La naturaleza y los desastres naturales


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 1 de septiembre de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Nature and Natural Disasters

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

El mundo está gobernado por poderosas fuerzas geológicas y biológicas. Estas se pusieron en marcha al comienzo del Universo físico. Dios las puso en movimiento para que operaran por su cuenta, moviéndose en cierta dirección. Esto ha producido una inmensa turbulencia, incluso después de la creación de este planeta. Estas turbulentas fuerzas funcionan por todo el Universo, de acuerdo con el entorno particular de cada mundo.

La humanidad ha tenido que soportar un clima violento, sequías, inundaciones, pestes; todo tipo de cosas, porque todo ello forma parte de vivir en un entorno cambiante gobernado por leyes físicas y leyes naturales. Es totalmente diferente de tu Antiguo Hogar, del cual has venido y al cual regresarás.

Estar en un entorno como este requiere una adaptación continua y una constante resolución de problemas. No es fácil. Y si bien el mundo es hermoso y magnífico, también es peligroso y difícil, imponiendo grandes requerimientos a todas las criaturas inteligentes que viven en él —a todas las entidades biológicas, pero particularmente a aquellas que son conscientes de sí mismas y son conscientes del futuro y el pasado.

El hecho de que tu vida aquí sea temporal y tu vehículo físico también lo sea —tal como lo experimentas al estar en el mundo—, supone una carga adicional para ti: una carga psicológica en este caso, así como una gran ansiedad sobre la posibilidad de dificultades futuras e incluso de perder tu vida.

Esto no es un castigo de Dios, sino que representa lo que la vida significa si estás viviendo separado de Dios, si estás viviendo en Separación. La vida siempre estará cambiando. La vida será difícil. Será una vida diferente a la de tu Antiguo Hogar, diferente de tu estado celestial, y tendrás que enfrentar muchas adversidades.

Ahora la humanidad se enfrenta a las Grandes Olas de cambio: un clima cambiante, meteorología violenta, recursos en declive, degradación ambiental, creciente inestabilidad económica y política y un mayor riesgo de conflicto y guerra por los recursos restantes.

Has venido al mundo para vivir frente a estas Grandes Olas de cambio, y estas Grandes Olas ya están ocurriendo en el mundo actual. Tal vez aún no las has enfrentado. Quizá todavía no te has percatado de su magnitud. Esto está ahora teniendo un gran impacto, alterando el equilibrio del entorno natural, poniendo en marcha fuerzas de cambio en el clima y creando mayores desastres —huracanes, tornados, inundaciones y sequías; condiciones climáticas extremas y violentas en muchas partes del mundo.

El uso excesivo y el abuso del mundo por parte de la humanidad está ahora cambiando el equilibrio natural, y este cambio no es a su favor. Incluso en este momento, las naciones y los pueblos no parecen comprender la magnitud de lo que está sucediendo. Las personas no quieren renunciar a sus privilegios. Las redes de comercio y la explotación de recursos están ahora bien establecidas. Las personas no quieren contenerse. En ciertas naciones ricas se pondrán límites, pero en otras naciones no existirán tales límites o restricciones.

Eso significa que la humanidad ejercerá un impacto adicional sobre el entorno natural, y que el entorno natural ejercerá un impacto adicional sobre la humanidad. Al final, por supuesto, la naturaleza saldrá victoriosa, pero esto crea un dilema, como ves; es un dilema esencial, porque por encima de las leyes nacionales, las costumbres sociales, las creencias religiosas y las actitudes o perspectivas individuales o nacionales de la humanidad, está su relación fundamental con la naturaleza, su relación con su entorno.

La humanidad en conjunto ha perdido contacto con esto; ha perdido el reconocimiento del poder y la importancia de su relación con su entorno. Siente que con la tecnología puede vencer las fuerzas de la naturaleza, y hasta cierto punto puede aprovechar estas fuerzas, pero no puede vencerlas. Las naciones poderosas lo han intentado por todo el Universo, solo para descubrir que están a merced de los grandes poderes y fuerzas de la naturaleza.

