Lo que Dios quiere para ti


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 21 de octubre de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: What God Wills for You

Escucha el audio original aquí (en inglés):

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Has venido al mundo con un propósito mayor, un propósito mayor que te fue dado antes de venir aquí. Este propósito mayor se mantiene sagrado dentro de la Inteligencia más profunda en tu interior, la Inteligencia más profunda que Dios te ha dado, llamada el Conocimiento.

Fuiste enviado al mundo primero para aprender a vivir en él, para aprender como comunicarte y asociarte con éxito con otras personas, y para adaptarte a vivir en un estado de Separación, un estado donde tienes una realidad e identidad separadas distintas de las de los demás, una realidad en la que eres desconocido e irreconocible, excepto quizá para unas pocas personas.

Esta realidad en el mundo es muy diferente a la realidad de donde vienes, y lleva mucho tiempo desarrollarse aquí. Lleva mucho tiempo aprender cómo estar en el mundo, incluso con solo un conjunto básico de habilidades.

Tu propósito superior se mantiene sagrado dentro de ti, más allá del alcance de tu intelecto; se mantiene sagrado allí hasta que puedas llegar a un punto en tu vida en el que sientes una agitación más profunda dentro de ti, una necesidad más honda emergiendo dentro de ti: la necesidad más honda de saber quién eres, por qué estás aquí y qué debes lograr.

Este propósito superior no es lo que piensas, y raramente reflejará tus metas o aspiraciones personales. Pero el hecho de que lo estés buscando es real y consistente, y también el que estés buscando a los individuos que te permitirán descubrir este propósito y te ayudarán a cumplirlo y expresarlo.

Has venido aquí con un propósito superior, pero este está siendo transportado como un cargamento secreto dentro de ti, un cargamento secreto que aún tienes que descubrir. Sin embargo, dispones de señales y pistas. Tu mente está orientada y diseñada de una manera única para este propósito, y has experimentado inclinaciones más profundas en varios momentos de tu vida.

Cuando alcances un estado de mayor madurez, sentirás una agitación más profunda dentro de ti. Comenzarás a tener un tipo de experiencia más honda, una experiencia que alterará con suavidad, pero profundamente, tu visión de ti mismo, tu visión del mundo, tus valores, tus intereses, etcétera, como si hubieras llegado a un umbral más allá del cual experimentas una especie de cambio interior.

Ya no más satisfecho con los aparentes placeres y distracciones del mundo, buscas algo más profundo. Buscas algo que refleje tu naturaleza más honda y el propósito superior que te ha traído al mundo.

Mientras que antes eras sumamente crítico con el mundo que te rodea, con otras personas y tal vez contigo mismo, ahora comienzas a ver una conexión entre el estado del mundo, el estado de las personas, tu propio estado y el propósito y significado de tu mayor contribución a los demás. Esta conexión puede parecer muy débil al principio, muy parcial, pero, con el tiempo, descubrirás que fuiste enviado para servir al mundo mismo que ves a tu alrededor, pero solo a un aspecto único de este mundo, o a un problema determinado, o a una cierta necesidad.

Existe un problema en el mundo que lleva tu nombre, una necesidad en el mundo que te llama más allá de todas las demás cosas. Ya tienes pistas, porque hay ciertas cosas con las que te encuentras que suscitan una reacción intensa dentro de ti. Tal vez sea una reacción crítica, pero esta parece sobresalir mucho más allá de otras cosas que podrían irritarte o emocionarte.

Esta es una pista. Todavía no es una respuesta, pero es una pista. Y que tú estés orientado de cierta manera y tengas ciertas habilidades o fortalezas inherentes, también es una pista.

Aquí, en lugar de mirar lo que quieres, miras tu orientación natural. Y parte del descubrimiento de este propósito es un proceso de eliminar otras cosas. Llegas a aceptar las cosas que no deberías o no podrías hacer, y esto comienza a reducir tu rango de elección.

Es como un proceso de eliminación en el que llegas a aceptar tus limitaciones; llegas a aceptar que hay ciertas cosas que no puedes hacer, formas de vivir que no funcionan para ti, relaciones que te resultarían inapropiadas, y empiezas a limitar tus opciones. Aquí, el descubrimiento de tu propósito superior es el resultado de un proceso de eliminación, más que de tener infinitas opciones para hacer todo lo que piensas que podrías desear hacer.

