El Poder y la Presencia de Dios en el mundo


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 23 de abril de 2011
en Boulder, Colorado, Estados Unidos.

Texto original: God’s Power and Presence in the World

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.


El reconocimiento debe basarse en una experiencia más profunda, el reconocimiento de una mayor verdad, el reconocimiento de una Nueva Revelación. Este reconocimiento ocurre a un nivel más profundo de la mente, más allá del dominio del intelecto, más allá del dominio de las ideas y las creencias y las cosas a las que la gente se adhiere en lo que respecta al Poder y la Presencia Divinos en el mundo.

Este Poder es formidable, pero opera a través del individuo. Trabaja desde dentro hacia fuera. Es así como Dios trabaja en el mundo.

La gente quiere grandiosas demostraciones, pero la Presencia opera de manera diferente. No hace un gran espectáculo de sí misma. Habla al mundo interior de la persona y pasa de persona a persona de este modo.

Aquí la experiencia de reconocimiento no se basa en lo ferviente de la creencia que uno tiene, porque la gente siempre discutirá sobre las creencias y nunca podrá unirse realmente a ese nivel.

La resonancia está sucediendo más allá de las ideas y la formulación de ideas. Es aquí donde emerge el verdadero compromiso. Es aquí donde emerge el verdadero coraje. Es aquí donde emergen la compasión y la experiencia de la Gracia.

El Poder y la Presencia de Dios en el mundo son demostrados mediante acciones altruistas, mediante el reconocimiento entre una persona y otra, mediante el dar desinteresado y el compromiso de dar, el compromiso de servir, el compromiso de contribuir —más allá de la edificación de uno mismo y ciertamente más allá del enriquecimiento propio.

¿De dónde viene este incentivo? ¿Cuál es la naturaleza de la verdadera bondad? Todo viene del Misterio, del Poder y la Presencia de Dios en el mundo.

Las personas quieren demostraciones. Quieren milagros porque no están teniendo la experiencia. Todo esto es la lucha de la mente, de la mente superficial, la mente mundana. “¡Demuéstrame que Dios es real! ¡Dame un milagro! ¡Dame lo que quiero! ¡Resuelve mis problemas!”

Las personas piensan así porque no están teniendo la verdadera experiencia, y si la tienen no están siendo pacientes. No están reconociendo que el encuentro con Dios es intermitente y no continuo. Pues no se te permite tener demasiada experiencia de lo Divino, porque de ser así nunca estarías dispuesto a permanecer en el mundo y proporcionar tu servicio en él.

No puedes escapar a Dios, porque fuiste enviado al mundo para servir a un mundo en necesidad. Es por eso que la Presencia no es una forma de intoxicación. No es un gran escape. No supone ascender muy lejos, para no retornar nunca. ¿Por qué Dios iba a llamarte a retornar al Cielo cuando se ha hecho tanto esfuerzo para traerte al mundo?

Las personas quieren muchas cosas, pero si no están teniendo la experiencia más profunda entonces solo están tratando con sus ideas. Están debatiendo sus ideas. Están discutiendo sobre sus ideas. Están intentando entender lo inefable con sus ideas. Están intentando comprender con sus ideas. Eso es como pedir a tu mano que comprenda tu mente. Es como pedir a un niño que comprenda el mundo.

El Poder y la Presencia de Dios en el mundo están más allá de la estimación y la evaluación humanas.

La verdadera fe y la verdadera fidelidad surgen de un lugar más profundo, desde el alma misma, el corazón mismo de ti, el centro de tu Ser. Aquí no estás separado de tu Creador. Pero estás separado de tu naturaleza más profunda, y es salvar esta brecha, tomar los Pasos al Conocimiento, lo que representa el foco de toda práctica espiritual y esfuerzo religioso.

Las personas quieren muchas cosas, pero sobre todo necesitan la experiencia más profunda, la verdadera conexión, porque esto atiende la necesidad del alma y comienza a restablecer la verdadera integridad y el verdadero equilibrio dentro de ti.