En este momento, la humanidad, como un adolescente, está aturdida con su propio poder, pensando que tiene la capacidad de trascender el mundo natural, de crear un entorno no sujeto a las fuerzas de la naturaleza. Pero eso no es cierto. Y está experimentando incluso ahora la poderosa respuesta, la poderosa reacción de la ley natural frente al abuso y la irresponsabilidad humanas, y los resultados son trágicos.

El planeta se está calentando. Se está volviendo más caluroso y seco. Está generando cambios. El mundo cambiará a un nuevo tipo de equilibrio, pero no será un equilibrio favorable a la familia humana. Y la única forma de alterar esto y prevenir este resultado sería un cambio radical en el comportamiento, la actividad y el gobierno humanos, lo cual es improbable que ocurra en un futuro cercano.

Incluso en tu estado separado, debes someterte a las fuerzas que gobiernan tu vida. Puedes controlarlas hasta cierto punto. Puedes mitigar los peligros. Puedes desarrollar las oportunidades. Quizá incluso durante un breve período, puedes crear una gran riqueza para una gran parte de la familia humana. Pero al final, la naturaleza será dominante.

Si la humanidad agota los recursos de este mundo, caerá bajo la persuasión de potencias extranjeras en el Universo que buscarán explotar a una humanidad débil y dividida. Buscarán obtener el control de la belleza y los recursos naturales del mundo, un mundo rico en diversidad biológica que es altamente valorado por otros.

No vendrán ahora mismo, porque no usarán la fuerza. La violencia no es el poder que usarán, sino la fuerza de la persuasión, y cuanto más pobre se vuelva la humanidad como resultado de su propio comportamiento, más poderosa será esta persuasión, y menos podrá la humanidad resistir la tentación de las ofrendas de aquellos que pretenden estar aquí con fines pacíficos, pero que, en realidad, están aquí para aprovecharse de la humanidad y de su situación.

Estas fuerzas serán pequeñas, pero inteligentes. Verán que la humanidad se ha robado a sí misma y ahora es pobre, y que no estará en posición de resistir la tentación de lo que ellas ofrecerán —estabilidad, seguridad, recursos—, cosas que la humanidad ha desperdiciado, cosas que han sido sacrificadas aquí en la Tierra.

Y estas fuerzas no vendrán en grandes masas o grandes números. Solo se necesitarán pequeños grupos de individuos para conseguir la preeminencia en este mundo, considerando las condiciones de degradación humana. Este no tiene que ser el sino de la humanidad. No tiene que ser su destino. ¡No está destinado que sea así! Es el resultado de las decisiones, de las innumerables decisiones que se han tomado anteriormente y las decisiones que se tomarán hoy y mañana.

Ya se han desatado fuerzas de cambio en el mundo, las cuales alterarán, en algunos casos radicalmente, las circunstancias de gran parte de la familia humana. Incluso si la humanidad cambiara el rumbo, incluso si se frenara a sí misma y contuviera sus actividades, ha puesto ya en marcha fuerzas que no puede cambiar.

Puede que llames a estas fuerzas “actos de Dios”. Puede que pienses que Dios está trayendo condiciones de clima violento y sequía como una forma de castigo, pero no es cierto. Esto representa el impacto de la humanidad sobre el medioambiente.

Si vacías el pozo, el pozo se seca. Si no cultivas correctamente, el suelo desaparece. Si quemas demasiadas cosas en el medioambiente, el clima cambia. Si sobreexplotas el mundo buscando recursos, los recursos desaparecen. No hace falta ser un genio para deducirlo. Se necesita sentido común, pero el sentido común no es, al parecer, común. Y así, la humanidad está aquí enfrentando las consecuencias de su impacto destructivo en el mundo, y estos impactos continuarán.

