La Confirmación


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 2 de abril de 2011
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: The Confirmation

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.


“Debes escuchar atento a la Confirmación. Nuestras palabras no son solo palabras. Los escritos no son solo ideas. Son una comunicación directa con la parte más profunda de ti. Si no puedes escuchar esto, ¿cómo serán entonces respondidas tus oraciones, si no puedes escuchar la respuesta?”

Esta es la Confirmación —la Confirmación de por qué has venido al mundo—, la Llamada —que sacará de ti aquello que tú no puedes sacar de ti por ti mismo—, la resonancia que debe venir de la Fuente de la vida —una resonancia con la que estás por naturaleza unido y relacionado—, la Confirmación que pondrá tu vida en perspectiva, finalmente, dándole el contexto correcto, el significado apropiado y su verdadera aplicación en un mundo cambiante y difícil.

La Confirmación es lo que tu corazón busca en todas tus búsquedas de relaciones, felicidad y satisfacción de cualquier clase, el anhelo del alma por su verdadera involucración en el mundo. Porque has venido aquí por un mayor propósito, un propósito que no puedes determinar desde tu intelecto, tus creencias o tus ideas por sí solas. Es una revelación personal, y no llega toda de una vez.

La Confirmación sucederá cuando resuenes con la Fuente de tu vida y seas llamado a una mayor involucración —un verdadero propósito—. Este es muy diferente de tus planes, objetivos y esquemas para la felicidad y la redención.

Si no estás luchando para sobrevivir, como trágicamente tanta gente lo está, entonces tienes una oportunidad de responder a una relación e involucración mayores. Y tu involucración jugará una gran parte en la restitución del mundo y en el gran alivio de la pobreza y la degradación que afligen a tantos.

Tú no conoces tu llamada mayor o lo que esta implicará, cómo será y a quién servirá. Eso debe serte revelado con el tiempo, según demuestres una disposición, una honestidad y un verdadero compromiso.

Antes de que esto ocurra, está la Llamada, está el sonido, está la Voz, está la memoria, está el mundo que te saca de tu vida obsesiva, recordándote una antigua memoria, una profunda comprensión durante un momento. Como el relámpago iluminando el paisaje en la noche, esto revela algo en el mismísimo corazón de tu ser. Esta es la Confirmación.

La Confirmación no significa que la Revelación vaya a satisfacer tus expectativas y referirse a tus creencias o ideas o a las creencias o ideas de tu religión o cultura, de vuestra historia o de tu nación. Estas son cosas para el intelecto. Pero a un nivel más profundo, hay otra forma de comunicación que debe hablarte y debe hablar a otros desde ti, en su momento. Una involucración más profunda, un recuerdo más profundo.

En efecto, la Confirmación será diferente de lo que pensaste que sería. Nada de gloria, ni grandeza o alabanzas. Tú no te convertirás en un gran príncipe, un gran avatar o un gran salvador. No. No. No. Tu papel será a una escala muy humilde, pero sus regalos serán profundos. Tú operarás sin reconocimiento en gran medida, porque el reconocimiento trae desgracia.

La Confirmación sonará una y otra vez según tomas los Pasos al Conocimiento y asciendes esta gran montaña —una montaña de la que no sabes, una montaña que se presenta a sí misma ante ti repentinamente, como surgida de la nada, desde el misterio de tu vida.

La Confirmación es ver el mundo tomado por las Grandes Olas de cambio y el reconocimiento de que la humanidad no está sola en el universo y ni siquiera en su propio mundo.

Lentamente verás y escucharás según tus ojos y oídos se abran, según tu mente se aquiete y se aclare en vez de estar abrumada con sus miedos, su enfado y sus obsesiones. Esta es la Confirmación.

Tú no puedes controlarla. No puedes determinar el resultado. No puedes hacer de ella lo que tú quieres que sea, porque esto es una involucración con la Fuente de tu vida, y la Fuente establece los términos de esta involucración.

Porque tú no llegas a Dios en tus términos o de acuerdo a tus definiciones o requerimientos. Dios no tiene que probarte la Presencia Divina. Eres tú quien tiene que probar tu lealtad a la Presencia.

La Confirmación sonará dentro de ti, muy por debajo de la superficie de tu mente, a través de los Antiguos Pasillos de tu mente, a través de capas de memoria, en una parte de ti de la que no sabes, siendo un extraño para ti mismo.

