Nuevo Mensaje sobre la vida en el universo


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 3 de septiembre de 2007
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: New Message on Life in the Universe (no disponible online)

Más información sobre este texto


Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Durante siglos, la gente de todas las culturas y tradiciones de fe se ha preguntado sobre la vida en el universo, especulando y ponderando sobre las posibilidades que puede haber allí. ¿Y cómo serían las civilizaciones avanzadas? ¿Qué habrían logrado con su tecnología? ¿Cómo serían capaces de viajar las vastas distancias entre las estrellas y los sistemas solares? ¿Y han superado ellas mismas, como razas avanzadas del universo, la competición, el conflicto y la guerra?

Incluso hoy, muchas personas creen que una tecnología avanzada equivale a una ética y una moralidad avanzadas. Asumen que si una raza ha sobrevivido durante un largo periodo de tiempo, por necesidad debe haber superado la predisposición a la competición, el conflicto y la guerra. Además, las personas proyectan sus propios valores sobre lo que creen que la vida podría ser en el universo.

Como resultado, las personas proyectan valores, aspiraciones e intereses humanos y una ética humana en su especulación sobre la vida inteligente en el universo. Para muchas personas, esto resulta en la proyección de la creencia en una raza de superhumanos en el universo, ya que les resulta muy difícil considerar que haya razas muy diferentes de la suya propia, con una ética y unos valores muy distintos de los suyos.

Pero la proyección de valores humanos genera tanto esperanza como especulación. No obstante, también hay miedo, porque si hubiera una raza como la humana —con vuestros valores, actitudes y predisposiciones actuales— que fuera tecnológicamente avanzada, esta podría ser increíblemente peligrosa y destructiva, incluso depredadora en sus asuntos y conexiones con otras razas.

Por tanto, la proyección de valores humanos puede generar tanto esperanza como miedo, según qué parte de la psicología y el comportamiento de la familia humana queráis enfatizar —el más elevado potencial o las peores tendencias.

La humanidad no está preparada para las realidades de la vida dentro del universo, dentro de esta Comunidad Mayor de vida inteligente. Porque la parte del universo donde existe vuestro mundo está muy habitada. Hay muchas partes incluso en vuestra Galaxia que son desconocidas, porque hay muy pocos mundos que sostengan la evolución de vida inteligente. Pues la mayoría de los mundos son estériles, mundos donde la vida no puede asentarse.

Esto es importante que lo comprendáis, porque debéis ver que vuestro mundo es increíblemente rico y valioso —no solo rico y valioso para vosotros, sino rico y valioso para otras razas, que ven vuestro mundo como un gran premio, algo que quieren tener para sí mismas—. Es un mundo que debéis valorar y que debéis aprender a defender.

Por supuesto, en la proyección de las ideas humanas, las personas asumen que una tecnología avanzada equivale a una ética y una moralidad avanzadas, y por tanto les resulta difícil considerar que cualquier raza avanzada quisiera aprovecharse de una maravillosa especie como es la humanidad. Y a lo largo de los siglos, teólogos, filósofos y en general los valores de la cultura humana asumen que la humanidad es la pieza más importante de la Creación —el énfasis, el foco y la obsesión principal de Dios.

Todas estas predisposiciones, todas estas proyecciones de valores, indican que no estáis preparados todavía para la realidad del Contacto. No estáis preparados todavía para enfrentar una Comunidad Mayor de vida inteligente, que en sí misma representa un entorno competitivo a una escala que no podéis ni imaginar.

Todavía sois muy primitivos en vuestro pensamiento, pero esto es comprensible, pues habéis estado viviendo en un relativo aislamiento durante mucho tiempo. Cuando decimos aislamiento relativo, significa que vuestro mundo ha sido visitado por diferentes razas con diferentes propósitos y en diferentes momentos de vuestra historia. Por tanto, vuestro aislamiento no es total. Pero para vosotros en esencia lo es, porque no sabéis nada de los asuntos de otras naciones y mundos. No sabéis nada de las realidades de vivir en una Comunidad Mayor de vida inteligente. No conocéis las reglas de conducta que se establecen entre las naciones comerciantes. No entendéis las éticas de otras razas. No entendéis las necesidades o incluso los problemas que la tecnología avanzada en sí misma crea para cualquier sociedad que pueda establecerla.