Dios no los está creando, aunque Dios ha creado los mecanismos de la vida, y ha puesto en movimiento las fuerzas geológicas que han dado, y siguen dando forma, al Universo físico en un patrón evolutivo. Puedes culpar a Dios por el hecho de que existan huracanes. “¿Por qué creaste huracanes?”, puedes preguntar; pero Dios solo creó las condiciones bajo las cuales emergen los huracanes. Eso fue antes de que hubiera vida en este mundo. Pero Dios no creó este huracán para castigar a la humanidad. Eso es una tontería. Es ignorancia.

Si la humanidad continúa su curso actual, generará más eventos de este tipo. Grandes zonas del mundo sufrirán graves daños y grandes sequías azotarán las regiones áridas, expulsando a la gente. Las naciones colapsarán. Habrá millones de refugiados sin ningún sitio a donde ir.

La humanidad perderá sus recursos más valiosos por la sobreexplotación, el uso ignorante y su negligencia hacia el futuro. Sin pensar en el futuro, la humanidad lo tomará todo ahora, robando a sus hijos su futuro y creando un futuro de inimaginables dificultades. No hay castigo aquí; es solo una consecuencia.

Es tu responsabilidad aprender del mundo natural y usarlo de manera efectiva, de una manera que pueda sostenerse. Esto se ha aprendido a lo largo de los siglos y no es algo nuevo. Pero la humanidad ha perdido este conocimiento debido a la codicia, la corrupción y la ambición, y ahora el mundo tiene una gran cantidad de personas. El barco está lleno.

¿Cómo manejarás tales circunstancias? ¿Cómo enfrentarás las Grandes Olas de cambio? ¿Cómo puedes iniciar y restaurar un mayor equilibrio en el mundo natural para el beneficio de la humanidad? La respuesta está más allá de tu intelecto aunque puedas tener muy buenas ideas, y se están proponiendo muchas soluciones que serán muy útiles si son reunidas y se utilizan completamente; pero en realidad la respuesta a estas preguntas debe ir a mayor profundidad que el intelecto, más profundamente dentro de ti. No es un problema que otras personas deban resolver por ti. Es un problema para todos. No es solo un problema para los gobiernos, la ciencia o los políticos. Es un problema para todos.

Esto representa tu relación con la naturaleza. Si violas una relación, tendrás una mala relación. Será insana e inestable, y habrá fricción y dificultad. Como sucede en una relación con otra persona, si abusas de esa persona, si no la respetas, ella se comportará y responderá de una manera que será desagradable y discordante. Habrá dificultades entre ustedes y no funcionarán juntos en armonía.

Ocurre igual en tu relación con la naturaleza. Si no muestras respeto por ella, si no respetas cómo funciona y cómo debes comportarte dentro de esa relación, entonces la relación se vuelve discordante, produciendo resultados no deseados y experiencias desagradables.

Si no cuidas de tu hogar, este deja de ser un lugar deseable para vivir. Si tu casa se está desmoronando, si no puedes o no quieres mantenerla, esta se vuelve un lugar indeseable para vivir. El mundo representa el hogar de la humanidad. Si no es respaldado, sostenido y administrado adecuadamente, en la medida en que la humanidad puede administrarlo, este deja de ser un lugar deseable para vivir.

No puedes cambiar las leyes de la naturaleza. Puedes limitar el impacto de sus dificultades; puedes potenciar y desarrollar sus oportunidades y sus beneficios; puedes utilizar las fuerzas naturales para tu provecho, como lo ha hecho la humanidad. Eso es lo que la humanidad ha estado haciendo todo este tiempo, pero existe un equilibrio. Y la humanidad ha perdido ese equilibrio.

Ganar tecnología le ha dado un sentido de preeminencia, y la familia humana ha ido demasiado lejos. Si la humanidad fuera inteligente, estaría racionando el combustible hoy, y no esperaría a que se le imponga el racionamiento. Estaría preservando sus mejores recursos y energía en lugar de utilizarlos lo más rápido posible, creyendo y asumiendo que habrá alguna otra cosa para reemplazarlos, sin ninguna dificultad en la transición.