La vida, a través de la experiencia de la decepción y, a veces, de una desilusión impactante, te ayudará en este sentido. Porque no puedes ser lo que quieras, hacer lo que quieras y adaptarte a cualquier serie de circunstancias o a cualquier relación que pueda ser atractiva. Si estás siendo realmente honesto contigo mismo, verás que muchas de estas opciones serían completamente incorrectas para ti. Este es un paso importante en tu autoconciencia y en la construcción de sabiduría en el mundo.

Las personas dedican toda su vida a intentar ser algo que ellas nunca podrían ser, viviendo en una fantasía sobre sí mismas, viéndose a sí mismas en un papel que, realmente, no representa su destino. Las personas pueden perseguir, obstinadamente y sin cesar, una serie de objetivos que no representan la necesidad más profunda de su alma.

Aquí, cuánto mayor es tu determinación, más lejos puedes terminar lanzándote hacia un camino sin futuro ni realización. Este es un mal uso de tus habilidades y talentos, basado en un mal entendimiento de tu verdadera dirección.

Es por eso que este punto de inflexión más profundo es tan importante. Las personas pueden perderse en el mundo, desanimarse, desilusionarse y sentirse vacías y deprimidas, porque no han alcanzado este punto de inflexión en su interior. Tal vez hayan agotado sus ambiciones y, debido a la desilusión y la consternación, hayan vuelto a sí mismas; pero no han llegado a este punto de inflexión en el que algo más profundo comienza a surgir en su interior.

No juzgues a las personas en este estado. Es un estado muy difícil y, si se prolonga, puede ser un estado trágico. Todo el mundo está luchando por sobrevivir; y más allá de esta lucha por sobrevivir, ellos luchan por encontrar la verdad sobre sus vidas. Esta lucha puede llevar a las personas por muchos caminos equivocados, puede hacer que se pierdan, y puede conducir a una especie de miseria espiritual.

Porque incluso si tienes éxito en alcanzar tus metas materiales, incluso si has logrado lo que tu cultura considera un éxito, si no has descubierto tu verdadero propósito, entonces la necesidad de tu alma no ha sido atendida. Y el sentimiento de vacío, el sentimiento de insatisfacción, te perseguirá. Alcanzar más metas, comprar más cosas o conquistar a otras personas no satisfará esta necesidad más profunda del alma.

Por eso, cuando algunas personas alcanzan un punto de éxito material, pueden caer en una gran y aparentemente interminable depresión, una especie de estado ausente, en el que sienten el vacío de sus vidas a un nivel más profundo.

Aquí, la única salida es a través del servicio, a través de un tipo de servicio desinteresado. Ellas reconocen una necesidad y apoyan esa necesidad —usando sus bienes, usando su fuerza personal—, y esto se convierte en un camino de redención para ellas. Aquí, cada individuo adinerado debe convertirse en un benefactor, no solo dando una pequeña porción de su riqueza, sino comprometiéndola al servicio de una necesidad real en el mundo.

Entonces surge la pregunta: ¿Qué quiere Dios de mí? Quizá incluso si no tienes una orientación religiosa o no has crecido en una familia o entorno religiosos, podrías hacer esta pregunta de alguna forma. La pregunta podría formularse de muchas maneras: ¿Para qué estoy realmente aquí? ¿Cuál es mi verdadero camino en la vida? O: ¿Qué quiere Dios de mí? Todo es la misma pregunta, como ves.

Las personas que han crecido en un entorno religioso se harán esta pregunta más inmediatamente. Y tratarán de interpretar su respuesta, quizá, basándose en sus creencias religiosas o en las prácticas y tendencias de su tradición. Pero la respuesta va mucho más allá y, en cierto sentido, es mucho más sencilla de comprender.

Si fuiste enviado al mundo con un propósito mayor, entonces Dios quiere que encuentres este propósito, que lo experimentes, que lo aceptes y que lo cumplas. Las personas piensan que deben alabar y adorar, caer de rodillas y postrarse para agradar a Dios. Quizá como una demostración de humildad, estas formas de adoración son apropiadas como señal de que se cede la propia voluntad a una Voluntad mayor. Estas formas de adoración pueden ser muy beneficiosas, pero no agradan a Dios.