Por tanto, debe haber aquí una nueva educación, porque la proyección de los deseos, los miedos, las esperanzas y los valores de la humanidad no puede prepararos para la Comunidad Mayor. Incluso vuestra comunidad científica, que busca ser objetiva en su manera de acercarse a las cosas, está todavía muy gobernada por estas predisposiciones, y como resultado hay muchas nociones fantasiosas sobre cómo será realmente la vida en el universo. Por supuesto, es difícil para los científicos imaginar una capacidad tecnológica que sobrepasa en un grado tan alto lo que la humanidad ha establecido hasta ahora. Por tanto, muchas personas en la comunidad científica creen que ciertas cosas son simplemente imposibles; por ejemplo, está la aserción de que no se puede viajar más rápido que la luz. Pero si no se pudiese viajar más rápido que la luz, el viaje espacial sería imposible. Y aun así, en la Comunidad Mayor de vida inteligente en la que vivís hay mucho viaje espacial. Hay mucho comercio, tanto legal como ilegal, tanto ético como poco ético, según vuestros estándares.

Por tanto, está claro que debe haber una nueva educación, una nueva revelación, un nuevo paradigma de pensamiento y comprensión. Porque vosotros sois los nativos de este nuevo mundo, y no tenéis ni idea de lo que está sucediendo más allá de vuestras orillas. Y sin embargo, visitantes de más allá de vuestras orillas, visitantes que vienen a intervenir, están ya en el mundo y han estado en él desde hace algún tiempo. Ellos no se rigen por la ética, la moralidad o los valores humanos. No están sujetos a estas cosas, porque están aquí por sus propias razones. No están particularmente interesados en vosotros. No necesitan vuestra cultura, vuestro arte y vuestras maravillosamente confusas expresiones. Ellos están aquí con un propósito propio que es muy serio. Ellos están listos para tratar con vosotros. Se han preparado para vosotros durante algún tiempo. Pero vosotros no estáis listos para tratar con ellos. No os habéis preparado para ellos, y vuestra falta de preparación os deja increíblemente vulnerables a la manipulación y el engaño.

Dada la realidad de vuestro aislamiento, dada la base antropocéntrica de vuestro pensamiento, dada la proyección de vuestros propios ideales y esperanzas sobre la Comunidad Mayor, y especialmente dada la condición actual de las sociedades humanas y de la relación que mantienen entre sí, os encontráis en un posición muy débil como nativos de este mundo. En este momento estáis en una posición extremadamente vulnerable en el universo. Tenéis grandes defensas los unos frente a los otros. Tenéis grandes armamentos y armas de destrucción masiva para usar los unos contra los otros, pero no tenéis defensas frente a la Comunidad Mayor, ni entendéis lo que vosotros y la gente de todo el mundo —y especialmente las naciones y los líderes religiosos— necesitaréis para proteger y preservar la libertad y la soberanía humanas en este mundo.

Obsesionada con sus propios asuntos, la familia humana no está mirando a los cielos, no está prestando atención a la Intervención que está sucediendo, no da importancia a los avistamientos que la gente de todo el mundo está teniendo de manera regular. No es su preocupación. Supone algo asombroso e increíble, tal vez, pero es fácil de rechazar, dadas sus preocupaciones.

Existen dos grandes peligros frente a la familia humana, dos peligros mayores de lo que todavía comprendéis. Están las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo, en términos de degradación medioambiental, recursos menguantes y el gran riesgo de competición, conflicto y guerra que esto producirá. La segunda gran amenaza a la humanidad es la Intervención externa de razas que están aquí para buscar los recursos del mundo, usar a la humanidad y establecer este mundo como parte de su red —por su valor estratégico y biológico.

Estos son los mayores eventos de la historia humana. Estas son las amenazas más peligrosas a la libertad y la soberanía humanas. Estos son los eventos con más consecuencia en la historia de la humanidad, y aun así qué pocas personas piensan siquiera en estas cosas. Qué pocas personas se preocupan por estas cosas. No forman parte del programa público de ningún gobierno. No preocupa a los líderes y las instituciones religiosas del mundo, al menos no públicamente.

Los problemas con los que la humanidad está preocupada, aunque reales en y por sí mismos, son insignificantes en comparación con estos dos grandes desafíos. Porque, ¿qué podríais esperar conseguir, proteger o ganar si la libertad y la soberanía humanas se pierden debido a la astuta intervención de otras razas? ¿Y qué podríais esperar conseguir, en términos de evitar la pobreza y construir riqueza y seguridad humanas, si no podéis enfrentar las Grandes Olas de cambio que están sucediendo aquí en el mundo, Grandes Olas que son en su mayoría fruto del abuso del mundo por parte de la humanidad?