Pero la humanidad ha creado un estilo de vida que supera con creces la capacidad de carga de su entorno, que la deja fuera de equilibrio con el mundo natural, e incluso fuera de armonía con su propia naturaleza. Ahora es impulsada por el exceso: el comportamiento excesivo, la actividad excesiva, el uso excesivo de los recursos mundiales, las indulgencias excesivas.

Tu relación con el tiempo ha cambiado. Tu relación con la naturaleza ha cambiado. Y tu relación con cualquier otro ha cambiado. Ahora estás ocupado intentando mantener un estilo de vida que despoja a la mayoría de la familia humana, en el que los muy ricos están alimentando el motor de la guerra, despojando a las naciones y pueblos de sus propios recursos de sustento, avanzando precipitadamente como si no existiera un futuro, como si no importara, bajo una serie de suposiciones de que, de alguna forma, la tecnología, la inteligencia y el ingenio hallarán la manera de mantenerlo todo en marcha.

Has abandonado tu relación con la naturaleza. Te has vuelto un amante de la tecnología, forzando una especie de adulterio que te ha puesto en desacuerdo contigo mismo, con los demás y con tu entorno.

Y Dios no intervendrá para detener todo esto. Dios solo te alentará a comportarte correctamente, pues ha puesto un Conocimiento más profundo dentro de cada persona a través del cual la Voluntad y el Poder de Dios pueden fluir. Pero las personas han perdido su sentido innato. Han renunciado a su relación con este Conocimiento más profundo para tener, ser y hacer lo que ellas quieran: impulsadas por la pasión y la fantasía, impulsadas por un nuevo conjunto de necesidades que ahora exceden con creces sus necesidades básicas para vivir en el mundo.

Y así Dios habla, pero tú no puedes oír. No puedes sentir, excepto quizá de manera superficial o periódica, las restricciones que Dios está intentando imponer a tus acciones, ni tampoco la motivación que te está dando hacia otros tipos de acción. Es como si estuvieras fuera de control y no pudieras detenerte, como una persona que está comiendo y no puede dejar de comer, a pesar de que ya ha superado con creces las necesidades del cuerpo. Ahora sigue comiendo para saciar algún tipo de inseguridad emocional, algún sentido de carencia y pérdida en su interior.

Aunque Dios ha creado esta inmensa realidad física, Dios también ha puesto el Conocimiento dentro de ti, para enseñarte cómo vivir en esta realidad y ofrecerte la oportunidad de volver a experimentar tu conexión con tu Antiguo Hogar, incluso mientras estás aquí, especialmente mientras estás aquí. No puedes regresar a tu Antiguo Hogar si tu mente está establecida en la Separación. No mueres y simplemente vas al Cielo. Tienes que prepararte para tu Antiguo Hogar, y eso te proporciona un propósito superior para estar en esta realidad física, con todas sus dificultades y desafíos.

Puede que mires la naturaleza estéticamente, admirando su magnificencia, su belleza, su diversidad, su esplendor y su complejidad; de hecho, la naturaleza proporciona todas estas cosas, pero aun así tienes que sobrevivir en ella, y la supervivencia no es fácil. Quizás la tecnología haya hecho que parezca fácil, pero eso solo significa que otras personas o las máquinas están haciendo el trabajo por ti; pero debes alimentar esas máquinas con energía, y cuanto mayor sea el número de máquinas que alimentar, mucha más energía se requerirá.

¿Qué puede devolverte a tu verdadero equilibrio viviendo en el mundo? ¿Y qué puede prepararte para tu Antiguo Hogar? ¿Y qué puede darte poder, certeza y fortaleza para contrarrestar todas tus otras tendencias y las otras tendencias de las personas a tu alrededor?