Dios no necesita ser adorado ni aclamado. Dios no está impulsado por el mismo tipo de necesidades de reconocimiento que las personas, en un estado de Separación e inseguridad, tienden a querer para sí mismas. Dios no necesita ser validado, porque Dios no es inseguro. Dios no necesita ser adorado, porque Dios no sufre ningún tipo de baja autoestima. Dios no necesita ser alabado. Lo que Dios necesita es que cumplas lo que tú viniste a hacer aquí. Ese es realmente el asunto.

Incluso si no fueras religioso, aunque no tuvieras una tradición o práctica religiosa, si pudieras hacer esto desde una posición y actitud de servicio, tú cumplirías tu destino aquí. Romperías el muro de la Separación. Podrías seguir al Conocimiento más profundo que Dios te ha dado para guiarte, protegerte y conducirte hacia delante.

Incluso si afirmases que no crees en Dios o que no eres religioso, si pudieras hacer esto con un espíritu de servicio, siguiendo al Conocimiento dentro de ti, liberándote de la obsesión personal y de la adicción para servir de esta manera con coraje, compasión y determinación, tú cumplirías tu destino aquí. Y encontrarías un tipo de satisfacción, de rectitud contigo mismo y un nivel más profundo de realización que no puedes encontrar de ninguna otra manera.

Dios no necesita un vasto ejército de creyentes, todos diciendo lo mismo, todos marchando al paso, todos realizando los mismos o similares actos de devoción. Fundamentalmente, Dios necesita que descubras el Conocimiento y que lo sigas, pues esto es lo que Dios ha puesto dentro de ti: para guiarte, protegerte y conducirte a una vida mayor en el mundo, así como a un conjunto más grande de relaciones que te permitirán encontrar y cumplir este propósito.

Aquí no eres redimido simplemente por creer en Dios, pues la creencia es solo una posición de la mente. No es lo suficientemente profunda para establecer, realmente, el desempeño y la consecución que fuiste enviado aquí a establecer y cumplir.

Por otro lado, Dios sabe que nunca podrías lograr que todos crean en las mismas cosas, y que, si lo intentas, terminarás oprimiendo y castigando a las personas, lo cual llevará a una especie de crueldad santurrona. Esto se hará en el nombre de Dios. Las personas serán castigadas y ejecutadas en el nombre de Dios. Y esto es una abominación. Es una gran distorsión.

Dios no quiere el castigo o la muerte para nadie. Dios quiere que todos los seres en el mundo sean redimidos, y sabe que los separados son reclamados a través del Conocimiento y a través del servicio.

Has venido al mundo en un momento de profunda necesidad, y las necesidades de la humanidad crecerán cada vez más frente a las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo: el agotamiento de los recursos, el deterioro y degradación medioambiental, el cambio climático y la meteorología catastrófica, la creciente inestabilidad política y económica, y el riesgo de guerra entre naciones y grupos sobre quién reclamará los recursos restantes. Esto hundirá a la humanidad en un mayor y más profundo estado de inestabilidad e incertidumbre, y dará lugar a que muchos líderes peligrosos lleguen al poder.

Has sido enviado al mundo para servirlo en estas circunstancias. Acepta esto. Para amar el mundo, debes aceptarlo tal como es. Eso no significa que lo apruebes todo o que justifiques las grandes fechorías y errores que están ocurriendo aquí, sino que asumes la posición de ver cómo puedes servir en lugar de ser simplemente un crítico, una persona que condena al mundo.

Lo que las personas creen sobre Dios en tantas ocasiones, en tantas tradiciones, es completamente incorrecto. Ellas están intentando cumplir su propósito superior siendo buenas creyentes, pero la creencia no es lo bastante fuerte, consistente o libre de manipulación y error para asegurar que encontrarás aquí tu mayor servicio y lo realizarás correctamente, en beneficio de los demás.

Muchos tiranos sienten que están haciendo un gran servicio a su pueblo. Muchos crueles opresores piensan que están trayendo orden y beneficio a la sociedad. Por eso, una creencia por sí sola no puede ser tu guía. Por eso, Dios te ha dado una Inteligencia más profunda que no está influenciada, seducida o dominada por la creencia humana.

El poder de la creencia es apropiado para confiar y honrar la presencia del Conocimiento dentro de ti, el cual, en particular al principio, puede que experimentes con muy poca frecuencia. Pero este sigue siendo suficiente para alterar el curso de tu vida y ponerla en una dirección verdadera.

