe tener una base de Conocimiento y sabiduría. Debe ser guiado por el Conocimiento más profundo que Dios ha puesto dentro de ti. Y debe levantarse sobre una base de sabiduría, sabiduría que, en su mayor parte, aprenderás gracias a tus propias equivocaciones y las equivocaciones de otras personas. Pero si estás condenándote a ti mismo o a otras personas por esas equivocaciones, no podrás obtener de ellas la sabiduría. No habrás ganado valor de lo que sucedió y, por tanto, no podrás perdonar ni a la otra persona ni a ti mismo.

Honrarás a tus padres cuando veas que te dieron lo que pudieron lo mejor que supieron, y que sea lo que sea que ocurriese, ello te dio una oportunidad de desarrollar tu propia fuerza, tu propio coraje y tu propia autodeterminación.

Quizá tus padres fueron muy amorosos y alentaron esto en ti, y fuiste el beneficiario de su guía y su apoyo. Quizá tus padres no tenían idea ni respeto por el movimiento más profundo de tu vida, y su rechazo de esto te forzó a ser autodeterminado. En cualquier caso, se te dio la libertad de moverte con el Conocimiento.

La situación vital de cada persona es única hasta cierto punto, pero, en esencia, todos en el mundo fueron enviados por un mayor propósito, y todo el que está comenzando a descubrirlo por sí mismo debe reevaluar su pasado para liberar sus emociones, soltar su condena y restaurar la humanidad de todas las personas que le influenciaron. Esto es necesario, de lo contrario estarás demasiado incapacitado emocional y psicológicamente para comenzar un propósito mayor en la vida. Tus sentimientos estarán atados al pasado. Tus enjuiciamientos te cerrarán. Tu mente estará oscura, llena de condena y desconfianza.

En esencia, el Conocimiento dentro de ti corregirá tu relación con todo el mundo en tu vida, y te mostrará el valor de todas tus relaciones para permitirte descubrir y valorar un mayor propósito en la vida, así como para construir la base de sabiduría que debes tener para experimentar y expresar este propósito correctamente.

Cuando comiences a experimentar el perdón a este nivel, todo tu comportamiento cambiará. En vez de sentir restricción e incapacidad en tu interior, te sentirás abierto y poderoso. La creatividad regresará a ti. Podrás ver a otras personas por quiénes son y dónde están, con claridad y compasión. Ya no serán más solo una representación simbólica de alguna otra persona. Podrás verlas claramente tal como son, sin condena.

La sanación llega como resultado de reconocer un mayor propósito en tu vida. Si pasas el resto de tu vida como un individuo herido, ¿qué valor tiene eso? Si gastas el resto de tu vida sintiéndote herido, o incomprendido, o rechazado, o no amado, ¿qué valor tiene eso? Estás simplemente añadiendo miseria al mundo. Serás solo otra persona infeliz en el mundo, seas rica o pobre.

La verdadera resolución llega en el contexto de asumir un mayor propósito en la vida, y solo el Conocimiento dentro de ti —la inteligencia más profunda que Dios ha puesto dentro de ti— puede guiarte hacia este propósito, revelar lo que significa y traerte las personas que pueden ayudarte a experimentarlo. Solo el Conocimiento dentro de ti puede darte un claro entendimiento de dónde has estado y con quién has estado, qué te retuvo y qué te empujó hacia delante. Aquí podrás ver un milagro en la adversidad, y esto cambiará tu comprensión de tu pasado, del presente y del futuro.

Debes ganar esta mayor perspectiva, pero también debes expresar tus sentimientos constructivamente, y debes entender la condición de esas personas que te han molestado o decepcionado. Debes hacer el trabajo a este nivel también, porque hasta que lo hagas no serás emocionalmente libre. No serás emocionalmente honesto, y contaminarás tus relaciones actuales con tu falta de perdón del pasado.