Tu intelecto no tiene una respuesta para esto, porque la respuesta viene de más allá de la creación e imaginación humanas. Dios ha puesto un Conocimiento más profundo dentro de ti. Solo este Conocimiento sabe la forma de salir de tu dilema, y ​​cuanto más tomes los Pasos al Conocimiento y experimentes tu conexión con el Conocimiento, más tus actividades se alinearán con la armonía del mundo natural, y te alejarás de los comportamientos que están dañando esta relación y están creando un futuro que será indeseable y, en algunos casos, invivible.

Todas las fuerzas que están llevando a la humanidad a su propia destrucción son contrarrestadas por la presencia y el poder del Conocimiento. ¿Qué evitará que las personas destruyan su herencia natural aquí? ¿Las buenas ideas? ¿Los movimientos de reforma? Estos no serán suficientemente fuertes para contrarrestar lo que han puesto en marcha la codicia y la ignorancia humanas. Tendrá que ser una fuerza más poderosa.

¿Qué puede sacar a las personas de la adicción salvo una fuerza que es más poderosa que la adicción? ¿Qué puede detener la profanación del mundo por parte de la humanidad? ¿Qué puede impedir que la familia humana gaste en exceso su herencia natural? ¿Qué puede detener la guerra? ¿Qué puede detener la crueldad humana? ¿Qué puede mitigar y, finalmente, detener todas las acciones que ponen en peligro su futuro y que ya están configurando el mundo natural en su contra?

Debe ser una fuerza más poderosa. Sabes que no debes hacer ciertas cosas, pero de todos modos las haces. Sabes que no deberías estar viviendo de cierta manera, pero sigues viviendo así de todos modos. Sabes que quizá tengas una relación poco saludable con el trabajo o con otras personas, pero no cambias de rumbo. Sabes que eres infeliz, pero no alteras las circunstancias que te traen esa infelicidad. ¿Por qué ocurre esto?

Por supuesto, hay muchas respuestas, pero al final se necesitará una fuerza más poderosa para alterar la inercia de tu vida: las obligaciones, los vínculos y las asociaciones que estableces contigo, con otras personas y con el mundo entero y que están empujando tu vida en dirección al desastre. Debe existir una fuerza más poderosa, ¿y de dónde vendrá?

Dentro de ti, tienes fuerza y ​​tienes debilidad. Tienes sabiduría y tienes ignorancia. Lo que es fuerte y sabio dentro de ti debe ser predominante, si quieres tener una oportunidad de experimentar los grandes beneficios que esto traerá.

Dios ha puesto un Conocimiento más profundo dentro de ti, que es la fuente de tu integridad, tu sabiduría y tu capacidad para ver la verdad y responder a ella. Es la fuente de tu coraje, la fuente de tu fuerza.

Sin el Conocimiento, actuarás tontamente y seguirás las acciones tontas de otros. Vivirás solo para el momento, sacrificando tu futuro y tu preparación para el futuro. Vivirás de forma egoísta, inconsciente o indiferente ante las consecuencias de tus acciones sobre los demás. Tratarás de adquirir todas las cosas para ti mismo —placer, felicidad, posesiones—, sin tener en cuenta las consecuencias. Sacrificarás tu relación con la naturaleza, e incluso tu relación con tu naturaleza más profunda, para tener y cumplir los deseos, adicciones y fantasías de la mente.

Sin el Conocimiento, harás estas cosas. Quizás te sientas culpable e incómodo por ello, pero aun así las harás. Tal vez no las harás tanto como otros, pero seguirás siendo atraído. Cederás al miedo, al miedo a no tener. Y este miedo a no tener te llevará a hacer cosas que no son saludables. Te casarás con las personas equivocadas. Tomarás los trabajos equivocados. Vivirás en entornos que no son adecuados para ti. Ignorarás las advertencias, incluso dentro de ti, sobre tus acciones. Te volverás adicto a personas, lugares o cosas para intentar llenar el vacío y eliminar la ansiedad que tu comportamiento está creando.