Vuestros desafíos son ahora más grandes, y debéis prepararos para ellos. Y estos dos grandes desafíos no carecen de relación entre sí. Porque aquellos que están interviniendo hoy en el mundo, que representan fuerzas comerciales, apoyarán el declive de la humanidad, ya que eso hará que su propuesta de gobierno les sea mucho más fácil de establecer, ya sea subrepticiamente, públicamente o de ambas maneras. Una humanidad debilitada tendrá dificultades para rechazar las ofertas de una raza avanzada, y cuanto más haya caído la humanidad presa del conflicto, la guerra y el empobrecimiento, mayor será la atracción de las ofertas y propuestas de la Intervención. En la actualidad, la Intervención ya está preparando sus defensores y apologistas para promover una guía extraterrestre para el mundo. Ya está estableciendo sus bases en el mundo e influenciando a ciertos individuos selectos en posiciones de poder e influencia —en el gobierno, en el comercio y en la religión.

Ciertas personas están obsesionadas con las teorías de conspiración, pero su centro de atención está en el lugar incorrecto. El comportamiento malévolo de los gobiernos humanos y las instituciones comerciales humanas no es nada comparado con lo que la Intervención puede hacer aquí. Y si sus planes tienen éxito, lo cual todavía sigue siendo incierto, no habrá ganadores entre la familia humana. No habrá sociedades resguardadas. No habrá humanos en posiciones de poder y autoridad. Todo el mundo será usado, y todos compartirán la misma suerte. Porque la Intervención es inteligente. No busca destruir a la humanidad, sino emplearla para sus propios fines. La Intervención ve a la humanidad de una manera fría, calculadora e incomprensiva. La considera caótica y destructiva. No conoce la libertad individual. La libertad individual es algo desconocido para la Intervención.

La Intervención ve que estáis destruyendo este mundo magnífico —un mundo que ella busca tener para sí misma, un mundo que firmemente cree poder dirigir mucho mejor que vosotros—. Sin embargo, no penséis de ningún modo que su gobierno del mundo conllevaría una ventaja para la humanidad. No tenéis ni idea de las duras condiciones que esto crearía. Todo lo que la humanidad ha creado que ha sido beneficioso —en su filosofía, en su sociología, en su ámbito político, en su arte— sería destruido. Seríais esclavos de un poder externo, un poder externo cruel y exigente.

Esto es bastante distinto de lo que creéis que una civilización avanzada haría o sería. Y esta Intervención no está siendo generada por vuestros vecinos en la Comunidad Mayor, ya que las reglas de conducta en esta parte del universo no permiten la conquista de otros mundos, otros mundos habitados donde hay una raza nativa.

Los que están interviniendo actualmente en el mundo son mercenarios. Son exploradores de recursos y colectivos económicos, grupos a los que no se les tiene mucha estima, incluso entre vuestros mundos vecinos en la Comunidad Mayor. Ellos son carroñeros. Se presentarán como razas nobles, y usarán vuestra espiritualidad y vuestro idealismo espiritual para pintarse a sí mismos como liberadores, emancipadores, seres casi angélicos. Pero no son más que oportunistas. Y este mundo y la humanidad son la oportunidad, y hay más de un grupo interviniendo actualmente en el mundo.

Mientras parezca que la humanidad no está rechazando la Intervención o enfrentándose a ella visiblemente, las reglas de conducta en vuestra parte de la Galaxia no evitarán su participación aquí.

Algunas personas dirán: “Bueno, si otra raza quiere tomar el control, ella puede simplemente invadirnos y hacerlo.” Pero como veis, no es así como funcionan las cosas en la Comunidad Mayor. Si estuvierais viviendo en un área muy remota y no hubiera reglas de interacción en el comercio y en la interacción entre los mundos, entonces sí, eso sería posible. Pero esto refleja más vuestros valores y los límites de vuestra consciencia.

Porque mundos como el vuestro pueden ser tomados sin disparar un tiro. Aprovechaos de los conflictos de los nativos y sus supersticiones, presentaos como dioses y emancipadores, asistidlos en su propio declive y en sus propios conflictos, y podréis adentraros en los pasillos del poder muy fácilmente. Solo toma tiempo. Tiene que hacerse gradualmente.