Para saber quiénes son otras personas en tu vida, debes saber de qué trata realmente tu vida. Esto no es un entendimiento intelectual. No es una adivinanza. No es simplemente que tú pintes la imagen de lo que te gustaría que fuera tu vida, desde el deseo, la preferencia y la fantasía. Es asumir algo más elemental y fundamental sobre tu vida y tu naturaleza. Porque fuiste verdaderamente diseñado para algo especial en el mundo, pero hasta que puedas asumir lo que realmente es ese rol, ¿cómo podrías entender tu naturaleza? Te compararás simplemente con otras personas, para tu desventaja o su desventaja.

Tu pasado te perseguirá. Hasta que puedas hacer este trabajo, tu pasado será como una nube negra sobre ti, haciéndote retroceder, limitándote, distorsionando tu percepción de los demás y tu experiencia de ti mismo. No puedes entrar en una nueva vida hasta que hayas resuelto tu vida vieja. Una nueva vida no se construye sin más encima de una vieja. Es como un puente hacia otra realidad. No puedes llevar todo tu enfado, resentimiento y ansiedad por ese puente y esperar experimentar una nueva vida de alguna clase.

Este tipo de trabajo interno es muy importante. Forma parte de tu preparación. Forma parte de tu preparación para un mayor propósito en el mundo. Forma parte de tu aprendizaje sobre las relaciones y el propósito superior.

Muchas personas intentan usar la religión y la espiritualidad como una especie de baipás. Quieren saltar a una nueva vida sin resolver su vida anterior. Por supuesto, esto no tiene éxito. Simplemente llevan su vieja vida a la nueva, y se encuentran a sí mismas viviendo todavía en la misma realidad, incluso si la apariencia de su vida ha cambiado.

Tu trabajo espiritual debe tratar fundamentalmente con el asunto de la resolución y el perdón, lo cual requiere que ganes un entendimiento de la realidad de esas personas a las que culpas o con las que tienes disputas, así como que reconozcas la importancia de esas relaciones a la hora de darte sabiduría y ayudar a enseñarte algo de verdadero valor que puedes usar a lo largo de toda tu vida.

El verdadero discernimiento en la vida se basa en reconocer el error y ganar valor del error, de modo que no repitas tus equivocaciones anteriores. Es fundamentalmente un proceso de reconocer lo que es valioso y distinguirlo de lo que no lo es, lo que es real de lo que es irreal, lo que es verdadero de lo que es falso.

Pero debes hacer esto compasivamente para que pueda servirte. Ser un crítico cruel de ti mismo y de otras personas significa que no has ganado realmente el valor de tus relaciones. No has ganado realmente la sabiduría que necesitas. Sigues operando todavía desde la posición de estar herido y resentido.

Para poder ver en la realidad de otra persona, lo cual es necesario para poder establecer una verdadera relación con ella, no puedes traer el peso de la condena a este entendimiento. Incluso si reconoces limitaciones y errores en esa persona, lo haces desde una posición de claridad y compasión. No hay acusación.

Para poder honrarte a ti mismo y honrar tu propósito en el mundo no puedes estar condenándote. Si tu autoestima es baja, ¿cómo podrás asumir una mayor vida, una mayor llamada?

Muchas personas quieren usar la espiritualidad como una especie de escape de su terrible pasado y de sus propios sentimientos oscuros sobre sí mismas y sobre otras personas, pero esto no es apropiado y nunca conducirá al éxito. Debes implicarte todavía en este trabajo fundamental de revisitar tu pasado, de encontrar un modo constructivo de expresar tus sentimientos y de reevaluar lo que ocurrió a la luz de tu capacidad para experimentar un mayor propósito en el mundo.

Todo el que ha hecho realmente progresos en esto ha tenido que pasar por esta reevaluación, y a veces puede ser muy larga y muy implicada, pero debe hacerse. No puedes estar encadenado al pasado. No puedes estar limitado por el pasado si quieres ser capaz de moverte hacia delante con toda tu fuerza y capacidades disponibles.