Sin el Conocimiento, harás estas cosas hasta cierto punto y quizás incluso en gran medida. Mira a tu alrededor. Mira cómo son movidas las personas. Ellas viven vidas desesperadas, esclavas de sus circunstancias y sus deseos. No funcionan como personas libres, ni siquiera en las naciones con más libertad. Están agitadas, temerosas, preocupadas. No pueden quedarse quietas ni cinco minutos. No son conscientes de sí mismas ni del rumbo de sus vidas. Están tomando decisiones terribles, y a veces ridículas. Se están entregando a cosas que no tienen futuro. ¿Por qué ocurre esto?

Puedes echar la culpa a muchas cosas, por supuesto. Puedes culpar a la cultura. Puedes culpar a las atracciones pecaminosas. Puedes culpar al mal. Puedes culpar a Dios. Puedes culpar a un millón de cosas. Pero, fundamentalmente, esto ocurre porque no estás siendo guiado por el Conocimiento.

La verdad aquí es simple, no compleja. Pero una verdad simple es difícil de comprender. No es tan fácil de entender, aunque sea simple por naturaleza.

Dios te ha dado una naturaleza más profunda, que no está fuera de armonía con la naturaleza que te rodea. Sabe a dónde debes ir, qué debes hacer, qué es saludable para ti, qué es insano, dónde debes darte, dónde no debes darte, con quién debes estar, con quién no debes estar, qué debes seguir en otros, qué no debes seguir en otros. Es un sistema de guía perfecto, pero debes ceder a él. Debes descubrirlo dentro de tu propia experiencia. Debes establecer una conexión y una relación con él siguiendo los Pasos al Conocimiento, y debes aprender a seguirlo, comenzando por cosas pequeñas, y luego aprendiendo cómo experimentarlo y seguirlo en asuntos más importantes y difíciles.

El Conocimiento dentro de ti es intransigente. No puedes hacer un trato con él. No es como tu mente personal, tu mente mundana, que puede obtener lo que quiere a través de la negociación y el compromiso. Con el Conocimiento no funciona así. Cuando en realidad sabes algo, realmente lo sabes y no puedes cambiarlo. Pero puede que intentes descartarlo o cubrirlo con otras cosas, e incluso huir de ello.

Esa es una de las razones por la que las personas están tan ocupadas y preocupadas. Están huyendo de sí mismas. Están huyendo del Conocimiento. Están huyendo de su conciencia —de su conciencia más profunda, no la conciencia creada por la cultura con todas sus reglas y pautas—. Es una conciencia más profunda sobre lo que esencialmente es correcto y lo que no lo es. Las personas están huyendo de esto. Por eso no pueden quedarse quietas por cinco minutos sin sentirse agitadas, ansiosas y perturbadas. Tienen que saltar e ir a hacer algo. Ni siquiera saben cómo estar consigo mismas.

Esto realmente se ha ido de las manos, como ves. Y la civilización humana se ha ido de las manos. Es insensata, incontrolada. Es como un tren que se dirige hacia la estación sin frenos.

Las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo representan la respuesta de la naturaleza, las consecuencias de que la humanidad haya violado la naturaleza y haya despilfarrado su herencia natural. Tendrás que enfrentar estas consecuencias, las cuales te derrotarán o te elevarán dependiendo de cómo respondas, dependiendo de si respondes con el Conocimiento o bien con idealismo, compromiso y codicia. El primer camino lleva a la cooperación y la unidad; el segundo lleva al conflicto y el colapso.

Esta no es simplemente una cuestión de gobierno o política. Tiene que ver con cómo ves el mundo y respondes al mundo. Tiene que ver con si estás siendo guiado por el Conocimiento o bien por todas las otras cosas que son sustitutos del Conocimiento.