Las personas intentan comprender la Voluntad, la Naturaleza y el Propósito de Dios con su intelecto, empleando la creencia, la obediencia y la excentricidad para tratar de comprender y seguir lo que ellas creen que Dios quiere que hagan. Y muchas proclaman que las grandes Enseñanzas que han llegado de los Emisarios responden plenamente a estas preguntas. Pero el verdadero propósito que te ha traído aquí no puede ser definido por ninguna tradición o un simple conjunto de ideas.

Incluso las ideas que te estamos dando aquí requieren una comprensión y un reconocimiento más profundos, así como un compromiso de adherirse a un poder misterioso dentro de ti mismo que no puedes comprender con tu intelecto, que no puedes definir concretamente. Porque definir algo es darle forma y limitación, pero el Conocimiento dentro de ti no tiene forma y supera la limitación.

Las grandes tradiciones de la humanidad han dado una perspectiva y una guía importantes y necesarias en un sentido general. Se han dado mandamientos para guiar el comportamiento humano en un sentido general, de modo que la civilización humana pudiera ser fomentada, creciera y se expandiera sin destruirse a sí misma. Pero, más allá de esto, la revelación debe suceder dentro de ti. Debes tener tu revelación, y debes acercarte a ella en un estado de humildad.

Esto es acercarte a la verdad y ceder, pero no es simplemente un acto que hagas una vez a la semana, o un proceso social, o una ceremonia aislada. Es algo que debes hacer dentro de ti mismo.

No estás pidiendo a un Dios lejano que te guíe. Estás pidiendo que surja el Conocimiento dentro de ti, porque Dios ya te ha dado la perfecta Inteligencia guiadora. Ahora debes discernirla en tu propia experiencia.

Debes distinguirla de tus compulsiones, tus deseos y tus otras necesidades. Debes buscar su evidencia en tu vida y en la vida de otros. Debes dejar de condenar al mundo y a la humanidad, y comenzar a buscar y escuchar las señales del Conocimiento.

Tu mente querrá dar definición. Querrá confiar en creencias y convicciones y teorías y leyes, porque es muy insegura. Quiere estas cosas como una especie de muleta, como un apoyo.

Pero el Conocimiento está más allá del intelecto, porque tu verdadera identidad está más allá del intelecto. Quién eras antes de venir a este mundo y quién serás después de dejarlo, está más allá del alcance y el dominio de tu intelecto. Tu intelecto fue creado para comunicarse y funcionar dentro de esta realidad limitada llamada vida en el mundo, pero no puede abarcar la realidad mayor de tu existencia y la Realidad Mayor de la Creación. Incluso el universo físico en todas sus dimensiones y su extensión, es solo una parte de la Creación.

Tu intelecto es una herramienta increíblemente importante de comunicación y evaluación. Dentro de este mundo, dentro del mundo de las circunstancias cambiantes, dentro de un mundo donde las personas no se reconocen entre sí, un mundo donde debes sobrevivir, adaptarte e innovar, es un instrumento maravilloso.

Pero no pienses que el intelecto puede comprender el significado de la vida, o tu mayor propósito para venir al mundo, o la naturaleza y realidad de quienes te enviaron aquí. Esto debe serte revelado.

No intentes que la experiencia encaje con tus ideas. Honra la experiencia y permite que esta dé forma a tus ideas. No tomes una experiencia profunda e intentes encajarla con tu sistema de creencias. Permite que exista fuera de tu sistema de creencias, para darte la sabiduría que este sistema de creencias no puede proporcionar.

Esto es humildad. Insistir en que tus ideas sean correctas y tus creencias se confirmen, eso es arrogancia. Eso es exigir que la vida y Dios se ajusten a tus ideas o a las ideas de tu cultura o tradición. Eso es fundamentalmente arrogante e ignorante. No representa una posición de humildad o apertura.

Si bien no debes estar abierto a todas las ideas humanas ni aceptar todas sus creencias, debes estar abierto al poder y la presencia del Conocimiento en tu vida, porque así es como Dios te guiará y te hablará. Pero para que esto sea genuino, para que tengas una experiencia real al respecto, tendrás que ver la diferencia entre el Conocimiento y tus creencias.

Esto requerirá habilidad y madurez. De lo contrario, afirmarás que cada idea que viene a tu mente es Dios hablándote. Todo lo que quieres para ti es Dios hablándote. Cada juicio que tienes contra otros es Dios hablándote. Obviamente, esto es incorrecto y falso.