El trabajo de Dios está por todas partes, pero ¿quién puede verlo? Las personas están obsesionadas con la tragedia y el error humanos, quejándose constantemente del mundo y descargando su enfado y su frustración sobre los demás. Dios está con ellas, pero ellas están mirando en otra dirección. La Presencia está aquí, pero las personas están demasiado ocupadas haciendo otras cosas para poder reconocerla y responder a ella.

Dios te está dando lo que necesitas, no lo que quieres. No basta con simplemente intentar satisfacer tus deseos básicos, a pesar de lo esenciales que puedan ser. La conexión debe ocurrir a un nivel más profundo.

Si estás pasando hambre, entonces debes atender esa necesidad y ella predominará. Pero incluso en ese caso, la Presencia está disponible. De hecho, bajo estas circunstancias más extremas puedes buscarla con mayor fervor y adherirte a ella con una mayor dedicación. Aquí los pobres son a menudo más ricos en espíritu que los propios ricos, que tienen una gran agenda en competición que difiere de la función y el propósito primarios por los que ellos están en el mundo.

El Poder y la Presencia de Dios en el mundo son tan fuertes que pueden hacer surgir una dedicación, un compromiso y una integridad mucho mayores que lo que cualquier otra cosa podría evocar. Esto puede transformar la vida de una persona, elevándola a un nivel más alto de servicio y claridad, haciendo de ella una verdadera luz capaz de brillar en un mundo que se oscurece. El poder de la fuerza, la riqueza y las atracciones de la belleza y el encanto no pueden, en última instancia, competir ni compararse con esto.

Las personas piensan que entienden la Voluntad del Creador, pero a menos que estén conectadas con el Conocimiento y la inteligencia más profundos que Dios ha puesto en su interior, ellas estarán simplemente siguiendo sus ideas.

Las personas se están matando entre sí por sus ideas. Están demostrando crueldad por sus ideas. No es así como te involucras con lo Divino. Tus ideas se pondrán en su lugar cuando estés teniendo una experiencia más profunda. Pero debes permitir que las definiciones estén abiertas, porque cuando comienzas a contactar con el poder del Conocimiento en tu interior que Dios ha puesto para guiarte y protegerte, entonces tu vida comenzará un proceso de reformación.

¿Cómo podrías tener conclusiones e ideas generalizadas cuando tu vida está experimentando una reforma fundamental? Si eres verdadero, te apartarás a un lado y permitirás que esto ocurra, en vez de intentar controlarlo para tu propio beneficio o para fortificar y corroborar tus creencias y preferencias.

Dios ha hablado de nuevo. El Mensajero está en el mundo. Es una gran prueba para la humanidad respecto a quién puede ver y quién puede responder.

Aquí verás lo que realmente es importante. No será la brillantez intelectual. No será la elocuencia, la belleza, el encanto o la fuerza de la personalidad, porque las personas que poseen estas cosas pueden ser las últimas en ver y las últimas en saber. Ellas están arropadas por las obsesiones del mundo y estas cosas no les permitirán ver. Esto ocurre a un nivel más profundo.

Este es la gran prueba. Aquí, en el tiempo de Revelación, es donde verás quién puede responder, la naturaleza de su respuesta y la pureza y la claridad de su respuesta. A la luz del Creador se revela y se demuestra todo engaño. Las verdaderas intenciones de la gente se hacen evidentes. Es como la luz de un relámpago en el paisaje oscuro. Por un instante todo se revela.

Verás ante la Revelación quién está disponible para el Poder y la Presencia de Dios. ¿Quién puede responder? ¿Quién tiene la humildad? ¿Quién tiene el coraje para reevaluar sus anteriores ideas y creencias? ¿Quién está dispuesto a someterse al proceso de reformación que necesita para poder ser llevado a una experiencia de vida y una expresión de propósito más honestas y completas?