Tu relación con la naturaleza, entonces, no consiste solo en admirar su belleza y su complejidad. Realmente tiene que ver con cómo vives en la naturaleza y cómo trabajas con ella. Si tu relación con la naturaleza va a ser más que un romance —más que una relación romántica, más que un estar enamorado de su belleza—, tienes que afrontar cómo vas a vivir con la naturaleza y en la naturaleza, enfrentando sus adversidades y disfrutando de sus esplendores en una relación funcional. ¿Y cómo vas a lidiar con otras personas y las diferencias con otras personas?

Dios ha puesto una respuesta dentro de ti. No es una respuesta que sea solo una idea. Es una inteligencia. Cuanto más fuerte se vuelva la humanidad en el Conocimiento, más contendrá su comportamiento destructivo y más favorecerá y creará comportamientos, tecnología y sistemas de justicia social que sean beneficiosos para ella.

Porque, tarde o temprano, la humanidad tendrá que superar su enfoque adolescente en el crecimiento para centrarse en la estabilidad y la seguridad como enfoque principal. Es hacia esto hacia donde evolucionan todas las razas en el Universo. Ellas pasan por sus etapas de crecimiento, lo cual generalmente lleva a algún tipo de extralimitación de sus recursos, a veces hasta el punto de destruir civilizaciones. Pero, tarde o temprano, tienen que determinar cómo van a ser estables dentro de su entorno.

Esto es algo muy grande. Esto es lo que realmente significa la evolución de la civilización. Es como las etapas de la vida de una persona. Cuando eres joven, quieres crecer y expandirte, quieres tener más cosas, quieres nuevas experiencias. Sigues creciendo y expandiéndote, creciendo y expandiéndote. Pero para poder ser funcional en un entorno maduro y ser un individuo maduro, tendrás que crear estabilidad. Para tener una familia, debes tener estabilidad y seguridad. Ya no se trata tanto de tener cosas nuevas todo el tiempo o de ser desenfrenado y libre. Ahora debes atender tus responsabilidades básicas. Buscas estabilidad y seguridad, y esto es natural.

Esto no significa que no estés todavía fascinado por la vida, disfrutando de ella y abierto al cambio. Simplemente significa que debes atender tus responsabilidades de vivir y sostener lo que has creado.

Tarde o temprano, la civilización de la humanidad, incluso frente a un mundo muy degradado, tendrá que aceptar esto. Pero todavía el comportamiento adolescente impregna las culturas humanas, sus sistemas económicos, las agendas políticas, todo. Las personas quieren más, y más, y más, pero están fuera de sincronía. No tienen una relación estable con la naturaleza, ni tampoco con los demás. Todo va sobre la realización personal, la adquisición personal, la riqueza personal y la felicidad personal, creando todo ello una gran inestabilidad.

La verdadera riqueza y felicidad será alcanzada por otros medios. Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti para guiarte, protegerte y enseñarte cómo vivir en armonía con tu entorno y con los demás. Este está orientado hacia la verdad, hacia lo que es real, genuino y auténtico, hacia lo que es honesto y es compasivo. Es tu relación con tu naturaleza más profunda lo que te permitirá establecer una relación genuina y funcional con el mundo natural —para restaurar una vida sostenible, una vida equilibrada—. Incluso frente a las Grandes Olas de cambio, el Conocimiento te conducirá, te guiará y te ayudará a sobrellevar los tiempos difíciles que se avecinan.

Tendrá que haber mucha innovación humana en el futuro, pero si está guiada por el Conocimiento entonces será beneficiosa. Personalmente, tendrás que modificar las circunstancias de tu vida para adaptarte a un mundo de recursos en declive, pero el Conocimiento te dará la fuerza para hacerlo y, como resultado, cosecharás recompensas. Puede que enfrentes el futuro con gran temor y ansiedad, pero el Conocimiento dentro de ti no teme.