La Intervención no busca destruir los recursos del mundo. Ellos incluso ven a la humanidad como uno de los recursos del mundo. Aunque buscarían limitar vuestra población, ellos no desean destruiros. Para ellos, sois parte de los recursos del mundo.

¿Veis? Tal como es arriba, es abajo. ¿Pensáis que el universo está lleno de seres iluminados? ¿Cómo podéis ser tan tontos para pensar estas cosas? ¿Pensáis que otras razas están fascinadas con la humanidad, como si vuestras idiosincrasias fueran un deleite para otras razas? ¿Realmente creéis que la tecnología avanzada os libera de tener que sobrevivir en un entorno competitivo y de tener que conseguir el acceso a los recursos? Es un pensamiento muy estúpido. Y sin embargo, este pensamiento tan estúpido prevalece en el mundo actual entre las muy pocas personas que al menos piensan en estas cosas, que están al menos conscientes de que el Contacto ya está ocurriendo.

Hay personas, oficiales no electos en vuestros gobiernos, que saben estas cosas, pero la población permanece todavía ignorante y absorbida en sí misma, y aún no ha sido preparada para las realidades de la Comunidad Mayor.

Sois como la niña virgen en una gran ciudad. Debéis aprender sabiduría y contención, así como discreción y discernimiento. Porque hay tres cosas que todos los mundos deben establecer para poder permanecer libres del dominio externo: deben permanecer unidos, deben ser autosuficientes y deben ser extremadamente discretos.

Podéis ver con claridad que la humanidad no ha satisfecho ninguna de estas condiciones. No estáis unidos. Estáis destruyendo vuestra autosuficiencia tan rápido como podéis degradando la sostenibilidad de los recursos del mundo. Y estáis proyectando todas vuestras comunicaciones al espacio, donde pueden ser fácilmente discernidas por el observador discreto. Estáis viviendo en paraíso ilusorio en lo que respecta a la Comunidad Mayor.

Ahora bien, debéis entender que la Comunidad Mayor contiene vida inteligente en todos los niveles de desarrollo tecnológico y ético. No todos son depredadores. Pero como sucede en el mundo, hay individuos y grupos que representan muchos planes diferentes, motivados por un amplio espectro de intenciones.

La cuestión crítica que debéis conocer ahora, si tenéis la fuerza y el coraje para considerar estas cosas, es que la tecnología avanzada crea una necesidad superior de recursos. Los mundos que rebasan su propia autosuficiencia deben entonces viajar al extranjero para encontrar lo que necesitan. Y cuando lo hacen, en función de cuánto lo hacen o cuánto son capaces de hacerlo, serán influenciados por otros mundos. Pueden llegar a ser dominados por otros mundos. Por tanto, entráis en un entorno competitivo, funcionando con razas cuya existencia es mucho más longeva que la vuestra y que han aprendido la sabiduría de la Comunidad Mayor, lo cual vosotros, la joven virgen, no habéis hecho.

Nunca penséis que podéis salir ahí fuera y plantar vuestras banderas más allá de este Sistema Solar, y pensando que el universo está ahí para ser tomado, como un gran espacio vacío que podéis reclamar para vosotros mismos. Porque estos lugares ya son posesión de otros.

Aquí tiene que haber una maduración. No podéis ser adolescentes y esperar tener éxito en la transición a la Comunidad Mayor. No podéis estar enamorados de vuestro propio poder, de vuestro talento y vuestro sentido de autoimportancia si vais a aventuraros en un entorno como este. Tampoco podéis ser depredadores, porque otras naciones mucho más poderosas que vosotros se os opondrían.

Considerad de nuevo los tres requerimientos para mantener la libertad y la soberanía en este mundo: debéis estar unidos, debéis ser autosuficientes y debéis ser extremadamente discretos. Si podéis establecer esto, que en este momento parece ser un gran desafío, entonces otros mundos os respetarán, respetarán vuestras fronteras y respetarán vuestra soberanía. Sin embargo, si no demostráis suficientemente estos tres requerimientos fundamentales, otros pensarán que sois caóticos y que estáis arruinando un hermoso mundo, y nada les impedirá intervenir. Esto es verdad incluso en el caso de las razas nobles en vuestro vecindario en el universo.