Así que esto requiere un alto grado de honestidad con uno mismo. Es por eso que el gran punto de inflexión de la emergencia del Conocimiento llega más tarde en la vida para casi todos. Si te engañas en esto, te engañarás a ti mismo y pensarás que has encontrado una verdad que, en realidad, es solo fruto de tu autoengaño. Te aferrarás a alguna idea o creencia, y esta bloqueará tu camino y te cegará. Incluso la luz te cegará. Sentirás que has encontrado una gran luz, una gran revelación. Te cegará. Y realmente no lo será.

Por eso, el estudiante del Conocimiento debe proceder despacio y con cuidado, porque hay muchos errores y trampas por el camino, y muchas personas caen en estos errores y en estas trampas porque son impacientes, porque quieren autovalidarse, porque quieren que se confirmen sus ideas, sus creencias e incluso su existencia. Ellas son demasiado impacientes y compulsivas para permitir que la realidad de su vida emerja lentamente y se les revele.

Es por eso que el viaje es un viaje. No es un instante en el que lo descubres todo. Incluso si pudieras ver en un destello de luz la realidad de tu existencia, todavía tendrías que interpretar esto, aplicarlo en tu vida diaria y llevarlo al contexto de todas tus involucraciones.

Las personas esperan que la revelación sea súbita para ellas, de modo que no tengan que emprender el largo viaje. Pero es en el largo viaje donde construyes sabiduría y discernimiento, donde distingues la realidad de la ilusión, la verdad de las meras ideas.

Las personas son impacientes porque están gobernadas por el intelecto, el cual es profundamente inseguro. Este no ha encontrado su verdadero servicio al Espíritu, o al Conocimiento, a Dios. Está tratando de ser él mismo un dios. Y aunque el intelecto es un maravilloso vehículo de comunicación, es un dios pésimo: ​​débil, falible, crítico, arrogante, engreído, cruel. Es un dios pésimo.

Las personas piensan que Dios es como el intelecto, solo que a una escala mayor, conteniendo todas las debilidades y las disposiciones peligrosas del intelecto, y que Dios posee todo esto. Esto ha dado lugar al Dios vengador, al Dios que juzga, al Dios que castiga, al Dios que envía a las personas a la condenación eterna, al sufrimiento eterno; una especie de ego inmenso.

Sin embargo, las personas insisten en que Dios es amoroso y todo misericordioso, y entonces puedes ver la contradicción. Esta contradicción es evidente para muchas personas que se alejan por completo de la religión, porque ven la falsedad de estas nociones.

Esta Enseñanza que te estamos dando forma parte del Nuevo Mensaje de Dios para el mundo. Parte de su propósito es traer clarificación, enseñar acerca de la espiritualidad al nivel del Conocimiento, y revelarte la verdadera naturaleza de la redención y la realización en el mundo.

Esta Enseñanza ha formado parte de todas las grandes tradiciones del pasado, pero se ha perdido y oscurecido, porque las religiones han quedado dominadas por fuerzas políticas e individuos ambiciosos. Su verdadero mensaje y su verdadero poder han sido oscurecidos de muchas maneras. Las personas aún pueden encontrar las grandes verdades y la redención a través de estas tradiciones, pero deben ser muy perspicaces. Y la verdad aquí puede ser difícil de encontrar, dadas las persuasiones de su propia cultura, el peso de la tradición y cómo sus tradiciones religiosas se enseñan y enfatizan en sus naciones y culturas.

Es por eso que el Nuevo Mensaje de Dios presenta la intención de Dios en una forma pura, no adulterada por el poder del estado, no reclamada por los gobiernos, sin manipulación ni dominación humanas.

Este es el Mensaje de Dios en forma pura. Está destinado a resonar con la pureza de todas las grandes tradiciones, ya que todas fueron iniciadas por Dios y todas fueron cambiadas por la humanidad. La verdad se puede encontrar en todas ellas, pero requiere un gran esfuerzo, una gran libertad mental y mucha paciencia.

En todos los casos, se trata de recibir la revelación tal como ocurre en el corazón y el centro mismos de tu vida, y de seguir esta revelación. Porque la revelación no es solo una idea o una experiencia que consume. Es un viaje que emprender, un camino a seguir; una etapa completamente nueva de la vida en la que eres el estudiante, el seguidor; alguien que presume muy poco y que está abierto a aprender todo lo que debe aprender.