Las personas juzgarán el Nuevo Mensaje. Pero el Nuevo Mensaje está revelando sus intenciones. Está diciéndolo todo sobre ellas. Su éxito o su fracaso en responder lo dice todo sobre ellas y el grado en el que han aceptado su propio sufrimiento, los límites de sus ideas, su incapacidad para discernir su verdadera dirección en la vida, la debilidad de sus creencias y el grado en el que se han comprometido a sí mismas para obtener ventajas y aprobación de otros.

Si Dios habla de nuevo, ¿quién puede responder? Si Dios muestra cosas que nunca antes se han mostrado, ¿quién está dispuesto a ver esto? Si Dios desafía las creencias y expectativas religiosas, ¿quién tiene el coraje y la humildad de prepararse para recibir esto? Si Dios te llama a una posición y un servicio más altos en la vida, ¿quién está dispuesto a someterse a este proceso de cambio, un proceso que uno no puede controlar y ni siquiera puede realmente comprender? ¿Quién está dispuesto y es capaz de hacer esto? Esta es la verdadera prueba de integridad, disposición, honestidad y apertura.

El Nuevo Mensaje es enteramente honesto y te pide ser enteramente honesto, un nivel de honestidad que la mayoría de personas ni siquiera considera: ser fiel a ti mismo, ser receptivo a la naturaleza más profunda de ti mismo, mirar más allá de tus miedos, tus creencias y tus preferencias, prestar atención a una mayor voz, al poder del Conocimiento que Dios ha puesto dentro de ti. El Conocimiento responderá, por supuesto, porque está respondiendo a su Fuente.

No todos están listos para recibir la Nueva Revelación. Dios lo sabe y no hay condena en ello. Pero es la falsedad de la posición y las suposiciones de las personas lo que se revelará en este proceso. Aquellos que tienen orgullo intelectual, aquellos que piensan que son inteligentes y astutos, aquellos que piensan que pueden discernirlo todo, aquellos que piensan que saben la verdad, aquellos que piensan que saben lo que es la honestidad —esta es la hipocresía que se revelará a la luz del Poder y la Presencia de Dios en el mundo.

En cada uno de los grandes tiempos de Revelación, esparcidos intermitentemente a lo largo de la historia humana, ¿cuántos no han podido reconocer la importancia del evento que estaba sucediendo en sus vidas, en su época? Y si tuvieron la gran oportunidad de presenciar o de reconocer al Mensajero de ese tiempo y de esa era, ¿vieron simplemente a otra persona o reconocieron el poder del Mensajero y la Gracia que le acompañaba?

La gente quiere que el Mensajero sea una súper-persona: poderoso, magnífico, inmaculado, completamente puro, bien educado, en conformidad con la expectativa humana. Pero el Mensajero es un ser humano y siempre es falible. Son el Mensaje y la Presencia que acompañan al Mensajero los que hacen toda la diferencia.

Jesús cometió errores. Mahoma cometió errores. Buda cometió errores. Todos los grandes líderes que les siguieron y todos los grandes maestros en otras tradiciones, todos, cometieron errores. Vivir en Separación es cometer errores. Entrar en un mundo de Separación significa que cometerás errores. Si los Mensajeros entregan el Mensaje y no se engrandecen a sí mismos como si fueran dioses, entonces han conseguido su objetivo.

La prueba está ahora ante ti. La Nueva Revelación está ante ti. Se ha cruzado en tu camino. ¿Qué harás con ella? ¿Cómo vas a responder? ¿Qué vas a hacer? Es el mayor evento de tu vida, ¿estarás presente ante él? ¿O es tan solo un evento entre otros eventos a los que realmente no puedes responder?

Es un desafío. Es un desafío justo. Es un desafío honesto. Y es más que un desafío. Es un regalo, una llamada y una oportunidad para ti. El desafío es simplemente parte de la involucración. No es que Dios sienta placer en desafiarte. Es simplemente parte de la oportunidad de involucrarte con la Fuente de tu vida, tal como se presenta en una forma pura e incorrupta.