Ahora bien, es verdad que la humanidad tiene aliados potenciales en la Comunidad Mayor, pero ellos no están interviniendo aquí. Ellos reconocen que la humanidad no está aún lista para el Contacto, pues ni siquiera habéis comenzado a establecer los tres requerimientos. Ellos no vendrán a compartir su tecnología con vosotros, porque saben que la convertiríais en armamento, y esto solo haría peligrar aún más a la humanidad. Ellos no vendrán a enseñaros la paz, porque les rechazaríais y abusaríais de su ofrecimiento. Les tendríais por deidades, o bien trataríais de luchar contra ellos. Ellos os envían su sabiduría desde lejos, como han hecho como los Aliados de la Humanidad (n. del t.: de los cuales se han recibido tres series de discursos), pero no vendrán.

Cruzar el umbral entre el aislamiento y la participación en la Comunidad Mayor será el mayor desafío que la humanidad haya encarado nunca. Y debéis cumplir los tres requerimientos para cruzar este umbral con éxito. Si fracasáis, entonces vuestro futuro es incierto.

La humanidad debe unirse. Debe ser autosuficiente. Autosuficiencia significa que no dependéis de que otras razas os proporcionen los recursos básicos que necesitáis para vivir. Significa que no os volvéis dependientes de poderes externos o de grupos depredadores como los que están interviniendo hoy en el mundo, grupos que os venderán cualquier cosa —sea legal o ilegal— y que tomarán cualquier cosa de vosotros —sea legal o ilegal en los negocios de la Comunidad Mayor.

Deberíais entender que no hay una autoridad central gobernando la vida en el universo. Existen organismos regionales que supervisan el comercio y el intercambio para mantener el orden, pero su alcance es limitado. Estos organismos gobiernan las rutas comerciales y poseen foros para que las diferentes naciones se comuniquen entre sí y establezcan tratados, pero no ejercen la autoridad. No hay un imperio dirigiendo el universo. Eso es ridículo.

A lo largo de milenios, las naciones que poseen tecnologías avanzadas han sido capaces de crear una mayor estabilidad basada en necesidades prácticas, y dentro de este entorno, como en el entorno en el que existe vuestro mundo, la guerra abierta es rara. Los conflictos surgen y a veces son tratados mediante la diplomacia. Generalmente se resuelven de esta manera. En regiones externas más distantes existen conflictos directos entre mundos, pero nada que englobe a grandes zonas del universo.

Actualmente hay personas en el mundo que todavía piensan que la humanidad va a salir fuera y que simplemente conquistará lo que quiera. Qué estupidez. No tenéis ni idea de con qué estáis tratando. ¡El joven adolescente piensa que va a salir fuera y tomar el mundo de un golpe! Piensa que el mundo va a abrirse ante él y que su camino será generosamente sustentado por la vida misma. Y aun así, cuando se adentra en la vida real, enfrenta el problema de satisfacer sus necesidades prácticas de autosuficiencia. Se da cuenta de que las otras personas no se preocupan por él ni están interesadas en él, y de que algunas le explotarán e incluso le dañarán.

Esta es una buena analogía, porque estáis entrando en la Comunidad Mayor. Y estáis entrando en ella no porque os sentáis listos para entrar, sino porque la Comunidad Mayor está interviniendo en vuestro mundo. ¿Y por qué esto está ocurriendo ahora, pregunta la gente? ¿Por qué no hace 100 años, o 500 años? ¿Por qué ahora? Es una buena pregunta. Pero la respuesta es evidente, pues la humanidad ha establecido una red de comercio y comunicaciones y una tecnología que otras razas pueden utilizar. Puesto que sois parte del recurso, ellos esperaron a que construyeseis la infraestructura, para después venir y tomarla para sí mismos. Esto representa un mayor grado de astucia y paciencia de lo que la mayoría de la gente puede considerar en este momento.

Por tanto, estáis enfrentando dos grandes amenazas. Estáis enfrentando un mundo de recursos en declive, un mundo de tiempo atmosférico violento, un mundo cuyo medioambiente planetario ha sido ahora perturbado suficientemente para crear una grave amenaza para el bienestar de todos los pueblos. Y estáis enfrentando una competición desde más allá del mundo.