Lo único que le preocupa al Conocimiento es que no reconozcas ni cumplas el propósito mayor por el que estás en el mundo en este momento. Esa es una preocupación subyacente. Pero más allá de ella, el Conocimiento no está amenazado por las cosas que a ti te asustan, y es por eso que representa tu fuerza. Es tu naturaleza más profunda. Descuídala bajo tu responsabilidad. Evítala y te enfrentarás a la calamidad. Serás un desconocido para ti mismo y carecerás de sabiduría en el mundo. Es por eso que regresar al Conocimiento representa la base de todas tus actividades beneficiosas.

Habrá que hacer mil cosas para restablecer el equilibrio con la naturaleza y prevenir calamidades en el futuro para la familia humana, pero la base de todo esto debe ser el Conocimiento, tu naturaleza más profunda.

Habrá muchos argumentos en contra de esto, por supuesto: “Sí, pero” esto, “Sí, pero” aquello. Las personas protestarán. Pensarán que es inadecuado. “¿Ah, solo confiarás en algún tipo de intuición?”. Ellas piensan que el Conocimiento es solo intuición, una experiencia débil y fugaz. No lo toman en serio. No reconocen su poder, su inmensa fuerza.

Las personas todavía piensan que esto va sobre la tecnología y la innovación, pero no se ponen de acuerdo. Discuten entre ellas qué sistema político o social es mejor. Los argumentos van y vienen e impregnan toda la cultura humana —los desacuerdos, los conflictos—. Las personas luchan entre sí por innumerables cosas —con guerras de palabras, guerras de acciones y, en casos extremos, con la guerra misma.

Pero dentro de ti está el gran poder que no está en conflicto consigo mismo. No puedes estar en guerra con otro al nivel del Conocimiento. Reconocerás las necesidades mutuas e intentarás satisfacerlas o abordarlas en común. E incluso las diferentes opiniones sobre lo que puede funcionar o no serán contrarrestadas por la presencia del Conocimiento. Te comprometerás con las soluciones, incluso si esas soluciones resultan difíciles de reconocer y lograr, porque serás guiado por el Conocimiento. Restringirás tu comportamiento. Las naciones restringirán su comportamiento —si son guiadas por el Conocimiento, si son guiadas por personas que son fuertes en el Conocimiento.

Ocurrirán desastres naturales, y sabrás cómo prepararte para ellos. Pero lo que debe parase, lo que debe detenerse, es el abuso por parte de la humanidad de su herencia natural. Puede que te preguntes: ¿En qué consistirá esto?

La mitad de los bosques del mundo deben preservarse. El combustible debe racionarse. Debería haber sido racionado hace veinte años. Tendrá que controlarse el crecimiento de la población humana y del consumo humano si la humanidad quiere alcanzar alguna vez la estabilidad y la seguridad. No puede devorar la Tierra sin perder la capacidad de vivir en ella. Y no podrá migrar a otros planetas, porque estos son propiedad de otros. Más allá de este sistema solar, es propiedad privada. La humanidad debe poner su casa en orden, y Dios le ha dado el poder, la fuerza y ​​la sabiduría para hacerlo.

Tienes que comenzar tomando los Pasos al Conocimiento y reevaluando tu vida. Debes hacerlo antes de comprometerte con otras acciones, pues de lo contrario no tendrás una base y no podrás experimentar la fuente de tu sabiduría, tu poder y tu fuerza. Te lanzarás a algún tipo de campaña de reforma, pero realmente no tendrás el poder, la fuerza y la sabiduría que necesitarás para tener éxito.

Para eso, debes venir al Conocimiento dentro de ti. Es ahí donde debes comenzar. Comienzas con lo que es esencial y fundamental. Aprendes a estar quieto para poder experimentar el Conocimiento, sentir su presencia y escuchar su guía, de forma que puedas sentir su contención y sus motivaciones. Saldrás del mundo de la sobreestimulación hacia un mundo más profundo y tranquilo dentro de ti. Y encontrarás que existe una mayor fuerza dentro de ti que aguarda a ser descubierta.