A menos que te hayas aventurado profundamente bajo la superficie de tu mente, lo que allí hay es desconocido. La gente tiene miedo a ir allí. La gente tiene miedo de sí misma —de sus pensamientos, de sus sentimientos, de sus emociones, de sus miedos, de sus pesares—. Pero la Confirmación sucede a un nivel más profundo. Hasta la persona más miserable puede escucharla y sentirla.

La Confirmación sonará porque has alcanzado un punto en el que estás dispuesto, y el mundo a tu alrededor está llamándote —llamándote a prepararte, porque no estás listo para tu mayor papel.

Es una señal desde dentro de ti. Es una señal desde aquellos que velan tu vida desde arriba. Es una señal desde el mundo. Listo o no, está la señal —sonando en todas estas frecuencias y todas estas dimensiones, sonando a la vez.

Es la convergencia dinámica de lo que quieres, lo que sabes y lo que el mundo requiere de ti. Esa es la Confirmación.

Pero tú no puedes verla. No puedes tocarla. No puedes formularla en tu mente. No puedes hacerla encajar en tus ideas. No puedes asociarla con tus creencias, porque está más allá de estas cosas —más allá del dominio y el alcance de tu intelecto.

Muchos pretenden ser religiosos, adherirse a sus creencias e ideas, postrarse en el templo o en la mezquita o en la iglesia. Ellos dicen las palabras. Dan la apariencia. Pero la Confirmación aún no ocurrido en su interior. Aún no están en una involucración más profunda. Están fijos en sus creencias, en las ventajas sociales y en el sentido de identidad que ello puede darles, pero la Confirmación no ha ocurrido. Esto está ocurriendo en una dimensión diferente por completo.

Solo en el futuro tu mente finalmente se pondrá al día y dirá: “Sí, en efecto, esa era la verdad. Sí, en efecto, necesitaba seguir ese impulso. Sí, en efecto, necesitaba responder a la Nueva Revelación. Sí, en efecto, necesitaba abandonar esa situación.” Será obvio para ti, porque habrás alcanzado un lugar mejor en la vida, un lugar de mayor fuerza, claridad y confianza en ti mismo.

Pero antes de alcanzar este punto de reconocimiento te encuentras en graves dudas, teniendo quizá momentos de duda e incertidumbre severas, yendo contra tu condicionamiento social, yendo contra tus deseos y preferencias, siguiendo algo misterioso que no puedes cuantificar o justificar. Pero la Confirmación está tirando de ti. Una vez la has escuchado, una vez la has sentido, tu vida nunca volverá a ser la misma.

Es una gran Llamada —una llamada a prepararte, una llamada a responder, una llamada a comenzar un proceso de reclamación y redención que no puedes controlar ni dirigir.

Tu desafío será dirigir tu mente y tus asuntos y seguir el poder y el regalo de la Confirmación, la cual te liberará de aquello que solo puede retenerte y comprometer tu vida. Te liberará de tus creencias falsas, de tus asociaciones dañinas con otros, de tus obligaciones peligrosas, de tu enfado, de tu resentimiento y tu falta de perdón. Con el tiempo, te sacará de todo esto, de esta jungla sin esperanza que te ha mantenido perdido y como un extraño para ti mismo.

Solo si sigues la Presencia conocerás la Presencia. Solo si tomas los Pasos al Conocimiento y sigues las directivas del Conocimiento entenderás el poder de la inteligencia más profunda que Dios te ha dado. Porque esta está respondiendo a la Confirmación, tal y como debe hacerlo. No tiene elección, porque es libre. Está libre del engaño. Está libre de la corrupción, libre de propósitos divididos, libre de la confusión, libre de la seducción, libre de la fantasía. Está esperando la llamada, y una vez esta ocurra tú comenzarás a responder, iniciando un proceso en lo profundo, bajo la superficie de tu mente.

Si eres verdaderamente honesto seguirás el movimiento más profundo de tu corazón y tu alma, incluso si te aleja de tus creencias y anteriores inversiones. Es una cuestión de honestidad.

Tú no puedes conocernos, pero debes conocerte a ti mismo y a los otros en tu vida, así como a aquellos que te serán enviados para ayudarte a recuperar tu verdadera identidad y tu naturaleza más profunda.

No puedes morar con Nosotros, porque estamos más allá del mundo, y tú has sido enviado para estar en el mundo, servirlo y redimirte en él, reclamando la memoria de tu Antiguo Hogar mientras vives aquí, experimentando la Confirmación, siguiendo la preparación, permitiendo que tu vida sea reorganizada por el Conocimiento y la misteriosa Presencia que te visitará de vez en cuando.

No puedes retornar a Dios, porque Dios quiere que estés en el mundo.