¿Cómo verás al Mensajero? ¿Puedes sentir esto? ¿Puedes estar quieto? ¿Puedes dejar a un lado las reacciones y los juicios y tomarte el tiempo, no importa cuánto haga falta, para considerar a este individuo, la gran carga que porta y el gran desafío ante él? Esta es una pregunta justa. Es una gran oportunidad para ti y para otros. Y si eres verdaderamente honesto contigo mismo, al menos dirás: “Bueno, no lo sé y no estoy seguro” —si es que no estás seguro.

En este tiempo de Revelación, el Poder y la Presencia de Dios se reafirman en el mundo —[en] una Nueva Revelación que revela el gran cambio que está llegando al mundo y el destino de la humanidad en una Comunidad Mayor de vida en el universo, así como los grandes desafíos que eso requerirá y pondrá sobre toda la familia humana.

Las personas debatirán esto. Se enfrentarán a esto. Discutirán contra esto. Lo negarán. Pero todo esto es un fracaso en responder. Ellas están intentando responder, pero no están usando las capacidades y facultades apropiadas de la mente para hacerlo. Están siendo impactadas, pero todavía están perdidas en sus ideas y en las maquinaciones de la mente, mientras que la involucración está sucediendo por completo a otro nivel.

Si no puedes involucrarte con Dios, ¿cómo vas a involúcrate realmente con cualquier otro? Si no puedes experimentar afinidad con el Poder y la Presencia de Dios, ¿cómo vas a experimentar afinidad con cualquier otro? Puede que te embriagues enamorándote temporalmente de alguien. Puede que te deleite la presencia de otra persona, pero ¿podrás experimentar verdadera afinidad con ella? Si no confías en Dios, ¿cómo confiarás en cualquier otro? Si no te haces humilde ante Dios, ¿cómo puedes hacerte humilde ante cualquier otro?

Es por eso que el Nuevo Mensaje se ha traído a la gente y no a los líderes, que se han encumbrado a sí mismos y se han ocultado, fortificado y aislado a sí mismos. Ellos están circunscritos por cómo han creado su posición en la vida. Aunque el Nuevo Mensaje es también para ellos, para ellos será más difícil.

Permanece juzgando el Nuevo Mensaje y no verás. No escucharás. Y no sabrás. Estarás sordo y ciego y serás arrogante, todo al mismo tiempo. La Hueste Celestial sacudirá su cabeza: “Es tan desafortunado. Esta persona no pudo responder. ¡Podría haber hecho tanto por el mundo! Ella estaba perdida en su idea de sí misma. No podía ver más allá de su inversión previa, de su posición y de sus logros y adquisiciones.”

Dios busca empoderar a la familia humana mediante la Nueva Revelación —empoderar al individuo, que es la fuente de la libertad en el mundo, y dar a la gente una mayor visión, claridad y responsabilidad—. Esta es la fuente del progreso humano en el mundo.

No se trata de que se te vaya a dar una grandiosa nueva teología sobre la que discutir y comentar por siempre jamás. Estás siendo preparado para un nuevo mundo y para los rigores y peligros de entrar en la propia Comunidad Mayor. Estás siendo preparado para los desafíos del gran cambio que está llegando al mundo, mayor de lo que por ahora puedes comprender o anticipar. Estás siendo preparado para una vida mayor, con mayor fortaleza e integridad. Pero debes rendirte y recibir y aprender para ser verdaderamente honesto contigo mismo acerca de tus intenciones más profundas y tus mayores responsabilidades al estar aquí.

El Poder y la Presencia de Dios te recordarán estas cosas y te llamarán a salir de tu antiguo entendimiento, de tus antiguos dilemas, de tus problemas irresolubles, de tu posición comprometida y de tu debilidad en tu relación con otros. Te llamarán a salir, porque son el Poder y la Presencia de Dios en el mundo.