Al principio esto parece terrorífico y abrumador. Es algo tan grande que apenas podéis estar con ello. Queréis huir y esconderos, meteros bajo las sábanas y taparos la cabeza con ellas. Queréis negarlo y afirmar que no es cierto. Queréis decir que Dios va a venir a salvaros, o que Jesús va a retornar, o que Mahoma volverá para rectificar y resolver la situación. Pensáis estas cosas porque os sentís inadecuados y faltos de preparación.

Por tanto, Dios envía un Nuevo Mensaje al mundo para daros este sentido de adecuación y esta preparación, ¡pues se trata de la mayor necesidad en el mundo de hoy! Con este entendimiento, veréis el conflicto humano de manera muy diferente. Veréis las zonas del mundo que están en conflicto de manera muy diferente. Veréis que la humanidad no puede permitirse la guerra, bajo ningún concepto. Veréis que la humanidad debe proteger, preservar y distribuir equitativamente los recursos del mundo —no porque sea lo correcto, sino porque ahora es necesario.

Estas dos grandes amenazas tienen el poder de unir a la humanidad en su propia defensa, pues en este momento ninguna otra cosa unirá a la humanidad. Por tanto, en la adversidad encontráis una gran oportunidad —un gran regalo, si queréis decirlo así, una mayor posibilidad.

Por tanto, una vez que dejáis atrás vuestro miedo y vuestra negación, todo vuestro regateo y toda esta estupidez, podéis comenzar a mirar y a ver. ¿Cuál es la iniciativa de Paz para la humanidad? Su iniciativa de Paz es prepararse para enfrentar las Grandes Olas de cambio, rechazar la Intervención y prepararse para la vida en el universo. ¿Y cómo va a prepararse la humanidad para el universo? Vais a necesitar la ayuda de una revelación de Dios. Y vais a necesitar también la ayuda de la sabiduría y el Conocimiento del universo, pues hay mucha sabiduría práctica que la humanidad —tanto sus líderes como su población— debe asumir adecuadamente para poder funcionar en este entorno más grande manteniendo su libertad y su soberanía en este mundo.

El Nuevo Mensaje de Dios trae sabiduría de Dios, aliento y una gran advertencia. Pero también trae Conocimiento y sabiduría de la Comunidad Mayor que vais a necesitar, ya que no sabéis cómo construir una presencia en el universo. No entendéis los asuntos de la Comunidad Mayor. No entendéis las reglas de conducta que gobiernan el comercio en esta parte del universo en la que vuestro mundo siempre ha existido. No entendéis la diferencia entre vuestros vecinos y aquellos que intervendrían en el mundo. Esto es sabiduría práctica. Esto es sabiduría de la Comunidad Mayor. Y el Nuevo Mensaje de Dios ha traído al mundo sabiduría de la Comunidad Mayor, así como inspiración Divina, así como una nueva enseñanza sobre la espiritualidad humana —la espiritualidad común de la humanidad que está en el corazón de todas las religiones del mundo.

Porque el énfasis debe estar ahora en la unidad, en la autosuficiencia humana y en la discreción y el discernimiento humanos ante la Comunidad Mayor. Porque el futuro está aquí. El universo no está esperando por vosotros. Está ya frente a vuestra puerta. Está ya mirando por vuestras ventanas. Está ya volando por vuestros cielos. Evitad esto, sed negligentes con ello, negadlo, y entonces tiraréis vuestro futuro. Esto es así de importante.

¿Qué podría dar Dios ahora al mundo que el mundo necesite sobre todas las cosas, salvo un Nuevo Mensaje para enseñaros sobre la unidad, la autosuficiencia y el discernimiento y la discreción ante la Comunidad Mayor? Sin esto, la familia humana declinaría. Entraría en un periodo de conflicto prolongado, llevando a las naciones y los pueblos a un estado de empobrecimiento, y la Intervención que hoy está presente en el mundo obtendría silenciosamente las riendas del poder. La Intervención cultivará entre la gente la idea de que solo la propia Intervención puede asegurar la redención de la humanidad, que solo ella puede establecer una existencia pacífica y armoniosa para la familia humana, que solo ella puede redimir a la humanidad y salvarla de sí misma.

Estos mensajes han sido ya enviados al mundo a través de ciertos representantes humanos que se han vuelto defensores y apologistas de la Intervención. Ellos afirmarán que sin esta guía y este gobierno extraterrestre la humanidad no tiene esperanza —desesperadamente corrupta, desesperadamente dividida, desesperadamente inepta—, y que solo la guía y el gobierno de estos maravillosos visitantes, estas encantadoras entidades espirituales, la Intervención, puede salvar a una humanidad en lucha.