Para lograr una nueva vida debes hacer las paces con tu vida anterior. Debes ver sus ventajas y sus desventajas y ganar sabiduría de ambas. Debes mirar con compasión las condiciones de las personas que te influyeron, reconociendo que si hubieses estado en su lugar quizá no lo habrías hecho mejor.

Esto restaura su humanidad ante ti. Ahora puedes obtener valor de sus fuerzas y sus debilidades, de sus logros y sus errores. Puedes respetarlas. Puedes honrarlas por su esfuerzo intentando hacer lo correcto, incluso si estaban incapacitadas por su propio estado interno y sus circunstancias en la vida.

Aquí verás que todo lo que te ha ocurrido es material para desarrollar sabiduría. Es material bruto para desarrollar una mayor sabiduría y discernimiento, así como una mayor compasión por la gente —para liberar tu mente, para liberar tu vida, para liberar tus emociones, para liberar tus sentimientos, para hacerte sentir vivo de nuevo y completamente presente en el momento, para abrir tus ojos a las posibilidades de discernir tu mayor propósito y seguir un tipo diferente de camino en la vida que no está gobernado por tu pasado.

El Nuevo Mensaje de Dios requiere esta clase de trabajo. Requiere que cultives la conciencia que necesitarás para poder perdonar de verdad y ganar valor de tus interacciones con otros, no importa lo difíciles que puedan haber sido en su momento.

La enseñanza del Nuevo Mensaje sobre las relaciones y el propósito superior requerirá que completes y perdones tu vida anterior, de modo que seas lo suficientemente libre y poderoso para emprender un mayor viaje. No hay escape a este trabajo. No hay posibilidad de evitarlo. No hay posibilidad de huir de tu pasado. No hay posibilidad de esconderte, negar o rechazar algo que es real dentro de ti. Todo debe salir al exterior para ser reconsiderado y reevaluado.

Debes ser libre para expresar pena, decepción o enfado. Debes tener esta libertad emocional, o serás como una persona retenida por cadenas, encadenada a una pared. Puede que tengas todas las ventajas en el exterior, pero todavía eres como una persona encadenada en tu interior, sofocado por tu propia discordia y por tus sentimientos y emociones reprimidos.

En el futuro, tus sentimientos y emociones han de ser vehículos para expresar algo mayor en la vida, pero si estás ahogado y tus sentimientos están suprimidos, ¿cómo vas a poder hacerlo? Todo tu mecanismo de expresión estará constreñido —la totalidad de tus medios de expresión: tus ideas, tus emociones, tus sentimientos, tus percepciones.

Debe haber libertad a este nivel. No puedes estar asfixiado y ser capaz de experimentar y expresar algo mayor en la vida. No puedes estar retenido en el pasado, como un prisionero, si quieres tener la libertad de avanzar y asumir tu verdadero propósito y destino en esta vida.

Por tanto, la sanación debe suceder. Pero la sanación requiere reconocimiento, y debe proporcionarte sabiduría para que sea real y completa. La gente piensa que la sanación consiste solo en hacer que desaparezcan las cosas dolorosas, como al sanar una herida en tu cuerpo. Pero la sanación al nivel de tu pensamiento y tus emociones es realmente otra cosa. No es solo un escape del dolor; no es solo querer que algo desaparezca.

Requiere enfrentar algo y determinar su verdadero valor y significado para tu vida. Eso es sanación. Es transformar algo que fue dañino y doloroso en algo beneficioso y útil. Es el reconocimiento y la restauración de la sabiduría y el valor de algo.

Sí, te decepcionaste. ¿Qué valor puedes obtener de eso? ¿Qué sabiduría puede proporcionarte que sea verdaderamente beneficiosa y no esté enturbiada por la condena y el resentimiento? Si tus padres no pudieron expresarte amor o te trataron con dureza, ¿qué puede enseñarte esto sobre la libertad interior? ¿Puede reforzar tu propio compromiso con la libertad interna, o lo estás usando contra ti mismo y contra otras personas?