Aquí no estás atado por un sistema de creencias. No estás obligado a recitar una Enseñanza, porque estás siguiendo al Misterio. Y esto es lo que han seguido los Místicos de todos los tiempos.

Las creencias y doctrinas son para personas que no tienen la suficiente libertad para emprender el viaje, que se ven restringidas por sus culturas, por su posición económica, que están oprimidas por sus naciones y sus líderes. Tal vez ellas hayan sentido la agitación del Conocimiento en su interior, pero están demasiado atadas, demasiado circunscritas por su situación. Esta es la condición de muchas personas en el mundo actual.

Muchos de los futuros grandes líderes, científicos, médicos e inventores de la humanidad están atados por la pobreza extrema u oprimidos en regímenes opresivos. Como resultado, sus mayores regalos no serán descubiertos ni expresados.​​

Así es como la pobreza y la opresión frenan a toda la raza, disminuyendo las perspectivas de la familia humana. Por eso, las mujeres deben ser libres de asumir posiciones de liderazgo, poder e innovación, porque si reprimes a la mitad de la humanidad, le niegas a toda la familia humana la mitad de lo que podría crear y producir que sería completamente beneficioso.

Por eso, las circunstancias deben ser conducentes al descubrimiento del Conocimiento. Si estás oprimido por necesidades financieras extremas, si estás en el filo de la supervivencia tratando de cuidar de una familia, si estás viviendo bajo severas restricciones y opresión por parte de tu gobierno o de tu tradición religiosa, entonces la emergencia del Conocimiento puede no ocurrir, porque el entorno para su surgimiento es muy desfavorable.

Es por eso que la libertad política es importante. Es por eso que ciertas tradiciones deben abrirse para que las personas puedan emerger, para que sus regalos puedan ser descubiertos y expresados. Es por eso que la pobreza es una plaga para la humanidad en su conjunto.

Grandes líderes religiosos y políticos surgen a menudo de circunstancias muy humildes. Y los pocos que pueden escapar de estas circunstancias, requieren un gran coraje y la ayuda de otros.

Así pues, cuando te preguntas: ¿Qué quiere Dios de mí?, o te preguntas: ¿Para qué estoy realmente aquí?, o bien: ¿estoy viviendo la vida que realmente estaba destinado a vivir?, en todos los casos, te acercas al poder y la presencia del Conocimiento dentro de ti.

Dios no está manejando tus asuntos diarios. El Creador del universo y de la Creación más allá de este universo, no está preocupado por tu vida cotidiana de cada hora. En su lugar, Dios ha plantado una semilla en ti, una semilla que puede germinar y crecer dentro de ti. Esta es la Sabiduría de Dios.

Así que no pienses que todo lo que sucede es porque Dios está haciendo que ocurra, o que Dios está manipulando cada pequeña cosa que pasa para tu beneficio o tu edificación. No pienses que Dios está manejando todos los asuntos de la vida.

Dios ha creado la naturaleza, la evolución y los mecanismos del mundo natural. Has entrado en este ámbito de gran cambio e incertidumbre. Dios te ha dado el Conocimiento. Este Conocimiento es la clave. Discernir su realidad, sentir su presencia y permitir que ejerza su influencia sobre tu pensamiento y tus emociones es, realmente, comenzar a tomar el camino de la redención.

Aquí, incluso, no puedes responder a la pregunta: «¿Qué quiere Dios de mí?», pues estás haciendo un viaje, y es un viaje de descubrimiento, de aceptar las realidades más fundamentales de tu vida; de empezar a valorar lo que es permanente y real por encima de las sensaciones, los deseos, las fantasías y las ilusiones; de discernir lo que es bueno de lo que solo parece bueno. Es necesario que obtengas este discernimiento, esta sabiduría y esta competencia si vas a llevar a cabo un propósito superior y vas a ser de verdadero servicio a los demás, de una manera que sea totalmente redentora tanto para ellos como para ti.

Así que la respuesta no es solo una respuesta. Es una puerta que se abre y por la cual debes pasar. Es un viaje que realizar, con muchas etapas. Y emprendes este viaje aún con gran duda e incertidumbre, con preguntas sin responder, porque estás viviendo en el Misterio, y el Misterio está desconcertando al intelecto.