La humanidad no puede prepararse a sí misma para la Comunidad Mayor. La humanidad necesita asistencia, pero no de poderes invasivos y manipuladores de la Comunidad Mayor. La humanidad necesita la guía de Dios, y necesita Conocimiento y sabiduría de la Comunidad Mayor, porque la humanidad debe salvarse a sí misma. La humanidad debe establecerse por su cuenta. Debe unirse por su cuenta y establecer su autosuficiencia en el universo. La humanidad debe aprender a ser discreta y discerniente. Y solo un Nuevo Mensaje de Dios —no de un poder extraterrestre sino de Dios, el Creador de toda vida— puede daros esto.

Pues incluso vuestros más brillantes y educados individuos —en el ámbito político, en la ciencia, en las humanidades— no tienen idea de lo que está viniendo en el horizonte. Ni siquiera saben lo que está ocurriendo aquí ahora. Están tan inmersos en su preocupación obsesiva por los asuntos, problemas y dilemas de la humanidad, que no ven lo que está frente a su puerta. No ven lo que está viniendo en el horizonte. Están viviendo en su propio pequeño mundo, ignorantes e inconscientes de lo que está ocurriendo alrededor de este pequeño mundo, e incluso dentro de él.

El Nuevo Mensaje de Dios ha venido entonces para preparar a la humanidad, porque la humanidad debe ser preparada si ha de tener un futuro —si ha de mantener la libertad y la soberanía humanas en este mundo, frente a la Comunidad Mayor, y si ha de terminar sus interminables conflictos y establecer una cooperación construida no sobre una ideología compartida, sino sobre el reconocimiento de la necesidad.

No se trata de lo que la humanidad quiere. Es lo que la humanidad debe hacer. Y este “debe” organizará la actividad, la consciencia y la cooperación humanas de acuerdo a la necesidad —no según la fantasía, las ambiciones, los deseos, los edictos religiosos o las ideologías—. La humanidad debe hacer ciertas cosas o de lo contrario fracasará, y si fracasa será tomada. Esto es seguro.

Por tanto, debéis aprender sobre la Comunidad Mayor, y debéis aprender sobre las Grandes Olas de cambio. Recibid entonces la Revelación de Dios, pues solo ella puede prepararos, alertaros, daros coraje y encender el Conocimiento espiritual más profundo que Dios ha puesto dentro de cada persona para guiarla y protegerla —un Conocimiento que hasta ahora ha sido descubierto por muy pocos en vuestro mundo, un Conocimiento que será ahora necesario para ver, saber y tomar los pasos que se necesitan en la preparación.

Porque es tarde. Y la humanidad no tiene mucho tiempo. El tiempo ahora es un asunto esencial. Los que harán la diferencia serán individuos inspirados y pequeños grupos de individuos. No todo el mundo va a despertar a esto. No todo el mundo va a aprender a prepararse. Por tanto, establecer este énfasis en la unidad, la cooperación y el reconocimiento de la necesidad depende de esos individuos y pequeños grupos de personas.

Debéis ver que los que están volando por vuestros cielos no son turistas. No están aquí en un proyecto de ciencias. No forman parte de algún proyecto universitario de algún otro mundo. Son exploradores de recursos. Leed sobre esto. Aprended sobre esto. Y que no os engañe la Intervención y sus afirmaciones de espiritualidad y nobleza. No creáis que están aquí para salvar a la humanidad. Sus intenciones son mucho más prosaicas.

La naturaleza es competitiva. La competición por el entorno forma parte de la naturaleza. La naturaleza existe por todo el universo. No penséis que las leyes de la naturaleza no siguen siendo ciertas para otras razas, a pesar de su tecnología. No penséis que la tecnología os salvará, u os entregaréis a una raza tecnológicamente superior a vosotros.

Todas estas cosas que aquí se están compartiendo forman parte de la adquisición de una consciencia y un entendimiento de la Comunidad Mayor, cosas ambas que ahora son muy necesarias. Cuando comencéis a ver esto, os resultará tan claro como el día. Pero debéis comenzar a verlo, y debéis permanecer viéndolo. Debéis mirar y mirar y mirar. Y entonces podréis ganar un entendimiento. Y el Nuevo Mensaje os ayudará a ganar este entendimiento. Y veréis que este entendimiento no es alguna visión distorsionada o fantástica de la realidad, sino la realidad misma. Y veréis que coincide con todo lo que sabéis sobre la naturaleza y todo lo que la naturaleza os ha enseñado sobre el carácter de las intervenciones, que siempre se llevan a cabo por el interés propio.