Toda circunstancia es útil para ganar sabiduría y aprender el valor del Conocimiento dentro de ti y en otras personas. Toda situación puede proporcionarte este valor. Eso no significa que la situación fuese buena. No significa que necesariamente tuviera que ocurrir, porque ocurren muchas cosas que nunca se pretendió que ocurrieran. Simplemente ocurrieron. Es el valor que derivas de ellas lo que es importante.

No afirmes que todo ocurre por un propósito. Eso es ignorancia. Pero sí puedes usarlo todo para un propósito más alto. Eso es sabiduría. No es la intención de un acontecimiento, sino el valor que obtienes de él. Es la sabiduría que traes a él. Es tu coraje para enfrentarlo y determinar lo que puede enseñarte.

Aquí aprendes de los errores de todos. Todos están sirviéndote ahora, haciéndote más sabio y compasivo, más consciente de ti mismo, más fuerte y libre en tu interior para seguir un mayor propósito en tu vida.

Esto es como un giro de 180 grados respecto a tu antigua posición. En vez de ir por la vida como un niño herido, ahora estás usando todo lo que ocurre para que te enseñe el valor del Conocimiento, para generar un compromiso de seguir al Conocimiento dentro de ti, y para mostrarte la importancia de la libertad interna y el valor del perdón tal como verdaderamente ha de experimentarse.

Parte de tu evaluación profunda en la vida es volver atrás y revisar todas tus relaciones. Pregúntate con cada una: “¿Cuál es la sabiduría que debo ganar de esta relación? ¿Cuáles son las circunstancias en las que esta otra persona vivió y que determinaron su actitud y su comportamiento? ¿Cómo puedo aprender de sus propias experiencias? ¿Cómo intentó ayudarme a pesar de sus dificultades? ¿Cómo me ayudó esta relación a prepararme para encontrar y expresar un mayor propósito en mi vida?”.

Estas preguntas son muy importantes, porque te dan la oportunidad de ver tus relaciones desde un punto de vista más alto. En vez de estar perdido abajo en los bosques del valle, has conseguido ahora una posición en la montaña desde la que puedes ver el paisaje con claridad. Aquí verás que la gente ha estado sirviéndote mediante la verdad y el error, pero solo podrás verlo en el contexto de estar ganando un mayor propósito en la vida.

Si tu familia no pudo aceptarte, eso es bueno, porque tu futuro propósito en la vida puede ser algo que tiene que operar fuera de tu red familiar, y ellos te han dado la libertad para perseguir eso. Si te decepcionaste en una relación, ¿no te liberó esto de cara a un mayor futuro? Si te hubieras casado con esa persona, puede que nunca hubieses tenido la oportunidad de encontrar la fuerza o la certidumbre internas para discernir lo que realmente tienes que hacer aquí.

¿No te han dado los errores de otros y tus propias equivocaciones un centro y una base para desarrollar la sabiduría —una sabiduría que salvará tu vida y que será de inmenso valor para otras personas, una sabiduría que puedes enseñar y demostrar, una sabiduría que será parte de tu regalo a una humanidad en lucha?

Esto representa una revolución dentro de ti, una verdadera transformación, una posición enteramente diferente desde la que ver la vida y verte a ti mismo. Y es enteramente honesta. Es enteramente auténtica. Aquí no hay falsedad emocional. Aquí no hay autoengaño. Aquí no hay disimulo de la verdad con ideas fantasiosas. Es algo enteramente sólido. Es algo enteramente real.

Aquí el perdón se vuelve el medio por el que las vidas de otras personas pueden enseñarte algo de valor y pueden alentarte a tener la fuerza, el compromiso y la sabiduría para escoger y aceptar el regalo de un mayor propósito en la vida.