Aquí, la gran incertidumbre que está en la base de tu intelecto encuentra un mayor poder y una mayor fuerza en la que confiar dentro de ti. Porque, en esencia, tu cuerpo sirve a tu mente, y tu mente sirve al Espíritu o Conocimiento. Esa es la verdadera jerarquía de tu Ser.

Pero no es así como las personas comienzan su viaje. La mayoría de las personas lo comienzan pensando que su mente sirve a su cuerpo y que el Espíritu sirve a su mente. Las personas quieren usar el Espíritu como una especie de recurso. Quieren utilizar el Conocimiento como un recurso para conseguir lo que quieren.

La mayoría de las personas comienzan en este profundo estado de confusión en el que el orden natural del ser, dentro de sí mismas, está completamente invertido. Por tanto, se necesita tiempo para poner todo en orden. Al vivir en un estado de Separación, casi todo se malinterpreta y existe una gran confusión.

Aquí, bajo el conjunto más firme de creencias que las personas adoptan y pronuncian, existe toda una base de confusión y malentendidos. Y las personas se adhieren a puntos de vista extremos para intentar escapar de la confusión y los malentendidos, pero todo lo que hacen es recubrirlos sin resolverlos, fundamentalmente.

Lo único que realmente puede resolver el núcleo de tu confusión e incomprensión es la emergencia del Conocimiento dentro de ti. Y aquí debes seguir como un estudiante. No puedes ser un líder. Aquí deberás rendir tu intelecto a un poder misterioso que, tal vez, solo experimentarás periódicamente; pero esto será suficiente para llevarte hacia delante. Aquí renuncias a tu confianza en tus creencias e ideas, y depositas una mayor confianza en este poder que es tan consistente y tan libre de manipulación en el mundo: una conciencia más profunda dentro de ti, donde lo que está bien y lo que está mal está claro.

Así es como Dios te saca de tu dilema, de la enorme confusión e incertidumbre de tu vida. Así es como Dios te libera de un pasado lleno de errores y extravíos. Así es como Dios te salva.

Seas o no un defensor o un participante de una tradición religiosa, así es como Dios te salva. Si eres un firme creyente de tu tradición religiosa, aquí surgirá el Conocimiento y te revelará la verdadera naturaleza y la verdadera esencia de tu tradición religiosa. Porque todas las tradiciones religiosas están esencialmente diseñadas para poner tu mente al servicio del Conocimiento.

Así es como ocurre la redención. Así es como se renuevan las vidas. Así es como se descubre la fuerza. Así es como el propósito y el compromiso pueden surgir en las formas más beneficiosas.

¿Qué quiere Dios de ti? Dios quiere que respondas al Conocimiento; que permitas que el Conocimiento redirija tu vida y traiga claridad a tu situación; que sigas como un estudiante, sin presunciones ni exigencias; que sigas el Camino del Conocimiento; que aprendas del Misterio, sin profanarlo tratando de definirlo y usarlo como herramienta; que te vuelvas verdaderamente honesto contigo mismo y con tus intenciones, y que todas tus decisiones sean llevadas a una conciencia más profunda dentro de ti, en donde puedas distinguir lo que es real de lo que es irreal, lo que es verdad de lo que es falso, lo que es correcto para ti de lo que no te conviene.

Aquí hay un viaje de muchos pasos, tomando los Pasos al Conocimiento. Cada paso es importante. Cada paso exige cuidado y discernimiento. Cada paso construye tu fuerza, tu certeza interior y tu conexión con el Conocimiento. Cada paso aclara tu pensamiento, modera y ajusta tus creencias, modera tus nociones extremas y te libera de la compulsión y la adicción.

Dios quiere que sigas esto, que lo encuentres y que lo honres en ti mismo y en otras personas. Dios quiere que la humanidad establezca una mayor unidad y cooperación para enfrentar las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo, y para enfrentar la realidad de su emergencia a una Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo, y para proteger este mundo de la Intervención de otras razas que están aquí para aprovecharse de una humanidad débil y dividida.

Dios quiere que experimentes el propósito que te ha traído aquí, y que lo sigas y aprendas de él; que permitas que se te revele, paso a paso; que asumas una posición de integridad y humildad, pero de compromiso y determinación; que permanezcas fiel a esta luz guiadora y que sigas a la brújula que está marcando una dirección dentro de ti.

Sigue esto, hónralo y foméntalo en los demás, y tu vida reflejará tu mayor vida más allá. Y tu sentido de Separación de Dios y de tu Antiguo Hogar comenzará a desaparecer.