¿Cómo puedes estar en relación con la Fuente de todas las relaciones si no puedes estar siquiera en relación contigo mismo o con otro o con un grupo de gente? Obviamente, desear esta mayor involucración está mucho más allá de tu capacidad.

Tú no puedes evitar tus responsabilidades de estar en el mundo y tu servicio al mundo. ¡No puedes salir de un salto, saltando desde el mundo al Cielo! E intentar hacerlo significa que no entiendes las verdaderas responsabilidades que tienes aquí, y no puedes enfrentar los desafíos que supone seguir el Conocimiento y la Presencia en el mundo.

Puedes tener éxito debido a la Confirmación. Puedes saber la verdad debido a la Confirmación. Puedes demostrar la verdad debido a la Confirmación.

Pero a lo largo del camino, en el largo viaje en sí, debes morar con una presencia más profunda, una consciencia más profunda que en este momento es solo una pequeña luz en ti. Para que esta se convierta en un fuego ardiente, debes morar con ella, atenderla y mantenerla en tu mente y tu corazón.

La Revelación es demasiado grande para entenderla. Solo puedes entender cómo puede ser experimentada y expresada en el mundo tangible. No puedes imaginar siquiera lo que está más allá del mundo tangible, porque tu imaginación solo está equipada con lo que tus sentidos te han provisto hasta ahora.

No es la imaginación lo que cruza la brecha. Lo que lo hace es seguir una autoridad más profunda que está más allá de tu control.

Tú no puedes usarla para conseguir lo que quieres. No dependas de milagros, porque eso significa que no estás utilizando tu propia fuerza y poder de manera efectiva.

Es un milagro que la Confirmación haya ocurrido, y ocurrirá de nuevo según procedas, según ganes honestidad y, finalmente, responsabilidad ante tu naturaleza más profunda y la consciencia más profunda que Dios ha puesto allí. Esto está más allá de la creencia religiosa. Está más allá de las costumbres y las tradiciones de tu fe, tu nación o tu cultura. Siempre debes distinguir entre lo que es permanente e inefable y lo que tú piensas y crees.

La Confirmación y el poder de la Presencia te liberarán finalmente de las riendas de la creencia. Finalmente serás sacado de esa prisión, aunque la puerta ha estado abierta para ti todo el tiempo.

La Mayor Verdad solo puede ser sabida. La Nueva Revelación solo puede ser sabida. Sus enseñanzas y comentarios solo pueden ser sabidos mediante la demostración y la aplicación. Tú no obtienes pruebas y después te involucras. Te involucras y eso provee la prueba.

Tú no puedes controlarlo, porque tú no eres Dios. Y eso es algo bueno, porque solo serías un gobernante cruel y opresivo, tal y como has sido contigo mismo en un grado muy alto.

Dios desea que tu poder y habilidades verdaderos te sean restaurados, y que esta restauración ocurra en tu involucración con el Conocimiento en lo profundo de ti y en tu involucración con otros en el mundo. Si valoras tu relación con el Creador, entonces esto es a lo que debes responder. Postrarte, adorando y declarando sumisión, no significa nada si no puedes seguir aquello que has de seguir, saber y hacer.

La Confirmación te llevará a una involucración más profunda, una involucración misteriosa, una involucración que debes seguir incluso durante los largos periodos en los que no experimentas la Presencia y no estás seguro de la evidencia del Conocimiento en tu interior. Aquí es donde comienzas a cambiar tu lealtad dentro de ti.

No gobernado ya por las ideas, las creencias y el consenso de los demás, ahora estás siguiendo un Poder y Presencia más profundo, y su demostración siempre hará bien. Incluso si tienes que dejar a gente y decepcionarles, se tratará de un movimiento hacia una mayor libertad para todos.

La Llamada está sonando en el mundo, porque la humanidad se encuentra en un gran punto de inflexión. Este determinará las consecuencias y el futuro, no solo para tus hijos, sino también para tu propia vida.

Es un tiempo de gran activación. Es un tiempo en el que la Confirmación debe ser muy fuerte y mucha gente debe responder. No es tiempo de que un único individuo sea la demostración, porque eso nunca satisfará las necesidades del mundo.

No es tiempo para que venga al mundo un gran líder o emancipador, porque eso solo dividiría aún más a la humanidad, poniéndola en conflicto consigo misma. Porque no todos aceptarían a ese líder, no importa lo puro y recto que pueda ser.