El Nuevo Mensaje quiere amplificar vuestra sabiduría mundana y darla un mayor alcance y aplicación en el contexto de una Comunidad Mayor. Quiere amplificar lo que el Conocimiento en vuestro interior os está diciendo ya y siempre os ha estado diciendo. Quiere que dejéis atrás vuestras fantasías, vuestras preferencias y vuestras obsesiones con vosotros mismos para que podáis ver el movimiento de la vida —tanto en vuestro mundo como en la propia Comunidad Mayor—. Quiere que vuestras religiones se basen en el Conocimiento, no en la creencia en héroes y heroínas, no en la absurda aserción de ideas absolutas. Pues nadie en el mundo conoce la mente de Dios ni lo que Dios está haciendo ahora. Nunca penséis que las revelaciones de Dios para la humanidad están completas, porque deben ser continuas. Y estas revelaciones se dan en momentos críticos de la historia para preparar a la humanidad para hacer frente a un gran desafío y usar una gran oportunidad.

El gran desafío que tenéis ahora ante vosotros es hacer frente a las Grandes Olas de cambio en el mundo con toda vuestra energía y compromiso, y hacer frente a la realidad de la Intervención y la Comunidad Mayor con toda vuestra energía y compromiso. Y ello os ofrece la oportunidad de escapar del infierno de vuestra obsesión con vosotros mismos, la oportunidad de terminar el conflicto humano y la oportunidad de generar una unidad humana basada en la necesidad, basada en una consciencia de la Comunidad Mayor, para enfrentar las Grandes Olas de cambio y contrarrestar sus grandes riesgos. Y también para tornar vuestras defensas hacia la Comunidad Mayor, pues debéis proteger el mundo de la Intervención. Porque hay una Intervención aquí y ahora y habrá Intervenciones en el futuro.

Para ser libres, para ser respetados, para poder ser una raza soberana en la Comunidad Mayor, debéis aprender a establecer vuestras fronteras en el espacio. Podéis reclamar la autoridad sobre este sistema solar, pero no más. Ese es el límite de la dotación de Dios para la humanidad. Si buscáis tener el control más allá de este, entonces os volveréis una nación agresiva y depredadora en el universo, y otros se os opondrán, y eventualmente fracasaréis.

Tenéis ciertos derechos, pero también ciertas responsabilidades. No reclaméis estos derechos sin reclamar estas responsabilidades, o no os daréis cuenta de lo que estáis haciendo.

En la historia del universo, razas emergentes como la vuestra han caído muy frecuentemente presas de la dominación externa, y han sido absorbidas por otras razas, culturas y establecimientos políticos. Y en muchos casos han sido simplemente esclavizadas, como rebaños de animales. En la historia del universo, todo posible error que podáis imaginar ha sido cometido innumerables veces. No os volváis entonces otra estadística al respecto.

Dios quiere que la humanidad se vuelva una raza libre y unida en la Comunidad Mayor, pero para lograr esto debéis uniros, debéis ser autosuficientes y debéis volveros extremadamente discretos y discernientes en vuestras relaciones e interacciones con la vida inteligente en el universo. Debéis ganar la sabiduría y la experiencia para distinguir el amigo del enemigo, y para discernir a aquellos que os usarían para sus propios fines.

Dios da a la humanidad lo que esta necesita, no lo que quiere o espera. Rezáis a Dios por pequeñas cosas, y Dios os da lo grande. No sabéis de vuestra difícil situación y vuestra vulnerabilidad. Pero Dios habla a esto. No sabéis vuestras verdaderas prioridades en la vida. Pero Dios habla a vuestras verdaderas prioridades.

Lo que la gente quiere y espera de Dios en este momento no representa a las grandes necesidades de la humanidad. Y es por estas grandes necesidades que Dios ha dado al mundo el Nuevo Mensaje —para preparar al mundo de manera que tenga un futuro, para preparar a la humanidad de manera que tenga un futuro, para alimentar la creciente evolución de la libertad y la cooperación humanas, que todavía están aquí tan en ciernes; para alimentar esto y preparar a la humanidad para los grandes desafíos por delante.