No, ahora se trata de una era diferente, de un periodo más maduro, donde la humanidad ha de hacerse adulta y volverse responsable, poderosa y cooperativa en su seno, reconociendo los peligros, respondiendo a las necesidades del mundo, reconociendo que ya no estáis solos ni sois desconocidos en el universo, y que otros están aquí para aprovecharse de vuestras dificultades y expectativas.

Es un tiempo para involucrarse en el servicio a los demás. Es un tiempo para que la Confirmación ocurra.

Si estás respondiendo al Nuevo Mensaje y a estas palabras, entonces la Confirmación está en camino, no importa cómo respondas en el momento.

Tú puedes rechazarnos, negarnos y negar también el poder y la gracia que Nosotros te traemos, pero Nosotros seguimos ahí. Y la llamada sigue ahí. Y la Confirmación sigue ahí, esperando a que respondas, esperando a que ganes honestidad y humildad y reconozcas que hay cosas más importantes que tus ideas, tus creencias o tu posición en la vida. Estas cosas no significan nada ante lo divino.

Solo está la Llamada, la Respuesta, la Involucración y el Retorno. Eso es todo lo que importa en realidad, lo que importa al final —la calidad de estas cosas, tu lealtad a estas cosas y tu capacidad para seguir lo que Dios ha provisto ahora, en la Nueva Revelación, sin el peso de la historia humana y la distorsión de la interpretación y el comentario humanos y su uso por fuerzas políticas, uso que ha oscurecido las Revelaciones previas de Dios—. Estas también generaron la Confirmación. Pero tú necesitas un maestro sabio para seguirlas, o de lo contrario no podrás completar tu tarea.

Es por eso que Dios ha enviado una Nueva Revelación al mundo, pues la humanidad está fallando. Su fuerza está siendo perdida. Sus oportunidades están disminuyendo. Su mundo está en declive. Estáis encarando una intervención desde el exterior.

¿Cómo lidiará la humanidad con todo esto? ¿Cómo se preparará? ¿Cómo seguirá el curso sensato de acción en lo que concierne a las muchas decisiones que habrá que tomar, no solo por parte de las naciones sino también por parte los individuos?

Tú no puedes responder a esto. Vuestros expertos no pueden responder a esto. Hay demasiada confusión. Hay demasiado engaño. Hay demasiadas suposiciones.

El río está sucio. Los cielos están oscuros. El medioambiente está contaminado. ¿Cómo verás con claridad? ¿Cómo navegarás los tiempos difíciles por delante?

No tienes respuesta. Incluso hacer la pregunta te asusta.

Mira a tu alrededor. Todo el mundo hace como si esto no estuviera ocurriendo, perdiéndose en sus hobbies, sus distracciones, sus romances, su búsqueda de riqueza, sus problemas personales, etc., como si no estuviera ocurriendo nada en el mundo mayor a su alrededor que les vaya a afectar directamente.

Debes escuchar atento a la Confirmación. Nuestras palabras no son solo palabras. Los escritos no son solo ideas. Son una comunicación directa con la parte más profunda de ti. Si no puedes escuchar esto, ¿cómo serán entonces respondidas tus oraciones, si no puedes escuchar la respuesta?

Esta es la Confirmación. Es el poder y la gracia lo que hará toda la diferencia —lo invisible, lo inefable, aquello que no puedes cuantificar, aquello sobre lo que no puedes teorizar, aquello que no puedes predecir, aquello que está más allá del alcance de la ciencia, aquello que solo puede confundir a la filosofía, dejándote más allá de las palabras y las ideas—. Esto hará toda la diferencia.

¿Qué permitirá a las personas elegir lo que es adecuado, correcto y beneficioso cuando hay tantas otras atracciones llevando en diferentes direcciones? ¿Qué te permitirá superar el consenso de los demás, los deseos de tu familia, las creencias de tu nación, para seguir un Mayor Poder y un mayor propósito?

Nuestras palabras no son solo palabras. Debes escuchar más allá de ellas. Permite que tu mente se aquiete. Escucha profundamente. No llegues a conclusiones. No juzgues ni analices. Escucha profundamente. Contempla. Vive con la pregunta. No aportes las respuestas. Permanece en quietud, abierto y discerniente.

La Confirmación te espera a ti y a otros. Tú no puedes controlar su respuesta, solo la tuya. ¿Qué voz seguirás? ¿Qué voz escucharás? Con tantas atracciones, seducciones y persuasiones dentro de ti y a tu alrededor y por todo el mundo, ¿cómo puedes seguir la Verdadera Voz?

Esta es una pregunta que solo Dios puede responder, y la ha respondido y la está respondiendo mediante estas palabras y mediante las palabras, los sonidos y la presencia de la Revelación.